Partida Rol por web

Trascendencia (y más allá)

Dragones y Mazmorras

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03/02/2010, 00:24
Cristopher

 Asentí con la cabeza, aunque no se que quería decir con eso de tener hambre, supuestamente ahora no podíamos alimentarme, aunque quizás se refiera a eso de la sangre, lo de extraer la sangre de los mortales, de los vivos. No sabia aun si estaba preparado para controlar a mi bestia interior, no quería que pasara lo de la otra noche, no bajo ningun concepto, no quería ser una bestia de esas que dice Eckehart, que no son ni comprenden lo que es ser humano.

 -"Esta bien maestro."- Hice una pequeña pausa, pues realmente llovia a cantaros, pero... aun no había ido a mi habitación en el piso de estudiantes a por nada de mis senseres personales, lo unico que tenía era esta ropa, con la que acudí a la catedral de Ancona, y de aquel lugar, vine a este otro sitio. -"Aun no tengo prendas mas las que porto, era lo unico que llevaba cuando usted me trajo aquí."- Agaché la cabeza, no apenado, sinó recordando lo que había dejado atras, o quizás no, aun era muy joven, no por mis 23 años de vida, sino por mis dos dias como vampiro.

  -"Permitame pedirle un abrigo, si fuera posible, relamente no parece un buen dia para salir con lo que llevo puesto."- Esperaba que no le importara a Eckehart, era lo unico que me faltaba para salir ahi fuera, y demostrarle pero sobre todo demostrarme, si realmente podía doblegar a mi bestia sedienta de sangre.

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22/02/2010, 01:57
Eckehart

  Eckehart tenía poder, y aunque el poder no tiene que ver con hacer aparecer un abrigo de la nada, aún pudiendo realizar tal acto, mundano, para él, no lo hizo y caminó a lo largo de la sala tras asentir con cortesía a su chiquillo, Faltaría más...pues las palabras del mismo concedían más información al sire de este, tanta que posiblemente...en aquel momento, de aquella capilla, o puede que de toda la ciudad, fuese la persona, aunque fuese no-viva, que mejor lo conocía.

  - Quiero...hablarte de tu próximo cometido mientras paseamos. Pero...antes...

 Abrio la puerta para ceder el paso a Cristopher y si éste no ofrecía resistencia caminarían hasta la entrada, allí no esperaba el doctor, ni estaban sus papeles de trabajo, nisiquiera su lectura nocturna, completamente vacia, sin embargo, en el perchero si que había abrigos. Eckehart tomó con sutil paciencia uno entre sus manos, éste se dobló sumiso ante su brazo que fue extendido ofreciendo la prenda a su pupilo.

  - No tienes dinero, ni ropa, ni tampoco medios materiales para obtener ninguna de las dos cosas. Por eso te he organizado un par de citaciones que podrán ayudarte con ello si eres lo suficientemente diestro.

  Enseñarle como funcionaba el mundo nocturno dejandole a solas era una forma de hacerlo fuerte, resistente, de hacerlo superior a cualquier otro vástago, la guía minuciosa de un mentor, y sin embargo...la soledad para fortalecerse a solas y sin ninguna ayuda. Sólo podrás aprender de tus éxitos...posiblemente no de tus fracasos...

 De nuevo y sin esperar a que se pusiera el abrigo aunque si concediendole unos segundos para hacerlo abrió la puerta al exterior, ya no llovía, aunque el asfalto, negro brillaba reflejando la luz de las farolas más cercanas. El olor a ozono pudo hacerse más intenso que nunca, el aire estaba limpio, más limpio de lo habitual o simplemente su olfato se había vuelto más exigente y lograba comparar detalles tan sutiles.

  Eckehart, además obtuvo del paragüero junto al perchero un báculo corto, con el extremo de plata en una figura redonda con llamas en relieve. Era de madera, brillante y bien pulido, era obvio que no lo utilizaba para apoyarse pero parecía acostumbrado a portarlo.

  - Lo primero es tu familia.

 Repitió cuando habían dejado ya el hogar, la capilla, que no era sino una casa antigua desde fuera, bien cuidada, con dos gárgolas en lo alto que parecían conducir el agua del tejado entre sus piernas, eran seres monstruosos, demonios que habrían aterrorizado a las gentes más incultas...y fascinado a cualquier amante de lo fantástico o el terror.

 - Como miembro de la misma tienes que evitar que nadie pueda hacerle daño a la misma. Es importante que creas en estos valores por encima de otros o la sociedad que hay aquí fuera te consumirá.

