Descendéis con cuidado la empinada cuesta hasta la rivera y allí os acercáis hasta la última arcada, la más próxima al margen norte, llegando a un punto en que la inmensa masa de piedra del propio puente os oculta tanto del camino como de las casernas de la guarnición. Vuestra presencia no parece haber llamado la atención de nadie, aunque vuestro comportamiento pudiera resultar excéntrico. Es una de las características de la gran ciudad, cada uno se ocupa de sus propios asuntos y tiende a ignorar a todos los demás mientras no se crucen en su camino.
Resulta… extraño.
El viejo eleva una vez más el dedo índice, inconsciente de sus propios tics, mientras empieza a rebuscar en las alforjas de la mula, extrayendo para tu desconcierto un pequeño martillo y un cincel…
- Ya te comenté antes los peligros que podía entrañar el crear un Círculo Base para el hechizo de Teletransporte que no estuviese convenientemente vigilado, bajo la supervisión de alguien de plena confianza… o bien ubicado en algún lugar privado e inaccesible…
Acaba de encontrar todo lo que busca, incluyendo un clavo de metal y un cordel de dos codos de largo… y luego, para tu sorpresa, empieza a levitar ante tus ojos sin dejar de hablar y sin que le hayas visto recitar el conjuro en ningún momento. Ya hace mucho que Adler, Alandrel y tú mismo habíais especulado sobre la espeluznante habilidad del viejo para emplear sus hechizos sin prepararlos antes, como cuando abre las puertas de la casa con apenas un gesto de la mano, pero ahora acabas de ser testigo de algo prodigioso que no acabas de explicarte.
Y sigue hablando como si tal cosa, dándote una de sus inacabables lecciones…
- Con el conocimiento del hechizo de Teletransporte obtienes toda una serie de ventajas secundarias inesperadas, no sé si alguna vez te lo había comentado – divaga mientras vuela hasta la parte superior de la arcada elíptica, a unos tres metros del suelo, quedando suspendido sobre las aguas aun poco profundas de la orilla del Helby – Verás, cuando ya has construido tres o más Círculos Base adquieres una especie de geo-localización con tan sólo concentrarte en el hechizo, pues te ofrece información de la distancia que separa el punto geográfico exacto que tu cuerpo ocupa con respecto a las posibles destinaciones a las que podrías teletransportarte… y eso permite de forma colateral triangular tu posición. Digamos que ya nunca podrías perderte, es como si siempre estuvieras contemplando tu posición en un mapa estelar, con las estrellas brillando en el firmamento… solo que mejor, los puntos de referencia están a tu mismo nivel, siempre rodeándote.
Mientras larga su perorata, el anciano ha escogido una superficie bastante bien conservada en la cara inferior de la enorme arcada de piedra y tras limpiarla un poco con un paño que luego guarda en la manga, ha clavado el pequeño clavo metálico y trazado un círculo exacto con ayuda del cordel, marcándolo con carboncillo. Y a continuación se aplica con ganas con el cincel, realizando una inscripción en todo el perímetro. Tardará bastante en acabar…
- Pues bueno, volvamos al tema que nos ocupa – habla ahora de forma algo entrecortada mientras reparte con pericia los cuidadosos martillazos al cincel – Cuando creas un Círculo Base debes ser consciente de todos los peligros de los que te hablé, que nadie fuera a ocupar ese espacio físico en el preciso momento en que tú te transportas o quedaríais fusionados en una aberración, muriendo en el acto en el mejor de los casos – suena realmente espeluznante – O sin ir más lejos, que no te ocurra lo mismo si transportas primero algún objeto, pues su masa ocuparía ese espacio físico si nadie se tomase el trabajo de retirarlo, allá en su destino, y eso inhabilitaría el Círculo Base hasta tu regreso por medios convencionales. Como ves, hay que pensar en todo y los peligros e inconvenientes son muchos…
Te das cuenta de que no se limita a grabar la línea del perímetro del círculo, sino que está escribiendo minúsculas runas en toda su extensión. Es literalmente una larga frase escrita en los márgenes de la circunferencia…
El maestro sigue con su parloteo mientras trabaja, levitando a un par de metros de altura...
- Por eso, muchacho, cuando no dispones de un guardián de confianza o un lugar absolutamente privado, debes recurrir al ingenio para obtener una seguridad equivalente – comenta satisfecho – Como puedes observar, aquí arriba no corremos el riesgo de que nadie construya nada, ni de que algún tonto se siente un rato con la mente perdida en Lalia – vuelve a emplear el localismo de Uton – Y además, cualquier objeto que transportes hasta aquí caerá hacia el río por su propio peso, sin permanecer ocupando este espacio físico. Y por ende, las aguas lo cubrirán ocultándolo de una forma bastante efectiva. Aunque convendría que fuese algo resistente y pesado para que no se viera arrastrado por la corriente, bien que tan cerca de la orilla esta tampoco es muy fuerte – propina algunos martillazos más y continúa hablando – Claro que sería recomendable que antes de usarlo el mago que se teleporte a este destino tuviera la prudencia de lanzar un hechizo de Volar sobre sí mismo y empezase a levitar desde antes de partir, así aparecería aquí suspendido en el aire… ¡y se ahorraría un buen chapuzón!
