Partida Rol por web

El caballero se puso de pie rápidamente, desenvainando la espada y sujetando el escudo por el umbo rapidamente. Tenía la oportunidad de dar un buen tajo a su contrincante, pero no iba a ser él el primero en descargar la espada.

- ¿Que ocurre Sir Shawney? ¿Por que estamos tan nerviosos? -dijo lo más alto que pudo con una sonrisa en sus labios, deseando que un guardia o cualquiera del castillo pudiera escucharle- ¡Baje el arma pardiez! No sea vos incivilizado hahahaha -bajando de volumen claramente la risotada.

Ser Shawney era un caballero muy experto en combate sucio y lo demostró por las tácticas que utilizaba. Cuando Ser Heine desenfundo su arma el caballero de la casa Vance arremetió nuevamente contra su rival intentando hacer que este caiga. Empleando su gran fuerza volvió a empujar a Ser Heine y lo hizo caer nuevamente al piso para atacarlo mientras su rival estaba tendido

No iba a dejar que ese maldito se saliera con la suya, de ninguna manera. El caballero se incorporó de nuevo y lanzo una estocada en dirección a la axila, allí donde la coraza no tendría efecto.

Ser Shawney era un combatiente ágil e inteligente pero el rival al que se enfrentaba tenía un gran dominio de la espada y con solo una estocada le había hecho una herida que parecía bastante grave. Si seguía en el intercambio de golpes seguramente sería derrotado, así que decidió ejecutar su plan B.
 Utilizando nuevamente su fuerza bruta empujo a Ser Heine que cayó nuevamente al piso, pero en vez de atacar Ser Shawney emprendió carrera en dirección contraria.
 Ser Heine ahora se encontraba en una situación en la que tenía que decidir si debía ir tras Ser Shawney y dejar a Rhialta sola o cuidar de la chica hasta que alguien apareciera para informar lo que había sucedido.

Pese a que el verdadero deseo del caballero durante la lucha era perseguir a aquel malnacido y darle caza la prudencia y sobre todo las aspiraciones del caballero se interpusieron a su instinto primitivo. Mientras Rhialta estuviera viva él podría conseguir su castillo.

- ¡¡Guardias!! -grito fuertemente, deseando que algún Tully fuera el que primero le escuchara, pero incluso si eran los guardias de castillo podría explicarse la situación- ¡¡Guardias, a mi!!

Acto seguido abrió la puerta de la habitación de la muchacha, debía asegurarse que se nada malo le había ocurrido o que ningún asesino ocupaba la habitación mientras Shawney guardaba la puerta.

Los guardias acudieron con gran velocidad ante el llamado de Ser Heine, tanto hombres de los Tully como hombres de los Vance se acercaron mientras Ser Heine salía de la habitación tras comprobar que la chica se encontraba bien.

-¿Que fue lo que sucedió?- Preguntaron al llegar

Rantos esperaba impaciente que Ser Heine lo viniera a buscar, su participación era clave para su futuro compromiso le había dicho su madre y debía cumplir bien su tarea si quería heredar las tierras de la familia Vance, sin embargo las horas pasaban y nadie aparecía.
 De repente la voz de Ser Heine se alzo sobre el silencio de la noche solicitando la ayuda de los guardias que estuvieran cerca.

En caballero rápidamente cogió el arma por el filo con la mano izquierda y levantó ambas manos:

- Alto, soy amigo. -relajando después un poco la postura para seguir hablando- Sir Shawney acaba de atacarme y huir después de que yo le haya devuelto el ataque. Creemos que quería deshacerse de la muchacha para que no hablara, por eso me encontraba yo cerca de la puerta para impedir que nadie la dañara. Al verme aquí, el infame caballero me ha atacado. Esta puerta no puede quedar vigilada unicamente por los Vance. -dice en dirección a los guardias Tully- En esta habitación se encuentra no solo la hija de Lord Vance, sino también una importante testigo para demostrar la inocencia de Morgause Rios. Informad a Lord Edmund Tully de lo que os acabo de contar y decidle que Sir Eberhard le pide por favor, por el bien de los Klemstiern, que aposte alguno de sus guardias en esta habitación.

