Miro su rostro y pienso
Parece mentira, cualquiera que la viera jamas pensaría como es realmente si no la encontrara en acción. Si ella quisiera... uhm.
¡Pero centrate Logan!
Me acerco a Estelle y extendiendo el brazo la digo:
-Ya sabes lo que opino, los coches como las mujeres no se dejan a nadie, porque te los joden, asi que tu tranquila, por esta vez me dejare llevar.
Sonrio y rodeo el coche para colocarme en el asiento del copiloto, colocando el asiento más atras para tener más espacio.
-En un principio la misión trata de conseguir información pacíficamente, pero espero... bueno sé que llegado el momento estaras preparada, asi que vamos.
Cierro la puerta con fuerza y cojo el cinturón entre mis pálidas manos, lo abrocho sin más dilación y fijo los ojos en la carretera, el cristal está impecable, recién salido de un buen lavado la chapa brillaba como si se tratase de un coche nuevo. Estelle disfrutaba con las cosas caras y las trataba con delicadeza, tal era el cuidado que ponía en sus pertenencias que sus coches cumplían todas las normativas de tráfico al dedillo, además tenía toda la documentación en regla, sus influencias no eran demasiado amplias, pero sabía buscarse la vida.
- Estoy ansiosa por ver lo que nos depara la noche. ¿Es un encargo directo del sheriff?
Estelle nunca había hablado con la sheriff, desconocía su condición y no tenía la posición dentro de la sociedad como para que nadie se interesase por ella, eso le daba ventaja en algunos aspectos políticos y económicos. Puso el coche en marcha con suavidad y tomó el camino más corto hacia el puerto, una de aquellas calles los metía de lleno en un tunel subterraneo, Alucard aún estaba a tiempo de elegir dar un rodeo.
Me giro en el asiento, apoyando mi espalda contra la puerta del vehículo para quedar mirando a Estelle:
Asiento con la cabeza.
-Fui a informarle sobre un incidente que tube la noche anterior, cuando al intentar ponerla al día, fue ella la que me informó a mi de otros temas, pidiendome que me ocupara de ellos, y claro esta que no pude negarme cuando pudiera conllevar el dar por el culo algun hijo de puta engreido que pretende invadir nuestro territorio. Tan solo espero que sea suficiente para que te hagas una idea de lo importante de que trata esto, asi que, cuando terminemos esto, si así lo deseas, podrás venir conmigo a conocer al seriff.
Ahora continuemos por el tunel, no hay tiempo que perder.
Me coloco nuevamente en el asiento, colocandome la chaqueta correctamente.
Pasamos el túnel sin ninguna complicación, no las esperaba ante la seguridad de Logan, debía de tratarse de una misión rápida, de otro modo más adelante tendrían dificultades. Estelle se había preparado desde hacía mucho tiempo para algo de este calibre.
La conducción fue atrevida, pero no lo suficiente como para llamar la atención de ningún miembro de los carabinieri, hasta que comenzó a disminuir la velocidad y se sintió un poco tensa.
- Ey. Mira allí.
Señaló hacia adelante, una limousine negra de mucho prestigio estaba aparcada peligrosamente cerca de los muelles del puerto, casi en plena calle y dos figuras sospechosas ascendían por la pendiente de la calle, hacia lo alto de la ciudad.
- ¿Son ellos?
Estelle no sabía bien que estaban buscando pero...un momento...
Echa un Per+alerta a dif 6 para más información, si no quieres más o tienes claro como vas a actuar sólo diselo a Estelle, que frene y os bajais o que avance de una determinada forma.
Extiendo el brazo hacia ella, y la digo:
-Apaga las luces y deten el vehiculo, observaremos que ocurre.
Me concentro para observar cualquier detalle que pudiera aportarme un ápice de información de utilidad para la misión.
-En cuanto a si son ellos, no estoy muy seguro, la verdad, asi que habrá que ser cautelosos en un principio.
