Partida Rol por web

 Cuervo se había presentado, era lo acordado, lo había hecho solo, aparentemente desarmado, como una persona normal, civilizada. Tenía barba, pero aquello nada tenía que ver con su naturaleza salvaje. Sus ojos eran azules, grandes, miraban fijamente, como un escaner de rayos X, pero con un misticismo que nada tenía de mecánico, de científico. Era como estar frente a un chamán de los indios americanos en una calle, a plena luz del día, y en Ancona. El negro le sentaba bien. No era la primera vez que os encontrabais cara a cara, pero no erais precisamente íntimos...aún así, Cuervo siempre trataba a Mark como si perteneciese a su familia, era algo que los hombre lobo, llamados también Garou, enfatizaban...podía no ser miembro de su manada, pero Cuervo Sonriente le tenía simpatía...o eso demostraba con aquella sonrisa afilada, la comisura de sus labios se curvaba de una forma especial, inocente...extraña, si el nombre era por eso, era un buen nombre, no parecía una sonrisa falsa, pero aquel hombre, no parecía un garou, y tampoco parecía un cuervo.

 - Mark.

 Te veo en los huesos. ¿Seguro que estás comiendo bien? - se preocupó suficientemente convencido de su cercanía como para hacer una clase de comentario así. Se colocó frente a él y le tendió la mano, aunque si accedía a estrecharsela, terminaría con un firme abrazo.

 - ¿Quieres que hablemos aquí? - atacó el tema desde el principio, era lo que les había llevado allí. - El lugar está asegurado.

 Eso significaba que no había micros, sorpresas, ghouls, ni nada que pudiese joderles la charla, si...se fiaba de él. Cerca había un parque, el parque era un buen lugar para que estuviesen los hombres lobo, almenos para que reuniesen, sin embargo Cuervo Sonriente no había visto necesario llevarte al túmulo. Un túmulo es, por lo que sabes, un lugar sagrado para los vuestros, un lugar que tiene una fuerte conexión con el mundo espiritual.

 - ¿O prefieres que demos una vuelta?

 Era algo que a Cuervo le resultaba poco molesto, le gustaba caminar, no había muchas cosas que le desagradasen, nisiquiera le desagradaban los vampiros, no tanto como a otros de la especie, no parecia notar aquella...sensación extraña, aquel hedor que desprendían una forma que trascendía los sentidos más comunes. Cuervo siempre sonrería.

Mark se sintió algo más tranquilo al verle llegar solo. Tenía la sensación de que a los hombres lobo no les caía bien en general, y lo cierto es que le gustaría saber porqué y entender esos motivos, si eran ciertos, en toda su profundidad. Era fácil empezar por algún punto, como que… era amigo de los vampiros.

Mark sonrió también, relajado, pero saliendo aún de una profunda concentración, habiendo estado pensando durante mucho rato lo que debía decir o no, lo que esperaba y lo que debía esperar de este encuentro.

Le dio la mano y aunque el abrazo le sorprendió un poco, lo devolvió con alegría. En su situación, sentirse entre amigos era algo tremendamente valioso, y hacerlo a plena luz del día más aún. Parecía como si Cuervo Sonriente quisiera serlo o al menos hacérselo sentir. Siendo el único, y con ese apodo… era algo en lo que también había pensado.

Desde luego que como bien, es solo que intento no comer de más. Le hubiera gustado añadir algún comentario sobre Cuervo como educada respuesta, pero no sabía como podría llegar a sentarle así que mejor calló.

El parque es un buen sitio para dar una vuelta y charlar.

Allá fueron, paseando con las manos en los bolsillos, con pose relajada, y no tardó mucho en ir al grano.

Ayer fue una noche movida para la sociedad ‘cainita’. Uno de los vampiros que mejor me caían, Gerard, fue ejecutado por ‘abrazar’ a una humana sin consentimiento del Príncipe. El Príncipe, Angello, es un Brujah, y por mcho que diga odia a los Ventrue, el clan de Mario y Gerard, así que jamás le hubiera dado ese permiso de todos modos.

