Partida Rol por web

-A ver, ya estoy en posición. ¿Tienes las conexiones? -Dice a través del comunicador. Ummm... este... vale, creo que ya está, aunque la interface es un poco liosa. Voy ha activar el camuflaje, sal de la nave a ver si la ves...
...
...
Ahora.

Samus teclea el comando de activación y pulsa una de las palanquitas del panel de mandos superior de la cabina. Un instante después resuena un potente chasquido eléctrico y se describe un arco voltáico sobre la superficie del casco de la Sombra. En un parpadeo una ola recorre su estructura y deja de verse al ojo humano.

-¿Qué? ¡¿Qué ha sido eso?! ¿A fallado algo?

Desde fuera se ve cómo desde la mitad del vehículo hasta el extremo de la popa, el campo de invisibilidad parpadea y refulge constantemente con extrañas interferencias, describiendo remolinos y formas extravagantes con la reflectancia de la luz.
Mientras, la otra mitad del vehículo permanece invisible como ajena a lo sucedido. Cada pocos instantes un arco eléctrico acaricia el casco y chasquea contra el techo del hangar.

Salgo de "La Sombra" por la bodega de carga y me alejo unos pasos esperando a que Samus active el sistema de camuflaje. Al principio no pasa nada. Vaya no funciona... pero de repente parte de la nave desaparece de mi vista, aunque la otra mitad comienza a hacer unos efectos extraños, que llaman aún más la atención de la nave que sin el sistema de camuflaje.
-Samus tenemos un problema, la mitad de la nave tiene un malfuncionamiento del camuflaje, tendré que volver a revisar los parámetros, si lo activamos así llamaremos más la atención todavía. Espero que me de tiempo. ¿El restos de cosas funciona bien?
Me dirijo al interior de la nave a revisar de nuevo los parámetros de configuración del sistema de camuflaje.

-Si, eso me parecía, el ordenador dice que hay una sobrecarga de energía. No toques el casco, la energía sobrante está disipándose en el aire en forma de electricidad estática. ¡Y por lo quemás quieras! ¡Ven aquí, que sino lo voy ha estropear más! -La voz de Samus a através del auricular suena casi angustiada. CAsi, pues es raro que llegue a perder la calma en algún momento.

-Creo que necesitamos a Madok.

-Ahora mismo llego Samus. Digo por el micro mientras voy subiendo lo más rapidamente los niveles y pasillos que me separan de la cabina. En cuanto llego me hago con el control de los mandos.
-Será mejor apagarlo todo de momento. Digo pulsando el botón para apagar el ordenador central de la nave. Tienes razón, será mejor llamar a Madok y que venga a echarle un vistazo, el es mucho mejor con la programación que cualquiera de nosotros. ¿Lo llamas tú al comunicador? Me dejo caer abatida sobre la silla vacía del copiloto. Tanto trabajo y no ha servido para nada, estamos peor que al principio. ¿Te dió tiempo a comprovar el sistema de armamento? Todo está resultando un caos en esta misión, y lo malo es que no tenemos mucho tiempo.

-Si, si, voy a llamarle... ya debería haber llegado... -Samus coge su comunicador personal y marca el número de Madok mientras Lilian vijila las pantallas.

En el último instante te das cuenta de una linea de texto incorrecta, una incompatibilidad del distribuidor de energía y el softwere de la Sombra. Pero se ejecuta el comando antes de poder cancelar los procesos, el sonido ascendente y terrible de un cañon laser cargándose resuena bajo vuestros pies.

Enfocado hacia adelante el cañon abre un boquete en la pared del hangar y levanta mucho polvo, ahora se ve la nocha desde dentro. Afortunadamente se dispara a la mínima potencia, es de suponer que no ha atravesado la mitad de los edificios de la ciudad y que no hay daños a terceros.

-¡Maldición! -Dice Samus un segundo después, y se abalanza por la escotilla para ver los daños desde cerca. -¡Apagalo todo!