Partida Rol por web

Trascendencia (y más allá)

La única manada Organizada - La punta de lanza del Sabbat

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06/11/2011, 15:36
Director

 - Lo que quiero decir, es que deberías ir un poco más despacio.

 No cuesta nada cagarla y ver arder una ciudad. He visto algunas ardiendo. Es bonito. Pero es contraproducente. - Explicaba Yago tumbado sobre el sofá de la zona VIP del Asylum, completamente aislada del resto del local. La música estaba muy alta, asique el tono de voz era elevado. Hacía falta insonorizar las jodidas paredes. Yago era todo un experimentador, había mezclado una botella de vino con vitae fría, y la botella rodaba por el suelo completamente vacía. Parece que el colocón de la mezcla le duraba, porque no se mantenía firme ni siquiera recostado sobre Adriana.

 Allí sentada, con su copa de vitae, Adriana parecía otra clase de cainita. Sin duda sólo era una imitación de lo que le había visto hacer a Giordano y a Isabel, sobretodo a esta última. En cualquier momento lo mandaría todo a tomar por culo.

 - No me refiero a eso. - Respondió con clase y sofisticación Giordano.

 

 - Sólo digo que tenemos demasiados frentes cerrados. Podríamos infiltrarte.

 A lo que Yago replicó - Si claro, para que me apaleen. Y..hablando de palas...

 Adriana soltó una risita comedida, y Giorgo mantuvo la calma por poco mientras jugueteaba con alguna clase de posapapeles. - Déjalo Yago.

 Le advirtió más como un hermano mayor que le apreciaba que como un cainita insultado.

 - No. El que debería dejar de lado su ego eres tu. - le espetó el malkavian aún recostado - ¿Quieres hacer el favor de quitar ese diploma de la pared? ¿A alguien en este jodido antro, es más, en esta jodida ciudad le importa tu titulación en empresariales?

 Giordano guardó silencio sin una sola mueca.

 Adriana se adentró en la conversación con una risilla de fondo. No bebía del vaso, era posible que sólo le gustase la sangre caliente...aquello, era como bebida adulterada.

 - A mi me gustan los incendios.

 Por aquel entonces Yago ya sabía que Isabel estaba en el local, miró hacia el techo, con sus ojos inocentes y sonrió de medio lado.

 - Pequeña - muy pocos podían decir eso sin temor a perder un huevo o los dos - Algún día comprenderás que quien juega con fuego se acaba quemando.

 Hay rituales para eso. - le explicó con cierta ternura - así aprender a no temer al fuego y poder verlos desde más de cerca.

 su conclusión era la de un sabbat convencido. Estaba loco, o era más valiente, al menos de palabra, que el resto de la habitación.

 Giordano arremetió de nuevo.

 - Podrías ir al elíseo.

 Yo me encargaría de tener a los ventrue preocupados con sus "negocios", tienen el departamento de recursos humanos de la mayoría de sus empresas muy descuidados.

 Y Adriana podría echarme una mano con los firewalls de sus ordenadores.

 Yago aprovechó la situación. Sabía que Giordano no era el lider, aunque quisiera serlo.

 - Isabel es la que tiene que organizar eso. - espetó consciente de que la lasombra le estaría escuchando justo en ese momento. - Hasta que ella apareció tu estabas tirandole piedras a los coches que pasaban cerca. - ridiculizó, Giordano nunca había hecho tal cosa, que se supiera...

 Luego miró a Adriana con cierto aprecio. - y tu...lanzado coches a la gente. - Bromeó y estalló en una carcajada descontrolada, propia de un demente.

 Adriana se apartó. Giordano creyó que lo hacía por temor a que Yago se volviese completamente frenético y la atacase, sus músculos se tensaron sobre la silla, en la que había estado recostado. Pero pronto comprobó que Adriana estaba tensa, mirando al frente, hacia la puerta.

 Bajó la cabeza, en señal de profundo respeto, aún con la copa repleta de vitae (posiblemente mezclada con vino gracias a la "genialidad" de Yago) casi estaba temblando. Nunca había pertenecido a una manada de verdad. Había estado con aquellos dos...pero...ser un instrumento del Sabbat, era...tan...¡ideal! Los nervios la inmovilizaban. no podía ni mirarla a los ojos.

 Giordano hubiera suspirado si sus pulmones no estuvieran jodidamente muertos, ahora cobraba sentido cada palabra de Yago. No era un traidor, pero si un gran oportunista.

 Yago, por su parte, recibió un golpe en la cabeza que le hizo dejar de reir. Adriana se había levantado muy bruscamente. Él se dio la vuelta en el sofá, pero no se levantó.

 

 - ¿Qué hay jefa? - Saludó el extrovertido malkavian.

 Era...un cainita peculiar.

 Reinaba la desorganización, salvo en la mesa que se había agenciado Giordano como "despacho". El aburrimiento hacia mella en la manada, pero tampoco tenía mucho que hacer. Todo lo divertido estaba prohibido, y aún no sabían que algunas manadas salían a cazar hombres lobo. Sino...Adriana sería incontenible.

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07/11/2011, 01:02
Isabel

-A simple vista mucho trabajo... y no menos cachondeo. – Contestó desde el umbral, visiblemente inalterable, obligándose por su propia seguridad a mantener su atención centrada en la Camarilla, en sus disputas y debilidades, pues todas ellas representaban una oportunidad para ellos.

-Me reconforta ver que vuestros avances os permiten disfrutar de cierta relajación. Siento una gran expectación a que los compartáis conmigo... - Era un desafío, una llamada de atención, un maquillado reproche hacia todo  aquel holgazán comportamiento. ¿Acaso podían permitirse aquel lujo? No solía ser severa, aunque la imagen que les ofrecía pudiera resultar en todo lo contrario, no podía permitir que se confiaran. Nunca le gustaron los niños y por suerte nunca se vio en la tesitura de criar a nadie, pero suponía que aquello no era muy diferente.

Abandonaba su apoyo en la puerta para entrar completamente en la estancia, teniendo que esquivar algún que otro desagradable obstáculo, siempre con paso firme y tranquilo.

-Podría corregir, desde aquí, al menos media docena de no tan sutiles violaciones de las reglas de etiqueta y protocolo... – Pero no lo hizo. Tampoco le importaba algo tan insignificante, era más bien un consejo, algo a tener en cuenta si pretendían ser algo más en un futuro. Ella nunca se veía como una parte de él. A demás atribuía prácticamente la totalidad de las mismas a la mente enferma de aquella trinidad.