  ¿Estás...hambriento?

 desde el mismo momento en el que salieron por la puerta ninguna palabra de Eckehart podría delatar de que hablaban realmente y podrían pasar por un joven y su padre o su tio, hablando de temas tan serios como la familia, preocupandose por el bienestar de sus vástagos...aunque aquí la clase de vástagos era otra bien diferente.

  Bajarían a lo largo de la calle, con dirección al puerto aunque sin la pretensión de llegar tan lejos. Nisiquiera había tráfico, ni coches aparcados en las aceras de aquel barrio tan tranquilo, de calles peatonales de piedra, como de vías romanas, edificios altos y antiguos y pasos estrechos donde resonaban sus pasos e incluso su voz.

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21/02/2011, 00:00
Cristopher

Sigo a Eckehart unos pasos tras el, aun no estaba preparado para ir al mismo nivel que mi maestro, y viendo su porte, sabiduria, no creo que fuera capaz de estar nunca, pero en ningun momento iba a dejar de intentar al menos ser como minimo la mitad de la figura que es. Solo espero ordenes y palabras que hagan que vuelva a vivir, o a no pensar en mi familia humana, mas bien, en mi familia viva, aunque...

 Nicoletta, mi padre y mi madre, incluso mi tio, debia protegerles, aunque desde las distancias, no queria que viera en lo que me habia convertido, no queria hacerles daño, pero que tampoco nadie se lo hiciera. Tenia que pensar el como protegerlos, y como darles la noticia de que no volverian a verme, quizas nunca mas, solo Eckehart podria dictar tal cosa. En este caso, cuando mi sire menciono a la familia recorde a mis mas allegados, aunque el se estaba refiriendo a mi nueva familia, los Tremere, yo era uno mas de ellos, y al igual que ellos me han protegido esta noche, yo debo hacer lo mismo hasta que mi ultimo aliento me deje.

- Se que es importante comprender a mi nueva familia, y cuidarla, del mismo modos que me habeis cuidado en este primer dia con vosotros.- Ahora mismo no era mas que un recien llegado, sabia que tampoco podria hacer mucho pero conociendoles un poco mas, podria ayudarles en todo lo que pudiera. -Solo quiero lo mejor para vos y para los nuestros, ahora son mi familia, y como tal, debo ayudar en lo que pueda.-

 

 Claro que tenia una estraña sensacion, como si me encontrara vacío, falto de algo, quizas fuera sangre, el lo sabía, de no ser así no me habria preguntado. Era mi segundo dia como vastago, seguramente fuera rutinario el tener que alimentarse, pero en ningun momento queria que volviera a suceder lo que ocurrio en el momento de mi transformacion, no queria dañar a otra persona como hice con Veronica, jamas me lo perdonaria, si queria este don o maldicion, era por el echo de obtener sabiduria, conocimiento, y ver algo que muy pocos o casi ninguna persona ha podido ver o contar.

- No se si es adecuado, no quiero que esa fiera me controle nuevamente. Creo que seria oportuno que me enseñeis como debiera hacerlo, para tener la mayor prudencia posible, supongo que esto es algo que debe guardarse en lo mas oscuro de la noche, y que no debiera ser visto por los demas.-

 No queria que aquellas palabras sonaran extrañas en la calle, por si algun viandante las oia, queria que todo pareciera normal, como si de una familia se tratase, ahora mas que nunca debia guardar las apariencias, y mas delante de mi maestro, era lo que era en ese momento gracias a el, y le debia un respeto y atencion, quizas el lo veia como una condena, puede yo que yo tambien pensara eso, pero solo el tiempo me dara la respuesta para saber si aquella respuesta a Eckehart fue o no la correcta. Como me acababa de decir, era momento de alimentarme y el lo sabia mejor que yo.

 

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21/02/2011, 00:45
Eckehart

 

  Los pasos de Eckehart se detuvieron no antes de que se desprendiese lenta y con naturalidad de su abrigo doblandolo sobre su brazo con la sutileza de un sastre. En sus movimientos y en su mirada había renovada juventud y sin embargo parecía un ser sobre cuyos hombros pesaban siglos de experiencia y vivencias al borde de la muerte, quizás jugando directamente con ella, con la frontera entre lo que está muerto y lo que no lo está.

 No hubo más advertencias, sólo una última antes de encontrarse con ella.

 

 Sus ojos azules se clavaron, brillando en la tenue oscuridad de la ciudad, sobre Cristopher, y su rostro no reflejó emoción alguna salvo su más que demostrada seguridad.

 - Tendrás tu oportunidad de hacerlo. - No susurraba por cautela sólo para impedir que ella les oyera. No había temor en sus actos, sólo le brindaba un inicio más sencillo a pesar de todo.

