- Sí, eso será lo mejor. Además no quieres cabrear a Cassidy. - Comento respecto a lo de fumar.
Levanto los hombros cuando me apoya respecto a lo del trabajo, satisfecha por haber pulido un poco más la idea. - Es solo una idea. Al final son tus madres y tú las conoces, y sabrás mejor qué les resultará más creíble o qué están más dispuestas a aceptar. - Admito, no queriendo resultar insistente al respecto.
Niego con la cabeza, como la que se da cuenta de una obviedad cuando Jason me advierte de que vaya con cuidado con Leo. -Bueno, se ve que también tendré que valorar la situación por mí misma. Tampoco era un pase VIP jaja. -
- El problema...- Torcí el gesto con la boca. -... está en la pasta. ¿Qué crees que me dirán mis madres cuando les diga que tengo un curro? Que me pague yo las cosas. - ladeé la cabeza con los ojos muy abiertos. - O sea, ¿tengo trabajo pero no pasta? Amber, si quieres que trabaje de verdad en el local de la madre de Diana para que te invite a perritos gratis...
Sería una opción pero ¿quién cuidaría que no me los comiera yo a ellos? Y sin embargo, se me ocurría una cosa. Miré a Amber y sonreí maliciosamente.
- Creo… que ya lo tengo. Y tú me vas a ayudar.- me acerque lo suficientemente a ella como para que viera que iba a ir en serio.- Vas a venir a mi casa y decirles a mis madres que te tengo que ayudar. Algo así como una razón social o similar, tipo… ayudar a los pobres a cenar o esas mierdas. A fin de cuentas, solo deberían ser un par de noches al mes, ¿no?- Miré a Jason.- Salvo que quieras decirles que necesitas compañía para las reuniones de madres jóvenes solteras exfumadoras o esas mierdas, que haces una par de veces al mes.
- Es más creíble que lo hagas tú que si viene el caranchóa este. - Sonreí apagando lo que quedaba del cigarrillo en el cenicero.- Y además, me daría más flow si quedo como un buen samaritano.
La señalé con un dedo, tras un Jah!, como diciendo que ya estaba decidido, y después me retiré del sitio.
- Deberíamos dormir.- dije suspirando y volviendo a esa realidad que me daba más miedo que otra cosa.- Yo me quedo en el sofá. Vosotros dormid en la habitación. No me gustaría tener algún sueño extraño, ser sonámbulo y despertarme con pelo no mío entre los dientes.- Volví la vista hacia ellos.- O en mis calzoncillos. Uggg! pero ojito con lo que hacéis ahí dentro: tengo el sueño muy ligero.- Les advertí con una media sonrisa despanzurrándome en el sofá.
Leo se explica sobre el por qué mi idea sigue siendo inválida. Si no están inclinadas a aceptar la idea del ahorro, es cierto que el plan se cae. Afortunadamente... Para él, se le ocurre otra cosa que me involucra a mí. Genial.
Lo escucho con atención, guardándome para mis adentros el respeto que me da cuando me dice que voy a ser yo la que le ayude. - Hmm vale. Si sólo son un par de noches supongo que suena creíble. - Reconozco. En realidad podría hacerlo sin problemas. No es que tenga que recogerlo cada vez que tenga que venir a la mansión, pero con hablar con sus madres una vez bastaría. - Avísame cuando quieras hacerlo. - Me muestro dispuesta.
- Sí, además quedas de puta madre. - Reconozco con una sonrisa.
El muchacho decide que ya es hora de dormir, escogiendo el sofá para ello. - Bueno, como prefieras. - Digo extrañada de que no prefiera una cama. Lo cierto es que el día ha sido bastante agotador. Sin embargo no se marcha sin soltar antes un chascarrillo. Por supuesto, es Leo. - Tampoco te flipes fantasma. - Digo sonriente, levantando las cejas. - No te preocupes, no creo que haya nadie para fiestas esta noche. - Levanto los hombros, restándole importancia.
- Buenas noches Leo, que descanses. Te lo mereces. - Me despido sinceramente del moreno, para girarme después a Jason. - ¿Tú también tienes sueño ya? ¿Te da igual donde dormir? - Pregunto, para terminarme el cigarro.
Me mantenía en silencio mirando a ambos como planeaban el tipo de mentira a soltarle a los padres de Leo para poder escaquearse, pero le lancé una mirada de sentirme herido y puse un gesto de desprecio fingido-¿Caranchoa? Mira quién fue a hablar el nuevo furry del barrio-dije riendo al final siguiendo la broma, en parte sé que Amber no se sentirá muy agusto metiéndola en un berenjenal así pero ella al final accede, lo que me alegra, Leo necesitará ayuda y si al menos nos tienes a nosotros para que le cobramos las espaldas de aquella manera lo agradecerá. Después deja caer la idea de irse a dormir y que él se quedará en el sofá, cosa que en el fondo agradezco, no es que me fie de él pero tras lo vivido aquella noche, a saber que pasaría si él tenía alguna especie de mal sueño-descansa tío y hasta mañana- contesté.