Le miró a los ojos mientras paseaban.

Te preguntarás porqué podría importarte eso. Bueno, Gerard y Mario son los únicos a los que Angello podría temer, y ahora temo por Mario. Puede que sea un vampiro, pero es buena gente, te lo aseguro, y Angello es terriblemente belicoso. Atraerá problemas, con el sabbat y quizá también con vosotros, además de que sin duda deteriorará las relaciones con los Giovanni, que son otra fuerza política vampírica muy a tener en cuenta. Y no es una situación que me guste que llegue.

Tengo muchas ideas en la cabeza, pero no sé ni si son factibles o si las considerarías incluso ofensivas… pero creo que algo hay que hacer. Sé que Angello tiene enemigos entre los vampiros, como el primogénito Gangrel, y seguro que otros muchos que callan también preferirían ver a otro, no sé a quien pero a Angello no.

Se detuvo, miró alrededor y le preguntó.

¿Querrían los hombres lobo meterse en esto? Tal vez pudiera echar una mano para que los más fogosos pudiesen encontrar y alcanzar a un ‘Príncipe’… Estoy bastante seguro de que la Camarilla se recuperaría rápido, y en suma todos saldríamos ganando.

Menos Angello.

Rió con un poco de mala leche. Angello era para la mentalidad de Mark –aún más humana que lupina o vampírica- un asesino a sangre fría, y no le merecía compasión alguna.

- No puedo hablar por el alpha de la manada.

 Se aseguró de que comprendiese que su apoyo o sus palabras tendrían que llegar en última instancia hasta el lider de la manada que ocupaba el túmulo de Ancona. Cuervo se mostraba optimista y así lo hizo saber:

 - Pero creo que estás haciendo un gran trabajo.

 Es evidente que no todo el mundo es tan malo como lo pintan, no hay porqué sumir a la ciudad en una lluvia de sangre hasta que las calles se conviertan en rios lúgubres y sólo tengamos cantos solemnes con los que llenar el vacio de nuestras pérdidas.

 Lo evitaba, pero en su forma de hablar, ocasionalmente, no ligaba las oraciones como lo haría una persona normal, parecía ir más profundo, más allá, como si fuera un filósofo, un chamán o simplemente un poeta.

 - La noche en que la oscuridad de una luna nueva ciegue lo que en verdad está escrito para el triunfo de los Garou, se cernirá sobre los hijos de la Madre un mal de que no habrá espíritu, chamán o curandero capaz de expulsar.

 sonrió negando al escucharse a sí mismo, en verdad parecía que le gustaba oir su propia voz. - Digo...

 un conflicto directo sólo supondría pérdidas por el momento. El primogénito gangrel siempre fue un oído dispuesto, aunque algo fanfarrón, ¿podrías dar con él? a nuestros espías se les ha escapado su paradero.

 Pero podríamos confiar en una actuación por nuestra parte si la situación lo requiere y no es un riesgo demasiado alto. - No era cobardía, eran una familia, no quería ver morir a sus hermanos por una causa perdida.

 - La política siempre ha sido la clave para resolverlo todo. Aunque una acción "bélica" puede ayudar a que esa política sea más eficaz.

 Era como decir que entendía lo que Mark estaba proponiendo pero pedía algo de precaución.

 - ¿O...estás proponiendo algo más concreto para este momento?

 Se interesó, con gravedad en su semblante pero sin que desapareciese aquella maldita sonrisilla.

Mark miró alrededor mientras meditaba

Sinceramente, mi idea era un asesinato, puro y duro, pues Angello no merece otra cosa. Pero supongo que será difícil de alcanzar y destruir… por no hablar de que no sabemos quién podría sucederle, y que incluso podría ser peor.

Le miró y suavizó la tensión de su mirada.

