Partida Rol por web

Manu coge el papel que le ofrecen y cierra los ojos para intentar pensar en lo que pueda avergonzarle. No es que sea un garou demasiado espiritual, pero se deja llevar por el momento.

Piensa en su juventud, en lo despreocupado que era por entonces, en lo poco que se interesó por Elise aunque sabia que ya era mayor. Quizás esa fuera su mayor pena, no haber estado más cerca de ella en sus ultimos momentos.

Despues de un rato pensando, escribió entre lagrimas y echó el papel al fuego y volvió a su sitio.

Václav, coge el trozo de papel y el lapiz, que los ayudantes les proporciona para continuar con el rito. No parece muy convencido de aquello y en su rostro se dibuja una cara de incertidumbre.

Mira el trozo de papel sin saber muy bien que hacer con el, gira leve y muy lentamente la cabeza a ambos lados, para fijarse como los demas presentes en la reunion, escribian con mayor o menor afan. Vuelve a mirar durante unos instantes el trozo de papel aun en blanco,levanta la mirada hasta encontrarse con la de Benito. Avanza un paso.-....Lider del Tumulo de la Paloma......¿Que ocurre si no tengo nada de lo que avergonzarme?.....¿Que ocurre si no deseo redimir nada de lo acontecido en mi vida?.....¿o si no tengo ninguna carga no deseada en mi conciencia?....- Dice en tono tranquilo,sin elevar el tono de voz, para no romper el aura mistica del rito, aunque no puede evitar el tono grave e intenso de su voz, ya que era asi siempre.A la espera de la contestacion de Benito, Václav no aparta en ningun momento la mirada del lider del tumulo.

to mira extrañado al Camada-Zeguro que encuetra argo Vaclav, asta los ma grande siempre flaquearon en argun momento, sino escribe argun agradecimiento -Dicho esto sigue con sus acordes mirando fijamente los actos de Vaclav

Václav, retorna a su posicion inicial, dando un paso hacia atras.-.....que asi sea....- Dirige nuevamente su mirada al trozo de papel, se pone en cuclillas y lo apoya  en el suelo, para escribir mejor. El lapiz empieza a deslizarse, pero la escritura no dura casi nada , apenas unos 3 segundos, en ese tiempo poco se puede escribir.

Se levanta lentamente, a la vez que dobla el trozo de papel. Anda lentamente hacia, el pequeño cuenco en llamas y deposita el papel en el. Posteriormente vuelve a su sitio.

Después de un rato mas de canción y esperando que todos terminaran la parte de su ritual- Weno Hermano, lo espíritus ven con wuenos ojo, vuestra azione y zeguro perdonan vuestra farta-dicho esto coge un pequeño cuenco de arcilla, el cual parece muy antiguo con gravados garous de paz y concordia en el. Lleva el cuenco a la fuente que ahora cambia la presión que tenia antes en un pequeño chorro que se centra en el bol asta llenarlo momento en el que vuelve a la presión anterior llenando de nuevo el lugar de ese pequeño rocío.

Manu sigue un poco emocionado por los recuerdos que le estan viniendo de nuevo a la mente, pero el ritual debe continuar y ahora Benito les da de beber de un cuenco.

Manu acerca su boca al cuenco y bebe un sorbo de él.

Mihail, tras sentarse despues de echar el papel al cuenco con fuego, vuelve a levantarse para beber de un nuevo recipiente, el cual contenia agua de la fuente.

Toma el cuenco con sus mano, vacila un poco a la hora de beber, oliendo discretamente el liquido contenido y, finalmente, bebe un sorbo de dicha agua.

Dulce se quedó mirando absorta como uno a uno los demás lanzaban su papel al fuego. Después de eso, observó los movimientos de Benito hasta que le ofreció el cuenco. Lo cogió con ambas manos, se lo acercó lentamente a la boca y dió un largo y sonoro sorbo.

Miro a los presentes con cordialidad y emocionada ante el ritual.

Cuando llega a mi el recipiente lo tomo en ambas manos, atrapando las de Benito.

Doy un sorbo lentamente,bebiendo aquella agua que me sabia a hermandad.

-Gracias- Susurro soltando el recipiente y mirando a los ojos a Benito, con una tenue sonrisa respetuosa.

Despues vuelvo la mirada hacia mis compañeros y hermanos....

No sabia como, pero aquello hacia que me uniera mas a ellos y sentirme orgullosa de pertenecer a algo....

Se encontraba mirando el fuego del cuenco cuando Benito le ofreció el cuenco lleno de agua. Lo tomó con una leve sonrisa y dio un sorbo de él. Ni muy grande ni muy pequeño, los justo para llenarse la boca y poder tragar sin problemas.

No se preguntó que era el líquido, daba igual se elemento, lo importante ahora era su esencia, el alma depositada en él y lo que representaba, y, por los dibujos del recipiente, debía ser maravilloso.

Tragó en silencio y bajó la cabeza en una leve inclinación de respeto a Benito.

Brandán recogió inclinando levemente la cabeza en señal de respeto, el cuenco que Benito le tendió, tras observar como los demás tomaban de él pequeños sorbos.

Lo bebió sin separar los ojos de Benito. Sin olerlo, sin mirarlo siquiera, en señal de completa confianza. A continuación se lo devolvió, tragando el líquido que contenía.