Partida Rol por web

De nuevo, la actitud desquiciada de Joyce anunciaba que las votaciones se encontraban cada vez más cerca. La llegada de este momento del día empezaba a resultaros rutinaria, y las sensaciones que os evocaba la apertura de la urna metálica os eran, llegados a este punto, bastante conocidas. 

Esta vez, sin embargo, el rostro de vuestro anfitrión os mostraba matices que, hasta ahora, os habían resultado desconocidos.

Joyce enarca una ceja, tras contar los votos que habían recibido cada uno de los invitados durante aquel día. Sólo él supo de la circunstancia que se había dado, de manera excepcional, después de que todos eligieran a su sospechoso. 

Discretamente, se arrancó uno de los botones de su mugrienta camisa, aún manchada de sangre. Mentalmente, le asignó nombres y apellidos a la cara cóncava y convexa del mismo y, tras lanzarlo al aire y atraparlo hábilmente entre sus manos, vio el resultado. 

- Hoy han vuelto a ocurrir ciertas modificaciones en las votaciones - dice, mientras se dirige pausadamente a la cocina. 

- Zarina, alguien ha decidido que tu voto era prescindible. Y, Michelle - continúa, revolviendo en uno de los cajones del mobiliario -, al igual que ayer, una persona te ha votado secretamente. 

Joyce vuelve a dirigirse hacia vosotros, con las manos a la espalda. 

- Y, también, al igual que ayer, el voto sigue siendo anónimo... 

Inconscientemente, formáis un círculo, en el que todos os miráis las caras, mientras Joyce anda a vuestras espaldas, rodeándoos. 

Da una vuelta completa mientras sigue hablando.

- Pero hoy ha sido un día... raro - os confiesa, aminorando su paso. - También hoy ha pasado una cosa extraña... 

Se detiene por completo, detrás de una figura femenina. 

- Y es que hoy ha habido un empate... 

El sudor que desprende Joyce, ya sinónimo de muerte, es detectable para todos, pero sobre todo para Zarina, quien podía sentir perfectamente como el aire que expulsaba Garden al respirar chocaba contra la parte superior de su cabeza, produciéndole una incomodidad difícilmente descriptible. 

Joyce permanece un rato detrás de Zarina, notando como cada vez su cuerpo se ponía más en tensión, como si esperara la hora en la que Garden hiciera de ejecutor. 

Sin embargo, el anfitrión continúa su marcha, pero no avanza mucho más. 

Con un rápido movimiento, Joyce coloca una bolsa de plástico sobre la cabeza de Charlotte, y la empuja hasta que llega al cuello. La muchacha tarda en reaccionar apenas unos instantes; pero Garden aprovecha para sujetar la bolsa firmemente y colocar cinta americana en torno al delicado cuello de la joven coordinadora de incubación. Cuando termina, corta gracilmente la cinta, tirándola al suelo el resto del rollo, mientras que con ambas manos sujeta las muñecas de Charlotte, que ahora se revuelve inquieta, tratando de librarse del plástico que, poco a poco, iba empañándose cada vez más. 

El círculo que se había formado se disuelve rápidamente, y todos observáis, en mayor o menor medida afectados, cómo la joven abre exageradamente la boca, tratando de respirar algo más que no fuera su propia espiración. 

El forcejeo apenas dura unos minutos; la bolsa cada vez se pegaba menos a los labios de una desesperada Charlotte. 

Tendida ya en el suelo, inconsciente, veis como la muchacha exhala un último suspiro. 

Garden libera sus muñecas entonces, enrojecidas por la fuerza que ha tenido que ejercer. La mira unos momentos, tendida en el suelo, muerta. Luego, tras encogerse brevemente de hombros, se agacha a recogerla y la carga a un lado. Mientras lo hace, podéis entender que dice algo, pero no lográis adivinar el qué. Las palabras «harto» y «sangre», sin embargo, os resultan claramente perceptibles. 

Con paso lento, se dirige hacia el cementerio que, con los días, se ha establecido en el apartamento. Dirige una rápida mirada a Zarina, a quien le dedica una breve sonrisa. 

Se escucha un golpe seco en la habitación donde están los cadáveres. Joyce ha dejado caer el cuerpo sin vida de Charlotte. 

Después de unos suspiros, más por el cansancio que por la pena, Garden grita desde allí.

- ¡Era inocente! 

Tras la confirmación de Joyce, el silencio se vuelve más pesado aún. Sin embargo, el golpe sordo de una puerta cerrándose con fuerza retumba entre vosotros, como si fuera eco. 