Me pongo de pié junto a Amber y me giro cuando me pregunta si tengo sueño y dónde duermo-la verdad, no sé qué decirte, ahora sueño no tengo pero aunque sea tumbarme en una cama me vendrá bien y no tengo inconveniente en dónde dormir-dije encogiendome de hombros mirando a la chica con cierta duda, no sabía si era de dormir sola o prefería tener compañía después de lo que había sufrido-puedo ser tu compañero de habitación si lo necesitas y puedes estar tranquila que yo tampoco estaré para fiestas-dije con una sincera sonrisa-Como tu te encuentres más cómoda Amber- finalicé esperando sus palabras.
Me río cuando Jason le llama Furry. - Qué golpe tan bajo. -
- Yo... Estoy cansada, pero no sé, con todo lo que ha ocurrido últimamente, mas lo de esta noche, más lo que está por venir... Es mucho que asimilar, no sé si podré dormir mucho. - Levanto los hombros. - O lo mismo estos son unos colchones de ricos que flipas y duermo de puta madre, quien sabe, jeje. Ojalá. -
Me da la opción de dejarme sola en la habitación, y lo miro con cierta extrañeza. Agradecida, sí, pues entiendo que sólo está tratando de ser amable, y es lo que trato de mostrar de vuelta, tratando de ocultar que mi lógica me dice que algo en el fondo no encaja. - Gracias, pero no te preocupes. Los dos hemos acabado aquí sin comerlo ni beberlo, hay varias camas, y tampoco es mi casa. No soy nadie para echarte de ningún lado. - Me explico. - Además, tampoco quiero. - Levanto los hombros, con una ligera sonrisa. Después de lo que me ha apoyado el chico estaría bonito que le echara. - La verdad es que no me hace especial ilusión quedarme sola en esta mansión, en general. - Me rasco la nuca, sintiéndome algo vulnerable. Es por ello de hecho por lo que no quiero quedarme sola. - No es que tenga mucho control en una casa ajena gigante llena de hombres lobo. - Sobre todo teniendo en cuenta que lo había perdido casi por completo cuando sucedió la movida con el Alfa, pero no sólo me refiero al autocontrol, si no a opciones. Después de todo, si en algún momento del día hemos podido estar jugando a la consola o teniendo algún momento tranquilo es por que ellos nos han dejado y guiado.
Me siento en una de las camas y lo miro, más seria. - La verdad es que aún no sé qué voy a decidir mañana. Yo... Quiero permanecer al margen, pero creo que voy a pedir más tiempo. Necesito más claridad para pensar en todo esto. -
Solo tuerzo el gesto cuando Jason me provoca.
Se nota que somos colegas, o eso quiero creer. Este tipo de bromas hace mucho tiempo que no podía hacerlas con nadie, de forma tan natural al menos.
- ¿Furry?- Le saqué la lengua.- Soy suave y tierno cuando me lo propongo, chaval- Dije recostándome en el sofá.
Por algún motivo se veía que a todos nos preocupaba dormir solos. Quizá fuera como una piedra por fuera pero en realidad tampoco es que "necesitase" esa soledad, únicamente aplacada por los cojines del sofá. ¡y qué coño! Amber dio en el clavo. Puede que yo fuera un New lobito, pero ser conocedor que otros peor que tu están a tu alrededor, es, cuanto menos, inquietante.
- Vaaale. Ya que lo pedís así...- bromeé levantándome del sofá y metiéndome con ellos en la habitación, justo encima de la litera de Amber.- Me pido la de arriba. Pero...- advertí asomándome un poco, dejándome caer cual murciélago para mira a ambos.- ... Como note una nalga cerca de mí.... bueno, espero que al menos sea suave y sedosa. ¿Capizzi?
Amber guardaba algo dentro de ella que, seguramente sintiéramos todos: la incertidumbre de qué iba a pasar mañana. Y pasado mañana. Y el próximo día. Desvié la mirada con cierta preocupación hacia Jason y levanté la ceja. Luego volvía mirar a Amber. No quería reconocer que estaba acojonado. Yo el que más.
