Partida Rol por web

-Capitán, quedan tres astronautas enemigos.

-Sara, vamos a hacer algunas cosas arriesgadas, así que préstame atención. Voy a salir de aquí por el boquete que acabo de abrir. Quedaré a la deriva, ya que no tengo propulsión. Tu tarea es, sin dejar de defenderte ni de defenderme a mi, no perderme de vista, desprenderte del tubo (supongo que bastará un tirón) y "cazarme" con la escotilla abierta. Presta especial atención porque una vez fuera tal vez tenga que disparar, y el retroceso me enviaría vaya a saber donde. Asi que no se te ocurra perderme, o lo harás para siempre. Confirmame que has entendido todo o que tienes un mejor plan.- dice Reynolds mientras se afianza cerca del boquete a esperar la respuesta.

-Negativo, Capitán. Para una maniobra segura se procedió a amarrar ambas naves con cables de acero y la mitad de ellos están asegurados por los astronautas. No puedo desprenderme.

Mientras sara dice esto la presión del aire aumenta y acabas agarrado a la estructura del tubo, con los pies hacia la abertura. Tras unos instantes, el corte en su superficie se agranda acompañado de un sonido desgarrador, y tras esparcirse todo el oxígeno, y lograr cerrar la escafándra plegable con la mano que te queda libre, quedas flotando plácidamente en el vacío, y el túnel deja de agitarse.

El cadaver carbonizado de uno de los astronautas pasa flotando cerca de ti, no se le ve el rostro tras la escafandra reflectora, pero un enegrecido agujero le atraviesa de parte a parte. Y después, pequeñas partículas de sangre, formando una nube, te alcanzan en silencio, manchandolo todo siniestramente. Una corriente de aire formada por lo expedido del interior del tunel arrastra los objetos a la deriva hasta ti.

Ves la situación, solo quedan dos astronautas que, sobre el casco de la Intrepid, sueldan los cables de sujección para que Sara no pueda liberarse, pero algunos están sueltos. Mientras, con los cadáveres flotando alrededor, el brazo mecánico intenta maniobrar para aniquilarlos de una vez por todas.

-Sigue defendiendote Sara, que ya voy.- dice Reynolds mientras termina de salir por el boquete y comienza a avanzar (soportando el frío como puede) cogiendose de la presa primero y del túnel después.

Al no tener en el traje un sistema de calefacción, sientes mucho frío, pero es soportable.

Apoyándote en las formas de la irregular estructura de la prensa de vacío, tomas impulso y llegas hasta la segunda, algunos metros adelante, que cierra herméticamente la escotilla, para que, en un principio, pudieses pasar. Un poco más allá, casi al alcance de la mano ya ves el casco plateado-blanquecino de la Intrepid con el que la prensa está en conacto.

El sistema de gravedad artificial de la intrepid afecta también al casco exterior, pero muy ligeramente. Cuando el láser dispara de nuevo, y secciona una porción del torso de la víctima, ésta se echa hacia atrás por el impulso, y ya muerto, chorretones de sangre casi congelada caen sobre el casco de tu nave y lo mancillan con ese oscuro rojo sangre.

-Capitán, nuevos objetos.

Desde la parte superior del Chamaleon, donde deben tener otra escotilla, se acercan tres astronautas más, y esta vez parecen armados.

Mientras oye como Sara defiende la nave, Reynolds se acerca a la prensa de vacío que aplasta el borde dle túnel contra la Intrepid, mirando (sin dejar de prestar atención a su entorno) si hay alguna manera discernible de quitar eso de ahi.

Encuentras, en el centro de la mole metálica que compone la prensa, un panel de mandos de un aspecto muy industrial, es decir, sencillo y facil de usar. Los botones, grandes y bien señalados se encuentran tras una tapita de polietileno tintado de oscuro (pero aún así transparente).

Al acercar la mano, mientras te sujetas con la otra a un pasamanos de manipulación, un chasquido cercano te saca de tus cabilaciones. Miras, y ves que los tres astronautas armados disparan contra ti, pero hay algo raro en todo eso, el chasquido no parecía el de un impacto fuerte.

Azuzado por el inminente peligro, manipulas los controles que, a tu juicio absolutamente instintivo abrirían la prensa. Otros impactos golpean a tu alrededor, pero afortunadamente la prensa de vacío se abre con un movimiento mecánico y violento. A la deriva se aparta lentamente, contigo agarado a ella, y el puente tubular se pìerde igualmente, en dirección contraria.
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Mientras, los disparos láser del brazo mecánico de la Intrepid se callan repentinamente.

Lo de los chasquidos no era problema, ya que Reynolds sabía perfectamente de donde provenían, pero el súbito silencio del laser de Sara solo podía querer decir una cosa: ya no podía disparar.
Mientras se impulsaba desde la estructura hacia la puerta dio la orden que uqería dar desde que todo esto había empezado:
-Sara, ábreme que voy. Y cierra apenas esté dentro, no esperes a mi orden.-

La escotilla de la Intrepid se abre con una ligerísima descompresión y el oscuro corredor de la esclusa se ilumina con los fosforescentes rosados. Con ansia, con una inquietante sensación de apartarte del peligro inminente, te abalanzas sobre la abertura extendiendo las manos enguantadas y buscando puntos de apoyo con los pies.

Poco acostumbrado a moverte en gravedad cero, tardas demasiado en agarrarte al pasamanos, a la escotilla, y en impulsarte hacia el interior. Sientes un ligero pinchazo en el hombro izquierdo donde, al girar la cabeza instintivamente, te encuentras una especie de dardo clavado profundamente.

El tiempo parece detenerse y tus sentidos se adormecen, dejas de sentir el frío de la ausencia de temperatura, y sin poder evitar cerrar los ojos, viendo como la escotilla de la Intrepid se aleja lentamente, sientes que pierdes el equilibrio y que caes, caes continuamente en un pozo sin fondo sin paredes, sin arriba y sin abajo. Después pierdes el conocimiento.