Los Hombres de la casa Tully y la casa Vance quedaron sorprendidos del relato pero creyeron sus palabras sin siquiera dudarlo. Dos Hombres de la casa Vance desenfundaron sus armas y fueron tras Ser Shawney para intentar atraparlo. Uno de los hombres de la casa Tully fue a buscar al jefe de la guardia y otro se quedo custodiando la puerta junto con Ser Heine. Al cabo de unos minutos el jefe de la guardia Tully tomó el control absoluto de la situación. Junto a un grupo de hombres que harían las rondas de guardia de la chica, mando a otro grupo a apoyar a los dos hombres Vance que iban tras Ser Shawney y envío a otro hombre para que vayan a buscar a Lord Karyl.

-Buen trabajo Ser.- Dijo el jefe de la guardia palmeando la espalda de Eberhard Heine. -Hoy se a portado como un caballero digno, debe sentirse orgulloso de usted mismo.-

Sir Heine, que ya se veía nombrado Lord Heine en un futuro próximo por sus hazañas de esta noche, estaba más que orgulloso de su actuación. Hacia todo lo posible por no mostrar su pecho henchido de orgullo al ganar en combate a Sir Shawney. Había sido como si en ese mismo momento se hubiera celebrado el juicio por combate y ni con sucias estratagemas y lanzamientos había logrado el villano vencer al valeroso Sir Eberhard. Era para él un momento brillante de su vida, uno de esos momentos en los que se da un gran paso adelante, más aún, un paso gigantesco en esa escalera de méritos que es la vida.

- Agradezco sus palabras buen señor -con la mano se palpo las dos heridas que le había causado el sucio Shawney. No parecían de mucha importancia, pero aprovecho el momento para su propio beneficio- ¿Sería mucho pedir mi señor que mandara a uno de sus hombres a buscar al joven Rantos Klemstiern? Creo que es de derecho que conozca lo que ha ocurrido hoy aquí, pero yo no me quiero alejar de la puerta por si vuelve el Shawney el cobarde con alguna otra treta.

Rantos miró con sorpresa a su madre...

-Sir Heine está en problemas... algo ha salido mal- aunque era evidente que algo había ido muy mal, el joven hizo hincapié.

-Voy a ayudar a sir Heine, madre, sé que pondrá en riesgo el plan, pero no voy a sacrificar a un caballero de la casa- dicho esto se marchó hacia donde provenía la voz de sir Heine, espada en mano.

Rantos emprendía su marcha hasta la habitación de Rhialta cuando un guardia de la casa Tully lo reconoció. -Señor Rantos, su caballero lo busca.- dijo el sujeto y comenzó a escoltarlo hasta la habitación de la chica.
-Al parecer han atacado a su guardia señor, pero el logro repeler al atacante, ahora el jefe de la guardia de la casa Tully se está ocupando del operativo para capturar al agresor y proteger a la chica.- Comentó

Al llegar a la habitación vio que había un buen grupo de guardias Vance y Tully. El que parecía ser el jefe de la guardia daba órdenes a los allí reunidos de que era lo que debía hacer cada grupo. Se Heine se encontraba de pie hablando con algunos guardias que al parecer lo felicitaban.

-Bien ahora todos largo que aquí, esta zona está prohibida para el transito hasta el amanecer. Cada quien ocupe su lugar y mañana resolveremos todo este maldito asunto.- Ordenó un hombre vestido con los colores de la casa de Aguasdulces.

- Joven señor -dijo en dirección a Rantos al verlo llegar y acercándose a él para poder hablar sin que les escucharan- la situación no me permitió ir en vuestra busca mi señor. El maestre y Shawney llegaron para llevarse a la madre con un pretexto y entonces Sir Shawney hizo que el guardia de la puerta les acompañara, quedándose el solo a cargo de la habitación. Si hubiera ido en vuestra busca me temo que para cuando hubiéramos vuelto la fechoría hubiera sido completada. Decidí quedarme para defender a la muchacha y con ello la inocencia de los Klemstiern. Sir Shawney se puso nervioso y me ataco con todo lo que tenía, pero por suerte no pudo conmigo -dice atendiendo a sus heridas- y pude asestarle una buena punzada en el sobaco, ahí donde la coraza no le sirve de nada. Con una profunda herida salió huyendo, pero una vez más no quise dejar a la muchacha sola y llamé a la guardia. Por suerte, los guardias han creído mi versión y los Tully guardarán la seguridad de Lady Rhialta hasta el amanecer. Espero haberos servido bien -dice haciendo una ligera reverencia.

-Hizo bien Sir Eberhard, actuó conforme al honor...no siempre sale todo como uno espera.-asintió y felicitó al caballero dándole un espaldarazo... no le dijo nada que el acudió de primeras a ayudarle.