Partida Rol por web

Ahora el palo*.

Tu hermano se acercó a tu silla y te dio un leve e inesperado y corto abrazo desde atrás**:

-Claro hermano, estoy para ayudarte...siempre te desearé lo mejor para ti y te apoyaré en lo que esté en mi mano-tras el rápido abrazo te puso la mano el brazo reconfortandote y lo movía desde el hombro al codo..hay quien diría que la actitud cariñosa de Rantos estaba al borde de la heterosexualidad, pero no dejaba de ser probablemente amor fraternal. Probablemente.

-Sí tengo que pedirte un favor, me gustaría que desistieras en visitar a los Vance, temo que si renegociamos cambien las condiciones...y temo sobre todo por ti, los Vance tienen una hija menor además de mi prometida. Si reabrimos la negociación es posible que pidan un matrimonio cruzado entre nosotros dos y sus hijas y quedarías sin la posibilidad de ser un señor con tierras. -le dijo todavía con la mano sobre el hombro e inclinado a escasos centímetros invadiendo el espacio vital de Tristan. -Además, quizás no te diera tiempo a estar con los Smallwood y los Vance y volver a tiempo para la ceremonia, ¿me harás ese favor de no renegociar con los Vance? Temo de veras por ti.- tu hermano no parecía mentir, los Vance si que tenían otra hija menor.

Tras el pequeño teatrillo, que no me hace sentir nada cómodo, tomo la mano de Rantos de mi hombro, y la retiro. Giro la cara para mirarle a escasos centímetros de sus labios y le respondo en voz baja con cara de inocente.

-Pero hermanito. Ya le he dicho a padre que hablaría. No se juega con el dinero.

Le miro unos segundos de muy cerca, y rompo la tensión separándome y levantándome. Subo mi tono de voz, y hablo con voz más firme.

-Estoy seguro de que tendré tiempo de hablar con todo el mundo. En cualquier caso, lo primero son los negocios y después conoceré a mi posible esposa.

No espero su respuesta. Le doy la espalda y me marcho a paso normal, dejándole con la duda de a quién me refería al decir "mi posible esposa".

Rantos no estaba incómodo con la situación porque no lo veía ni mucho menos como algo sexual... te acababas de dar cuenta que no te veía todavía como el hombre que eras. Sí, el sabe que eres ya mayorcito y tal..pero para él siempre serás su hermanito pequeño. Siempre. Si que te contestó mientras te marchabas:

-Recuerda que es mi enlace... y que pronto vendrá el tuyo...- se encogió de hombros y se marchó a su habitación a preparar la lista de invitados. Tenía mucho que hacer.