Habría que sopesar el efecto de ese cambio en la Camarilla y en Ancona, pero tal vez una época de inestabilidad lo cambiase de forma más natural y agradecida, que señalase menos a Mario. En eso sí podrían ayudar tus hermanos. Atrayendo a los cazadores hacia Angello o los que le apoyan, porque… ¿Qué es un Príncipe sin apoyos? Si le minamos la base… uno asesinado por hombres lobo, otro por Cazadores, otro por el Sabbat… pronto se quedaría solo, o débil y Mario podría llegar para arreglar las cosas ‘mágicamente’ con todos.
Seguro que los Giovanni  están encantados de ofrecer información, y con los licántropos uniéndose… todos saldríamos ganando. Menos luchas, menos muertes. Mario respetaría a los licántropos, estoy… bastante seguro.

Rió un poco, estaba claro por todos los sitios de confianza donde había oído, que podía llevarse bien con ellos.

Intentaré localizar al Gangrel, quizá tenga algo que decir. Por vuestra parte… ¿Ese plan parece mejor? Quizá ahora tu Alfa no le vea demasiado beneficio pero con el tiempo y confianza, Angello podría ser una amenaza también para los vuestros… Guiñó Los Nuestros.

- Ya veo...

 Cuervo sonriente no perdió la sonrisa. Pero su semblante tomó un matiz de reflexión. Inspiró profundamente, un hecho que pasaba desapercivido siempre, pero no ahora ni para Mark, vivir entre no-muertos obligaba a aquellos que no lo eran a percatarse de actos así, Cuervo respiraba, estaba vivo, muy vivo, y aunque los vástagos lo simulasen no se acercaban en absoluto a mostrar lo que Cuervo era, un ser vivo, un nacido de Gaia, a lo que Mark era también...eran humanos...no, eran Garou.

 - El asesinato es posible. Pero tendrías que darnos almenos una semana para que se llevase a cabo.

 No podemos confiar en manipular a los pocos cazadores de la ciudad, y podría traer atenciones contra nosotros. No sólo cazan vampiros, recuerdalo. Si sorprenden a alguno de los nuestros sólo necesitará tirar del hilo y generarnos problemas.

 Los humanos no deben involucrarse en esta guerra, para eso estamos nosotros.

 Defendió y sonrió de forma más aguda como si se sorprendiese diciendo unas palabras que había oído antes en boca de otros.

 - Yo puedo darte la muerte de Angello.

 expuso, como el que pone una escalera de color encima de la mesa.

 - Pero tu debes buscar una razón diferente. Si la comunidad vampírica nos ve como una amenaza, no servirá de nada que Mario llegue al poder, se unirán contra nosotros, se radicalizarán...y Mario perderá credibilidad.

 Si confias en él, creo que no nos cuesta nada intentar una tregua. Pero antes de llevarnos por delante a Angello, me gustaría reunirme con Villanova.

 pidió Cuervo, quizás para asegurarse...confiaba en Mark, pero era su tarea como Beta.

- Quizás involucrando a un miembro del Sabbat podamos enfocar la furia de la camarilla hacia ellos, generar un cambio a través de un conflicto en el que colaboremos con ellos para erradicar a los fanáticos, a los miembros peligrosos de su estirpe. Una selección...

 No pudo evitar tampoco recordar las guerras entre los cambiaformas, y había algo en la trabajadora mente de Cuervo sonriente que le gustaba a pesar del horror que habían traído aquellos derramamientos de sangre...sangre de sus hermanos.

 - Quizás de ese modo nos viesen como aliados y pudiesemos pactar una tregua con el príncipe en ese momento.

 Nadie podría demostrar que todo había sido preparado de antemano.

 Claro que habrá quien desconfie de nuestra buena voluntad...por eso necesito ver a Mario, saber si será capaz de convencer a sus iguales de la "verdad".

 Una verdad manipulada, pero por un bien mayor. Aquello era un juego de política...

