Partida Rol por web

pues empezaremos por la.cómoda a medio cerrar, si le ha pillado fraganti....
Luego si no hay nada se puede mirar por el.trono a ver si tiene algo incrustado o tallado...

Gabriel inspecciona el cuerpo de John. Tiene un corte tan limpio en el cuello que parece guillotinado, o que le hubieran cortado con un arma muy afilada la cabeza.

 

Hay huellas frente al cuerpo. Son grandes y pesadas junto a otras, de bota de marca, que venía corriendo de fuera del campamento, probablemente desde la cabaña.

No sabe qué puede haber ocurrido, pero parece bastante claro que algo así sólo puede haberlo hecho HEIMDALL.

 

Sin entender la relación pero las manos de John están tiznadas de lo que que podría ser tabaco de liar...

 Busqué algún sitio donde se guardara tabaco, esperando que sería un buen lugar donde empezar...

Ethan continúa sin decir nada. ¿Es esto real? ¿Han pasado de estar a punto de ser ejecutados a ser reclutados como ejecutores?
Shell extiende su mano sobre Heimdall. Nunca ha usado su poder sobre un dios, pero la voluntad de este hombre se halla tan quebrada como la de un prisionero de un campo de concentración. Tal vez pueda hacer algo para persuadirle de que no lo haga

Siente que hace el contacto. Es tal como había imaginado. Una mente longeva y fuerte pero ahora vulnerable, como un roble centenario al que le empezara a agujerear la carcoma. 

- Pescar. Me gustaba pescar. Dicen los que alguna vez me visitaron que abajo hay grandes lagos.  Nunca salí de esta guardia eterna. 

Shell asiente, haciendo una señal a Evolett y a Ethan y Adrien para que le sigan el juego. Le ayuda a sentarse. 

- Salmones, casi tan grandes como su hacha. Podría cazarlos con ella sin necesidad de usar la caña.

- No soy el único que ha sido engañado por ellos... No debo sentirme sólo...

- No... ¿Recuerda usted a Cedric? ¿Recuerda dónde...?

- No quiero ser un campeón, no quiero saber nada. Quiero estar tranquilo, me lo he ganado

- Sí, pero sabe dónde...

- Me gustaría estar tranquilo. Dejaré que vuestros compañeros estén un rato más en mi cabaña pero después no quiero saber nada de vosotros ni de nadie...  

Mientras Yen mira la cómoda a medio cerrar, Gabriel trata de buscar algún lugar donde pueda estar el tabaco de pipa. 

Mira los estantes de la cocina. Algo le suena todo esto. Tanto es así que llama a Yen que apenas ha empezado a sacar ropajes de la cómoda.

- Está aquí. Mira... Dijo que Cédric y él habían estado fumando juntos. John tenía tabaco en las manos. Y todos estos estantes estaban tirados en el suelo cuando entramos... Pero además... - dice Gabriel sonriendo como si estuviera en una película de detectives y ya supiera quién es el asesino. Cuando su privilegiada cabeza funciona vuelve a sentirse vivo. Más, incluso, que cuando usa sus poderes. Lástima que el hacerla funcionar mucho le traiga también a la cabeza recuerdos que quiere enterrar.

... pero es que además, ese tarro de ahí, es muy parecido al que contenía el testamento real de Cédric en casa de Mrs. Demise. Te apuesto que está ahí. 

Yen se acerca cuando Gabriel abre el tarro de tabaco

- ¿La Aguja? ¿está ahí? 

- No... pero hay una nota. Parece que tu padre sigue queriendo que demos vueltas por el mundo. No iba a ser tan fácil ¿verdad? Vamos fuera. Heimdall está inestable, lo mismo ha vuelto a cambiar de opinión o ha hecho una locura. Por no hablar de esta casa... No quisiera acabar de nuevo en la Tierra de los Gigantes. Vamos, Yen. 

Los dos contienen el aliento unos segundos antes de cruzar el punto invisible de teleportación, pero en el siguiente paso siguen viendo las tiendas de campaña. Allí Shell habla amigablemente con Heimdall que cuando les ve aparecer, se levanta

- Me voy. Cogeré mis cosas y abandonaré esta farsa. Pensaron que podrían entretenerme como si fuera un niño y yo salvé a muchos cuando aún su poder estaba despertando. Se libraron de mí como si estorbara cuando todo lo que hice durante estas últimas décadas fue que no olvidaran contra quien luchaban. Vosotros también lo habéis olvidado. Tenéis el mal en vuestras filas. Pero yo ya no seré quien juzgue esto, cuando habéis tenido que venir vosotros para que yo abriera mis ancianos ojos, aunque yo de vosotros no los cerraría mientras duermo. Al final tendréis que decidir de qué lado estáis. 

Heimdall se despide con un gesto mientras el hacha es arrastrada por la nieve dibujando un surco. 

Evolet abraza a Shell jubilosa. Ethan respira aliviado y Yen les cuenta que encontraron lo que buscaban. 

Sólo Adrien permanece serio. Sabe que esto no ha acabado. 

- ¿Qué pensáis hacer con nosotros? Ahora que sabéis por quién fuimos contratados pero también ahora que hemos desvelado todas nuestras cartas.

Gabriel se queda callado y mira a Yen. Éste mira a Ethan y a Adrien y luego devuelve una pregunta. 

- Deberíamos esperar a Géminis ¿no? Tal vez haya averiguado algo. Podríamos dormir un poco estas horas. Cuando venga descenderemos y...

- O podríamos marcharnos sin él- dice Ethan

- O sin vosotros- piensa Gabriel en voz alta... 

 - Creo que lo mejor es esperar a que Geminis venga antes de decidir. A partir de hay, decidiremos... - Respondí.

