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Saldando Cuentas

Inicio - Katniss

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02/05/2013, 19:40
Khaila Silverblade

Ante la respuesta de Katniss, el cabo Khelvin se había detenido mientras rumiaba el nombre que le acababa de proporcionar. 

- Gale... Gale... Uhmmm... - Llevó una mano a su incipiente barba y se la acarició. Tenía la mirada perdida, mientras intentaba recordar de qué le podía sonar aquel nombre.

- Creo que sí, ¿Gale es un joven rubio? Me suena que entró hará un par de meses. Pero no sé dónde puede estar... Hay pequeños grupos representando al ejército por la ciudad y sus afueras. Es posible que haya ido a la granja de los Mirlos, me suena que tenían una plaga de ratas y enviaron a unos cuantos soldados... Pero no me hagas caso, si no está por aquí no creo que tarde en regresar... - Cuando vino el joven soldado, se despidió de Katniss y se alejó, a grandes zancadas. 

El soldado acompañó a la sacerdotisa de nuevo al despacho de Khaila. Cuando llamó a la puerta y se escuchó el - Adelante - abrió la puerta y tras cuadrarse ante la teniente se alejó de allí.

En el despacho se encontraban la teniente Silverblade y Rina. Ésta última estaba seria y con el ceño fruncido. Ambas estaban sentadas en sendas sillas. 

- Bien, Katniss, cierra la puerta por favor... - Le pidió la teniente al volver sus ojos fríos y acerados hacia la joven. 

- Lo he estado pensando mucho y te voy a tener que pedir un favor. Sé que es tu primer día y no te obligaré a hacerlo... - Empezó a decir mientras miraba de soslayo a Rina. Ésta murmuró por lo bajo, unas palabras que Katniss no llegó a entender. Parecía no estar de acuerdo con lo que la teniente tenía pensado pedirle.

- Están habiendo unos asesinatos en el Distrito Exterior - Katniss sabía que ese Distrito no tenía muy buena fama. Había bastante delincuencia y prostitución. - Esta mañana envié a un grupo de soldados de mi confianza para que investigaran qué estaba ocurriendo. Todavía no sé nada de ellos y por eso me gustaría que fueras por si necesitan de tu ayuda... - La mujer había clavado su mirada penetrante en la de la joven mientras observaba su reacción y comprobaba si podía confiar en ella.

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02/05/2013, 19:56
Katniss

Estaba contenta. Vería a Gale tarde o temprano y eso era una buena noticia, quería ver su cara cuando la viera allí, en el ejército, ¡siendo compañeros! Cara de sorpresa seguro, ¿pero sonreiría después o frunciría el ceño? Pensándolo fríamente, seguro no le hacía mucha gracia que ella hubiera entrado allí, pero tenía la esperanza que lo disimulara un poco y se alegrara. 

Llegaron al despacho de la teniente sin siquiera darse cuenta, se despidió del soldado y entró en el despacho de la teniente. 

Rápidamente obedeció su orden y cerró la puerta para cuadrarse mirándola... ¿Por qué estaba tan seria Rina? Era imposible que hubiera hecho algo mal, ¡si no le había dado cuenta!

Pero cuando mencionó el favor, su mirada curiosa se transformó en una de interés absoluto. Escuchó atenta sus palabras. Y eso sonaba a ascenso. Ascenso puro y duro en su primer día. Venga ya, ¿acababa de llegar y la teniente le pedía un favor "personal"? Era obvio que la primera impresión había sido no buena, sino buenísima. 

Por supuesto que iré -respondía asintiendo con la cabeza y frunciendo sutilmente el ceño. 

Si necesitaban su ayuda, iba a ir sin dudarlo ni preguntárselo. Aunque el distrito exterior le diera miedo. Mucho miedo. Pavor. Contaban historias terribles de aquel lugar. No le extrañaba nada que hubiera asesinatos... ¿Pero y la emoción? No iba a decepcionar a la teniente, ni a su prima, y tampoco a sus padres.

¿Cuándo desea que parta? -¿ya? ¿en diez minutos? ¿media hora? ¿debía recoger algo antes?

