No sabes cuanto tiempo pasó desde que Murray se marchó hasta que volvió con un agente, el cual venía con un maletín en sus manos. Solo sabías que para tí había pasado una eternidad. Junto a ellos iba también la agente Simmons. Ella fue quien abrió la puerta de la celda.
- Buenos días. - Te saludó el agente con una sonrisa, mientras que Jack se quedaba frente a la celda, apoyado en la pared y los el agente entraba contigo a aquella pequeña prisión donde te mantenían recluída. Simmons se quedó junto a Jack, pendiente de tus movimientos. - Será mejor que se siente. - Te indicó el hombre mientras colocaba el maletín en la cama y lo abría. En su interior habían guantes de latex, un compresor, jeringuillas, algodón, gasas, alcohol, unas tiras y tubos para conservar la sangre.
El agente se puso los guantes de latex, no sin cierta torpeza en sus gestos. - Siéntese. - Golpeó la cama con la mano. - No tenemos otro sitio mejor para hacer esto... - Miró entonces a Murray. - Abogado... podría...? ¿Podría sostener el brazo de su cliente para que lo tenga relajado? - Jack sonrió de medio lado y miró a Simmons, antes de despegarse de la pared y entrar en la celda.
- En cuanto se remangue, la sacaré la sangre, señorita. No se preocupe. No es la primera vez que lo hago. - Esta es la tercera vez. - Te indicó con el compresor en la mano y la jeringuilla preparada para el pinchazo. - Solo será el pinchacito y en nada habremos terminado. - Si encuentro la vena a la primera y no me toca urgar y destrozarte el brazo por dentro. - Te dijo con una sonrisa que pretendía ser tranquilizadora.
Ella vive su drama, pero la que se está partiendo el pecho cuando la leo soy yo. Es genial ;)
P.D. Creo que voy a disfrutar con esa extracción de sangre xDDD
Miré al agente que entraba para la extracción de sangre, con bastante drama. Cuando me dijo que me sentara traté de evitarlo. Primero porque el colchón era una mierda y segundo porque no quería que ese tipo me clavara una puta aguja en el brazo.
-¿No había un puto enfermero disponible?- mascullé molesta al abogado, mientras le veía ponerse los guantes de látex y sentía un gran escalofrío. Aunque mi abogado parecía bastante cansado de mí, así que el sentido común me dijo que si quería dormir en mi casa lo mejor era callarme en ese momento.
Finalmente, resignada, opté por sentarme, dar mi brazo y no mirar. Traté de no temblar y no quejarme tampoco. Pensé en Héctor y que él seguro lo había pasado peor.
¿Estará él pensando en mí? Seguro que no… Que raritos son en su familia, joder.
Respiré profundamente y quise gritar y escapar. Aunque gritar y quejarme es lo que me habían traído a esta situación.
- Esto es una comisaría, señorita. No un hospital. - Te respondió el agente enseguida. - Según dice su abogado, la urge la prueba y en el hospital están demasiado saturados para mandar a nadie ahora mismo. - Te indicó menos amable que al principio. Estaba claro que tu actitud cada vez gustaba menos a quienes te rodeaban, te fuesen a ayudar o no.
El tipo te puso el compresor, limpió la zona con alcohol, usó sus dedos para buscar la vena y te pinchó. Todo iba bien... hasta que sentiste como el agente se quejaba al ver que no salía la sangre que buscaba y comenzó a hurgar con la aguja en busca de la vena. - Vaya... alguien parece estar nerviosa y no quiere darme su sangre... - Dijo tratando de encontrar la vena y comenzando a ponerse nervioso. - Creo que... probaremos en el otro brazo mejor... - Indicó y sacó la aguja, para repertir el proceso en el otro brazo, no sin antes asegurarse de que no sangrabas demasiado.
Ante el horror en tu mirada, el agente te volvió a pinchar y tuviste que aguantarte sin rechistar, a fin de cuentas, habías pedido tu aquella prueba a todo el mundo. Por fortuna para tí, esta vez el agente dio con la vena a la primera y la extracción fue un éxito e indolora... o casi indolora.