Tirada: 5d10
Motivo: percepción + alerta
Dificultad: 6+
Resultados: 5, 7, 5, 6, 10
Exitos: 3
Estelle obedeció de forma sumisa, y la percepción de Alucard no le falló en la oscuridad de la noche de Ancona, se trataba de dos hombres muy bien vestidos, la etiqueta de uno de ellos era tal que podía avergonzar al príncipe, su traje era caro y la seda reflejaba el propio brillo de la luna llena. Se trataba de un tio bastante lozano, con zapatos impecablemente limpios que avanzaba cargando una pistola con la ayuda de sendas manos. Su acompañante debía de tratarse del chofer de la limousine, almenos su traje indicaba eso, en apariencia desarmado avanzaba primero hacia la pendiente, subiendola bastante rápido con actitud protectora para con el "señorito" elegante.
El taconeo del calzado de ambos era excesivamente sonoro. La limousine parecía inmovil pero no se podía determinar si había alguien dentro debido a los cristales tintados de la misma, que actuaban casi a modo de espejo, enseñando al observador la espalda de aquellos dos tipos y por su otro flanco la inmensidad del mar Adríatico.
Avanzaban hacia una figura que se retiraba, más al norte, en lo alto de la pendiente de aquella carretera de acceso al puerto, la luz de la farola parpadeaba y en uno de aquellos repentinos fogonazos Logan pudo ver la silueta de un hombre de cabello largo, hasta el cuello, con aspecto ligeramente salvaje, como si se tratase de un vagabundo que ahora se retiraba con calma hasta desaparecer.
Observe como subían por la pendiente tras el otro hombre y pensé en las diversas posibilidades que se me planteaban ante aquel suceso, ya que la información de la que disponía era muy escasa.
-Estelle, aparca el coche y deten el motor.
Empezé a sopesar alguna estrategia a seguir, como asaltar la limusina, pero el reflejo de los cristales y la carrocería me hacían pensar que pudiera estar blindada, por lo que esto sería casi imposible.
Tal vez, tan solo desviar la atención de aquel hombre armado y su novio del otro hombre fuera suficiente, por lo que le pregunte a Estelle.
-¿Tienes algun arma en el maletero?, tal vez las necesitemos para ofrecer una distracción.
- Claro. He venido preparada.
Estelle colocó la palanca en punto muerto, el sistema de cambio automático era muy cómodo y las nociones de conducir de Estelle no daban para mucho más, estaba aprendiendo, era como una esponja, absorbía cualquier conocimiento. Giro las llaves del vehículo y las extraigo, abro la puerta y le guiño un ojo a Alucard.
- Espero tener lo que buscas.
Rodeó el jeep hasta llegar al maletero, introdujo la llave en la cerradura y lo abrió con sumo cuidado, tratando de no hacer ruido, el fondo era falso, y sólo tuvo que levantar aquella placa áspera de color grisaceo para mostrar los secretos que escondía la buena posición económica de Estelle.
Dos escopetas de cartucho, con carga tradicional y capacidad para seis cartuchos cada una, Dos pares de Dual, un guiño a sus raices americanas. Tomo un par, no me parezco a Lara Croft pero puedo resultar mucho más mortal. Un disparador de arpones, ascenso rápido a edificios desde la fachada, pero ningún bate de beisbol, sólo dos palancas de brillante acero inoxidable.
Con la mano en el maletero, con el brazo extendido me apoyo sinuosamente para mirarle a los ojos desde escasos centímetros. Necesitaba que se sintiese orgulloso de mi.
- ¿Y bien?
Al tener frente a mi esa imagen, mis ojos se iluminaron casi recobrando el brillo que tenían cuando aún no había conocido la maldición de la sangre.
Me gire a Estelle, la mire a los ojos y con una mueca dibujando una sonrisa en mi rostro, la sujeto suavemente del brazo izquierdo con mi siniestra, girandola hacia mi, y me acerco muy lentamente hasta estar casi a punto de rozar sus labios, pero contiuo el avance hasta susurrarla al oido:
-Tu si que sabes conquistar a un hombre. Al ver esto, me has hecho estremecerme.
Y la beso levemente en la mejilla, y suspiro.
Corramos un tupido velo, necesito estar lúcido en estos momentos, podría costarme la vida, y la de Estelle y eso sería algo que no me perdonaría, por lo que intento apartar mi mente de este lugar, mordiendo mi labio inferior, evadiendo los pensamientos que me traían para logran concentrarme en lo que nos había traido hasta ese lugar.
