Partida Rol por web

Cuando está en esa extraña caverna sin salida y antes de volver por donde ha venido, Anna ve algo enredado en una planta marina... Tira de ella y entonces un montón de huesos asoman, como si muchos de ellos yacieran bajo la gruta y no hubieran salido a flote enredados en las algas. 

Pronto casi toda la caverna se llena de decenas de huesos y calaveras. Algunas de ellas aún en sus trajes de neopreno. 

No hay nada anormal, no obstante, así que se encominan a cruzar el túnel. 

- Oyetia, perdona quememeta ¿no? pero como que ¿no? sois un grupo superintenso, que si traiciones que si historias... Pensaba que erais mercenarios, obvio, pero ahoravais a ser evangelistas o de sectassss ¿no? Por cierto ¿túcomollegaste a esta movida? No has venido en barco ¿no? El mío es ese y no le detectan los radares ¿mola o que? 

Aquel australiano de acento pijo y maneras dejadas se dedica a preguntar a Marcy que ha esperado afuera mientras todos entraban en el túnel. 

Esto no puede ser bueno... Tengo que salir de aquí lo antes posible, aunque eso signifique aparecer ante el grupo de manera humillante.

Aunque me da miedo perderme en la oscuridad creo que voy a intentar volver al punto de partida.

Cojo aire para sumergirme pero antes se me ocurre una idea. Sin toquetear demasiado los huesos (no me voy a poner a rebuscar entre los cadáveres) echo un vistazo por si viese algo que me pueda servir: una linterna, un equipo de buceo nuevecito....

No logras encontrar nada. Sólo te queda tratar de volver. El camino es pesado y lento. Te da miedo volver a quedarte sin aire y aunque vas segura tardas casi diez minutos en volver por donde viniste. 

Finalmente sales al exterior. 

Michael no coge suficiente aire, Adrien trata de ayudarle pero él tampoco puede con el respirador, así que los dos se sitúan de nuevo en la línea de salida. 

Y vuelven a intentarlo. Esta vez Adrien le da el equipo a Michael de manera más organizada

- Aunque no lo he demostrado, tengo más pulmones que tú, venga... rápido... No puede ser tan difícil llegar

Y así, en un segundo intento, ayudándose y apoyándose, un hombre del Consejo y otro que trabajó para la Sombra llegan a aquella cueva especial donde se encuentra el resorte de la mano. 

- Todo este sitio... esta cueva es tan... hermosa- dice Michael contemplándola. 

- ¿Anna?- dice Adrien asomándose a los recovecos de la cueva por si allí estuviera la nativa- No está. Salió antes que nosotros ¿por qué no está aquí? ¿se habrá perdido? ¿habrá dado con algo? 

Michael observa la cueva maravillado, sintiéndose en su ambiente como hacía mucho tiempo no lo hacía, pero pronto el comentario de Adrien sobre Anna le saca de ensumismamiento.

- Mierda... ¿Crees que se haya adelantado? Joder... Bueno, apenas la conocíamos, y nada sobre sus intenciones... ¿Por qué no vas por Marcy mientras yo voy por Anna? - Pregunta, despreocupado, realmente no tenía la intención de hacerle una jugada, pero eso ya dependía de Adrien el como se tomaría sus palabras.

Miro en todas direcciones, buscando una sombra o un sitio donde pueda estar Anna...

- No creo que la haya pasado nada sino, seguro que la habríamos oído gritar... - digo totalmente serio esperando que coja el chiste...

Bromas aparte, si me preocupa no ver a Anna, o bien ha salido por otro lado, por lo tanto nos la está jugando, o se ha perdido o está en otro tipo de problemas...

- Creo que Marcy no tenía ninguna intención de venir, y no ver a Anna me preocupa. No creo que me la juegues Michael, la aguja empieza a importarme más bien poco, si te digo la verdad, pero...realmente creo que la prioridad sería ahora buscar a Anna por si acaso...Marcy no está en peligro. Si te parece bien, continuamos, ¿quien pone la mano?

Simplemente por cortesía, si tarda un instante la pongo yo...lo que sí, antes de hacerlo, volveré a mirar la cueva por si Anna esta ahí oculta...o herida y no la estamos viendo

Anna sale rápidamente del agujero, regresando a la entrada en el peñasco donde esperan Marcy y Bali. 

Empapada y asustada, busca en el montón donde dejó su ropa su pizarra mientras Marcy empieza a impacientarse, adivinando que algo ha salido mal:

- ¿Dónde están Michael y Adrien, Anna? ¡salieron detrás de ti! ¿qué haces aquí? ¿tienes la Aguja?

Anna suspira al oir que Michael y Adrien están dentro. Se lo temía. Escribe: 

"Me perdí en el túnel y encontré muchos restos humanos. Algo terrible esconde este lugar... Creo que Michael y Adrien pueden estar en peligro"

Mientras tanto Adrien coloca su mano en el resorte, como no hizo la primera vez. La mano encaja mientras se empieza a oir una especie de zumbido, grave, profundo... que aumenta in crescendo haciendo que toda la cueva empiece a vibrar. Michael se sitúa al lado suyo entendiendo por vez primera la magnitud del paso que acaban de dar... o tal vez siente unos nervios en su estómago a la vez que la cueva empieza a temblar cada vez más... 

- Atento, Michael, lo mismo uno de estos muros cae para destapar la cámara del tesoro o...

O lo mismo la sala se inclina devolviendo a la poza de agua de donde salieron a Adrien y a Michael, quien en este momento tiene el respirador y el mercenario el resto del equipo. 

Pero no sólo la sala les vuelca como una atracción de feria sino que otras paredes caen y el estrecho túnel deja paso al océano abierto, donde de repente se hallan los dos al desaparecer parte del entramado de cuevas. Lo peor es que el zumbido sigue sonando cada vez más fuerte. 

El temblor ha llegado a la superficie también. Todo el peñasco se agita. 

- ¿Qué es eso? ¿Un terremoto?

- Viene de abajo osea que será como un maremoto ¿no?

- Si eso les ha pillado abajo pueden haber...

"No. No es un terremoto. Es peor. Mucho peor"

Tras leer la pizarra, Marcy y Anna siguen el dedo que la nativa señala en el horizonte. A unos cien mentros, entre olas enormes, una figura dantesca surca el océano furiosa a toda velocidad. El tamaño es tan descomunal que cuesta decir a los sentidos que aquella especie de dragón marino es real. 

Los labios de Anna pronuncian una palabra muda 

EL LEVIATÁN

Tratando de subir a la superficie, Michael y Adrien nadan aún desorientados cuando una corriente les empuja. Algo enorme se aproxima hacia ellos. En el instante en que esa cosa se zambulle logran vislumbrar las fauces más grandes que jamás vieron. Un enorme monstruo se acerca a ellos con intenciones claramente hostiles. 

Michael lo ha visto una vez, protegiendo los tesoros del Consejo. Adrien lo ha visto también. En sus peores pesadillas. 

¿Qué hicieron mal? ¿Cómo han acabado a merced de un guardián tan dantesco? El juego del maldito Cédric. Tal vez el seguir las ordenes de las pistas sí era importante, Ethan, maldita sea. Ellos decidieron hacer cruz y raya en las reglas del juego. En las del Cuco, en las de la Sombra, en las del Consejo.

Cruz y raya para tratar de marcar un orden distinto y ahora, un árbitro imposible clama por su eliminación definitiva. 

Sigo esperando tus votos!! 2 y 1 a los personajes que más te hayan gustado por las razones que sea