 - No accedas a nada de lo que te ofrezca para saciar tu hambre.

 El control de la bestia comienza no aprendiendo a alimentarse, sino aprendiendo a soportar no hacerlo.

 Completa el encargo que te encomiende y vuelve a la capilla después.

 Expuso esperando a que diese el primer paso, observandolo desde su estatica posición como si una montaña contemplase a un simple humano caminando cerca, con su magna presencia y su superioridad, que no soberbia, siempre patente en la presión del entorno como una asfixiante necesidad de su presencia.

 - Asegurate de que nadie te siga.

 Sabré si te has alimentado.

 Sería poco beneficioso para tu futuro tratar de mentirme en cualquier asunto.

 Le explicó sin necesidad, sería incapaz de hacerlo aunque quisiera...almenos, por ahora. Tenía un último momento para preguntar lo que necesitase, ahora...estaba solo. Completamente solo.

 

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21/02/2011, 16:01
Cristopher

 Las palabras de mi sire parecian severas, pero en cambio eran magnanimas, tranquilizadoras, palabras que te alentaban a pensar que todo estaba echo, pero estaba claro, no era mas que un simple abeja recien llegada en esta inmensa colmena que es la noche. Asiento con la cabeza a las palabras de Eckehart con suma atencion, y mientras veo la luna, su resplandor era casi cegador, parecia mas bella que nunca, como si acabara en ese momento de descubrir a la diosa Selene. Al bajar la vista a su posicion natural, vi una silueta, parecia una mujer. "A si que ella es la que me iba a ofrecer la mision"

 

-¿Es necesario realizar esto amenudo?- Las palabras de Eckehart no daban lugar a duda, solo yo era o debia ser el dictador que controlara mi consciencia, y no mi sed, mi ansia de sangre, yo debia dictaminar el cuando y sobre todo el donde y el como. Esperaba que aunque el no me dijera nada, mis impulsos mas humanos me dijeran que hacer en esa situacion, como afrontar aquel echo. -Respecto al echo de alimentarme, lo prolongare lo mas que pueda, siempre y cuando no vuelva a ocurrir el dia de ayer.- Baje la mirada, dando a entender la verguenza que sentia ante aquella accion tan poco racional, pero aquel ser no era yo, o al menos queria engañarme pensando que no lo era.
 
 No queria entrenener por mas tiempo a Eckeheart, y tampoco queria hacer esperar mas tiempo a aquella mujer, era momento de ver como era el mundo de los vampiros cuando alguien no te lleva de la mano, aunque esas tres frases finales de Eckeheart mas que atemorizarme me ayudaron, ya que era como si el fuera a estar todo el rato viendo mis actos.
 
- Por hoy nada mas, espero ser capaz de lograr completar esta mision siguiendo las pautas que me has dado, no dejando que me sigan, y controlando mi cuerpo al completo.-
 
Deje unos segundos para que Eckehart si veia oportuno me dijera alguna palabra, si no fuese así, pondría rumbo a aquella mujer con un paso firme y seguro.
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24/02/2011, 18:29
Eckehart

 Eckehart no le contestó con ninguna clase de lenguaje corporal únicamente se limitaría a hablarle mientras colocaba la diestra sobre el abrigo. Su anillo relució con intensidad ante el reflejo de la luz nocturna, descansando reposada.

 - Tendrás que alimentarte a menudo. Y jamás abandonarás esta lucha. No mejorará...y es posible que sea más dificil resistirse a ella a medida que pase el tiempo.

 Es por ello que debes acostumbrarte a no dejar que tome el control de ti. Darle a la bestia únicamente lo que desees darle y nada más.

 Miró los ojos de su nuevo pupilo con autoridad y después la espalda de aquella mujer enarcando muy levemente las cejas casi de forma inapreciable.

 - Ve. No la hagas esperar.

 Era la orden de lo más parecido a un padre...y sin embargo aquella paternalidad era muy diferente a la experimentada por el Cristopher mortal. El amor que profesaría por sendos padres, cada uno en su sentido, sería equiparable.

 Eckehart esperaría allí de pie, espectante a que su chiquillo se reuniese con ella, mas ahora no debía prestarle atención a su sire, sino a su nueva guía.

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24/02/2011, 18:37
Luciella

 

 La mujer no se dignó a darse la vuelta aunque no había dudas de que había llegado a sus oidos parte de la conversación mantenida entre Eckehart y su chiquillo. Además, los pasos de este último resultaron más que evidentes si se aproximaba, incluso si no lo hacía demasiado.