-Pero simplemente me conformaría con algo más de pulcritud... – Tomaría asiento si es que había algún lugar apropiado para ello. No evitaría hacerlo en el mismo sillón sobre el cual reposaba el Malkavian, puede que incluso buscara ese acercamiento, para observar las reacciones e intentar enderezar cualquier posible intento de rebeldía desmedida.

-Tampoco creo que solamente las damas puedan ser educadas... – Añadió, cuando pasó a su lado, agradeciéndole a Adriana su esfuerzo y entrega, permitiéndole regresar a una postura más cómoda y natural. Podía incluso hacerle pensar que era un auténtico angelito... Era cuanto menos prometedora.

-Traigo algo en mente, pero antes me gustaría escucharos. – De aquella forma les aportaría motivación, eran métodos infantiles para unos eternos adolescentes, simples y efectivos por igual.

También era una forma de entrar en materia con la debida seriedad.

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07/11/2011, 01:07
Yago

- Supongo que se me ha ido un poco la mano. Pero no está tan desordenado.

Dijo sobre los comentarios a cerca de la pulcritud. Estaba bastante limpio salvo por unos periódicos tirados, libros abiertos y amontonados, papeles fuera de la papelera....- Vale, deacuerdo, está hecho una cuadra.

 Alzó las manos reconociendo su fracaso como ama de casa, y terminó por sentarse en el sofá. Estaba relativamente limpio, al menos todos cuidaban su higiene personal.

 - Luego lo recogeré. - asintió aún con las manos arriba como si fuera un jodido atraco. Era evidente que estaba cubriendo a Adriana, había revistas de señoritas muy bien vestidas dibujadas, dibujadas como dibujaría un jodido médico de la corporación dermoestética. Con sus rayitas y sus puntos. ¡algunas tenían dibujadas hasta alas! Pero Yago se quedaba con la que tenía polla. Aquello era una jodida obra de arte.

 Se tiró sobre la revista casi tropezando para cerrarla, prefería que la jefa no se fijase en esas cosas. Cerró el libro y un par de revistas y las amontó a un lado para dejar el espacio algo más libre. Luego se sentó de nuevo junto a la jefa, pero inclinado hacia el otro extremo con el fin de poder mirarla cuando ésta hablaba o de mirarla mientras hablaba.

 - Le han reventado el negocio a Giordano. - espetó, y pasó así el testigo a su camarada lasombra.

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07/11/2011, 01:14
Giordano

Cada palabra de Isabel era como el filo inoxidable de una navaja adentrandose en la carne, que aunque muerta, siente su caricia, entre el frío y el dolor, una sensación muy por debajo de la humana...la que inspira la invulnerabilidad pero también recuerda que hay cosas que aún pueden dañar a los hijos de Caín. Giordano casi se lleva la mano al pecho.

 ¿Cómo cojones podía Yago estar tan tranquilo?

 Giordano simuló serenidad en su improvisado despacho, se creía el jefe de allí, pero ante ella se veía como una jodida cucaracha que miraba hacia arriba y veía un estilizado zapato negro de mujer, o más bien su suela.

 - No me lo han reventado propiamente dicho.

Sacaré beneficios de todos modos. - Excusó, como un niño pero con la voz de un adulto muy seguro de sí mismo, de tener la estaca por la parte correcta.

 - Han reventado un automóvil de seguridad. Llevaba parte de unos ingresos que había derivado para comprar acciones de una empresa pequeña controlada por los anarquistas.

 Es decir, que no podré comprar las acciones, pero el banco se hace cargo y me deberá un favor. Bueno, y una suma importante de dinero.

 Explicó, un poco obligado, eran asuntos propios, aunque no le importaba compartir el dinero o las influencias con la secta. Deseaba medrar de forma individual, era...su sector.

 - He sabido que los anarquistas están intranquilos con el asunto de la exigencia total del cumplimiento de las tradiciones.

 Por lo visto se ha acusado a un par de ellos de haber roto la mascarada. Parásitos...

 Han estado a punto de cargarselos, pero no ha llegado a manos del príncipe y no les ha pasado nada.

 Giordano estaba elucubrando la posibilidad de utilizar aquella información para su propio beneficio, es decir, para el beneficio de la secta.

 Cuando terminó de hablar lanzó la esfera que tenía entre las manos hacia Adriana.

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07/11/2011, 01:23
Adriana

Adriana atrapó al vuelo la esfera, el contenido de su copa nisiquiera cambió su nivel, demostraba unos reflejos y una destreza propiamente inhumanas. Sus ojos azules contemplaron la bolita con curiosidad, sonrió felina y buscó asiento en un butacón de diseño que había en frente del "despacho" de Giordano y al lado del sofá.

 Hubiese ofrecido su copa a Isabel, pero prefería que no experimentase aquel sabor...

 Aún no se atrevía a mirar más allá de las rodillas de "la jefa" como la llaaba Yago y buscaba en su rostro el apoyo para hablar.

 - He estado siguiendo por internet algunos foros de debate.

 Uno de los magnates de la moda en toda Europa ha tenido una gran noticia hoy. Por lo visto la empresa para la que trabajaba su hija ha quebrado.

 Se odiaban, y son beneficios para él.

 Lo curioso es... - rió entre dientes sonriendo de forma maquiavélica - que rastreando los datos he relacionado a la competencia de su empresa con una a nombre de un cainita de la ciudad. Un tal Gerard. Es un tipo importante.

 Pero no tiene buen gusto. - Replicó sacando ligeramente el labio inferior hacia afuera.

 Hizo volar la esfera hasta Yago. Giordano se llevaba la diestra a la frente, no había querido empezar algo tan patético como eso.

 ¿Qué coño era eso? ¿Una manada o un grupo de ayuda contra el alcoholismo?

 A Adriana parecía motivarle la idea. Estaban terriblemente animados, sobretodo ella, como si tuviesen todos los frentes cubiertos. Isabel había sido dura, pero se equivocaba, habían hecho los deberes. O eso pensaba la joven tzimisce...

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07/11/2011, 01:37
Yago

Yago cogió al vuelo el pisapapeles y lo observó en alto como si hubiese atrapado un planeta. Su mirada perdida dictaminaba que lo estaba examinando, quizás comprobaba que no ocultasen información, o averiguaba de donde demonios lo había sacado Giordano. No era una mirada normal...y hacían bien en llamarle loco, cuando miraba así lo parecía.

 Luego desplazó su momento de meditación a otro periodo de tiempo y prosiguió como si nada, mirando a Isabel.

 - A mi me quieren alistar para ser una arpía del Elíseo. - sabía de sobra que Adriana y Giordano no tendría ni puta idea de que cojones era una arpía, aunque el tema lo habían sacado ellos.

