Partida Rol por web

-Nooo-Aurelia salió disparada como por un bolter hacia donde estaban los secuestradores tratando de cubrirse con la fuente de los disparos. La principal amenaza venía de parte de los soldados por lo que confiaba en poder llegar cerca del reo sin sufrir daños.

Viendo como su  superiora se disponía a realizar  la misma operación que tenia ella n mente, eva se abrió paso hasta la fuente, intentando esquivar los posibles disparos de sus enemigos....

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Conforme las sororitas avanzaban, Demetrius encaró su arma hacía de unos los asaltantes. A pesar de estar en un mundo onírico el efecto del disparo fue como el del mundo real. Un chorro de combustible recalentado y escupido en un abrir y cerrar de ojos vaporizó al asaltante.

El resto de atacantes se quedaron como bloqueados, ninguno se movió de como estaba hasta que sin previo aviso, los que llevaban armas automáticas (2,4) comenzaron a convulsionarse de puro dolor dejando caer sus armas ¿cómo era posible? no les habían impactado con nada, pero así fue, se cayeron al suelo y se retorcieron.
El que portaba la pistola y tenía "sometido" al reo, estiró la mano de su arma pero empezó a temblarle... tembló como un civil rodeado de herejes y sollozó icomprensiblemente; el reo, en cambio, se mantuvo donde estaba y no hizo nada.

Haciendo un extraordinario esfuerzo, Edgard hizo callar a Sally aunque no se movió del sitio. Con las lenguas ardientes de Sally fuera de juego el resto podía moverse con libertad y actuar según le viniera en gana... hasta que a él se le cruzara el cable y considerara peligroso la no actividad.

"¿Qué cojones? ¿A qué demonios viene ahora tanto temblor y lloriqueo?" pensó el Stormtrooper, que estaba a punto de disparar a aquel que encañonaba al reo. Sin embargo, no pudo evitar torcer el gesto, y avanzar en su lugar hacia aquel hombre. Allí empezaba a haber algo que no encajaba, y sólo había un modo de cercionarse. Ver qué o quién se ocultaba bajo la capucha del prisionero. 

-Atentos. Si pasa algo raro, cubridme-dijo, antes de echar a correr hacia la fuente. Las convulsiones, los dolores... No, allí algo marchaba horriblemente mal.

"¿Otra vez tú, hijo de puta?"

La carrera del inesperado líder de los stormtropers lo puso a escasos metros del reo... los asaltantes ahora estaban sobre el suelo, sollozando con sus armas tiradas en el suelo, retorciéndose de dolor y con extraños espasmos, en un momento parecían tener cinco extremidades y en otro las cuatro, sus movimientos parecían traspasar la realidad en si misma, y mucho era pedir teniendo en cuenta de que se estaba en un sueño o pesadilla. 

Jonah, ahora el que estaba más cerca de todos, pudo empezar a notar como un frío casi doloroso iba reptando desde sus botas y colándose por entre las ropas y armadura que llevaba como si fueran serpientes... El sabía de sobra que podría significar eso.

Aprovechando el extraño suceso, Eva  alcanzó con dos  amplias zancadas al individuo que se parapetaba tras el reo. Con un rápido movimiento, la sororita desencajó la pistola de la mano de su enemigo,el cual seguía sollozando cual no creyente.Aunque pensaba que iba ser facil, el  inminente verdugo  se escurría entre los brazos de la sororita....

A Eva no le costó mucho apartar de una patada el arma que ya estaba en el suelo...

Eva empezó a notar como una sensación sinuosa de frío empezaba a colarse por su armadura, llegando a su piel, huesos... era desagradable y no era difícil pensar que quizás, fuera hasta peligroso...

Aurelia vio como Jonah comenzaba otra carrera hacia los asaltantes y los disparos habían cesado.-Va a por el reo.-En dos movientos se puso al lado de Eva e intentó sujetar al mismo individuo que esta atacaba y así despejar el camino al GI.  

Las hermanas de batalla, haciendo gala de su falta total de escrúpulos, trataban, infructuosamente, patear al asaltante que llevaba la pistola... postrado en el suelo, entre convulsiones, evitó el acerado pie de Aurelia.

Aurelia empezó a sentir como unos tentáculos de frío extremo iban ascendiendo por sus pies... atravesando la servoarmadura y llegando hasta la médula de sus huesos.

Demetrius vio como su disparo vaporizaba a uno de los rivales y una sonrisa maliciosa surgió en su rostro cubierto por el casco. Al fin podía enfrentarse a eso. Estaba harto de correr y huir de ese mundo de locura en el que ningún hombre debería de poder pasar. No, ahora podía hacerle frente.

Cuando todos se volvieron locos y perdieron las armas se sorprendió un poco, pero al verlos parpadear de aquella forma tan siniestra, volvió a acordarse de Dorn y la que le había liado un rato antes. No sabía si era imaginación suya, si le había hecho algo o si estaba ocurriendo así, pero no iba a permitir que sobreviviera ninguno de esos.

Caminó mientras alzaba el rifle de fusión de nuevo al objetivo más cercano y disparó de nuevo, con ese sonido característico de su pequeña arma.