 Sólo desde una nueva perspectiva podría verse como Luciella fugamaba un cigarrillo que sostenía con el dedo índice y corazón de su mano derecha. Sus uñas estaban pintadas de rojo, con tanta dedicación, que parecía haber salido hacía apenas unos minutos de un buen salón de belleza. Lo mismo ocurría con su cabello y su traje negro acababa de salir de la tintorería. sin una imperfección salvo por un pequeño hilo deshilachado en uno de los laterales de su cadera, insignificante.

 Llevaba una chaqueta de cuello alto, corta, que dificilmente protegería del frío que inspiraba el fuerte soplo del viento. Era inmortal a pesar de que sus mejillas estaban ligeramente sonrosadas, quizás al obligar a su sangre a hacer funcionar su aparato respiratorio dandose el gusto de fumar una nueva noche.

 No se giraría.

 Simplemente extendería un papel con la siniestra. Se trataba de un pequeño sobre cerrado.

 Dio un larga calada al cigarrillo en silencio. El humo ascendía caótico y sólo se escuchaba a la brisa aullar de vez en cuando y el sonido de sus labios contra el filtro de aquella droga mortal.

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27/02/2011, 20:23
Cristopher

 Yo no queria hacer daño a la gente, mañana debia preguntarle como hacerlo de la forma menos dañina para los humanos, no podria soportar matar a alguien para mi beneficio, no debia ceder ni un milimetro a la bestia, ser cauto, prudente, no dejar que tomara el control, y saber los tiempos de cuando debia y cuando no era mi responsabilidad para lograr tener un control absoluto sobre mi.  

No sentia frio alguno, y eso que aquella noche parecia bastante fria, siempre me gustaron las noches en las que hacia frio, eran el mejor momento para pasear y sentirte vivo, pero.... todo aquello ya habia acabado, ahora todo habia cambiado, estaba alejandome de mi maestro, para aceptar una mision de una estraña que si parecia ser humana, sus megillas sonrojadas parecian estar asi a consecuencia del frio. No deje que aquella mujer esperara mucho mas por mi. Me puse a su altura, y fue cuando pude ver como en su mano tenia una carta.

-Buenas, mi nombre es Cristopher.-

Extendi mi diestra esperando que ella me diera aquel sobre.

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05/03/2011, 21:32
Director

 Dentro del sobre encontró una cuidada tarjeta además de un fino pendrive que pasaba casi desapercibido. La letra parecía escrita por ordenador, no obstante, la tinta brillaba como si hubiese sido escrita hacía muy poco, y ligeras imperfecciones o singularidades en ella podían hacerle pensar que en realidad había sido escrita por la misma persona que se lo entregaba.

 Luciella llevaba guantes casi como si pretendiese evitar cualquier impregnación en aquel mensaje.

 El lugar que especificaban en la nota era un hotel turístico bastante moderno en uno de las calles principales de Ancona que tenía una espectaculares vistas al mar.

En realidad no estaba muy lejos de allí, lo que no quedaría tan claro era cual era su verdadera misión en ese lugar.

 Luciella se giró y tiró la colilla al suelo, pisandola con elegancia justo después. Nisiquiera miró a Cristopher y no parecía estar dispuesta a decir una palabra o a responder a sus preguntas. Un coche la esperaba no muy lejos, con cristales tintados y aspecto, prácticamente, de limoussine.

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10/03/2011, 18:03
Cristopher

  Asiento con la cabeza mientras aquella dama me da aquel sobre. Con sumo cuidado abri aquel sobre, extraiendo la nota y el pendrive que se escondian en su interior. Lei palabra a palabra intentando sacar toda su "esencia" y poder comprender lo que se me mandaba hacer, pero... realmente lo unico que sabia de aquella nota era la callae y al edificio al que me mandaba, por lo demas, era desconocedor de que tenia que hacer y que debia hacer.

  El primero paso era ponerse en camino al lugar que me indicaba aquella nota. Arremangando la camisa gris lisa con lineas que la recorrian de abajo a arriba, mostre un reloj, mire la hora. Aun me quedaba algo de tiempo para ir hasta el lugar para poder encontrar solucion a las palabras de la carta.

- Espero volver lo antes posible con lo que me habeis mandado buscar. Buenas noches tenga.- La decia mientras dirigia mi diestra al bosillo interior de mi chaleco para guardar la carta que me habia dado junto al pen drive.

  Una vez me habia despedido de aquella hermosa mujer, puse rumbo al hotel, no habia porque perder mas tiempo. 