-Ya no puedes mantenerte al margen, Amber.- Dije, con cierto contraste triste y pesado.- Ninguno podemos. Y os voy a necesitar, por mucho que me cueste aceptarlo. Propongo que intentemos seguir como siempre,- ¿qué cojones, me quedaba otra?- normales, si es posible.- Levanté un dedo para tocarle la frente y empujar un poco hacia atrás- Ademas, pensar no se te va a dar bien. No se por que me da...- Sonreí enseñando todos los dientes, cabeza abajo como estaba.-
Cuando entrásteis en la habitación, os encontrásteis con el desaparecido David en una de las literas superiores. No sabíais cuanto tiempo llevaba allí, de hecho ni os distéis cuenta en que momento desapareció de vuestro lado.
Por la expersión de su rostro, la postura en la cama, abrazado a la almohada y la humedad en sus ojos, se había quedado dormido llorando en aquella litera.
Él había vivido el horror con vosotros en el salón aquel, recordásteis que se quedó arrinconado en una esquina. Pero con toda la excitación y el miedo del momento, David pasó a ser invisible para todos.
Sabía que no podía irse de la casa así como así y al verse solo, acabó en el único lugar de aquella casa donde quizás podría encontrar algo de paz. Una de las camas en la zona donde os dejaron pasar la tarde y allí fue donde le encontrásteis, dormido... o quizás haciéndose el dormido.
-A veces puedo ser un cabrón cuando me lo propongo-dije con una maligna y divertida sonrisa mirando a Amber tras su comentario, luego miré a Leo-Gracias pero no me motiva especialmente dormir con un perrito de peluche-suelto de nuevo cambiando de tercio escuchando a Amber-te entiendo, dormir en un sitio así viene muy grande y no estás tranquila ni cómoda, aunque las sábanas fueran de seda, estas... intranquila-comento mirándola-Yo si por mí fuera me iba de la ciudad, así os lo digo... ésto me supera y que nos obliguen a tomar una decisión así tras lo que hemos pasado...es muy fuerte y muy difícil-miro a Amber comprensivo entendiendo su mal estar.
Al final Leo cambió de idea y decidió venirse con nosotros a las literas, en parte me daba un poco de miedo, no podía evitarlo, ese sentimiento de incertidumbre, pensando que se le podía ir la olla en mitad de la madrugada y destriparnos no era muy motivadora, pero habría que confiar en su control o si no terminaría durmiendo en la bañera encerrado en el baño. Entonces escucho el comentario de Leo picando a Amber-habló el Furby, cuidado que lleva mechero y te prende fuego en un momento-comento con una pequeña sonrisa sentándome en la litera enfrentada a la de Amber, a nivel del suelo, siempre prefería dormir abajo si tenía la opción de elegir. David se encontraba en una de las superiores, dormido o al menos eso parecía, había estado llorando, el tío también lo había pasado mal, con todos y desde luego toda ésta mierda nos dejaría una profunda marca..
Abro un poco los ojos cuando Leo me empuja la cabeza y sonrío al final. - Sí, no creo que vaya a llegar a ninguna conclusión. - Confieso, levantando los hombros. - Pero que te vaya a ayudar con tus madres no quiere decir que esté metida en el ajo de lleno. Una cosa es ayudar a un colega y otra meterse a una sociedad de licántropos, lol. - Contesto, rechazando la idea de que no tengo opción.
Asiento a Jason y levanto los hombros, apretando los labios. David también está aquí. No sé desde cuando no lo veo, con toda la movida, pero no parece estar bien. No sé si estará dormido o no, pero por si acaso no menciono nada al respecto, pues no quiero que se sienta incómodo. Jason tiene razón, esto es muy difícil para todos.
Me río cuando el rubio vuelve a picar a Leo. - Bueno el Jason, de repente está on fire. Si seguís con la movida igual soy yo la que se va fuera a dormir para dejaros espacio. O intimidad jeje. -
Reí por lo bajo ante los comentarios de mis compañeros.
Por mucho que Amber lo dijera, si, me ayudaría. Al igual que el otro ceporro, Jason. Esto nos había unido de alguna manera y, por mi bien, esperaba que no se echaran para atrás. Confiaba mas en ellos, que no tenían ni pajolera idea de licantropía que de los viejos lobos.
Evidentemente ellos no tenían los mismos conocimientos, pero uno se aferra a lo que puede, y Amber y Jason me proporcionaban, cuanto menos, confianza.
AL igual que Cross.
- Quizá…- dije en voz más baja,-... deberías ir tu a hablar con él, Amber. Si voy yo...- Joer! Realmente Cross estaba metido en esto por mi culpa. Lo habíamos obligado a trabajar como una chacha con la sangre en la biblioteca y demás cosas. Se merecía una explicación al menos y una disculpa. ¡O unas gracias! Sentía que debía hacerlo pero quizá, que lo hiciera yo, le acojonaría más.