Mark asintió. Se sentía idiota, apenas había reparado en la reacción de los vampiros hacia los hombres-lobo.
Bueno, por eso llevas tú más tiempo en esto... hehehe.

Los humanos... también formam... formaN parte, solo que no lo saben. Si se pudiera 'orientar' a los cazadores hacia la guarida de alguno de los apoyos de Angello... nadie señalaría a nadie, pero podrían endurecer sus defensas, eso sí.

Se mesó la barbilla.Gracias por tu apoyo y tus consejos. Buscaré al Gangrel, y también le diré a Mario que se vea contigo, a ver cuando puede ser... pero involucrar al Sabbat se me hace mucho más complicado. ¿Qué se te ocurre a ti? Quizá los Giovanni puedan ayudar. Al fin y al cabo son independientes, podrían tener contactos con alguno, para que la Camarilla vuelva a pertenecer a Mario.

hmmm....

Le dio una palmadita en la espalda.

Gracias de nuevo. Pronto tendrás noticias mías, Cuervo. Si hay algo más en que pueda ayudar a la manada... no dudes en llamarme.

Si Cuervo no tenía nada más que decir, empezaría a trabajar. Primero hablaría con Mario, quería saber dónde conseguir información sobre los Sabbat, el Gangrel y los Cazadores, por supuesto, sobre Angello.... y si quería hablar con Cuervo.

Cuervo no dejó que se marchase sin más, y menos con una palmadita en la espalda, cogió su mano para estrecharla, pero en realidad sus dedos se cerraban rodeando su antebrazo, el saludo de un guerrero o algo parecido...quizás nada tenía que ver con la luna en la que hubiese nacido, en lo que Mark conocía, el garou que tenía ante él no era un nacido durante la luna llena, sino un Theurge, así llamaban a sus chamanes los hombres lobo. Ser un "chamán" en aquella época en la que la oscuridad y la tecnología trabajabn codo a codo no debía de ser fácil, poco margen había dejado la ciencia para confiar en espíritus y otras predicaciones más propias de crédulos o de manipuladores.

 Estrechó su mano cerrandola en su brazo, y prolongó el saludo hasta que sus hombros se tocaron en un formal abrazo casi exigido. Pero Cuervo no obligaba a nadie, su fuerza era muy humana, equiparable a la de Mark, y su sonrisa era perpetua con lo parecía la esperanza en sus ojos claros que oteaban la mirada de Armstrong como si buscase reconocer algo dentro de él.

 - Ve en paz, hermano.

 Y nada tenían que ver aquellas palabras con las de un hippie, eran profundas, leales, como las de una película...era el honor, era la gloria, todo ello movía a los Garou, pero de una forma especial, guiados  por la bondad de la madre tierra.

 - Hay pocos cazadores en Ancona, me arriesgaría a decir que en toda Italia, y los que existen apenas son chiquillos con estacas y ajo - ridiculizó - tratando de defenderse de algo muy parecido a un demonio despiadado y todopoderoso. - Aunque lo de la plata lo tienen bien aprendido... - se dijo para sí mismo...era una debilidad de los hombres lobo, aunque no de los vampiros. No necesariamente...

 Nada me gustaría más que lanzar sobre Angello y todos los que le apoyen todo Pentex.

 Pero ni yo tengo ese poder de convicción. - rió entredientes como una hiena ante su propia gracia, era irónico, al decir aquello parecía que precisamente Cuervo Sonriente era capaz de eso y mucho más, como si con su labia pudiese llegar a convercer a los enemigos humanos número uno de Madre para que trabajasen codo con codo contra el Wyrm que personificaban los no-muertos.

 - Los Giovanni son monstruos despiadados que se guían por preceptos peligrosos.

 No respetan nada, nisiquiera a los muertos, mucho menos a los espíritus. - explicó como un profesor a un parbulo, amable, dulce con aquella sonrisa.

 - No creo que nada que de poder a los Giovanni sea algo bueno. - Desveló su opinión. - Aunque en realidad, ningún vampiro es de fiar.