Tan impactados estabais tras la lucha por respirar de Charlotte que no os habíais dado cuenta de que Conall Bonny, sumido en una especie de shock, había ido hacia el cuarto baño. La muerte de la joven, junto con la visión que dentro del aseo le esperaba, habían terminado por minar la mente de Bonny. 

Cerró la puerta tras de sí, y la encajó de tal manera que su apertura desde fuera resultara imposible. A continuación, empezaron a escucharse una serie de golpes, mientras un profundo quejido se iba acentuando cada vez más. 

Los ahora gritos desgarradores de Conall cesaron cuando un golpe más sonoro que los anteriores se produjo, escuchándose a continuación cómo el cuerpo del hombre caía sobre algo que no era el suelo. 

No hacía falta haber visto la escena para saber que Bonny había chocado su cabeza con la pared repetidas veces hasta morir y caer, finalmente, sobre el cuerpo de Jim. 

Me quedé quieta a la espera de la muerte inminente que había calculado y esperado... Pero no se produjo. Sin embargo, Charlotte, que en un momento esquivo la muerte, iba a reunirse con ella. 

Helada, sin apenas moverme, les lancé una mirada furiosa a los demás.

-¿Se puede saber en qué coño estabais pensando? Enhorabuena, genios. Los infiltrados deben estar descojonándose ahora mismo de una manera que no se imaginan. Bravo. -les dedico unos aplausos con un tono ácido.- Y no sé quien me quitó el voto, pero como todos sabíais a quien iba a votar da lo mismo. -suelto un gruñido y me aparto el pelo de color rojo del rostro.- ¿Ya por qué no nos suicidamos en masa? ¡Así se lo ponéis más fácil!

Monica se acercó a ver los votos que Joyce mostraba, pero apartó la mirada cuando el hombre se colocó detrás de Zarina. No quería ver otro espectáculo sangriento y gratuito. Cuando el cuerpo de Charlotte cayó y el anfitrión confirmó su inocencia, el rostro de Monica expresó sorpresa. - Joder... - Musitó para sí misma, frustrada por haberse equivocado de nuevo. 

Sin embargo cuando Zarina alzó la voz, la mujer levantó la mirada, fulminando a la pelirroja con ella. - ¿Y acaso si hubieras muerto tú no habrían estado contentos, Zarina? - Preguntó con tono seco, molesta con la actitud de la joven. - ¿Puedes explicar por qué exactamente habría sido mejor para nosotros que te hubieras muerto tú? Porque si no mientes y realmente te paseas por las noches, eres mucho más útil de lo que era Charlotte. - Le parecía increíble que encima de haberse salvado les recriminase por seguir viva. 

- Y si Charlotte está muerta es porque era bastante estúpida. ¿Por qué se votó a sí misma? ¡¿Cómo puede tener alguien tan poco instinto de supervivencia?! - Monica era incapaz de comprender que alguien quisiera morir sin ningún tipo de motivo o sentido, tan sólo por convertirse en una mártir sin causa.

-Ahora mismo soy inútil viva porque nadie me hace caso, por eso mismo. Os dije un nombre del que estoy más segura de lo que he estado en mi vida y nadie excepto yo le voté; e incluso eso fue inútil.-le espeté.- Hasta tú deberías haberte dado cuenta. Además, ¿de qué me sirve seguir viva si una pobre mujer inocente acaba de morirse? Pregunto. Porque si me matan por la noche, todo habrá sido en vano.

Arthur contempló la escena sin dejar traslucir todo el horror que le inspiraba, pero cuando Joyce anunció la inocencia de Charlotte, con su cadaver todavía caliente, la primera mirada fue para Zarina que una vez más se mostraba víctima, incluso habiendo sido salvada por los votos. 

¿Cómo había ocurrido que Charlotte pasara en un solo día de superviviente a acusada y que tuviera que morir para que quedara patente su inocencia? Arthur necesitaba una reorganización de sus ideas para comprender cual había sido el proceso.

- Pero...¿te estás oyendo? - le espetó a Zarina, su voz salió disparada hacia la joven pelirroja. - Vuelves a empezar con la misma cantinela. Pareciera que tú eres la única que puede salvarnos. Yo no veo tus éxitos por ningún lado, porque todas las votaciones acaban igual, inocentes que mueren e infiltrados regodeándose. Cúlpanos de nuevo, a mí...a todos. Pero estás logrando todo lo contrario de lo que dices pretender. Y tú sigues aquí, lamentándote por tu suerte...pero aquí, entre nosotros. Vivos, una noche más.

-No me toques las narices, que tú has sido uno de los que ha votado a la pobre mujer.

Pegué una patada a una mesa, volcando una lámpara.

-Y me estoy cansando de tus milongas sobre tu inocencia. Intenta engañarlos a ellos, no a mí.