 Antes de salir de la cabaña, Yen y yo habíamos acordado no hablar del papel hasta que yo lo dijera, porque no sabíamos si podíamos fiarnos de los demás y ya sabíamos que Shell era una bocazas.

- Qué gran idea Gabriel, estoy contigo... Qué suerte tenerte en nuestro equipo!!!!- digo risueña- Esperemos al señor Kappa!!!

Bueno, de momento parece que hemos librado el primer "match ball". No tengo nada que objetar a lo que se está hablando ni tampoco puedo aportar nada, así que... intento buscar una postura cómoda para esperar, y si dicen de echarnos un rato, tanto mejor...

Si, todo bien, mañana posteo algo. 

Ethan no entendía el cambio de actitud de Heimdall, aunque sospechaba que la mano de Shell tenía que ver en ella. En aquellos momentos le daba igual si vivía o moría, no había nada que pudiese hacer para cambiar el curso de los acontecimientos por lo que se quedó como estaba, de brazos cruzados, esperando ver como se desarrollaban las cosas.

No le gustaba salir de esa situación de aquella manera, parecía estar haciendo trampa cuando su mano era ganadora, pero el croupier era ciego, sordo y mudo. Ethan lo sabía bien, llegaba un momento en que era mejor retirarse y aceptar que la casa siempre gana. Tal vez ese momento estuviera cerca.

- No me gusta ese "Consejo": alguien que trata a los suyos como lo han hecho con Heimdall, después de toda una vida de servicio, no es digno de respeto.

Me recuerda demasiado a estos políticos y burócratas de nuestro mundo. Si les ayudamos o les hacemos partícipes ¿que será de nosotros cuando no les diríamos o les molestamos? Géminis es su perro faldero, los tiene idolatrados, es buen chico pero para él el Consejo es como un padre... Y vosotros.... Servís a la sombra, sí, decís que no os queda otra y lo creo, pero ¿hasta qué punto nos podemosfiar? Si ni siquiera nos habláis abiertamente. Mi padre nos dio pocas pistas y aún menos consejos para llevar a cabo nuestra misión pero sistemáticamente estamos ignorándolos todos.

Al cabo de cuatro horas regresa Géminis. La temperatura ha subido a la luz del día y la ausencia de tormentas vuelve a cubrir de belleza aquellas montañas nevadas noruegas. 

Géminis aparece de la nada, con su sistema de teleportación que ya os ha sorprendido alguna vez. Parece exhausto, no obstante y tardáis en hacerle ver que el peligro ya ha pasado y que enfrentándole con la información que habíais descubierto en el Otromundo, finalmente desistió de ejecutar a Ethan y a Adrien. 

- Entonces... supongo que esto ya no servirá- dice mostrando un papel-Es un edicto firmado por Hefestion en persona donde pedía a Heimdall que no... bueno, da igual. ¿Tenéis la siguiente pista, verdad? No os vamos a preguntar qué es siquiera. El Consejo nos ha retirado de la misión. Creen que nuestra visión se ha contaminado demasiado y que no estamos viendo las cosas con perspectiva. Puede ser. Así que regresamos a Santuario con ellos. La verdad es que no ha sido una reunión fácil, y aunque entendemos perfectamente sus razones para tener a Heimdall aquí engañado... En fin... 

Sentimos deciros que no pudimos ocultarles la revelación de que trabajasteis para la Sombra. Sería traición a los nuestros. Pero no se han mostrado especialmente preocupados. Se esperaban algo así de vosotros tres, que siempre habéis sido mercenarios. Siguen insistiendo, eso sí, que es fundamental impedir que la Aguja caiga en malas manos.

Nosotros también os deseamos suerte en la búsqueda, aunque imaginamos que tendréis que descansar unos días. Sólo vinimos a despedirnos en persona. Nos hubiera gustado que nos acompañara Sinuhé, nuestro curandero, para que pudiera trataros, pero lo máximo que conseguimos es la localización de un hospital de confianza donde os curarán aliados humanos sin hacer preguntas. Recordad que os están buscando Los Correctores tras el ataque del aeropuerto así que cuanto menos llaméis la atención, mejor. 

Es en Narvik, a unos 300 km de aquí. Aquí tenéis la seña y el nombre del médico por el que debéis preguntar. 

Bueno. Suerte en vuestra empresa. El Consejo y nosotros... os deseamos lo mejor. 

El estado de Adrien y la situación de bloqueo general no deja demasiado margen de acción. Gabriel no comparte, de momento, con los demás, lo qué ha descubierto en la Cabaña de Heimdall y todos están demasiado agotados para hacer preguntas. 

El descenso sería más fácil que la subida si no fuera por el estar cargando con Adrien y por la desconfianza mutua que se ha generado. 

Al llegar al pueblo de de Knut Gude ya es de noche, aunque el propio guía, que se muestra amable pero dispuesto a mantenerse al margen de vuestros asuntos sobrenaturales, os consigue cena y alojamiento. 

Por la mañana partis a Narvik. Os lleva casi seis horas bordeando los fiordos y yendo hacia el sur. Es una ciudad pequeña del círculo polar ártico y tiene un hospital al que al dar el nombre que os dio Géminis propician una sala privada para Adrien y os hacen un reconocimiento médico a todos. Salvo él que queda ingresado algunos días, el resto os buscáis alojamiento en la ciudad esperando que la noticia del aeropuerto, poco a poco, vaya desapareciendo de la portada de los periódicos. 

La nota simplemente decía

- ¿Entendéis ahora? Pues todo dará una vuelta cuando os encontréis a las antípodas de lo que Heimdall representa. Su reverso vive en el árido valle de Kazakhstan y ella tiene la pista de dónde escondí la Aguja. Se llama Batima. 

Y en el reverso había una localización geográfica exacta.