- Bueno, esto ya está. En un rato bajará su abogado con el resultado. - Te dijo el agente bastante más tranquilo. - Recuerde presionarse bien durante cinco minutos o le saldrá un buen morado... - Te indicó dándote aquellos pedazos de algodón mojados en alcohol para que los usaras. Luego recogió sus cosas y se quitó los guantes.
- Podemos irnos. - Indicó a tu abogado, el cual salió de la celda tras el hombre y la mujer volvió a encerrarte. Sin decirte nada más, los tres se marcharon de allí en silencio.
Tirada oculta
Motivo: Sacar sangre
Tirada: 1d10
Dificultad: 6+
Resultado: 5 (Fracaso) [5]
Tirada oculta
Motivo: Sacar sangre
Tirada: 1d10
Dificultad: 6+
Resultado: 10 (Exito) [10]
Apreté el puño y los dientes cuando el agente hizo su primer intento en mi brazo, como si de un novato se tratara el maldito idiota no solo no encontró nada sino que insistió en buscar. Me mordí la lengua para no empeorar la situación y miré a otro lado, uno donde no estuviera tampoco mi abogado, pues antes me había dado un mal rollo que no podía explicar. Encima el capullo se atrevía a venir con una sonrisa y acompañado del agente con más pintas de retrasado de toda comisaría.
Cuando por fin sacó sangre del otro brazo casi solté un suspiro de alivio y esperé que se marcharan mientras tapaba ambos pinchazos con resignación. Con suerte verían que no mentía, en el peor de los casos qué iban a hacer, ¿mandarían a una adolescente a la cárcel? Como mucho multarían a mi padre, pero es que ni había bebido el vino cuando oí aquella cosa allá abajo, en la bodega.
Que carnicería y te lo digo yo que pincho venas a diario xD
Nuevamente te dejaron sola en aquella celda, esta vez con un brazo dolorido por la torpeza de aquel agente. El tiempo pasó muy despacio y creíste que llevabas horas allí... y es que se puede decir que así fue.
Jack regresó a la celda, acompañado de Simmons, quien abrió la puerta.
- Vamos, salga. - Te indicó con seriedad el abogado. - Ya está todo resuelto, al menos por ahora. Sus padres han pagado la fianza. - Te dijo el hombre, mirándote por encima del hombro. - Recogeremos sus cosas y la llevaré a casa.
Estaba serio, incluso cabreado contigo. Podías verlo reflejado en su rostro. La agente se mantenía en silencio. Sabía que estando él delante, no podía hacer ni decir nada raro. La pena era que Romero no estuviese allí para ver su reacción ante tu salida.
Después de recoger tus pertenencias, ante la atenta mirada del abogado, este firmó parte de la documentación que le entregaban, leyéndola toda antes de hacer nada. Tan solo te dejó firmar dos papeles, el de la salida de la celda y el de la recogida de tus pertenencias, todo después de leerlo y asegurarse de que era correcto.
Ambos salísteis de la comisaría sin cruzaros con Romero y la prensa se lanzó a por él en cuanto le vieron salir, pero al verte a su lado, se apartaron. Una adolescente bebida seguía sin ser noticia, más aún cola oleada de muertos en las últimas horas. - Mi coche está allí aparcado. - Te indicó el abogado, señalando un Laguna de color oscuro al otro lado de la calle. - Vamos.
Motivo: Superar analitica
Tirada: 1d10
Dificultad: 6+
Resultado: 5 (Fracaso) [5]
Casi se me olvida!!!
No me decidía, porque se me escapa un poco de las manos el tema y preferí tirar de dados por ese 0,01. Sorry :S y se me olvidó ocultarla... xDDDD
Al llegar notaste la ausencia de Rose en el banco. Era una pena, porque aquella mujer solía ser muy sociable, lo que la hacía en una enorme fuente de información.