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15/03/2011, 01:52
Director

 Se trataba de un hotel de lujo, asequible para pocos bolsillos. Sería complicado adentrarse sin más. Mientras descendía hacia el puerto pudo ver la luz de la piscina trasera y durante un instante el cloro sustituyó a aquel olor constante a sal al que ya estaba más que acostumbrado. No era una época buena para el turismo, la oscuridad de las calles y la peligrosidad de las mismas no eran buenas compañeras de algo así.

 Critopher había renunciado a toda prudencia a la hora de ir andando o simplemente había sido más inteligente y había evitado tener testigos aquella noche además de evitar el lugar donde cualquier gamberro podía buscar una víctima más que asegurada.

 Puede que por ello no vio interrumpida su marcha y llegase a su destino sano y salvo.

 En la puerta del hotel encontró una portentosa entrada, con una cortina de tela que hacia las veces de techo y pasillo y una alfombra roja. En la puerta de pomos dorados, cerrada, espera un hombre vestido de negro, musculoso y con cara de pocos amigos. No bastaría con ignorarle, impedía el paso y si Cristopher se acercaba lo suficiente le negaría la posibilidad de entrar alzando la siniestra y llevandose la diestra a la cintura donde toscamente escondía la negra funda de una pistola.

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29/03/2011, 20:52
Cristopher

  Aunque habia tenido tiempo para pensar en que hacer, no habia logrado tener una idea de que iba a hacer en aquel lugar, o de como iba a entrar, solamente me deje llevar hasta alli. No era tipico de mi el ir sin tener alguna idea de que hacer, pero aun no podia pensar con claridad, supongo que seria cuestion de tiempo el adaptarme a esta vida, y pensar como lo harian ellos.

  Muchos dias habia paseado por delante de este hotel junto a Nicoletta, hablando de nuestras cosas, ahora no estaba junto a ella, y mucho menos era un paseo de relax, mas bien era lo contrario, las cosas iban a ponerse tensas, no me gustaba la idea de invadir un lugar en el que no me habian invitado, la primera opcion era entablar conversacion con aquel guardia de la entrara, preguntandole amablemente si podia entrar en el recinto, era de suponer que si un edificio disponia de un guarda de seguridad, era porque alguien de dentro no queria que un cualquiera entrara, pero yo debia entrar si no era por la entrada principal seria por alguna puerta trasera.

  No me gustaba la idea de molestar a la gente, menos cuando esa gente se trataba de alguien de su tallaje, pero debia intentarlo.

  -Perdon, ¿de quien es este hotel tan bonito?, me encanta la arquitectura del siglo XIX en adelante, y la verdad es que este edificio me ha llamado la atencion porque parece como si estuviera lleno de alegria, como si emanara tranquilidad y como todo buen edificio, protección.- Seguramente el no se hubiera percatao de lo que le habia dicho, al fin y al cabo era puro musculo y sin mas me mandaria largarme, pero en ningun momento di sensacion de querer entrar, al menos no mostre tal sentimiento, sino mas bien queria intentar entablar una conversacion con el y poder ganarle mediante la platica para que me lo dejara ver por dentro.

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09/04/2011, 00:32
Director

 - La protección es fruto de la seguridad...y la seguridad, chico, siempre es aparente.

 Siguió impidiendole el paso pero con sus comentarios había llamado su atención. Los cristales de sus gafas eran claros, aunque parecían de sol, podían distinguirse sus ojos. En la iluminación de la entrada, la noche no le suponía un problema para ver lo que tenía que ver.

 Tenía un rostro duro con un semblante de furia contenida...parecía un hombre violento a la par de frio. Posiblemente pudiese pegarle un tiro a un chaval como aquel sin temor por irse a dormir con remordimientos.

 - No me pagan para hacer de guía turistico....chico.

 Asique vete a otra parte o tendré que echarte de un puntapié. - no había contemplado la posibilidad de que aquel chaval tuviese asuntos en el interior, o se alojase allí...

 Algo resaltaba en su pecho, era un simbolo de oro, o de un material que lo aparentaba muy bien...algo caro para un portero de hotel, aunque no era un hotel cualquiera. Estaba bastante vacio y tranquilo, y la zona era buena. El emblema era particularmente extraño, tenía forma de panal de abeja y mostraba en relieve un insecto extraño que no acababa de parecerse a una abeja aunque compartía similitudes con su estructura. Si se fijaba en ello, Cristopher podría ver a aquel insecto por encima de una ciudad, a sus pies. Llevaba grabada, minuciosamente, en un extremo, la letra...K.

 Los sentidos de Cristopher se habían vuelto mucho más agudos, y allí tenía la muestra...reparando en cosas en las que antes no habría podido reparar...no almenos sin acercarse disimuladamente.