Partida Rol por web

¡48 horas! 

Cuarenta y ocho en tres vuelos hasta llegar cerca de la montaña de la pista, en pleno Círculo Polar Ártico. De la primavera de Buenos Aires a unas temperaturas de 6-7 grados y dando las gracias a que haya casi dieciocho horas de luz en el mes de Septiembre.

El primer vuelo saldrá el martes por la mañana hacia Frankfurt; de ahí a Oslo, y un tercer vuelo al aeropuerto de Sorkjosen llegando a las 5 de la mañana del jueves
En este momento, sin haber dormido, sin haber podido siquiera ver la ciudad la pereza es bastante grande. Sabían que no venían de turismo pero esta carrera donde acaba de aparecer otro contrincante absurdo, el joven llamado Géminis, resulta algo vertiginosa. 

Dos días de vuelos que esperan sean al menos tranquilos... A lo mejor deberían dormir hasta el primer vuelo en algún hotel. Aunque han sido localizados, sin saber cómo. No deberían arriesgarse. ¿O sí?

 - Lo mejor es estar en movimiento, hasta que esperemos el momento del vuelo. Lo mejor sería pillar un taxi y ofrecer dinero al conductor para que nos dé vueltas por la ciudad hasta el momento de parar en el aeropuerto. - Propuse.

-si nos quieren localizar lo harán igualmente, por lo visto. Creo que podemos coger un taxi pero no podemos esta horas dando vueltas y sin dormir. Yo propongo busca algún sitio tranquilo donde poder descansar, algún sitio discreto... ¿La casa del taxista? Yo me encargo...

Una vez que le han preguntado al taxista por su propia vida y sacado algo de información, sabiendo que no vive muy lejos y que está soltero, Shell le toca mientras le dice que si les alquilaría su propia casa hasta el amanecer que él vuelva de hacer su turno. "Es una extraña propuesta pero no disparatada, al fin y al cabo en este tiempo yo no lo estoy usando..."

El poder de Shell, de tan suave que es, causa escalofríos. No parece poseer a su víctima, sino convencerla, lo que lo hace aún más espectacular. Al final la persona bajo su influjo cede como si hubiera sido su propia idea, sin resistencia, sin traumas... 

Evolet y Gabriel intercambian alguna mirada "¿Habrá usado eso sobre ellos alguna vez?, ¿Cuáles de sus ideas en este viaje han sido verdaderamente suyas?" y lo que es peor "¿La devoción de su hermano hacia ella será libre o promovida por el poder sobrenatural de Shell Khodan?"

El piso es pequeño y sólo tiene un dormitorio, aunque la cama es grande. Las dos chicas dormirán en ella. Gabriel usará el sillón y Yen insiste en no importarle dormir con unas mantas en el suelo, ya que está acostumbrado a dormir sin colchón. 

Por la mañana, cuando han dormido seis horas plácidamente, el taxista regresa. Recuerda haberles dejado el piso aunque ahora no parece tan convencido de que fuera una buena idea. Se extraña que se la dejara sólo por 20 dólares. Después almuerzan en el barrio de San Telmo y ya sí emprenden camino para el aeropuerto. 

- Desde luego si alguien nos buscaba creo que le hemos despistado por completo. Pero permanezcamos en guardia en el aeropuerto- sentencia Gabriel. 

En el aeropuerto ocho ojos en constante alerta. La tensión es palpable, pero ni el motorista volador que hablaba en plural, ni la organización que le dio muerte, hacen aparición visible alguna. Respecto a si su intervención es invisible y sutil o brilla por su ausencia, desde luego no lo averiguan en estas horas de espera y embarque. 

Una vez en el avión, parece que los ánimos se relajan pero la idea de que precisamente ahora serían más vulnerables a un ataque les vuelve a poner en alerta. En guardias a la hora de dormir, en cambios de asiento, en cuchicheos...

Todo va desapareciendo a medida que la aeronave surca el Atlántico y llega a Frankfurt. Allí de nuevo el embarque a Oslo. Ese vuelo es plácido y al llegar a la capital noruega y a punto de coger el último avión, los cuatro compañeros comparten algo de confidencias en la sala de espera y una buena comida.

Tras dos días de viaje los ánimos se han calmado y es inevitable que el pequeño grupo, tras cinco días juntos todo el tiempo empiecen a intimar y a crearse afinidades. 

bueno hace tiempo que no vemos a nadie raro, ¿creeis que los hemos despistado definitivamente o solo nos vigilan desde lejos?