Lanzé las armas al asiento trasero del vehículo, con la intención de utilizarlas en el plan que ideara; cogí a Estelle de la mano y la metí en el coche, entrando yo tras de ella.
Cabile intentando idear un plan que se adecuara a las circunstancias, pensando en los pros y los contras de cada uno de ellos, pensando con los ojos cerrados y ladeando la cabeza de un lado a otro, cuando repasando cada detalle del que disponía...
-¡Eureka!
La opinión que me merecía esa situación era un ajuste de cuentas, por lo que tan solo tendría que se mataran entre ellos, y si acaso, echarles una mano.... al cuello.
-Estelle, esperaremos a que vuelvan del callejon, y aproVecharemos ese momento, en que se encontrarán despistados para asaltarles.
Estelle sólo pudo asentir algo cohibida después de recibir aquella muestra de cariño, era mucho más común que la tratase de otra forma, como aquella, utilizando su fuerza para hacerla entrar en el coche, sabiendo que no iba a resistirme a sus ordenes. No pasaría por alto algo así, pero tampoco sería capaz de turbar mi personalidad, perfectamente construída para destrozar la de los demás.
Acaricié una de las armas, acercandola a mis labios con sensualidad, disfrutando de su tacto y su forma, reajustandolas, quitando y poniendo el seguro, comprobando los cargadores, que hubiese siempre una bala en la recamara...
Aquel hombre guardó la pistola, y su acompañante se mantuvo a un lado. Si se trataba de un ajuste de cuentas aquel vagabundo en lo alto de la cuesta tenía los huevos poligonales. No sólo estaba solo, sino que no parecía tener armas. La tenue luz de una farola cercana iluminaba a los tres individuos, había una clara diferencia entre ellos, el "vagabundo" lo parecía en potencia comparado con los lisos y planchados trajes de aquellos dos hombres. El más joven a no tenía el arma en las manos, y el viejo nunca pareció ir más que con sus puños, cubiertos por unos guantes de cuero negro, muy parecidos a los que usaba Logan en ocasiones para conducir.
Intercambian unas palabras, no podría oirlas desde allí a pesar de que el eco transportara unas voces. Esto le sirvió de pista para calcular su estado de ánimo. El vagabundo parecía algo pasota, tenía que estar muy loco o tener un exceso de confianza bastante importante, descartar la teoría de que se conocieran era fácil, sino no le habrían ido apuntando con una pistola, y la charla parecía tensa. El vagabundo se resistía a la plática, mientras el hombre del traje caro hablaba imperativo, exudaba un aura de lider, seguridad y superioridad que era raro no hubiesen amedrentado ya a aquel pordiosero. Su acompañante podía tratarse de un simple chofer. Puede que los tres fueran simples humanos.
Había algo en aquella situación que me ponía tenso. Golpeo con el dorsal de mi mano izquierda en la palma de mi mado derecha. En un momento de introspección cierro los ojos, y de forma instintiva, sin ni tan siquiera ser conscierte de ello, mi pulgar derecho comienza a hacer crujir los dedos de mi mano izquierda, comenzando por el meñique, siguiendo el anular, despues el corazón, luego el índice y tras esto, finalmente los cuatro se cierran dejando mi pulgar izquierdo dentro de el haciendolo crujir. Al acabar esto, ocurre lo mismo con los dedos de mi mano derecha y al acabar esto, las palmas de mis manos se juntan frente a mí, como si quisieran rezar, pero tanto los dedos de mi mano izquierda como los dedos de mi mano derecha se entrelazan, girandose mis muñecas y al estirar mi brazos, todos mis dedos vuelven a crujir bruscamente.
Aquella situación no... la paranoia comenzo a invadirme, los nervios estaban minando mi moral. ¿Qué debía de hacer? ¿Acaso todo aquello pudiera ser una trampa maquinada en contra mia? ¿Sería todo una prueba que el sheriff habia planeado para probarme? ¡NO! no es posible, esto no puede estar sucediendome; la sangre que corría por mis venas se había congelado mucho tiempo antes de que el abrazo de la noche eterna me acogiera, esto era sensación nueva, una especie de brisa fría recorrio mi nuca y nublaba mi juicio. Acaso... la duda me dominaba, ¿era esto lo que sentía alguien cuando dudaba? Jamás había sentido esta sensación, era algo totalmente nuevo para mí, siempre había estado seguro de todas y cada una de las decisiones que se me habían presentado, pero en estos momentos me había quedado paralizado.