 - Pero a mi sólo me motiva el puesto de Guardían. - Bromeó bravucón.

 - He estado hablando con unos de los nuestros. Son pocos y están muy desorganizados. - Como había dado con ellos era algo misterioso, más aún cuando lo había hecho, todos habían pasado tiempo juntos aquellas noches. - Han estado armandola en el puerto.

 Su lider es un poco bocazas. A ese si que le dieron un palazo bien gordo. - Giordano se levantó y apretó la mandibula tanto que de haber tenido saliba dentro de la boca hubiese escupido sin quererlo. Parecía seriamente enfadado, perdió el control, pero lo recuperó inmediatamente.

 Adriana estaba a punto de caerse al suelo por la impresión y se tapaba los labios con ambas manos para no ofender a Isabel con sus carcajadas.

 - Y tiene toooda la pinta de ser uno de esos que nos da mala prensa, más preocupado por ver arder el mundo que otra cosa. - Yago le guiñó el ojo a Adriana, ambos habían hablado de algo parecido hacía unos momentos.

 - Pero lo cierto es que se han hecho con cierta información que...

 Se hizo de rogar.

 - Está bien, está bien. Dejadme disfrutar de mi momento de gloria. - Decía con un pie sobre el sofá y la diestra sobre su rodilla sujetando y jugueteando con el pisapapeles.

 - Va a haber una entrega de armas para los nigromantes dentro de tres noches. En el puerto.

 Planean darles un susto de muerte aprovechando que se va a encargar una neonata del clan. Habrá fuerte resistencia "policial" - describía, como si fuera un telediario - y numerosos ghouls soldado de ...la Fagmiiilia...

 ¡Bolsas de zumo para todos!

 No me gustaría estar en la piel de la novata.

 Dijo demostrando cierta empatía por ella. Adriana ladeó la cabeza sin comprenderlo, y Giordano ya meditaba posibles cursos de acción.

 Terminado el discurso Yago extendió el brazo hacia "la jefa" tendiendole la esfera.

 Él también la ponía a prueba. ¿La cogería o no la cogería?

 

 

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07/11/2011, 17:18
Isabel

-Si no se manchara, no sería necesario limpiar... – Evidentemente no lo decía solamente en su sentido literal, quería que mis palabras fueran memorizadas y aplicadas en cualquiera de sus procedimientos. No era difícil relacionarlo con éxito.

-El dinero en esta guerra, como en todas las demás, será un factor decisivo. Tendremos que asegurarnos de que no vuelva a suceder algo así... – Sin duda alguna, sabotear los recursos de sus enemigos sería una estrategia inteligente. No obstante no la había considerado, se conformaba con que los suyos se mantuvieran seguros.

-Que te roben es una gran putada... – Repicó al Lasombra, intentando que su amor propio actuara en bien de su futuro. - Es como si hubieran logrado que tu putita más sumisa y fiel te de por el culo mientras ellos toquetean sus pantalones delante de ambos. – Intentaba ser un poco melodramática y caí en la cuenta de que tal vez Adriana se podría haber emocionado en demasía con aquella visión aunque posiblemente fuera solo Yago quien lo comentase...

-Pero siendo optimistas, eso te mostraría su perversión. Aprenderías algo valioso a cerca de tu enemigo. – Esperó unos segundos antes de brindar su conclusión. Quería que reflexionaran y mantuvieran siempre su mente despierta y tan ágil como les fuera posible, si lo conseguían tal vez no tuviera que ser yo quien se ocupara de todo. – Si les gustan las putas, tal vez tengamos que regalarles la más explosiva de la ciudad... – Intenté mirar al suelo, resultaba imposible esperar que mis palabras no fueran sacadas de contexto una y otra vez o que nadie se sintiera identificado con ellas. Supongo que yo misma se lo ponía muy fácil y favorecía la situación... Pero no lo hacía a propósito, ¿o si?

-El problema es que no me ha quedado muy claro quienes han sido... – No recordaba que me lo hubiera mencionado, al menos no de forma directa, y mi mente estaba demasiado repleta de información como para no pensar que se me hubiera podido escapar algunos de esos detalles. En base a esa respuesta podía seguir tejiendo un tapiz o deshilacharlo por completo.

-Así que los anarquistas dan la cara... – Era otra nueva facción que se unía a la contienda, por si no hubieran sido ya bastantes las involucradas, pero no era tan malo, su ejemplo serviría para remarcar la ventaja de nuestra propia cuadrilla. Podían ser utilizados en nuestro beneficio de forma más directa, si no les gustaba la mascarada como mínimo ya distraerían a los de la Camarilla. – Eso hace que seamos de los pocos, si no los únicos, que aún conspiran desde el anonimato. Intentar no cometer esos burdos errores y nuestro éxito no se verá retrasado... – De hecho era posible que si se revelaban nuestras cartas no pudiéramos ganar la partida, pero nunca lo admitiría y menos aún haría que le dieran tanta importancia a un único factor, pues descuidarían todos los demás...

-¿De qué fecha estamos hablando Adri? – Era curioso que aquello sucediera antes de esta noche en la que Gerard había encontrado su muerte definitiva y no a consecuencia de ello. Era fácil suponer que de alguna forma podía haber estado todo preparado de antemano y mucho antes de que se celebrara el obligado juicio de hoy. -Puede que exista alguna relación con el Príncipe o en su defecto con un tercero en la ciudad que haya utilizado al Príncipe para obtener beneficios. –En cualquier caso sería una información muy útil con la que negociar, sobornar o incluso regalar a la persona indicada, de las tres, la más atractiva.

-Hoy han ejecutado a Gerard. – Aclaró revelando el por qué de sus sospechas. - Si se han precipitado vendiendo la piel del oso antes de cazarlo, esa ansia suya puede resultarnos útil. - Era una petición de búsqueda...

-¿Esa hija no se llamará Gianella verdad? En cualquier caso ten presente también ese nombre en tu investigación, se apellida Marengo. Quizá no sea tan inocente como parece, o el Príncipe la haya perdonado por alguna otra razón que desconozco... – Las perversiones de los inmortales podían ser tan complicadas como el resto de sus intereses, nunca se podía asegurar nada y posibilidades no faltaban.

-Quizá también pudieras encontrar algo referente a un cuchillo de plata que porta el Sherif Louise. Parecido más a un gran machete de aura intensa y mística. Recordad que Akane pierde las bragas por algún artefacto y no quiero pasar por alto la posibilidad...

-Y ese tal Tzimisce, Alucard, ¿ha dado señales de vida? -Quizá ella misma le conociera o hubiera oido hablar de él...