Sobre todo le pregunto a Gabriel que parece que sabe algo mas del tema, pero haciendo a los demas participes de la conversación

- Gabriel, ¿cómo crees que hacen para localizarnos? bueno, sobre todo a ti; el tal Geminis pareció sorprendido en Buenos Aires cuando nos vio al resto, aunque imagino que ya estamos tambien en el punto de mira

- ¿Pensáis que tienen algun tipo de radar o algo parecido, o simplemente nos siguen?

Más que nada porque si tienen algo o alguien que les dice dónde estamos, de poco nos servirá escondernos. 

- ¿Por qué no nos cuentas algo mas de esa "asociación" que nos busca, o de la gente que la compone?

 - En mis tiempos en el consejo conocí a alguien que era capaz de localizar a cualquier persona, una niña, aunque me imagino que habrá crecido. Para ello necesitaba haberla conocido o haber visto una imagen de ella, ya fuera un retrato, una foto o un vídeo. Me imagino que me localizaron gracias a ella... - Luego medité antes de añadir. - Sobre el Consejo y los oscuros, bien, la historia es larga, así que acomodaros....

Gabriel: 

El Consejo o Guardianes del Orbe y La Sombra o Ejército de las Tinieblas existen desde la primera génesis, cuando hace tres mil años, el plano de los Mythos se abrió camino a la Tierra y dotó de poderes a algunos seres, aunque también hay quien dice que aquellos primeros eran verdaderamente seres del otro mundo que se mezclaron con los humanos. Ya entonces hubo quien decidió que aquella fuerza era para ayudar a los hombres, y quien pensó que la población en el planeta debía ser dominada. Donde había luz su reverso oscuro apareció. 

Quedan en El Consejo algunos seres de entonces aún decidiendo el destino de esta guerra. 

Muchas de las leyendas que conocéis, como la Guerra de Troya, los Evangelios o Los Caballeros de la Mesa Redonda son reflejos de las hazañas de los nuestros. La aparición de estos primogénitos cada vez fue más espaciada en el tiempo. 

Hasta que en el siglo XVII y de forma también muy discontinua apareció la Segunda Génesis. En esta ocasión la llegada no fue tan evidente porque los seres rápidamente entraron en Logias, en bandos, en guerras. Uno de estos primeros seres de esta segunda generación fue el Cuco y uno de los últimos... yo. 

La Tercera Génesis se ha producido en los últimos veinte años. Justo sucedió a la peor de las batallas, aquella que diezmó al Consejo y donde todos... perdimos lo que más amábamos. Tras ella, El  Consejo tomó una drástica decisión para impedir la carnicería que se producía en enfrentamientos cada vez más crueles con La Sombra:  Inhibir el poder de las nuevas generaciones usando la magia... Dormir sus dones hasta que el mundo no fuera un lugar tan despiadado... 

Luego está el otro bando: Los Correctores. Una antigua secta que conocía nuestra existencia y convivía con nosotros amortiguando el efecto de nuestra huella en la Humanidad. Convirtiendo en leyendas los hechos, haciendo que los humanos olvidaran... Nos convenía su labor... Al Ejército de Tinieblas también, que pasaron de querer aniquilar a los hombres a dominarlos en la sombra. A veces sentenciaban a alguno de los nuestros, y nunca llegamos a confiar en ellos del todo, pero no ha sido hasta hace cincuenta años cuando han empezado a crecer en número y en poder. No sabemos qué traman porque lo único que han buscado desde ese momento es nuestra absoluta aniquilación. 

vale o sea que se supone que  hay dos bandos de gente como nosotros, unos el consejo y otros la sombra, a priori podria parecer que unos son los buenos y otros los malos, pero por que cedric huyo de todos escondiendo la aguja fuera de su alcance?

parece ser que ninguno de los dos es trigo limpio, ese tal geminis que conocimos en buenos aires se le suponia del bando de los buenos... entonces de que va esto? que quieren de nosotros

cual de los dos bandos creeis que le ha matado

(Quien le hirió luchando para arrebatarles la Aguja fue La Sombra. Pero quien le mató fueron Los Correctores. Él mísmo lo contaba en la carta-testamento, donde también explicaba más cosas)

"Es curioso, cuando escribo esto desde el hospital dónde he sido gravemente herido por conseguir aquello que ansiaba no guardo rencor alguno al Consejo. Y eso que se cobraron con creces el que abandonara su causa al dejarme solo contra La Sombra y sus putos demonios, para conseguir lo que ahora os lego. (Disculpa mi lenguaje, Ann). El Consejo está sobrepasado, anquilosado en su código, cubierto del polvo de los siglos sin saber que la amenaza definitiva a su existencia se ha forjado en la penumbra, y no en el Ejército de La Sombra por mucha paliza que me hayan dado a mi también. No. Quien me matará para tratar de recuperar lo que ahora yo he escondido no son ellos , sino Los Correctores. Se habla mucho de ellos estos días pero ni siquiera me atrevo a desvelar ahora por qué sé que son tan peligrosos.