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02/05/2013, 23:32
Khaila Silverblade

- Teniente, con todo mi respeto... Todavía es una niña y su madre la ha dejado bajo mi responsabilidad... - Rina se había levantado y apoyado los puños sobre la mesa. La teniente apretó con fuerza la mandíbula y le lanzó una mirada de advertencia.

- Sargento... Ella es mayor para decidir y ahora forma parte del ejército. Es posible que la vida de esos soldados dependan de su presencia, así que si ella no ve ninguna objeción en ir, irá - . Rina resopló y salió del despacho dando un portazo. Khaila arrugó el ceño pero no hizo ningún comentario, volviéndose tras dar un suspiro hacia la muchacha que todavía estaba esperando una respuesta.

- Casi es la hora de cenar. Sal tras haber llenado tu estómago, no quiero que te de una flojera o algo por ir sin comer... - La teniente bajó la cabeza, volviendo a la cantidad de papeles que se hallaban dispersos sobre el escritorio y dando por terminada la reunión. Cuando Katniss se dirigía a la puerta, su voz volvió a retenerla.

- Espera... - Al girarse vio que estaba buscando en algún cajón. Sacó un pequeño cofre el cual abrió. - Ten ésto. Servirá para que te reconozcan allá donde vayas y no tengas problemas para moverte. Cuídalo, sois pocos los que tenéis el privilegio de llevar uno - . La teniente Silverblade había extraído un pequeño medallón de plata.

Notas de juego

Medallón: Son de plata alquímica. Pequeños, de unos 5 o 6 cm de diámetro. Sujetos con una fina cadena a un enganche preparado para sujetar en el cinto o en una solapa, o a la cadena de algún colgante... Lleva un grabado con un símbolo heráldico; Saber (Nobleza) 15. Ese símbolo lo has visto en las banderas que recorren el Distrito Militar.

Propiedades mágicas: No ocupa espacio corporal a la hora de acumular objetos mágicos. Ofrece un +1 de desvío a la Categoría de Armadura y un +1 de resistencia a las Tiradas de Salvación. Nivel de lanzador 5 (a efectos de disipar su magia o cualquier otro efecto).

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02/05/2013, 23:53
Katniss

Frunció el ceño al escuchar a Rina y sonrió orgullosa ante la réplica de la teniente, en cuanto al portazo, dio un respingo y lo miró con desaprobación. No sabía exactamente cómo comportarse, pero sin duda esa no era una de las formas, de eso estaba convencida.

Sí, teniente. 

Iba a salir en este momento, pero ella le pedía que esperara y Katniss se detuvo en seco, mirándola con curiosidad. Abrió los ojos sorprendida al ver aquel medallón, y lo cogió con sumo cuidado. Era precioso. Aunque no reconocía exactamente el símbolo, fue por eso que después de colgárselo miró a la teniente:

¿Qué significado tiene?

No le iba a dar un collar que parecía de buena calidad porque sí, por su cara bonita. Además que había dicho que eran pocos los que lo llevaban, así que debía haber un motivo sí o sí.

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03/05/2013, 12:30
Director

Khaila Silverblade
- Te ayudará en tu camino en el ejército. La compañía a la que te vas a unir está formada por los mejores reclutas. Se os pedirá misiones más delicadas y quizás necesitéis de toda la ayuda posible... -

Tras responder a su pregunta, hizo un gesto con la mano indicándole que la reunión había terminado. Katniss salió del despacho y se dirigió hacia el comedor. Éste se encontraba en una enorme estancia. Mesas alargadas, mas bien tablas de madera apoyadas sobre caballetes, llenaban el lugar. Para sentarse habían bancos también alargados. En un extremo había una especie de tarima, donde se encontraba una mesa algo más reducida. Allí estaba Rina junto a un enano pelirrojo...

Tras haber comido, una especie de puré de verduras y un filete bastante pasado y seco, Katniss se preparó para dirigirse hacia el Distrito Exterior. 