 Ni lo es un Garou, un despertado o una momia si se trata de política. Tampoco lo son los humanos, después de todo.

 Y por extensión, ni yo soy de fiar.

 Le miró fijamente a los ojos.

 - Es broma. Yo sí soy de fiar.

Mantenme informado, tienes mi número de teléfono. No dudes en llamarme si necesitas algo.

 No me gustaría involucrar diretamente a la manada y tampoco a los Garou en esto, pero si es por el bien de la ciudad y de Madre, se hará.

 Además...si pudieses hacerte con cierta información sobre los planes de Angello para las zonas verdes sería un puntazo.

 Creo que quieren construir un rascacielos sobre el túmulo...y no me apetece demasiado mudarme. - explicó imitando a un chulo de bar, no le pegaba demasiado, parecía más bien el bromista del grupo.

Mark asintió. 

No hace falta convencerles, tan solo darles pistas... hacer que lleguen a sus oídos sucesos sobrenaturales. Y no sé qué será para tí 'pocos', pero te aseguro que los que hay están muy bien equipados. Furgonetas, espadas de plata, balas de plata, chalecos tácticos, tiradores... cuando 'desperté' como licántropo, la misma noche fui atacado por cerca de una veintena, en tres ataques distintos, al despertar, de camino a la mansión de Mario, y en mi propio apartamento. Yo no los menospreciaría... hermano. -Aconsejó.

En cuanto a los Giovanni... bueno, prefieren el orden al caos, y están con Mario así que no me parecen tan mala opción como aliados en tiempos como estos, con Sabbat y Kuei Jin por medio, agitación en la Camarilla... Seguramente lo que se dice de ellos esté exagerado, y más si viene de nuestra gente, ¿No? También los vampiros exageran sobre nosotros.

Sonrió. Cierto que no conocía mucho sobre esos vampimafiosos y que se decían muchas cosas malas de ellos, pero hey...! La publicidad que llegaba a oídos de Mark no estaba de lado de los Giovanni, o quizá les interesase esa fama, era otra opción a tener en cuenta.

Intentaré indagar sobre lo del rascacielos y las zonas verdes, todo lo que haga a puñeta a Angello estará bien.

Cogió aire y suspiró.

Nos vemos, hermano. -Se despidió... Aunque viniendo de Estados Unidos, le sonó inevitablemente a una despedida de 'negrata'.

 Llegar hasta John, en aquel momento, te resultó bastante dificil. Tuviste que mover algunos hilos menores, hablar con gente de a pie, con humanos que no eran ni lacayos de los vampiros de la zona. Eso te hacía estar más seguro si alguien te rastreaba y te aseguraba que hacer preguntas no levantaría sospechas. John se iba a reunir al anochecer con un grupo de inversores en uno de los edificios de Mario. Si, edificios, al principio es posible que lo fliparas, pero pronto se hizo rutinario saber que Mario tenía muchas propiedades en toda Ancona, algunos hoteles, casas de muy buen ver, apartamentos...en este caso, eran una oficinas, "oficinas" de vaya usted a saber que. Mientras tanto, en el mundo de a pie, la economía se iba al carajo, los pobres no podían inhundar las calles porque morían o desaparecían, y lo peor de todo, es que no quedaba nada de ellos. Aquella jungla de cristal era peor que la sabana africana, todo se aprovechaba, y a nadie le importaba una mierda lo que le ocurriese al que no tenía para costearse sus necesidades. La supervivencia del más fuerte, o del más cabrón.

 Había poca gente como Mario y lamentablemente él, tenía que robarle la vida a otros para seguir viviendo. ¿Qué justicia había en ese mundo?

 John te recibió en la sala de reuniones antes de que nadie llegase. Tendríais una hora para que nadie te viese salir del edificio, pero aquel tipo negro tan bien vestido sabía como tratar a un invitado. Te ofreció refrigerios y te dejaría sentarte en la silla del empresario jefe, más grande y ostentosa.