Asombrada por la escena, Michelle se aparta rápidamente cuando Joyce comienza a ahogar a la muchacha. En su rostro puede verse la desaprobación por sus métodos, pero tampoco se siente ni con la fuerza ni con la preparación para intervenir. Aún así una cosa era un golpe seco, y más cuando Nikolai había tenido una pistola. Otra cosa diferente era un cuchillo. Pero esto, sujetarla de esa manera mientras la mujer se ahogaba... Aquello era innecesario.

Cuando todo terminó, escuchó incrédula las sucesivas protestas de Zarina y cómo la respuesta que Monica le había dado no le había parecido suficiente.

- Ayer poco después de esta hora prácticamente todo el mundo confiaba en ti, Zarina. - Le dijo con voz dura. - Tu actitud es la que ha sembrado la desconfianza que ahora estás recogiendo. Y te lo advertí, de modo que deja de culparnos a los demás por ello.

- Esa pobre mujer inocente de la que hablas no se defendió de las acusaciones, e incluso se ha votado a sí misma. No justifico su muerte, ha sido un gran error. Pero eso no significa que debieras haber muerto en su lugar. Nadie se esperaba que ella misma se votara.

- ¿Dices que eres inútil viva? - Preguntó de manera retórica, antes de enunciar la respuesta. - Eso es lo mejor que te podría pasar: los infiltrados podrán aplazarte. - Argumentó. - ¿Si te matan esta noche todo habrá sido en vano? - Preguntó de nuevo, antes responder con tono firme, mirándola directamente a los ojos. - Como para todos y cada uno de nosotros, Zarina. Bienvenida a la jodida realidad. Ahora deja de decir cosas absurdas, recomponte, y compórtate como una Alfa. Monica y Charles han estado en coma. Todos hemos visto más muertes aquí que en toda nuestra vida. - Dijo, desviando su mirada a Garden por un segundo. - Pero no decidimos que estaríamos mejor muertos. Porque entonces es cuando acabamos así.

- Si puedes hacer algo por los demás, hazlo. Si puedes aportar alguna idea, adelante. Pero deja de quejarte porque no te hacen caso cuando tú misma lo has provocado y has recibido avisos sobre ello. Muchos anunciamos nuestros votos: ¿Por qué no protestaste entonces?

- Tienes un día más: aprovéchalo para algo productivo en lugar de lanzarte contra las personas sin cuyos votos estarías con una bolsa en la cabeza.

Tanta muerte estaba casi insensibilizándole. Hacía unos días se había escandalizado con el asesinato de Rebecca, pero después de tanta muerte, era casi "otra más", otro paso hacia lo que parecía inevitable...

-Has tenido suerte, Zarina. El azar te ha dado una segunda oportunidad -su tono era serio: evidentemente hubiera preferido que los papeles se hubiesen cambiado y Zarina ocupara ahora el papel de Charlotte. Iba a decir algo más, pero Michelle parecía haberle leído el pensamiento y habérsele adelantado. La pelirroja no contaba con la confianza de Phil, pero aún tenía tiempo de resarcirse.

La lista de sospechosos se cerraba, cada vez quedaban menos con vida en aquel macabro juego, y la mente de Phil no paraba de examinarlos a todos. Mucha gente de la que en principio no sospechó seguía allí. Empezaba a replantearse muchas cosas...

Es que acaso son idiotas? era obvio que ambas eran inocentes! Si me escucharan debes en cuando... pero no importa, supongo que ya estamos todos muertos, no? - digo mientras me levanto y me voy a mi habitación- Solo es cuestión de tiempo.

-Estamos dando palos de ciego. Esto es inviable. Tenemos que ponernos de acuerdo, es demasiado fácil engañar a la gente si no dispone de información suficiente.- Esta noche moriría otra persona más si nada lo remediaba y allí estaba Dolores quizás más confundida que nunca sin saber que rumbo tomar.

-Si alguien tiene conocimientos claros que lo exponga con claridad, por favor.-

Alzo las cejas en una expresión irónica.

-Eso si le creéis cuando lo diga. Y si sobrevive alguien a los lobos, podréis tener el placer de rematarlo, ¿no? Digo, porque es el caso de Charlotte.

Lo más inteligente que se había hecho en toda lo noche lo había hecho Houssay. Me tenían cansada entre todos.

-Haced lo que os dé la real gana. Ya que parece que cada uno va por su lado, yo me voy por el mío. 

Me marché a la cocina a por algo para relajarme. Ya tenía los nervios destrozados por esas personas.