Para salir tuvo que mostrar el pequeño medallón que llevaba colgando de la cintura. El guardia que había en la puerta pareció extrañarse pero no dijo nada, franqueando la puerta a la joven y dejándola pasar. El tiempo parecía haberse calmado, ahora no llovía pero el cielo continuaba oscuro, cubierto por espesas nubes y algún relámpago lejano iluminaba el firmamento.

Caminó por aquellas calles adoquinadas. Los comercios hacía rato que habían cerrado, pero era una capital y había gente que paseaba, aprovechando que ahora no llovía y dirigiéndose a tabernas o a algún local de baile. Katniss no se detuvo, yendo hacia la puerta que llevaba a la zona extramuros.

Una vez llegó allí vio que la puerta estaba cerrada. Había una garita no muy lejos, donde se podía ver el contorno de dos figuras que debían estar sentadas alrededor de una mesa. 

 

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03/05/2013, 13:00
Katniss

Así que la había metido con el pelotón "especial". Qué curioso. Lo más probable era que fuera por el simple motivo que era clériga, pero dudaba que fuera la única clériga de aquel lugar, aunque hubiera pocos y faltaran muchos. Pero tampoco es que le pareciera mal, eso significaba que iba a tener que demostrar pronto lo que valía y que el margen de error era mínimo sino nulo. 

Saludó a Rina con una cordial sonrisa cuando la vio, y cenó mientras pensaba en todo lo que había pasado en aquel día y en todo lo que estaba por pasar.

Igual de pensativa caminó hacia la puerta, sus manos apresaban su collar de Pélor con fuerza, le pedía el valor y la fuerza necesaria para dar la talla a lo que iba a llegar. Y una vez en la puerta se aseguraba de llevarlo todo bien: la armadura con su colgante que se viera bien y que también se viera el medallón que se había colgado en la cintura, su maza en su cintura y... Suspiró. 

Vamos allá, Katniss. Toca buscar tus nuevos compañeros. 

Porque no sabía a dónde estaban, así que antes de dar un paso más, preguntaba al guardia de la entrada la dirección hacia una taberna. Era lógico. Todos los negocios estaban cerrados a esa hora, pero si alguien los había visto se habrían dirigido a la taberna del distrito... Sería más fácil encontrarlos preguntando por ellos que no yendo a lo loco por un distrito que ni conocía y que encima temía. 

Genial. Al lado del cementerio. Perfecto. 

Tomó aire profundamente y se puso en dirección al lugar, atenta a todo, mirando a todas direcciones e intentando no asustarse por los repentinos vuelos de los murciélagos o los cuervos.

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03/05/2013, 13:14
Director

Aquellas calles no estaban enlosadas como en el interior de la ciudad. El barro empezó a pegarse en las botas de Katniss y tuvo que ir con cuidado por algún que otro charco. Las calles estaban prácticamente a oscuras. Así como dentro de la ciudad solían estar bastante bien iluminadas, allí había algún que otro candil en la puerta de alguna de las casas. Éstos apartaban débilmente la oscuridad, mientras dibujaban sombras siniestras en las sucias paredes de las casas. Eran pequeños focos a los que se dirigía la joven. 

Las calles estaban silenciosas. Parecía ser que la gente se escondía en el interior de sus casas y era reacia a salir a según que horas de la noche. Mientras caminaba vio unos ojos amarillos que la miraban desde una esquina. Katniss se armó de valor y continuó caminando. Los ojos se movieron y apareció una rata que parecía mirarla sin temor alguno. Continuó comiendo algo que mejor no supiera la joven sacerdotisa. 

Finalmente, sobresaliendo por unos edificios, vio un muro... Reconoció el cementerio, había ido un par de veces, cuando enterraron a sus abuelos. Decían que era uno de los más grandes de todo Etherlund. Escuchó el ulular de algún ave nocturna y el sonido de un trueno la sobresaltó. Entre aquellas calles que desconocía, y sin poder guiarse por la luz del sol, parecía que se había desviado ligeramente ya que no había encontrado señal de la taberna que le había indicado el guardia.