El viejo hechicero se permite incluso bromear contigo, pero eres muy consciente de que te está revelando valiosos secretos sobre el Arte. Es como si estuviera agradeciéndote el que de alguna manera le hubieras ayudado en algún tipo de cometido particular… ¡O tal vez simplemente te aprecia, qué diablos!
Cuando finalmente completa la parte física de su obra, el Adepto hechicero realiza el Ritual de Encantamiento.
Este es sorprendentemente breve, ocupando apenas una hora y sin ayuda de parafernalia alguna. Y el viejo demuestra su contundente dominio de estas artes superiores culminando el trabajo con rapidez y profesionalidad.
- Bueno, creo que esto ya está – suspira satisfecho mientras desciende flotando lentamente en el aire hasta tomar tierra justo a tu lado – Ahora podríamos usar este nuevo Círculo Base para regresar en el acto a nuestra casa, pues como ya sabes al realizar el hechizo de Teletransporte desde un punto muerto, es decir ajeno a la red de Círculos Base que has establecido, debes superar un severo hándicap (algunos vocablos theyalanos se han colado en vuestra lengua segureña) ya que en ese caso la potencia de tu magia debe ser capaz de arrastrar la masa desplazada además de cubrir la distancia – te aclara los conceptos – Mientras al realizar el mismo hechizo desde un nexo de la red, ubicando tu cuerpo físico dentro de uno de los Círculos Base, te permite ignorar esa masa desplazada... siempre dentro de un límite, claro... concentrándote entonces tan sólo en cubrir la distancia entre los diferentes Círculos Base de tu red de transporte…
Sumamente interesante…
- Aunque me temo que el tamaño de la vieja Sic-Narf excede la capacidad de todo el sistema, tal como está configurado – acaricia una oreja de la mula, que lleva con vosotros desde mucho antes de que tú entrases como aprendiz – Y bueno, desde luego no desearía verla aparecer asustada y coceando en medio de mi laboratorio… – bromea – Además, no vamos a abandonarla aquí a su suerte, me ha hecho un gran servicio durante todos estos años y merece una vejez cómoda y segura, antes de que le llegue su hora…
Motivo: Fabricación Inscripciones
Tirada: 1d100
Dificultad: 66-
Resultado: 55 (Exito)
Motivo: Encantamiento
Tirada: 1d100
Dificultad: 81-
Resultado: 59 (Exito)
Aclaración sobre el hechizo de Teletransporte (Reglas de la Casa)
Este hechizo tiene dos esquemas de funcionamiento distintos:
- Si se utiliza desde cualquier localización geográfica “libre” para desplazarse hasta un Círculo Base previamente creado, funciona tal como viene descrito en el manual RQA, es decir que la Intensidad debe superar el TAM total desplazado y hay una limitación de una persona transportada por punto de PER invertido en la creación del Círculo Base. Como es lógico, esto condiciona significativamente la capacidad de imprimirle un Alcance muy elevado.
- Sin embargo, cuando realizamos el hechizo tomando ya como punto de partida un Círculo Base sobre el que estemos ubicados físicamente (y desplazándonos por tanto dentro de una red de dos o más nexos) quedaríamos exentos de esa necesidad de cubrir el TAM desplazado con la Intensidad (recordando siempre la regla básica de que cada punto de PER encantado permite afectar a 25 TAM, por eso sigue teniendo sentido encantar más de un PER en un Círculo Base). Esto permitirá cubrir lógicamente unas distancias mucho mayores manipulando el Alcance del hechizo. De ahí la consecuente importancia de crear (y mantener) una red de Círculos Base extensa y nutrida, abarcando un territorio respetable. Cada blanco adicional desplazado requiere, como es lógico, un punto de Multiconjuro y queda sujeta a la limitación de TAM intrínseca a la cantidad de PER inverdida en el sistema.
Introduje el cambio de reglas por una cuestión más de ambientación que práctica: todos los hechiceros de mis partidas empleaban sistemáticamente el hechizo de Disminuir TAM antes de usar el Teletransporte (con lo que el resultado final era casi el mismo) y sinceramente, estaba harto del mal efecto "estilístico" de ver una corte de enanos de TAM 1... ;D
El aprendiz memoriza las enseñanzas del viejo maestro, como si el cincel que usa para inscribir el círculo y sus runas estuviera también grabando indeleblemente en su cerebro con cada golpe.
Mirkan observa desde abajo un rato, pero decide que merece la pena ver de cerca el trabajo del maestro y dejando la espada se concentra en preparar su propio conjuro de vuelo, lanzándolo sin problemas y subiendo al nivel de Ort Seam para observar con más atención el método.
Mirkan sonríe cuando comprende las estrategias que plantea el viejo.
- No solo el conocimiento académico y la habilidad es necesaria, sino también la pura astucia...
Motivo: Ceremonia
Tirada: 7d6
Resultado: 31
Motivo: Volar
Tirada: 1d100
Dificultad: 59-
Resultado: 30 (Exito)
Conjuro de Volar Intensidad-12 sobre si mismo. 21 asaltos de Ceremonia.
El viejo maestro sonríe con picardía ante tu último comentario y concluye:
- Veo que vas aprendiendo...
Luego, recogéis todos los bártulos y regresáis por el camino convencional hasta casa, tras hacer noche en una fonda cercana a Galin. Todo el viaje ha constituido, sin duda, una experiencia sumamente instructiva...
FIN DE LA ESCENA