Solamente restaba analizar las aportaciones del descontrolado y excéntrico miembro del pintoresco grupo, cuya agenda parecía estar repleta de nombres muy variopintos, antes de organizar todo el pastel.

-Los platos que forman parte de todos los menús, querido Yago, raramente se libran de acabar en algún estómago... – Advertí, atrapando la bola que me ofrecía y que había evitado hasta ese momento, eso haría mas probable que no se distrajese de forma innecesaria.  

-Desconozco el alcance de tus “relaciones”. – Podía intuirse, aunque no lo hubiera expresado, que no le gustaba desconocer tanto de todas esas “amistades” suyas. -Pero espero no ser la única que sea capaz de percibir lo peligroso que resulta el conjunto de todas ellas. – No podía confiar en que fuera suficientemente virtuoso como para tener engañados a todos ellos, y aunque así fuera, no podría prolongarlo eternamente. Algún día cometería un error, le descubrirían y perdería todo.

-No se si te va el puesto de “chismosa”. – Dude con un gesto repetitivo y constante de cabeza. -Desde luego que aportaría gran cantidad de información y tendríamos opciones de iniciar variedad de útiles rumores... –No estaba muy segura de ello, podía resultar una pérdida total de nuestro valioso tiempo, incluso ser una trampa preparada para desenmascararle. -Pero tendrías que renunciar a muchas cosas, nosotros incluido... ¿Deseas eso?

 -También tengo entendido que esos tipos “de los nuestros”... – remarcó con énfasis tanto en pronunciación como en claridad en su oscura mirada -... andan preparando una fiesta para dentro de dos semanas y pretenden que sea un auténtico bombazo... ¿No te han hablado de eso? – Inquirió con ánimo de que el Malkavian reconsiderara la veracidad y la confianza que depositaba en ellos y cuestionara siempre sus fuentes.

-Tal vez necesiten esas armas para animar su fiesta y destruir nuestra ciudad... ¿Quién nos interesa que posea ese armamento realmente? – Animaba nuevamente a que participaran con cada uno de sus pensamientos o motivaciones, incluso aceptaba los pálpitos o la intuición. Exigía que no se conformaran con lo que aparentaba ser si no que estuvieran seguros de lo que en realidad era.

Realmente estaba satisfecha con su trabajo y podían percibirlo en el conformista y relajado cariz que había adoptado mi conducta tras sus exposiciones. Todas ellas aportaban gran información y aclamaban a gritos un nuevo y necesario repaso global. Eso significaba más complicaciones y trabajo, pero esa molestia no conseguiría borrar mi sonrisa. También había que saber agradecer y recompensar los buenos haceres.

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07/11/2011, 18:12
Yago

- ¿Por quién demonios me tomas? - serio, pareció convertirse en otro, ascendió, ganando algo de altura, semiarrodillado en el sofá, aunque con una de las zapatillas de deporte gastadas en el suelo. - estaba de coña.

 No pienso mezclarme con esos hijos de puta. - Se acarició el mentón con el dorso de la diestra - con el debido respeto, claro. - suavizó a sabiendas de que ella tenía una identidad alternativa, que supieran.

 - Sólo hemos hablado, ¿vale? - Pero aquello no iba dirigido propiamente a Isabel, sino al resto de la manada - Es un conocido. Nada más. Está chalado. - rió entre diente, como si él no lo estuviera en absoluto - Se le va la honda muchísimo. Quiero decir, está grilladísimo. - Enfatizó, para que quedase jodidamente claro - Es otra manada completamente distinta, nisiquiera se si puede llamarse así.

 Vale, son Sabbat, o eso dicen. Pero somos diferentes. - se identificó - Y si hay que pisarles para que la espada vaya más allá, no voy a deciros ¡ehh, reláajate, no jodamos a los nuestros! ¡Noo!

 Haremos lo que tengamos que hacer.

 Es decir, estaba dispuesto a utilizar la información obtenida.

 - No he oído nada de una fiesta, sólo espero que no sea de disfraces. Adriana siempre me deja en ridículo.

 Respecto a lo del armamento.

 Siempre he sido defensor de tener la polla más grande. Puede que folles o puede que no, pero nadie se meterá con un usuario de armas de destrucción masiva, nena.

 ¿Hablaba de pollas o de misiles nucleares? Su ex-psicólogo siempre decía que era un homosexual reprimido. ¡JODIDO BASTARDO! ya te meteré yo un pepino por el culo, ¡a ver quien es el maricón!

 

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07/11/2011, 18:34
Giordano

 - No tengo ni idea de quien ha podido ser tan capuyo. Pero no me extrañaría que fuese un amiguito de Yago.

 Nisiquiera robaron el dinero, simplemente explosionó. Muy pocos sabían de que iba el asunto, era un furgón contratado de una empresa privada. Había huntado a unos cuantos polis y al mismo directivo del banco.

 Me aseguraré de que me lo devuelvan. Aunque todo apunta a que lo atacaron sin un patrón. No me han querido joder.

 Y tampoco es que lo hayan hecho. - Seguía reafirmandose en que no había perdido nada, en que era tan jodidamente bueno en lo que hacía que le importaba una mierda que alguien le echase abajo el chiringuito. Ahora tendría que volver a empezar, y le costaría más pasta.

 ¿Qué opinaría Isabel? ¿Y....si son los otros jodidos sabaticos? pero..¿Por qué?

 miraba a Yago, como si encontrase en él la respuesta. Quizás no hubiese un motivo.

 - De alucard he avergiuado su nombre real. Se llama Logan, no se a que viene el estúpido apodo. Pero es pésimo. - Afirmó, más que crítico con el falso brujah. - Algunos anarquistas confian en él para cambiar las cosas.

 Les tiene bien engañados, pero porque le apoya un miembro importante de ese sector. Una tal Estelle. Los negocios eran con ella. Aunque obviamente, cree que soy un estúpido saco de zumo al que sangrará hasta dejarle seco.

 Negó. Le iba a salir el tiro por la culata. Su cara lo decía todo.

 - ¿Quieres que le ponga una bomba a los coches de todos los que han podido joderme?

 al principio creía que eran pocos...pero luego se imaginó la ciudad explotando casi en su totalidad. No era tal invulnerable como aparentaba y entonces, tras las palabras de Isabel, lo supo. Se brindaba a su guía.

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07/11/2011, 18:48
Adriana

- Somos más listos.

 Expuso Adriana después de que los "mayores" hubiesen hablado. Su carita de ángel era capaz hasta de inspirar sentimientos en los no-muertos. Ojos azules brillantes, iluminados aún con una vida perdida por el resto de su cuerpo. Podía pasar por una adolescente, quizás lo era.

