Partida Rol por web

Ariarkus sabia bien cual era su deber, proporciono apoyo a Laocastus cuando toco volar la pared, y mientras se preparaban para ello reviso todo el arsenal que portaba, pues tenia a bien claro que si no salían de allí con vida, al menos se llevaría la mayor parte de los enemigos con el y sus armas.

Esperaba las ordenes de Deuteros mientras respondía con la cabeza a la señal dada, el no era rápido, era lento como un Leman Russ, pero disponía de suficiente potencia de fuego para que eso no fuera un gran problema.

Tras detonar la carga, Laocastus preparó su cañón de fusión, y adoptó su posición en la formación, cubriendo líneas de tiro con Ariarkus, dejando que Numaios tomase punta.

Tras detonar la carga, Laocastus preparó su cañón de fusión, y adoptó su posición en la formación, cubriendo líneas de tiro con Ariarkus, dejando que Numaios tomase punta.

Numaios, el nuevo campeón de la deathwatch se acercó veloz hacía la esquina de la maltrecha edificación que cubría a los marines de miradas indiscretas. El serpiente de hierro fue raudo como el viento, mucho más de lo esperado de cualquier marine espacial y se asomó durante un instante.

 - Hermanos... poca visibilidad... pero he visto un grupo ingente de demonios... - no se atrevió a nombrar a la deidad que servían aquellos demonios menores - no soy capaz de ver más... pero va a ser una batalla difícil 

¡HERMANOS! - la voz de Asteron chasqueó por los comunicadores con voz visiblemente preocupada - ¡DEBÉIS DAROS PRISA! ¡LOS TRAIDORES ESTÁN REALIZANDO UN RITO HERÉTICO! - no paraba de gritar, acelerado, perturbado... debía haber estado inmerso en los tempestuosos mares del a disformidad para estar en ese estado de extrema agitación - ¡SE ESTA ACUMULANDO DEMASIADO ENERGÍA CERCA DE DONDE ESTÁIS! ¡LLEVA LA MARCA DE LA ESFERA! 

La voz de Asteron resonando por su comunicador puso a Jaden en tensión. Los traidores estaban haciendo algo con la esfera y no presagiaba nada buen- Si lo que ha dicho Asteron es cierto tenemos que entrar ahí lo antes posible, si logran acabar lo que sea que estén haciendo-Miles de imágenes pasaron por la cabeza del tecnomarine- Solo podemos esperar lo peor

Ariarkus estaba mas que preparado, disponía de su SoundStriker para palabras mayores y el Bolter pesado por si había que reducir grandes números de enemigos.

Mientras esperaba a los demás este se dispuso a seguirlos mientras no dejaba de pensar que las palabras del Bibliotecario solo podía indicar que el tal Estelios tal vez usara la esfera para crear un portal de comunión con sus dioses oscuros y trajera alguna manifestación de los mismos a aquel lugar.

Deuteros escuchó con atención las palabras de Asteron e inmediatamente se giró hacia sus compañeros.

- Ya sabéis lo que tenemos que hacer hermanos, si salimos victoriosos los mayores de los honores nos esperan, y si morimos, al menos lo haremos llevándonos a todos los herejes con nosotros, y sea el propio Dios Emperador quien nos de la bienvenida. ¡VAMOS! - bramó Deuteros a la vez que tomaba la iniciativa y empezaba a correr hacia el objetivo.

- Su presencia es una afrenta, sus actos son un pecado, su existencia es un error. Debemos impedir el rito de los herejes, con sangre incluso. ¡Por nuestros primarcas! ¡Por el Emperador!

Con una mano empuñó su Crozius en alto, reafirmando sus palabras y con la otra revisó sus armas bolter calibrando cual sería mejor si los herejes estaban a cierta distancia.

- Acabemos con esto.- Dijo Laocastus, con una voz cargada de determinación.

¡HUELO A ADORADORES DEL CADÁVER DEL FALSO EMPERADOR! - una voz que evocaba a un ofidio hablando, siseando, sacando su lengua bífida al aire dispuesto a olisquear a sus enemigos a través de aquel pernicioso órgano... pero a la vez que sonaba mortal, asquerosa, tenía un deje que resultaba realmente atractivo y que solo los corazones más puros podrían aborrecer y enfrentarse a ello - ¡EN EL NOMBRE DEL GUARDIAN DE LOS SECRETOS! ¡TOMAD POSICIONES! ¡POR FULGRIM! ¡POR SLAANESH! - vociferó nuevamente.

Los marines del caos obedecieron lanzando insultos y demás gritos alzando a los poderes ruinosos... escuchar la pronunciación de aquellos nombres hizo que los marines se estremecieran, pero sus mentes, forjadas en acero y templadas en la batalla, se resistieron a su sinuosa seducción. 

Con una expresión ceñuda oculta bajo el casco, Laocastus cruzó la brecha con rapidez. Sin pensárselo demasiado, disparó directo a la criatura que hablaba, y que parecía estar al cargo del siniestro ritual que se estaba llevando a cabo.

¡ACABAD CON ELLOS PERROS! - fue el segundo grito que lanzó el Heraldo después de evitar el poderoso disparo Laocastus con una pirueta demasiado gracil para un astartes tan grande... pero poco sabían los marines de la deathwatch sobre los cultos traidores ¿pagarían su ignorancia con sangre? 

Fuere como fuere, un marine ruidoso dio un paso al frente y encaró su enorme y extraña arma sobre Laocastus. Un tremendo ruido resonó por todo el lugar, como una música sin ritmo, brutal y dantesca que conformó una enorme onda de energía acústica y que fue lanzada directa hacía el salamandra que poco pudo hacer para evitar el daño de aquella demoniaca arma. La explosión sonora provocó que la armadura se resquebrajara e hizo vibrar todos y cada uno de los huesos del devastador.

Estelios avanzó un metro colocándose frente a su señor y conjuró sus poderes arcanos después de arrodillarse... solo Laocastus fue capaz de ver como la energía de la disformidad iba entrando en el mundo real canalizada por el hereje y traidor, solo él vio como dicha energía le atravesaba mientras ponía los brazos en cruz y como empezaba a rodear al Heraldo y el fragmento de esfera tras ellos... aquel rito era mala cosa.

Deuteros alzó el brazo donde tenía alojado el bolter tormenta y se apresuró a disparar sobre la horda de diablillas que hacían de cobertura para sus oscuros amos, si no detenían a Estelios rápidamente toda la misión podría fracasar...