No es precisamente el mejor Motel de la ciudad, pero si el más barato, discreto y mejor situado para todos aquellos que necesitan una cama rápida para unas horas.
Sus habitaciones no tienen grandes lujos. La sencilla consta de una cama y su correspondiente baño.
Su habitación de "lujo" añade una televisión, fuertemente anclada al mueble donde está situada y una pequeña nevera vacía pero funcional.
Su dueño, Norman Perkins, es quien siempre ronda por su Motel, siendo el mismo el encargado de casi todo. Tiene un caracter serio y uraño. Mientras se le pague lo acordado no hace preguntas, y si no se monta mucho escándalo no llama a la policía.
No tardaste demasiado en poner los pies en polvorosa y salir de tu casa. Al cerrar la puerta juraría que escuchaste una voz que te susurraba con tono de pena un "no me dejes". Pero no te quedaron demasiadas ganas para quedarte y comprobarlo.
Hoteles pocos quedaban libres por no decir que ninguno. Sólo había una habitación disponible en el Motel Bluebird. Y es que con eso de que el hospital de Hill Valley era el que daba cobertura a toda la zona y tras los sucesos de aquellos días, no te quedaban más opciones.
Claro que también podías tragarte tu orgullo y llamar al abogado. Parecía saber del tema...
El hombre te dio la llave de tu habitación sin hacerte preguntas. - La 13. Al fondo a la derecha. - Te indicó seco pero cordial. Su mirada te inquietaba y no tardaste en entrar en la habitación, donde una falsa sensación de seguridad te invadió y te permitió respirar tranquila.
Pero te gustase o no, el problema persistía en tu casa. Había alguien en ella, estabas segura... y no parecía querer marcharse.
Te gusta el lugar o más el dueño? xDDD
Volvería a casa a la mañana siguiente, eso lo tenía decidido. Porque al menos pensaba que quien hubiera dentro se habría marchado cuando fuera de día. No iba a comprobar si la alarma tenía razón o no, así como no iba a llamar a la policía. Que cuando la empresa de seguridad llamara a mis padres, se arreglaran ellos que yo pasaba mil de esas mierdas.
Parecía que los hoteles no eran una posibilidad en ese maldito pueblo, así que me resigno a irme a un motel y pagar una habitación. No tenía pensado llamar al abogado creepy que me pedía ir al puto sótano con él donde estaban los vinos. Había visto las suficientes pelis de miedo como para saber que bajar ahí con un extraño no era buena idea.
Pagué la noche de la habitación y miré al tipo que desde luego también daba mal rollo.
Este pueblo debe tener un puto premio a creepies por metro cuadrado…
Cuando llegué a la habitación cerré la puerta y me hice un ovillo en la cama, tras mirar unos segundos las sábanas con desagrado previamente. Ante tiempos desesperados se requieren medidas desesperadas y esas cosas. Traté de dormir y dar por concluido el día.
Intentaste dormir, pero el sueño no fue tan reparador y tranquilo como esperabas.
Lo primero porque extrañabas tu cama y tu cuarto. Además, te sentías extrañamente observada. Era como si alguien te estuviese mirando por un agujero invisible.
Pero había más. Héctor estaba en el hospital y tú tenías su móvil, sin batería, sí... pero en tu poder. No podías quitarte de la cabeza su comportamiento tan extraño en el hospital y aquel mordisco en su cuerpo, así como la sangre en tu casa. Quizás aquel comportamiento suyo se debía a la mezcla de las drogas consumidas y la medicación suministrada.
Luego aquel cabrón del policía, con su jodido arrestro y sus aires de grandeza, el tiempo pasado en aquella mierda de celda y aquel extraño abogado que te quiso meter en la bodega de tu casa.
Pero lo peor quizás fue lo que quedó en tu casa. Aquello que esperabas que por la mañana no estuviese allí y esa esperanza fue lo que te ayudó a conciliar el sueño, hasta que las pesadillas generadas por todo lo ocurrido durante aquel día, se adueñaron de tus sueños y no te dejaron dormir...
Dulces sueños... xDDD
Dormir no parecía algo que pudiera hacer esa noche, no paraba de dar vueltas intranquila y pensando las cosas de más. Además aquella habitación estaba de lejos cerca de mis estándares de comodidad.
Mañana se van a cagar cuando ponga mi opinión en yelp...
Traté de pasar la noche como fuera, al no poder dormir acabé poniendo la tele en bajito. Solo quería que la noche pasara y quien quiera que hubiera en casa que se llevara lo que quisiera. Si saltaba la alarma de nuevo, pues que fuera la poli y no me esperaran. Desde luego yo no pensaba poner un pie ahí esa noche y menos dormir en mi casa con alguien más rondando, menuda locura.
Así pasé la noche, mirando por la ventana que amaneciera y a mi alrededor con aquella extraña sensación.
¿No hay un puto sitio normal en este pueblo? Hasta el centro comercial está lleno de weirdos... Debería volverme a LA...
D:
Como no, la televisión era lo peor. Estaba claro que para tener algo de calidad había que tener canales de pago y aquel motel parecía que no se preocupaba por eso. De hecho, fijándote un poco más por el puro aburrimiento, te dio por pensar y no equivocadamente, que aquel lugar era el típico lugar donde la gente pasaba una noche solamente o quizás unas horas y siempre con compañía.
Eso te llevó a pensar en el estado de las sábanas e incluso del colchón y pronto decidiste dejar de pensar o acabarías pasando la noche en un banco del parque...
Al final la aburrida programación hiceron que el sueño se apoderase de tu cuerpo y te quedaste dormida en aquella extraña habitación. El día había sido lo suficientemente duro como para que tu cuerpo respondiese al final al cansancio y tu mente acabó sucumbiendo cuando este dijo "se acabó".
Y poco importó lo vivido porque tu sueño, aunque inquieto al principio, fue plácido y tranquilo el resto de la noche. Tus ojos se abrieron casi al amanecer.
Empezaba un nuevo día en ese maldito pueblo. Quizás eso era lo único que necesitaba ese lugar. Un nuevo amanecer.
Vas unas 10 horas adelanta a los más cercanos a ti, así que dudo que te encuentres a muchos en estos días xDDDDDD
No quería pensar mucho sobre aquel motel o sus usos, pero a falta de un hotel con la mierda de la prensa rondando el pueblo pues no me quedaba otra. Dormí, pero solo lo justo, estaba intranquila en cierto modo en aquel sitio. En cuanto noté los primeros rayos de sol colarse por aquellas cortinas baratas, salté de la cama y recogí mis cosas.
No sabía qué me encontraría en casa, lo mismo los de seguridad habían ido a comprobar qué había hecho saltar la alarma, o puede que mis padres se hubieran preocupado un mínimo sobre su hija.
Si siguen pasando mierdas en casa no vuelvo al motel, haré una puta fiesta o algo... Prefiero rodearme de borrachos que quedarme otra noche sola.
Con esos pensamientos volví a casa con la impaciencia de saber qué me encontraría, y por qué no decirlo, con una punzada de temor que trataba de ahogar con otros pensamientos.
Uh, he pasado la noche demasiado rápido. ¿Les espero?