Levanto las cejas cuando Leo me sugiere que hable con David. ¿Y cómo consuelo yo a este señor? Ni siquiera lo conozco tanto, y la verdad es que a mí se me ha ido bastante la olla esta noche también. Siempre le puedo hacer los cánticos extraños esos de Rose. Me guardo la broma para mí misma, por si David me está escuchando. - No sabemos si está despierto... Ni sabría qué decirle. - Confieso, torciendo el labio, casi pidiendo disculpas con el gesto. - Supongo que si necesitara algo siempre podría girarse sin más para hacérnoslo saber. - Levanto los hombros, hablando bajo para no molestarle pero dándole una señal por si quiere ayudar. - Todos vamos a necesitar un buen descanso para reponernos de esta noche. - Opino, no sólo por que es cierto, si no para que David se sienta integrado si nos está escuchando. - Igual fuera de contexto esto suena un poco mal. - Sonrío tontamente. - Pero ya me entendéis. -
Me quedo abstraída un instante. Esto de los hombres lobo nos viene muy grande, pero... ¿Qué más hay? - Partiendo de lo que hemos visto esta noche... ¿Cuantas criaturas fantásticas creéis que pueden existir, además de los hombres lobo? - Pregunto a los chicos frunciendo el ceño, pensativa y sujetándome la barbilla.
David ni se inmutó. Si estaba despierto no quería hablar o al menos demostrarlo, si estaba dormirdo no se estaba enterando de nada. Así que de poco sirvieron las palabras de unos y otros.
Lo cierto era que David no esperaba que eligiesen esa habitación para dormir, por eso se metió en ella. Pero se equivocó y sí, estaba despierto, pero no tenía ganas de hablar y menos aún de que le hubiesen visto llorar... o volver a hacerlo delante de ellos.
Había visto de todo en unas pocas horas, creyó que tras limpiar la biblioteca, lograría olvidar todo y alejarse de aquel mundo. Pero aquella mujer, aquella vieja, le llevó directo a la cueva del lobo y el terror superó todas sus espectativas.
Además a David le estaba empezando a gustar mucho Mel y bueno, de alguna manera quedó claro que ella estaba loca por Darryl y parecía que aquel viejo también sentía algo por ella. Le parecía algo asqueroso, podría ser su padre, pero... no sabía si aquello era abuso de menores o no, puesto que no sabía su edad. Así que no podía decir nada... no aún.
Así que no, David no tenía ganas de hablar para nada ni con nadie.
Partiendo de lo que hemos visto esta noche... ¿Cuántas criaturas fantásticas creéis que pueden existir, además de los hombres lobo?
Cuando dice eso, me tenso de forma ligera y dejo de respirar unos segundos.
Era como si hubiera estado allí, señalando, inconscientemente lo evidente. Pero era imposible que lo hubiera percibido de aquella manera. Y sin embargo, había dado en el clavo, aún sin quererlo.
-Bueno...- Dije titubeado ligeramente.- Digamos que no deberías dar por supuesto la NO existencia de esas criaturas.
¿Debería decirlo tan abiertamente? Quizá si. Era mis amigos y ellos me ayudarían de ahora en adelante. Eso esperaba al menos.
- Yo... em… cuando corrí por el bosque con el viejo...- como decirlo-... bueno digamos que he conocido a un fauno.-¿Era eso, un fauno?- No se dejan ver tan fácilmente, al parecer. Son de los buenos.- Si es que allí había bandos.- Los malos son los cazadores que me temo, van a venir a por nosotros.
Cuando oí a Amber la miré y sonreí-calla calla, entre Leo y yo que corra el aire tú mejor quédate anda..-dije quitándole hierro al asunto.
A continuación mis ojos se abrieron como platos al escuchar la confesión de Leo-¿Un fauno has dicho? Joder...- pregunté mirando a Amber-Vamos que puede haber hasta elfos y hadas si nos ponemos creativos...- comenté pensativo mirando rápidamente a David que parecía seguir dormido.-Lo de esos cazadores no me gusta un pelo como suena si los lobos han hecho todo esto, está claro que van a venir a liquidarlos y si nos ven de su parte puede que a nosotros también, así que ya me diréis que coño de bando cojemos...-por un momento se me pasó por la cabeza la absurda idea de coger el coche y largarme de la ciudad unos días, desaparecer y quitarnos de enmedio Amber y yo, pero la idea la deseché tal cual llegó era estúpido y absurdo, pero eso no quitaba que tenía ganas de olvidarme de todo aquello y pertenecer a otro estado o puestos a elegir otro puto continente...