- ¿Por qué no hacemos que la roben para nosotros y luego les echamos la culpa de todo como si nada?

 sólo relacionaba ideas. No eran propiamente "amigos" o lo eran de Yago, conocidos, decía. No había nada que lo injustificase. Ellos se mantendrían en el anonimato, sacaráin beneficios, y los demás pagarían el pato. Si sobrevivían, genial para ellos. Sino, eran peones sacrificables.

 Aún así, Adriana no sabía como llegar a hacer algo así, funcionaba con los sacos de zumo en las discotecas, pero ellos querían algo que Adriana tenía, o la querían a ella.

 - Si. Se llamaba Gianella. - dijo con naturalidad.

 Luego se encogió de hombros.

 Lo del cuchillo había sido un acierto de pleno, le encantaban las armas cuerpo a cuerpo, y las utilizaba siempre que podía. Aún así, si tenía algo de especial, fuera de su utilización o su estructura, no sabía ni por donde empezar...quizás Yago supiera más sobre el asunto, aunque necesitaría acceso al mismo y eso, era imposible sin matar al Sheriff, ¿no?

 ¿Debo...matar al Sheriff?

 Esa fulana nunca me cayó demasiado bien.

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09/11/2011, 15:08
Isabel

-Está bien... Simplemente tenerlo en cuenta. – Contestó sin mayor frustración, sabía de antemano que su petición era bastante complicada de satisfacer, no abundaban las opciones de encontrar información sobre cualquier artefacto misterioso y no quería que se volvieran locos en una búsqueda imposible, algunos ya lo estaban suficiente, simplemente pretendía dar a conocer aquel dato que consideraba importante.

-¿Así que fiesta de disfraces, eh? – Sonrió con gran entusiasmo ante la idea que aquel inocente comentario había conseguido aportar a su vivaz imaginación.

Se levantó del sillón con un salto y comenzó a dar vueltas por el pequeño lugar como si de alguna forma eso lee ayudara a organizar sus ideas. En aquel momento podía haberse olvidado de todos, ignorado incluso la presencia de los más extravagantes.

-De acuerdo... – Comenzó al fin tras unos segundos de parálisis frente al diploma universitario, aquel lugar estaba muy próximo a Giordano y su mirada fue suficiente para expresarle su conformidad relativa a todo aquel incidente. No lo consideraba un error, al menos para algo diferente a su propia autoestima y no era necesario que continuara en esa posición defensiva de reiteradas justificaciones.

-Es necesario que el Príncipe y los Ventrue aclaren sus diferencias abiertamente. Pero lamentablemente no son excesivamente atrevidos ni decididos. – Aunque ese aburrido comportamiento podía atribuírsele, en realidad, a todo el conjunto de su secta. Acababa de entrevistarse con Angello y una de las conclusiones más obvias era que una guerra interna entre ellos acabaría con la Camarilla demasiado fragmentada como para recomponerse antes de que pudieran evitar su fin. –Tenía pensado darles un pequeño empujoncito...

-Para ello necesitamos hacerle llegar a Angello o sus leales, pruebas irrefutables de una traición. –Sus palabras podían haber tomado forma de susurros, ahora dirigidos al oído del miembro más cercano a su posición en aquel momento. -Insisto en lo caldeado del ambiente y en que simplemente necesitamos preparar un pretexto para que sus deseos estén completamente justificados ante el resto de la cámara. – De otra forma era poco probable conseguir lo que ella deseaba.

-Había pensado en utilizar a esos descarados ghouls, lamentablemente no me fue posible localizarles antes de venir aquí... – Necesitaban por tanto una excusa para reunirse, por las buenas o por las malas, tenía alguna idea de quién podía encargarse de ello y aunque consideró pronto para asegurarlo, si se notó cierta ira contenida al recordar que aún no se encontraba con ellos en aquel lugar.

–Os hubiera encantado ver como vapuleaban constantemente al corpulento Príncipe indefenso delante de todos sus inmóviles seguidores. – Sonrió acordándose de cuan bajo había caído y remarcando hasta que punto estaba dispuesto a aguantar en favor de conservar la paz. No obstante siempre hay un límite que cuando se sobrepasa nunca hay vuelta atrás, esa era su baza...

-Ambos pueden ser igual de útiles, pero uno se acaba de quedar sin su “papaito” y se sentirá especialmente desprotegido...

-Ya de paso, también podemos invitar a alguien más a esa fiesta. ¿Qué tal si envías a los anarquistas? - ¿Podría hacerlo? Evidentemente no pretendía que lo hiciera de forma directa, pero si ellos le consideraban un auténtico imbécil, podía dejar caer cierta información de forma descuidada, que hiciera esa entrega algo realmente atractivo para ellos, se lo pondríamos muy bonito, claro, y no dejaríamos ninguna duda de la fácil tajada que ello representaba para su beneficio. Ellos por su parte intentarían aprovecharse de su error y acudirían para conseguir el armamento, el dinero o ambas. Estaba convencida de que por algo así estarían dispuestos a traicionar su “relación” con Giordano y éste podría mofarse de su osadía después de devolverles el golpe, si es que todo salía bien. Seguro que eso le motivaba de forma especial...

¿O te beneficia más mantener esos negocios vuestros? – No probaba su lealtad, simplemente ignoraba lo importante que era mantener esa relación para él, nunca le obligaría a hacer algo contraproducente para sus propios intereses. No obstante yo dudaba que así fuese y por ello insinué, a conciencia, que ellos mismos podían habérsela jugado con aquel atraco.

Continuó el recorrido hasta acercarse al siguiente integrante de su grupo. Nunca sabía como tratar con él pues sus reacciones siempre eran inesperadas y variopintas. Puede que por ello siempre le tratara de forma más dura, pero sin duda en el fondo también era el más mimado de todos ellos. Consideraba que las personas especiales siempre necesitan un trato especial, pero nunca sabría si lo hacía por el bien del malkavian o por el de todos los que le rodeaban.

-Yago, has dicho que conoces el puerto. Me gustaría que preparases muy bien el escenario de la compra.  Quiero los puntos estratégicos al detalle. – Él sería el elegido para obtener las pruebas de todo lo allí acontecido durante las negociaciones, sabía que su elección era evidente dadas sus amplias posibilidades de pasar inadvertido.

-Quiero escuchas, fotos, video... ¡Hasta Spilberg envidiará tú excelente trabajo, joder!!! – Le animó con especial énfasis. Apoyando sus manos sobre sus hombros desde una posición a sus espaldas, como un padre presentaría a su protegido con gran orgullo. Quería resaltar la importancia de su éxito para todos nosotros y la confianza que depositaba en él.