Una luz venía hacia ella. Se detuvo y pudo ver la sombra de dos figuras que caminaban alejándose del cementerio. Una de ellas parecía estar aturdida y se apoyaba en la otra figura.

- Tiradas (1)
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03/05/2013, 13:26
Katniss

Me he perdido. Genial. 

Se detuvo e intentó reubicarse mirando alrededor, pero lo cierto es que reubicarte en un lugar que no conocías era, cuanto menos, difícil. Lo mejor sería caminar hacia una dirección aleatoria, rodeando el cementerio, al fin y al cabo el guardia le había dicho que la taberna estaba casi al lado del cementerio. 

Sin embargo, antes de volver a reemprender la marcha, veía aquella luz. Sonrió. Si preguntaba a gente todo sería mucho más rápido, pero no tardó en percatarse que uno de ellos estaba paralizado. 

¡Alguien que necesita mi ayuda!

Los pasos de Katniss se apresuraron a llegar hacia aquellos dos individuos:

¿Estáis bien? ¿Necesitáis ayuda? -les preguntaba mirándolos- Soy Katniss Redfield, sacerdotisa de Pélor -se presentó, en aquel lugar seguramente cualquiera sospecharía de cualquier otro que intentara prestar ayuda; puesto que no debía ser lo habitual.

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03/05/2013, 13:38
Guardia

Cuando Katniss se acercó a aquellas dos figuras, pudo ver que se trataba de un joven guardia que ayudaba a una persona algo mayor y obesa. Éste se sujetaba el estómago y mostraba una expresión de profundo dolor. Entre sus dedos corría la sangre, goteando en el suelo, con un ritmo lento pero continuo.

El guardia miró hacia la joven y asintió con un ligero gesto de cabeza.

- Algo salió del cementerio y atacó a este buen hombre. Han entrado varios soldados buscando dicha amenaza. Una chica empezó a gritar en medio de la noche y al acercarme les encontré junto al muro. Me pidió si podía acercarle al templo más próximo ya que ella debía ayudar a sus compañeros... - Le explicó un poco agitado. Desde donde se encontraban, podía ver las enormes verjas del cementerio, iluminadas ténuemente por sendos candiles.

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03/05/2013, 14:51
Katniss

Recuéstelo en el suelo, intentaré estabilizarlo. 

Había escuchado perfectamente lo que había dicho, por supuesto, pero ahora era más importante estabilizarlo y sacarlo del peligro. No parecía que fuera a morirse, y de hecho podía caminar por sí mismo pero eso no significaba que la herida pudiera abrirse más o se le infectara en este momento. 

Fue rápida, de su mochila sacó un estuche de cuero atado en tres cordones que desató; el estuche era alargado y había algunas herramientas así como botes de cristal y vendajes que estaban sujetos en tiras igualmente de cuero. Con rapidez, mientras el guardia le arrancaba la ropa para que fuera más fácil el acceso a la herida, le aplicó un ungüento verdoso que cortó la hemorragia, rápidamente le hizo un vendaje alrededor de su cuerpo. Al menos con eso, el hombre recuperaba un poco de color en el rostro, aunque le seguía doliendo. 

Es solo temporal, pero ya esta fuera de peligro alguno, vayan al templo más próximo -ayudó al hombre que se levantara y se apoyara de nuevo en el guardia-. Que tengan una buena noche.

Katniss sonrió amable, y sin dudarlo un instante más se dirigía a paso rápido hacia el cementerio, sacando la maza del cinto y preparando la otra mano.

- Tiradas (1)
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03/05/2013, 15:04
Director

Katniss llegó a la vieja y herrumbrosa puerta. Las verjas estaban cerradas como cada noche. No se permitía el paso a nadie a partir de cierta hora. Mirando entre sus barrotes pudo ver dos pequeñas construcciones de piedra que quedaban pegadas al muro, a sendos lados de la verja. A través de una de las ventanas de una de las viviendas, se atisbaba un poco de luz y por la pequeña chimenea salían finas volutas de humo.

