El galeno te sonríe con gesto afable al contestar:
- Oh, no te preocupes, mi buen Adler, ya le he prescrito una infusión de cólquico, tal vez lo conozcas como azafrán de las tormentas - te comenta - Y si no recuerdo mal, también es llamado popularmente "mataperros" - hace gala de su erudición - Te aseguro que le va a provocar una buena purga...
La tarde transcurre fría y lluviosa, justo tal como ha sido todo el día. Y el ambiente melancólico entronca a la perfección con el estado de ánimo de la joven Nerpala, que sin poder concentrarse en el complejo tratado sobre magia ritual que supuestamente está estudiando, contempla abstraída el repiqueteo de las gotas de lluvia contra la ventana…
- Reconozco que daría cualquier cosa por poder viajar hasta Kustria para presenciar la gran boda, el banquete, las celebraciones, el torneo en el que participarán los mejores caballeros de occidente – suspira dejando volar la imaginación – Pero debemos afrontar la realidad, si media corte ya va a quedar marginada de este evento al no disponer de suficientes plazas en las embarcaciones del conde Doncal… menos aun podría tener cabida a bordo la humilde hija de un Prelado – reconoce – Y ya puedo darme por satisfecha con asistir mañana al desfile cortesano, cuando los más afortunados embarquen…
Reprimes un comentario acerca del diferente concepto de “humildad” de los distintos estratos sociales.
- Sin embargo… – fantasea – He oído que tu antiguo maestro, el mago Ort Seam, es en teoría capaz de viajar instantáneamente a cualquier rincón del Safelster, mediante sus hechizos de Teletransporte – es evidente que habla sobre cosas que sólo conoce a medias – Como mínimo, me consta que madre custodia como favor hacia él uno de sus Círculos Base, en una cámara de nuestro laboratorio de magia, aquí en la propia Capilla… ¿Sabes tú algo de todo eso, Adler?
El joven enarca una ceja al escuchar a su amada.
- Un círculo base de Ort Seam... ¿aquí? -entrecruza los dedos mientras frunce ligeramente el ceño- Me temo que a mi no me servirá de mucho... El Círculo Base, si recuerdo bien sus enseñanzas, es útil como destino, no como punto de... inicio del viaje.
Hace una mueca de disgusto, no es precisamente un experto en ese tipo de magia.
- El Maestro destaca precisamente en su uso de ese tipo de conjuros, pero no es mi caso- se encoje de hombros con cierto disgusto- Siempre he preferido moverme a distancias que pueda ver con mis propios ojos. Pero si hubiera sabido que aquí se custodiaba uno de sus círculos... hubiera aprendido a usarlo, puedes estar segura. Me ahorraría un buen viaje cada vez que tuviera que ir a verlo.
He tenido que consultar tus cambios de la magia. Según el manual el Círculo Base solo se usa como destino, pero veo que eso lo has cambiado un poco. De todas formas mi PJ no sabe teletransportarse. Él es más... directo. :P
La soñadora jovencita exhala un largo suspiro:
- Pues es una verdadera lástima que no estudiases esa rama de la Escuela Cinetista antes de abandonarla – comenta con aire inocente – Porque, según madre, Ort Seam conoce secretos absolutamente exclusivos acerca de esa disciplina… y los ha compartido en muy pocas ocasiones.
Y dicho esto, parece dar el tema por concluido, para seguir sumergiéndose en sus fantasiosas ensoñaciones.
Esta noche la cena está bastante animada, los cuatro comensales habituales tenéis muchas cosas que comentar acerca de los inminentes eventos sociales que la ciudad de Galin vivirá mañana. O bueno, como mínimo tu futuro suegro Onelag, su esposa Arechi Cehal y por encima de todo tu prometida Zid tienen muchas trivialidades que compartir, desde quienes no van a poder embarcar finalmente en las galeras que parten hacia Kustria, hasta el orden en que irán embarcando las distintas familias cortesanas… pasando por las galas que lucirá cada uno.
Tal vez tu nueva maestra sea la menos entusiasta con toda esta feria de las vanidades, pues ella tiende a analizar más las corrientes de poder o de influencia que se ocultan bajo cada gesto público. Pero bueno, lo que está claro es que aquí tú eres el invitado de piedra, el que come en silencio sin nada que aportar, limitándose a asentir educadamente o a fingir una sonrisa cuando corresponde reír alguna gracia. Hay algunas barreras que siempre estarán ahí…
FIN DE LA ESCENA