Razón de más para que vosotros encontréis antes que nadie lo que me dispongo a esconder antes de que me encuentren y me eliminen del tablero. No existe escapatoria para un fugitivo como yo. Ni puedo acudir al Consejo ni puedo confiarles a ellos esta búsqueda. No harían sino atraer a los otros y estos a su vez a los de más allá y así hasta el infinito, por los siglos de los siglos. No es tan difícil esconder las pistas de cualquiera de ellos. Si en algo se parecen los de la Luz y los de la Sombra son en lo poco que han sabido apreciar a los humanos. Jamás se fijarán que esa anciana frente a mi féretro es mi albacea, porque no han conservado amistades con humanos. Piensan que sólo quise crear una progenie como un gato en celo sin entender mi verdadero sueño de alguna vez formar una familia real.
Tampoco se habrán percatado de las dos pistas que dejé en mi entierro. Su mente es insensible al arte. Espero que la vuestra no, porque uniéndolas llegaréis a vuestro primer destino"

-Yen, son tres bandos y no dos los que están en esta película. Parece que los correctores están siendo los más violentos y al Consejo ese se le van las cosas de las manos. Creo que la Sombra aún no la hemos visto, mejor apagar las luces- poniendo cara de hermana mayor.

Podríamos comer en alguno de los restaurantes del Aeropuerto antes de coger le último vuelo... Tenemos una buena tarjeta con fondo común y seguro que nos hacen un buen descuento...

si lo mejor.será reponer un poco las.fuerzas, quien sabe que nos.encontraremos

El último vuelo de Oslo al pequeño aeropuerto de Sorkjosen, en la costa norte de Noruega, bajo el Círculo Polar Ártico,  también transcurre plácido. 

Os encontráis en un vuelo de treinta personas, siendo la mitad turistas como vosotros, mayormente europeos, que vienen a disfrutar del Parque Natural montañoso en los últimos días del verano y la otra mitad son locales que suelen trasladarse a la capital. Por lo tanto vuestro aspecto no llama demasiado la atención. 

A las cinco y media de la mañana el vuelo aterriza, con algo de retraso por la demora en la orden de aterrizaje. Tras aterrizar en la pista, y sin necesidad de túnel de embarque o minibus de recogida os dirigís al aeropuerto. Justo está amaneciendo y apenas hay tránsito de aviones. 

Una voz en noruego primero, luego en sueco, y por último en inglés anuncia dónde recogeréis las maletas. A Buenos Aires viajasteis con la de mano pero ya en Oslo echasteis mano de la tarjeta de Cedric, forzados a comprar ropa de abrigo y de montaña y un par de maletas donde meter todo el equipo de invierno. No sólo vais a estar en un país frío, sino que se supone que tendréis que subir a una montaña en busca del tal Heimdall. 

La terminal de maletas está en la otra punta del aeropuerto, al parecer es provisional,  y camináis hasta allí mientras el personal del aeropuerto os guía a vosotros y a otros 14 pasajeros que han tenido que facturar. Al llegar a la sala, algo no marcha bien. La cinta parece apagada y la pequeña sala a la que os han enviado parece en desuso. Alguien comenta en voz alta que qué es todo esto.

En ese momento alguien cierra las puertas detrás de vosotros y oís unos disparos provenientes de una pequeña metralleta que alguien dispara de manera intimidatoria contra el aire. La gente grita y una voz en inglés dice

- ¡Todos al suelo, vamos, todos al suelo!

Mientras la gente se tira al suelo aterrorizada, contáis cuatro hombres en la sala, todos vestidos con traje de personal del aeropuerto y cuatro de ellos armados. Uno custodia la puerta grande metálica  por la que acabáis de entrar, otro dispara al aire y otro, al lado del cuarto que no está armado y parece al mando, apunta a las cabezas de los rehenes.