La luz que se filtraba de aquella vivienda iluminaba ténuemente un camino de tierra que llegaba a otra verja justo enfrente, creando un pequeño patio interior entre los dos edificios. Más allá de las vejas del fondo, esa misma luz iluminaba cómo el camino se adentraba en la espesura de viejos cipreses. La luna se hallaba oculta entre las apretadas nubes que moraban en el cielo. 

Junto a la puerta había una campana vieja y oxidada.

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03/05/2013, 15:06
Katniss

Cerrado. 

Suspiró y torció el gesto, ¿y ahora qué? ¿Escalar? Eso no se le daba bien. Se separó de la puerta mirándola... Y mirando también las verjas que había alrededor. Fue entonces cuando se dio cuenta de aquella campanilla. 

Sonrió y se acercó rápidamente, cogiendo la campanilla y haciéndola sonar con insistencia. 

Miraba dentro del cementerio esperando que apareciese alguien, sin apartar la mano de su mazo... Aquel guardia había dicho que "algo" había salido del cementerio. Por si acaso quería volver a salir, no iba a cogerla desprevenida.

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03/05/2013, 15:16
Viejo

La tercera o cuarta vez que Katniss le dio a la campanilla, la puerta de la vivienda se abrió y un hombre de extraño aspecto se asomó. De cabeza cuadrada y alargada, con una gran nariz y cejas muy espesas, miró hacia donde la verja...

- ¿Quién anda allí? - Empezó a preguntar mientras se dirigía hacia la puerta. Miró a la joven que estaba esperando a través de los barrotes de la verja. - No son horas para estar molestando a un pobre viejo... Primero esos soldados y ahora ¿una cría? mhrphmh... - El hombre juntó sus espesas cejas mientras sus ojos recorrían la figura intranquila de Katniss... - ¿Qué quieres? -

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03/05/2013, 15:25
Katniss

Lamento haberle despertado, señor, soy Katniss Redfield, sacerdotisa de Pélor y soldado del ejército -le explicaba sonriendo algo impaciente para que le abriera la puerta, ignorando aquella mirada descontenta y aquella palabra "niña", no le extrañaba... A ella tampoco le gustaba que la despertaran, aunque esta vez no pudo evitar preguntarse si es que realmente tenía un aspecto infantil-. Me han mandado para ayudar al grupo de soldados que ha entrado, ¿me permite la entrada, por favor?

No había tiempo que perder, esperaba que siendo amable entrara más rápido, lección aprendida aquella misma tarde. 

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03/05/2013, 15:32
Viejo

- Pero... ¿Que va a venir? ¿Todo el ejército? - Preguntó mientras que con una lentitud, que a Katniss se le hizo desesperante, se acercaba a la puerta mientras sacaba una llave del bolsillo. Su pulso temblaba ligeramente, y al ir a meterla en la cerradura, ésta se resbaló de sus manos y cayó en la tierra ahora convertida en barro. Con un quejido y un crujido de su espalda, el viejo enterrador se agachó recuperando la llave. La limpió como pudo con la mano y volvió a llevarla a la cerradura, esta vez sí que entró y dándole la vuelta le franqueó la entrada. 

Katniss tuvo que esperar a que el hombre volviera a cerrar la puerta y le acompañara a la verja del fondo. Cuando estaba abriendo esa puerta llegó a sus oídos un fuerte estallido que venía del cementerio...

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03/05/2013, 15:38
Katniss

Oh. No lo sé, espero que no, pero por si acaso no vaya a dormir -bromeó con una leve risa.

Si se reía era única y exclusivamente para no pedirle que fuera más rápido, se notaba que el pobre viejo hacía lo que podía, no iba a meterle más prisa para ponerlo más nervioso y que así fallara más su mano y se cayeran de nuevo sus llaves. Mejor no desconcentrarlo. 

Gracias -le decía siguiéndolo hacia la siguiente puerta.

Al escuchar aquel estallido dio un respingo, y su paciencia empezaba a llegar al límite, tomó aire mientras observaba cómo abría la otra puerta, atenta a que no se cayera y si lo hacía, ella misma se agacharía a recogerla.

Enciérrese en casa y no salga -le pedía con amabilidad.