 La sala estaba prácticamente sin decorar, pero la mesa y las sillas eran caras. La ciudad se veía como ardiendo con el sol cayendo tras los edificios más altos, era como una bola de fuego en el horizonte que lo calcinaría todo. De hecho, si algún vampiro estuviese allí, ante las ventanas sin protección alguna, no tendría las vistas de Mark, sino una muerte inmediata.

 John sonrió y te ofreció tabaco.

 - ¿Y bien, en qué puedo ayudarte?

A Mark le sorprendió lo muy bien que le trataba John. Probablemente Mario le hubiera dicho algo al respecto... ¿Acaso sabía lo que era? Bien.. era mejor no pensar en eso en ese momento. Aceptó con gusto un refresco pero declinó amablemente el tabaco.

Gracias John -Dijo mencionando su nombre para empezar la conversación con un tono agradable e informal- pero no fumo.

Se acomodó soplando un poco de aire mientras se servía el refresco por sí mismo y se ponía cómodo

Verás... estoy buscándole amigos a Mario, pero aunque sea irónico, voy a necesitar unas cuantas clases de Historia... sobre los enemigos de Mario. Quizá alguno podamos acercarlo a nuestra posición, actuando contra otros, sabiendo cómo se llevan entre sí y viendo qué les podemos ofrecer que les apetezca.

Se sentó algo hacia adelante y sorbió del vaso.

Tenía unos cuantos grupos en mente... -Enumeró con los dedos- Los Kuei-Jin... ¿Qué tal son, qué se sabe de ellos? ¿Qué aliados y enemigos tienen en Europa y qué se les ha perdido aquí? ¿Y los licántropos? -Preguntó, por disimular- ¿Se puede hablar con ellos? Mmm... Los Giovanni son tradicionales amigos de Mario. ¿Qué enemigos tienen? Y veamos... ¿Qué se puede esperar del Sabbat? ¿Son todos tan fanáticos como aparentan o también 'se venden'? Y por último Pentex... ¿Se les pueden 'orientar' a nuestro gusto? ¿Hay algún modo de contactar con ellos?

Sonrió.

Sí, son muchas preguntas... pero necesito ponerme al día, no puedo ir por ahí a ciegas y no me apetece meter la pata...

- Sabes que si hay algo que pueda hacer por ti y por Mario, sólo tienes que pedirmelo. - john no fumó, ni tampoco se sirvió nada, parecía querer evitar la ingesta de líquidos, si iba a reunirse pronto era obvio el motivo. Eran preocupaciones mundanas que tenía la gente corriente, igual que mantener el ambiente lo menos colmado de malos oleres, ya se llenaría de humos más tarde.

 - Lo que preguntas tiene sentido, pero me temo que no soy tu hombre.

 Veré que puedo ofrecerte...

 John hizo memoria acariciandose el mentón. Siempre había sido un hombre grande, corpulento, con aspecto de ser astuto pero también el típico gorila de discoteca, claro que el gorila no viste un rolex de oro ni un traje como el que llevaba el tipo.

 - Los Kuei-jin son herméticos. Nada entra ni sale. ¿Qué buscan? No tengo ni idea. Cuando quieren resolver algo vienen ellos mismos, generalmente viajes seguros a China y Japón, no tienen las exigencias típicas de los nuestros. Y sólo nos encargamos de que el papeleo vaya bien, supongo que sólo nos necesitan para asegurarse de que las maletas no se pierden de camino al hotel, no nos encargamos directamente de la seguridad, siempre hay algún amarillo más dispuesto y listo que nosotros a cargo, uno de su confianza, claro.

 Respecto a sus enemigos...supongo que todos y ninguno. Nadie se atreverá a declararles una guerra abierta, pero estoy seguro de que todos quieren que se vayan de aquí. no son invitados deseados, si tu me entiendes...

 Sinceramente, no sé más. - Explicó encogiendose muy ligeramente de hombros. - Los licántropos no son un problema desde hace bastante tiempo.