-Tampoco seas tajante al negar la oferta del Elíseo, mejor dales largas, sin ofenderles... – Podría decir que necesitaba algo más de tiempo para tomarse esa decisión tan importante, no quería que cerrara la puerta por completo pues nunca se sabe lo que se necesitará en un futuro... No me olvidaba de lo inadvertida que pasaba la senescal para todos y no caería en el error de no tenerla en cuenta, aunque esa batalla debería de esperar, yago podía ser la solución.

Por ultimo terminó próxima a la única que aún no había gozado de su cercanía. Era la más joven y también la única mujer, también mostraba el mayor respeto y entrega hacia su autoridad como líder, eso despertaba en ella lo más parecido a aprecio y respeto que podía sentir en aquellas noches. Casi veía la necesidad de protegerla, de arroparla, aunque sabía de buena mano que no era en absoluto necesario... Sabía que eran sentimientos falsos, nada era sincero aunque así fuera su deseo, esa niñata podía descuartizarles a los tres en cuestión de minutos, sin esfuerzo. Era una hoguera de llamas atractivas y cálidas, pero conocía muy bien lo mortal que podía resultar para los más confiados...  

-Gracias a las fuentes de nuestro querido compañero, tal vez podamos utilizar esa compra de armas para asentar las bases de dicho propósito... – Eran pensamientos sin demasiada forma, lo ultimo que se le había ocurrido a raíz de sus informaciones finales, pero se refería sin duda a provocar la lucha interna de la Camarilla de una vez por todas.

-Tú y yo nos encargaremos de acompañarle y de protegerle. – Era una invitación o tal vez una recompensa por su buena actitud y predisposición. Sabía como animar y motivar a sus cachorros hasta el punto de la excitación. Aquello le daba a la muchacha muchas oportunidades de liberar su posible estrés con algo de acción. Sabía de lo que hablaba por que ella misma lo necesitaba, como normalmente solía decirse también necesitaba descargar adrenalina, aunque sabía que en la no muerte todo se veía reducido a la propia sangre...

-Para ello necesito que prepares unos buenos disfraces. Sin anonimato no podría soltarme la melena... Y no puedo permitir que te aburras en nuestra cita... -Jugueteó con sus dedos en aquel océano dorado que formaba cada uno de sus sedosos cabellos, tal vez agradecida por ser de las pocas que pudieran hacerlo sin consecuencias inmediatas o desagradables, o simplemente queriendo comprobar si podía salir ilesa y mostrárselo al resto de los presentes. Nunca buscando la envidia, sólo evidenciando su posición de poder e infundiendo el merecido respeto.

-Aunque nada de esto tiene sentido si no conseguimos infiltrar a Albert. ¿Dónde demonios se ha metido? – Evitó que sus manos expresaran su frustración o, en el mejor de los casos, la cabeza de Adriana podría verse convertida en una madeja deshilachada. Si Albert le fallaba podía ir despidiéndose de todo lo que apreciaba en su maldita existencia.

Marcó su número de teléfono, en buscas de explicaciones, mientras tanto podían preguntar dudas referentes a sus planes o exigir más detalles de sus tareas individuales. Sabía que apenas había dado directrices de actuación, pero ni siquiera había tenido tiempo de definirlas, simplemente era un esbozo...

Comprobó sus reacciones disimuladamente, fingiendo una mirada perdida y mostrando un interés único en lo que había al otro lado del aparato telefónico.

Notas de juego

Esquema mental.

FACCIONES:

Camarilla:

            ⇒Louise (lealtad?, daga<-Akane?)

            ⇒Senescal (ojito <- yago arpia?)

            ⇒Angello (rivalidad, necesaria guerra interna <- giorgio)

GIovanni y Ventrue:

            ⇒Giorgio (capturar <- Albert se infiltra (visicitud) <- Información de esa Faccion y Preparar el camino para la guerra interna Camarilla involucrándole en todas las trameadas)

           ⇒Mark (hará que estalle la guerra después de que el príncipe anuncie las pruebas obtenidas en contra de los Ventrue)         

            ⇒Compra de armamento (desbaratar <- perderán efectivos y armamento) ;(<- que acuda giorgio (albert) <- sacar fotos u otras pruebas de su participación activa en la compra para proporcionársela al príncipe más adelante)

Otros Sabbat:

            ⇒Asedio en 2 semanas (aprovechar esta fecha y la caótica situación) (también posible fecha límite)

            ⇒Asalto a la compra de armamento giovanni (desgaste mutuo) (prefiero que ellos se queden con las armas) (no quiero que desaparezcan porque son buena distracción, aunque si lo hacen nuestra aparición será aún más inesperada) (no perder detalle de sus integrantes, tal vez podamos encontrar algún buen fichaje entre ellos)  

Anarquistas:

            ⇒Estelle (dejar caer información de la compra para que su facción participe en ella, decorarlo muy bien, hacerlo irresistiblemente tentador, armas, objetos de poder, etc <- Giordano)

            ⇒Compra de armamento (si acuden, se encontraran con una batalla a 3 <- desgaste de las 3 facciones)

            ⇒Alucard (npi)

Mi Sabbat:

            ⇒Giordano (Utilizar a Anarquistas) (trabajarse a giorgio una vez capturado)

            ⇒Yago (Conoce el puerto, que estudie y prepare el lugar de encuentro)(<-fotografia/video/audio) [investigar el paradero del anterior enviado de Anna entre sus amigos][meterse a arpía para debilitar al senescal??]

            ⇒Adriana (Pareja en la fiesta de disfraces) (Tunear las pruebas multimedia) (preparar todo el atrezo) (para no arriesgarme a no recuperar la cara "toreador" - lamentablemente no hay fotos que hagan posible un modelo a seguir - que me haga una máscara sofisticada)

            ⇒Albert (infiltrarse entre giovani y ventrue como Giorgio)(que se comporte raro ante ellos no levantará tantas sospechas pues estaría justificado dada la perdida de gerard)

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09/11/2011, 15:34
Director

Notas de juego

Ganas 30 px.

Puedes invertir esos px en mejorar a la manada. El coste será de valor actual del trasfondo. Por ejemplo:

Adriana (1): puedes gastar 1 px para subirlo a nivel 2. O 3 px para subirlo a nivel 3, 6 px para subirlo a nivel 4.

En un máximo de nivel 6. (de esta vez, no pueden pasar de nivel 3)

El nivel 1 sería lo que has visto, información casual útil pero sin demasiada pofundidad. Poca discrección al actuar en público.