-¿ Acaso, tras vivir como un monstruo, tras todo lo vivido y arrebatado a los demás, iba a conocer esa oscura sensación?
La sensación que me inundaba era tan abrumadura que me resultaba imposible de explicar, ni me dejaba hablar.
¿Qué era lo que realmente me abrumaba de tomar una decisión, el tomarla o el temor a tomar la decisión equivocada? Si realmente era una prueba, pudiera ser sobre la forma de actuación, pero...¿y si era una trampa en la que buscaban condenarme? Si asi era, puede que me hicieran transgredir las estupidas normas implantadas por esos afeminados hijos de perra de los ventrue, y así clamar por mi cabeza.
Tal vez fuera una trampa del sabbat, puestro que supondría que enviarían a alguíen a investigarles, segun su acertado punto de vista es más facil que un muerto no hable, a intentar tapar las cosas para que no las vean.
Aunque...tengo por seguro que cualquier lasombra sería bien recompensado si acabase con mi vida, ya que por ciertas razones, y algun plan desvarajustado en el pasado, claman por mi cabeza dentro del clan, y esta zona era del sabbat, por lo que no era dificil que se encontraran ahí y estubieran relacionas con todo esto, aunque no fuera directamente, puede que indirectamente.
La desesperación ante la indecisión por temor a errar en la selección de ella me paraliza, quedando con los brazos a mi lados caidos a peso muerto y dejando caer el arma que sostenía al suelo, inclinando la cabezo hacia atras y los ojos abiertos como platos, manteniendo el aliento.
-¿Acaso esta sensación es la que reflejan mis victimas cuando las miro a los ojos? Yo, que siempre me creí alejado de las emociones humanes, ¿iba ahora en la noche eterna sufrir una debilidad tal como el tener miedo de algo?
STUCK
- Si queremos sacar información. - Inquirí. -¿No sería mejor entrar de forma intimidante ahora que no se lo esperan y tomar el control de la situación? Podemos amenazarles con haber transgredido alguna norma o decir que venimos de parte del sheriff, ¿no? Seguro que se cagan en los pantalones. Y si sólo son tres simples humanos, podemos hacernos pasar por carabinieri, uno va armado ¿no? Le pedimos la documentación y si no son nadie una patada en el culo y a seguir buscando.
Estelle era novata en estas cosas, todo lo veía muy simple, quizás no tuviese tanto mundo ni hubiese hecho tantas crueldades como Logan.
Estelle no se había encontrado en circunstancias como esta, y se notaba, sus palabas no eran sabias, ni eran acertadas, pero me ayudaron a encontrar la fuerza de voluntaz en mí para ver la luz al final de aquel tunel de tinieblas que me atrapaba entre sus garras y no me dejaba escapar. Mi respiración se aceleraba y mis ojos se encontraban inyectos en sangre, debía acabar con esto o acabaría conmigo.
De un salto, me cuelo por el hueco de los asientos y me coloco en la posición del conductor y abrocho mi cinturón. Desde esa posición, me giro a Estelle, mi rostro refleja la locura y desesperación, y la digo:
-Agarrate fuerte, el viaje puede ser movidito.
Arranco el vehículo y lo encaro a la carretera.
Si pretendeis acabais conmigo, vais jodidos malditos hijos de puta, os hare conocer el infierno en la tierra antes de que os mande al infierno del sufrimiento eterno.
Cambio la marcha y comienzo a acelerar, aumentando la velocidad a medida que me acerco a mi objetivo. Cuando me encontraba lo suficientemente cerca, agarrando el volante con todas mis fuerzas, giro bruscamente el volante, cambiando de carril hasta subirme a la acera, gritando con toda la fuerza de mis pulmones:
-¡¡¡¡WHAGGGGGGGGGGGGGGGHHHHHHHH!!!!
Tirada: 5d10
Motivo: Des+Conducir
Dificultad: 6+
Resultados: 7, 4, 7, 7, 9
Exitos: 4
Siento este post de mierda pero no me acordaba de lo puse en el otro :´(