La prensa seguía esperando en la entrada de la oficina del sheriff, pendiente de cada coche que se acercaba, cada persona y sobre todo de aquella puerta, por si entraba o salía alguien.
El la lejanía llegaste a ver como aquella chica que viste entrar con el agente Romero salía por la puerta y como la prensa avanzaba hacia ella, para luego dar un paso atrás. A su lado estaba el mejor abogado de Hill Valley: Jack Murray, lo que te dejaba claro que la niña no estaba precisamente desnuda en aquel mundo. El coche patrulla de Romero no se encontraba allí ya. A saber donde había ido a parar aquel capullo.
En cuanto al mensaje a tus padres no obtuvo respuesta, al menos por el momento.
Miré al abogado cuando vino, que desde luego no parecía nada contento. Yo tampoco lo estaba, pero al menos habían pagado mi fianza y lo seguí para fuera. No entendía su cara de perro ahora mismo, me habían detenido en mi puñetera casa acusándome de borracha y encima tenía que soportar estar en una celda de mierda. Siendo menor seguro que eso era ilegal, solo tendría que contarlo en la prensa o en el puñetero internet.
Abuso policial, se van a cagar...
Pensé para mí mientras salía con mi cabreo de comisaría. Seguí al abogado a su coche, aunque no tenía ganas algunas de subirme ahí.
Sin problema xD
El alcohol se analiza enseguida, tarda poco en un autoanalizador. No te puedo decir con 100% de precisión pero mi analizador creo que marca <0,05 la detección o <0,03, por el nivel de sensibilidad del análisis. Te dejo esto a ver si te ayuda
No sé cómo va la ley en Estados Unidos pero supongo que la tasa de alcoholemia para considerar "delito" o embriaguez es la misma.
No creía que pudiera pagar los servicios de un abogado como aquél. Aunque le hubiese tocado multa, le salía más barato pagarla y que se olvidara con rapidez, no era algo importante como para andar detrás de que se la quitaran. Quizás el deseo de tocarle los huevos al agente, pero sucedía que John estaba algo apático.
El plan de espiar a la prensa no resultaba del todo, siendo un poco pesado pues a la vista estaba de que todavía no sabían nada. Se planteó qué hacer. Había sido una lástima que Amber no se animara a acompañarle a comer.
"Vaya día más raro."
Se acercaría a Simone's, pero era muy temprano para que los periodistas fueran a echarse algo al estómago.
"Creo que voy a pillarme un buen cuchillo, algo con lo que defenderme si veo problemas. Incluso un táser."
Iba a pensar en su seguridad a partir de ahora, así que se dedicó a pensar dónde se vendían armas.
Voy a alguna armería, si hay.
Llegaste al centro del pueblo cargado con tus cosas. El parque frente al Ayuntamiento estaba iluminado, al igual que las calles aledañas, puesto que empezaba a anocher.
En el parque no había ni un alma a pesar de que aún hacía buen tiempo y que era sábado. Era como si, no solo el malestar general en el pueblo, sino que además la noche, invitase a cada uno estar en su casa. Solo en el lateral del Ayuntamiento, frente a la oficina del sheriff, se veía a un grupo reducido de personas: la prensa.
El número había menguado desde esta mañana, pero allí seguían muchos, esperando sacar una buena foto para una portada y la mejor exclusiva posible. Pero por la hora, seguramente algunos se habrían marchado a cenar.
Por lo demás, solo había calma y paz.
La plaza estaba tranquila y habían algunos periodistas allí, no demasiados lo que parecía significar que no había surgido nada nuevo. John quería enterarse de cualquier cosa que hubiera llegado hasta ellos y eso suponía hacer un poco el espía, de manera que lo mejor era escucharles cenando pues se trataba del momento ideal en el que compartirían sus historias. Era la hora apropiada y no podía perder la oportunidad, encaminó de nuevo los pasos a su local favorito, iban a verle mucho la cara durante estos días.
Me muevo a Simone's.