 Se limitan al bosque y nos dejan la ciudad. Yo no me fiaría de ellos, aunque tampoco se muy bien de que va su plan para salvar el mundo. Tampoco quiero cruzarme con ninguno cara a cara. Vivo tranquilo tal y como me van las cosas.

 No me van nada mal, por cierto. - bromeó, pues Mark no le había preguntado directamente.

 - Los Giovanni me son más familiares.

 Son los verdaderos dueños de la tierra que pisamos. De toda esta jaula de cristal y acero, pero han perdido la documentación y los demás han aprovechado para afirmar que en realidad nada de lo que vemos es suyo. La mafia tiene un gran poder en la sociedad humana, en la vampírica ocurre exactamente lo mismo. Están más preocupados por fantasmas y espíritus y cosas de esas, que por lo mundano. Salvo cuando se trata de dinero, claro. Tienen fondos para comprar Ancona y toda Italia, y si te metes con uno de ellos, te metes con la mayoría. Hay una guerra política intensa con el gobierno en la noche actual y los Giovanni. Se declararon independientes de las sectas hace tiempo, es decir, que no son de fiar para la mayoría. uno se enriquece cuando mira para su propio ombligo, no siendo una hermanita de la caridad.

 Si has visto alguna peli del padrino no creo que necesites mucha más información...aunque tampoco te dejes guiar siempre por ese tópico. Son hábiles, por eso trabajar con ellos es compicado, cuando te das cuenta te han vendido...y no dan mucho margen para que hagas cosas a sus espaldas.

 Creo que son los habitantes de la ciudad que más enemigos tienen en todo este jodido país.

 Afirmó con énfasis.

 - No te acerques al Sabbat. Es peligroso. Lo que toca lo corrompe...o lo hace arder. - no necesitaba decir más, John sabía que no aceptaría jamás una reunión diplomática con miembros del Sabbat, incluso si Mario se lo pedía personalmente pensaría en rechazar la oferta, y decir aquello, eran palabras mayores.

 - Respecto a Pentex...

 ¿Qué pasa?

 Pentex es demasiado grande para orientar nada desde abajo. Tiene su propia cúpula. Hay algunos cainitas dentro, como no, siempre es así donde hay verdadero poder. Pero es un monstruo empresarial que consume el mundo o más bien, entrega al mundo al consumismo en todos los ambitos, sobretodo en el farmaceútico.

 En Pentex no se entra ni con recomendación, chico.

 Ellos vienen a ti si te necesitan, nadie puede presentarse en una oficina y decir "Quiero hablar con el directivo de pentex", si es que tal persona existe... - fingió un escalofrio.

 Pentex siempre había sido un competidor voraz, si se interesaba por una patente, era suya, y si metía sus hocicos en los asuntos de la empresa de John, la empresa de John perdía mucho, mucho dinero.

 - ¿Hay algo más?

 ¿Qué planeas? Me estás asustando chico.

Mark asintió lentamente

Pues no mucha cosa que no supiera... mmm... pero bueno, no sabía que Pentex fuera una empresa pública y real... creo que ando bastante flojo de economía.

Se sonrió un poco y miró a John.

Perdona mis modales, John. Yo también me alegro de verte, es solo que tengo la cabeza en otra parte... estoy buscando algunas formas poco ortodoxas de devolverle su poder a Mario, pero necesitaba información. En serio, sé que son EL enemigo, pero quisiera saber algo más del Sabbat Si los hombres lobo pueden trabajar con vampiros, los vampiros también deben de poder Al menos para saber a qué atenerme. También los licántropos son EL enemigo y no hay demasiado drama con ellos

A propósito, tú que estás más enterado... ¿Qué planes tiene Angello para las Zonas Verdes? He oído campanas sobre algo de un rascacielos... me gustaría saber todo lo que haya de cierto en eso, conozco gente que no le interesa ese rascacielos y que podríamos llevarlos a nuestro lado...