Charles miró la ejecución de Charlotte, decepcionado con Joyce. Cuando todo acabó miró a Zarina con cara de pocos amigos y dedicó otra mirada de desconfianza a Michelle. Has tenido suerte, Zarina. Ella no tenía que haber muerto, pero lo ha hecho y tu sigues con vida y pretendiendo ser inocente. No hemos conseguido dar con ningún asesino y cada vez quedamos menos. Además, lejos de estar más cerca de la resolución, parece que estamos peor que ayer, porque la muerte de Charlotte no nos ha aportado nada. Las votaciones de mañana serán clave... Espero que os replanteéis las cosas para mañana.

Charles Winston se quedó pensativo, levantando la mirada de vez en cuando para mirar a alguno de los presentes.

Monica contempló con mirada reprobatoria la actitud de Zarina, más propia de una niña pequeña o un epsilon que de alguien con las capacidades de un alfa, pero prefirió no decirle nada más. Ella sola se iba labrando lo que terminaría por obtener si continuaba así. Y por lo que parecía, lo estaba deseando. 

La mujer se sentía más frustrada de lo que había estado desde que llegaron al lugar y frunció el ceño antes de hablar en voz alta. - No nos hace ningún bien seguir en silencio o taciturnos. Tenemos que hablar, es la única herramienta que tenemos para descubrir a los infiltrados. Hacerlos hablar hasta que cometan algún error. - Echó un vistazo breve con el ceño fruncido hacia Sasha y Javier, que no habían abierto la boca en toda la noche. 

Michelle había permanecido callada desde su reprimenda a Zarina, simplemente escuchando y tratando de encajar las cosas de nuevo en su mente. Observó cómo tanto Charles Houssay como Zarina se iban enfadados antes de negar con la cabeza.

- No tienes derecho a recriminarnos nada. - Le dijo a la mujer, consciente de que la oiría. - Cada uno de nosotros ha votado, igual que tú. Y aunque no lo hiciéramos por eso te hemos salvado la vida.

Después permaneció unos segundos más callada. Cuando habló lo hizo con voz tranquila.

- Creo que es un error que cada uno vaya por su lado. Sólo nosotros podemos decidir nuestro propio voto, pero como ya ha dicho Phil varias veces si no colaboramos se lo estaremos poniendo aún más fácil. Por mi parte no tengo ninguna certeza ahora mismo, y mis sospechas pueden estar erradas. Ahora bien: no creo que los que permanecéis en silencio no tengáis vuestras propias ideas. Y es evidente que nos estamos atascando.

-Michelle tiene razón. Gracias a ellos estás viva. Lo que ahora debemos hacer es ponernos de acuerdo. Los palos de ciego deben acabar y si alguien ha encontrado pistas para hallar a algún asesino creo que mañana debería empezar a decir las cosas o estaremos perdidos. De momento creo que ya se va acercando el momento de dormir.- Y con esto Dolores procedía a irse a la cama y estar descansada para el próximo día.

Tenían razón. Les escuchó en silencio, esperando su turno.

- Varios habéis repetido la misma idea: debemos hablar claro. Pero después no habéis dado ideas nuevas. Me gustaría decir que yo veo todo el problema con nitidez, pero no es así. Solo tengo la certeza de algo: alguien está mintiendo y...- miró a cada uno de los que quedaba en la sala. Prefería no dar nombres, ellos sabían a quién se estaba refiriendo - y no está aquí con nosotros ahora. Llegados hasta aquí no se si pondría la mano en el fuego por ninguno de vosotros - esta vez su mirada se paró en Michelle. Le había dado su confianza en un primer momento, sin saber exáctamente por qué. La miró y asintió. No, no creía equivocarse. Y el resto... - No lo se, parece que nunca acertemos.

Le vino a la memoria el amanecer anterior, cuando encontraron a nada menos que cinco de sus compañeros muertos. La noche avanzaba y Arthur se revolvió en su silla intentando disimular su inquietud.

-Estoy bastante seguro (no puedo deciros el por qué) de que la masacre de ayer fue precisamente por eso. Por callarnos. Creo que al menos uno de los que murieron anoche... Era un asesino. Pero no un traidor, al contrario: creo que creía que hacía bien matando por su cuenta, saltándose las votaciones... Pero eligió a la víctima equivocada. Si lo hubiera compartido... No habría pasado esto. O al menos contaríamos con dos inocentes más entre nosotros -Phil hablaba serio, pero el corazón le latía con fuerza y un nudo atoraba su garganta. No podía creer que estuviese hablando tan a la ligera de la muerte de cinco personas.

Miró a todos sus compañeros.

-Espero que si alguien piensa matar esta noche, al menos elija a un traidor. Debemos evitar matanzas como la de anoche.