El nivel 2 sería un goce mayor de habilidades.

El nivel 3 haría que destacasen en sus habilidades y sus disciplinas principales. Por ejemplo, en el caso de Adriana, computaría como un cainita neonato con ACaC a 3 o 4, y su disciplina primaria, Visicitud, muy desarrollado (valor 3 o 4)

Para pasar más de éste nivel (puedes pero no es recomendable, pore so te digo que no puedes) debes encontrar a alguien que te enseñe como hacer rituales del sabbat para manada, o encontrar a un sacerdote para tu manada (que puede ser uno de los que ya pertenecen a ella), sólo así te aseguras su lealtad (por ejemplo aa través de la vaulderie, que comparten entre ellos, pero no contigo) Sino, su desarrollo personal les hará pensar que no te necesitan. A nivel 3 pueden presentar ya algunas...manias de independizarse de ti, pero normalmente controlables.

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03/12/2011, 21:22
Director

 Todos parecían tener bastante claro lo que tenían que hacer. Giordano estaba dispuesto a dejar de lado los negocios personales, era de los que pensaba que con una oportunidad valía, caer dos veces en el error de que puedan tomarte por tonto justifica todo lo malo que te pase. Prefería ver como sus compradores se sumían en la desesperación y él se aprovechaba desde las sombras de la situación.

 El malkavian tenía muy claro que no quería ninguna relación directa o indirecta con la camarilla, ya había tendio bastante hacía años y no necesitaba más. No le disgustó tener que preparar el puerto para tomar fotografías y videos de seguridad que conformasen pruebas irrefutables de lo que allí iba a suceder. Pero dudaba de que todo saliese tan bien como podría parecer en un principio. Desconfiaba de la naturaleza del príncipe, por lo que la jefa contaba y él había oído parecía estar dispuesto a sacrificar incluso su dignidad por la paz en su secta. Tenía un único principio...

  Tendremos que hacer que renuncie a él.

 Adriana estaba...pletórica. Si Isabel había acertado al asignar las tareas con los demás era menos evidente, con Adriana había dado en el clavo. Deseaba salir ahí fuera, no tener que estar escondida, quería ver como hacía las cosas una manada del sabbat de verdad y no aquel grupo que hasta ahora parecía una célula durmiente. Quería que las demás manadas hablasen sobre ellos, como ellos lo hacían sobre las otras manadas y sus actos, ecos fuertes de la situación real de Ancona. Quería dar rienda suelta a sus capacidades.

 No se separaría de Isabel, y estaría tan enfocada hacia sus nuevos cometidos que nisiquiera le importaba que acariciase su cabello, ignorando que aquello podría parecer que la considerase una niña pequeña.

 El teléfono se mantuvo a la espera de una contestación durante varios tonos...

Albert tardó en atender la llamada pero respondió con total naturalidad en su voz y en su tono. Parecería que no estaba haciendo nada fuera de lugar.

 - En este momento estoy reunido, quizás fuera más conveniente que nos encontrasemos después. No tardaré.

 Espetó para no dejar entreveer nada ante aquellos que le rodeaban. Si estaba reunido una palabra en falso descubriría más de lo que cabría esperar.

 Le debió de resultar dificil ser tan duro e inflexible con aquella de la que había bebido sus sangre, pero lo hizo por su bien, y eso le daba fuerzas.

 Esperó sin colgar, puede que esperando un lugar adecuado nombrado por ella. La línea debía de ser segura.

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14/12/2011, 12:08
Isabel

El tono comunicó tras un leve periodo de silencio. Si no estaba disponible para hablar tampoco lo estaría para escuchar, no caería en el error de dejar que sus acompañantes pudieran oír mi voz y mucho menos el mensaje de mis palabras. Ya encontraría otro momento para ello...

Tras colgar, volví a guardar el aparato en uno de mis bolsillos y mi atención volvió a concentrarse en ellos. Aunque no había mucho más que decir, ahora cada uno debía organizar su trabajo por cuenta propia.

-Bien. Aunque aún necesitemos la confirmación de Albert, sugiero que empecéis con los preparativos cuanto antes...

-Tenemos tres noches, pero utilizaremos la última para exponer nuestros avances y preparar nuestra actuación de forma conjunta.

Dicho eso me dispuse a dar una vuelta por aquel local. No quería irme tan temprano, por si surgía alguna otra cuestión, pero tampoco perdería mucho tiempo si todo marchaba perfectamente.

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15/12/2011, 03:27
Adriana

 No necesitó mucho más para que todos se pusieran en movimiento. No daría mucho tiempo a resolver asuntos aquella noche, la reunión, entre otras cosas, había consumido demasiados minutos, casi horas si contaba con los desplazamientos.

 Adriana era la personilla más aliviada de los tres y pronto se dedicó a seguir a Isabel con las manos a la espalda, como una adolescente en una fiesta que se había colado sólo por sus ojos bonitos. No pasaba desapercivida, pero tampoco lo hacía Isabel, muchos miraban con ganas de probar suerte, ninguno se atrevía, no teniendo una presa más fácil en Adriana, aunque por el momento, no intervinieron.

 - ¿Y qué preferirás?

 ¿O debo de encargarme de que sea una agradable sorpresa? - preguntó cuando el ruido de fondo no fue ensordecedor y no había oídos indiscretos cerca.

 - ¿Debo encargar ropa de guardaespaldas o seremos algo así como sus "contactos"? - Sonrió como si para ella más que para nadie fuera un juego, una excusa para poder cargarse a alguien o para salir fuera y armarla. sería dificil de controlar.

 El móvil vibra.

 Albert vuelve a estar disponible en apenas treinta minutos. Es un mensaje, no una llamada. Está disponible para ir donde sea necesario. Va en un taxi hasta la mansión de Marianna.

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11/07/2012, 16:08
Isabel

-La imagen no prima tanto como la perfección requerida... Mientras cumplan con su propósito no habrá necesidad de lamentaciones. –La respuesta, al igual que el tono que le acompañaba pretendía ser concisa y tajante. Podría parecer una advertencia, quizás fuera un nuevo aviso de la importancia de su cometido y de las consecuencias que podía acarrear para todos y en especial para ella. Por otra parte, también daba muestra de la confianza que depositábamos en ella y de la cierta libertad con la que tenía posibilidad de trabajar. Encasillar la creatividad de un artista era un error que no estaba dispuesta a cometer. El fin era lo más importante.

Sin perder más tiempo controlé los alrededores de un vistazo, quizás encontrara a alguien que despertara mis necesidades alimenticias o si no era así, siempre serviría para mantener el estado de alerta. De otra forma, no retrasaría por más tiempo mi encuentro con Albert.

