Me había costado horrores hacer aquella propuesta a Diana. Al contrario de lo que muchos pudieran pensar, no estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones, y la verdad es que Diana me gustaba, me gustaba mucho, y tenía miedo de meter la pata. De modo que, cuando me miró de aquella manera, temí haber hecho exactamente eso. No quería que pensara que lo que buscaba era... bueno, llegar demasiado lejos, demasiado rápido. No creía que Diana fuera ese tipo de chica, y si hubiera querido estar con ese tipo de chica había tenido otras oportunidades. No era lo que yo buscaba, eso era todo. Quería estar con Diana, y sólo buscaba que estuviéramos solos, en un lugar más tranquilo.
Pero me miró así, con esa mezcla de sorpresa y temor, y se me cayó el mundo a los pies. Quise explicarme, pero estaba seguro de que si abría la boca sólo lograría tartamudear sin control.
Por fortuna, no me llegó a dar un ataque al corazón del todo antes de que Diana desviase la mirada y, para alivio de mi respiración que regresó de repente, se mostrase de acuerdo en buscar algo de intimidad. Se puso en pie, invitándome de la mano a que hiciera lo propio, y sólo fue entonces, al levantarme, que me di cuenta de lo que pasaba.
Amber se marchaba a una habitación, y poco después Jason, que se despedía de nosotros con más picardía de la que me apetecía. Acto seguido, mi prima decidió largarse sin más, ¿andando? Me quedé pasmado viéndola, incluso levanté una mano dispuesto a protestar ante aquella tontería, pero finalmente me quedé callado. Era Bellatrix, nada de lo que yo dijera o hiciera le quitaría una idea de su cabeza una vez se le metiera entre ceja y ceja.
¿A qué? -Respondí a Diana antes de girarme a mirarla, abatido- ¿Crees que podría hacer algo para disuadirla? -Reconocí encogiéndome de hombros, mientras cogía mi móvil y tecleaba con una sola mano- Al menos avisaré a Styles, para que sepa lo que hay. Conociéndole, saldrá a buscarla. -Comenté dejando de nuevo el móvil sobre la mesa- Hay otro problema... -Miré en dirección a la puerta que daba acceso a las habitaciones, y luego a Diana- Hay tres cuartos, y salvo que se hayan puesto de acuerdo para compartir uno, me parece que han ocupado los tres... ¿Y si nos quedamos aquí? El sofá es cómodo, y tenemos cojines y mantas... -Propuse, sonriente. Bastaría apagar la luz y dejar la chimenea encendida para crear un ambiente de lo más acogedor e íntimo, que al final era lo que pretendíamos.
Me quedé algo cortada cuando Jayden me preguntó a qué me refería, diciéndome abatido que tampoco podría hacer nada por detener a su prima. Se encogió de hombros y me comentó que avisaría al hermano de Bella, para que al menos estuviera sobre aviso.
- Y-yo solo… - comencé a decir algo nerviosa, poniéndome las gafas. - Realmente creo que sería inútil ir tras ella. – apunté, justo antes de que Jayden dijera que había otro problema. - ¿Qué pasa? – pregunté alarmada.
Vi como observaba en dirección a las habitaciones, mirándome a continuación. Al parecer habían ocupado todos los cuertos, pero Jayden en seguida propuso quedarnos en el salón, dado que contábamos con el sofá, además de mantas y cojines. Mi primer impulso fue el de comprobar cuán grande era el sofá para dormir los dos en él, pero la forma en que me sonrió me impidió separar mis ojos de aquella reluciente sonrisa.
- Vale. – sonreí con timidez. – Después de todo buscábamos intimidad… Y ya la tenemos. – le saqué la lengua, antes de coger con ambas manos la manta que había dejado en el sofá, quedándome mirando este. - ¿Y cómo…? ¿Cómo podemos hacerlo? – pregunté pensativa.
Aunque se mostró nerviosa al principio, Diana en seguida comprendió lo que quería decir, que ir tras Bella no serviría de nada. Hasta para ella se hacía evidente, y yo la conocía desde hacía años. Era mi prima, y sabía que la suya no había sido una vida fácil, por eso la aguantaba a pesar de que era como un grano en el culo la mayor parte del tiempo. Pero hasta yo tenía mis límites, lo que no iba a hacer es andar detrás de ella.
De modo que envié un mensaje a su hermanastro, que sí solía estar más pendiente de ella, y me concentré en lo inmediato. El problema de las habitaciones. Y es que al final propuse a Diana quedarnos en el salón, una idea que pareció gustar a Diana. Tal como dijo, si lo que buscábamos era intimidad allí la teníamos. Con los demás en las habitaciones, teníamos el salón para nosotros.
Pues... -Me quedé un momento pensativo ante la pregunta de Diana- Voy a apagar la música y las luces, y le pongo el temporizador a la chimenea para que no se quede toda la noche encendida. El sofá es bastante ancho para los dos, túmbate y ahora vuelvo. -Le dije, encaminándome a los controles del equipo de música para apagarlo, así como los interruptores de la luz. Luego conecté el reloj de la chimenea para que siguiera encendida al menos una hora más, y regresé corriendo, nervioso, al lado de Diana, dispuesto a tumbarme a su lado, tapados los dos, y abrazarla y besarla hasta quedarnos dormidos.
Y como suelen decir, "con esto y un bizcocho..." XDDD