Notas de juego

Intento llenar mi reserva (no se cuanto tengo)(el valor de la ficha es el de antes del salto) si ya toi full voy directamente a la casa.

gasto 3 px para subir a todos los miembros de la manada al 2

 

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20/07/2012, 16:30
Albert

Ancona - Mansión toreador (3:00 am)

 - Isabel - pareció quedarse sin respiración - tan hermosa como siempre.

 La noche os sienta divino. - No contuvo su tono afeminado en aquel momento, tampoco su refinamiento en los movimientos bien entrenados por la fuerza de la costumbre, no mentía con su cuerpo, por lo que parecía no mentir con sus palabras.

 - Disculpadme.

 Albert se puso en pie, sentado como estaba en un butacón que le resultaba más que familiar, se inclinó notablemente en una flexión del torso propia de aquellas reverencias que se hacían a alguien inestimable para la sociedad. Puede que para él ahora lo más importante fuera aquella de la que portaba una porción de sangre, como una serpiente que recorría su torrente sanguíneo placentera y dolorosamente.

 Junto las manos, avergonzado por no haberla atendido antes. Aún así, se había presentado en el lugar en un tiempo magnífico, casi de inmediato, jamás la haría esperar de nuevo.

 - ¿Qué puedo hacer por vos?

 Se arrastró como una comadreja.

 

 

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24/07/2012, 17:55
Isabel

Consideraba que sus formalidades eran un rescoldo de su anterior existencia. Innecesarios, pegajosos y casi hirientes, preferí no obstante pasarlos por alto pues con tanto cambio de registro era mejor no poner más impedimentos y evitar así posibles confusiones.

-¿Qué asuntos te tenían tan ocupado? – No se trataba de ningún tipo de reclamación, simplemente estaba intrigada y, cómo no, interesada en lo que había sucedido al otro lado de aquel entramado espejo.

Tenía mucho de que informarle pero antes me gustaría escucharle atentamente. Sin duda había sido una de las noches más interesantes de mi estancia en aquella ciudad y la oscuridad aún guardaba alguna que otra sorpresa. Al menos para Albert.

Me quité los tacones sin demasiada delicadeza y me dejé caer a lo largo del cómodo sofá. Él también tendría permiso para deshacer su formal postura en pos de la comodidad.

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24/07/2012, 17:58
Albert

 - Oh, claro. - dispuso Albert entendiendo su posición.

 Es sospechoso. si. Se reafirmó justificando la curiosidad de Isabel, no obstante, el ghoul sabía bien como tenía que proceder, una disculpa sería un motivo más que evidente de que su función como "ayudante" sería innecesaria, o ineficaz. Albert escondía un as bajo la manga, pero no quería exponerlo como algo meritorio, sino como un producto del buen tranto que Isabel iba a proporcionarle, era el pago por su vida, y esa clase de pagos se hacen o bajo la coerción o coronados por la humildad más transparente y clara de la que puede hacer gala un ser humano.

 Albert se rascó la nariz discretamente mientras pensaba bien en como entregaría aquella excusa-trabajo, no estaba nervioso, no tenía porqué, y sin embargo, se notaba con cierta tensión en los músculos. Si ya disponía de aquella información, él sería inútil. Y nada detestaba más que ser inútil.

 Había quien nacía para gobernar, Albert había nacido para servir, y como un mayordomo inglés, deseaba hacerlo por encima de todo. Claro que la sangre de Isabel en su sistema se aseguraba de que fuese así con una revitalizada lealtad.

 Almenos así seguiría hasta que la sangre se disipase y con ella su poder. Sabía lo que sentía...el abandono de la vitae vampírica, porque lo estaba notando en ese mismo instante. Isabel había tomado el control, pero su organismo deseaba la vitae de su anterior amo hasta hacerle sudar como un maldito colgado del crack.

 - Verá...

 se limpió con un pañuelo, con maneras, el sudor del semblante.

 - El príncipe ha autorizado la construcción de unos edificios en una zona verde bastante amplia de Ancona, podriamos decir  que es el pulmón de Ancona.

 Es cierto que es un parque central muy grande, pero tal y como están las calles, nadie sale a pasear. ¿No cree? - bromeó, sonrió y cejó en su sonrisa en un instante, era demasiado serio - Parece que algunos sobrenaturales tenían cierta relación con el parque.

 Y están algo descontentos.

 Sin embargo, lo que me ha llevado a haceros esperar ha sido una reunión con un contacto. John, es un ghoul que trabaja en secreto para los Giovanni, pero su afiliación blanda son los ventrue. Por lo visto un jovencito llamado Mark, ha estado buscando "al Sabbat" - no sonreí, ni reí, pero buscar "al sabbat" era como buscar una entidad inexistente como tal...o tal vez, buscar problemas y un final poco agradecido de la vida. - no es un secreto, por lo visto, que quiere volver a todos los enemigos potenciales de la propia ciudad en contra del príncipe.

 Expuso y se inclinó con estilo inglés y un toque afrancesado.

 - si lo desea puedo seguir indagando..

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25/07/2012, 12:48
Isabel

Mis cejas se arquearon en señal de un evidente asombro. No podía evitar estar impresionada por los actos de ese rebelde e irascible ghoul cuyos movimientos resultaban ambiciosos y nada desdeñables.

-Parece que ese tal Mark esta totalmente decidido a cobrar su venganza. No veo necesario tener que intervenir por el momento. – Ya teníamos muchos planes en mente y no convenía distraerse más de lo necesario. De hecho, inclinar tanto la balanza podía resultarnos perjudicial. -No te molestes demasiado, tal vez alguna prueba que lo demuestre sea suficiente. – en ese caso podría ser otro dossier que entregarle al príncipe junto con el resto de nuestro trabajo.

La actitud cambió nuevamente, volcándose en lo que a ella más le interesaba en esos momentos. No se olvidaba de todo el trabajo que tenían por delante.

-¿Qué hay de Giorgio y de tu relación con el resto de los Ventrue? – Clavó su mirada en el mortal, estudiando sus gestos y su situación física y anímica, no se conformaría con la perfecta apariencia que él quería mostrar.

-¿Has tenido ocasión de saber algo de ellos tras el juicio? – de no ser así necesitaba saber cuándo y de qué forma esperaba encontrarse con ellos.

-Tengo entendido que sus aliados los Giovanni también han empezado a moverse... – Me refería al tráfico de armas. Era un prólogo de lo que debía de comunicarle, lo haría de forma lenta y sutil, favoreciendo su aceptación, pero antes de continuar prefería conocer todos los posibles detalles y puntos de vista.