El rostro de Lyth se iluminó al ver las armas que le traía. No habría lanza esta vez, pero ella había sido entrenada con todo tipo de armas, sin favorecer realmente ninguna en particular. El armero le trajo una hermosa espada larga, común, de las que se destinan a guardias y ejércitos, sin decoraciones ni distintivos pero no por ello menos hermosas. Relucía, y su filo parecía el preludio de una bonita fiesta de sangre. La daga le pareció aún más bonita, a pesar de ser aún más genérica y sencilla que la espada larga. Lythrai recordó con nostalgia la armería que tenían en su campamento mercenario. Siempre era divertido buscar allí algún tipo de detalle en el mango y el engarce de las armas, ya que los mercenarios (y sus víctimas y empleadores) solían ser vanidosos. Cuando te asignaban misiones y armas a veces te tocaban dagas o espadas en las que había grabadas iniciales, insultos, palabras bonitas, nombres de las armas... Por supuesto, las decoraciones siempre eran ínfimas, y nunca se interponían en la utilidad (después de todo, eran armas mundanas y de uso cotidiano), pero siempre la hacían volar su imaginación.
Había otra daga pasado por las manos de la Fonn'Aster también, esa daga drow con la que casi la matan antes de llegar a Arokham. Esa se Lyth se la dejó a la pequeña mediana, Lisa. Ojalá esa sí que hubiera tenido la firma de su dueño en alguna parte. Entonces podría cobrarse venganza algún día... Lythrai sonrió con malicia, imaginando una dulce venganza que realmente no le corría ninguna prisa por cobrarse, pero que estaba ahí, pendiente...
-¿Asuntos pendientes, eh?- se dijo a su misma, en su mente. Hasta hacía menos de una hora había estado más que dispuesta a morir, por su Diosa, por ofrecerle su cuerpo para escapar de Arokham. Aún lo estaba, por supuesto, ningún fiel devoto se negaría a semejante honor. Y aún así... Lyth se vio dándole vueltas al anillo plateado que había pedido y conseguido. No era para hacer ningún hechizo, claro que no. Todo foco e ingrediente arcano que pudiera necesitar estaba en su bolsita. Era para otra cosa... Para esas cosas que se hacen con los anillos. Un tipo de cadena diferente, un tipo de alianza especial con la que fantaseaba de cuando en cuando, con cierto quisashi, con la que había venido fantaseando lenta e inexorablemente desde que se conocieron en el Despeñapresos...
La Fonn'Aster guardó el anillo rápidamente y sacudió la cabeza, justo a tiempo para escuchar al pequeño Gris y ponerse de vuelta la armadura con su ayuda. "Cuando entré en Arkhania por primera vez, me quedé maravillada por todo lo que veía. Es una ciudad magnífica... y la verdad es que de entre todos los lugares que querría visitar, la Universidad ocupa el primer puesto." le contó sonriente. "¡Te sigo!"
Y así, siguió al chico hasta el círculo teletransportador. Se cruzaron con un guardia, quien recalcó el hecho de que la mercenaria no debería necesitar al chico para escoltarla. La respuesta rápida del chico le sonsacó una risita de aprobación. "Heheh, eso eso, bien dicho, Gris. Lo último que quiero es quedar en ridículo por perderme en los infinitos pasillos de la Universidad de Arkhania. No he estado allí nunca... pero me lo imagino." cada vez tenía más ganas aún de pisar esos suelos. "¿Conoces al mago Robillard? ¿Está allí? Lo conocí allá en el Despeñapresos... esa nave voladora con la que me trajeron a Arkhania. Me encantaría pasarme a saludarle..."
-Gris Fonn'Aster suena genial- le comentó el chico con una sonrisa de orgullo. Una contagiosa, que rápidamente se le pegó a Lythrai, mientras asentía. Sí, sí que sonaba bien.
¡Perdona la tardanza!
-El anillo de plata lo tengo, ¿no? Espero no haber metido la pata XD <3
-¿La mejora/reparación de la armadura la mejora a Armadura Completa? Esa da un +8 a la armadura en lugar de +7. Yo pregunto a ver si cae la breva jajaja. Mi armadura actual es de Placas y Mallas, (con una mejora de Oscuridad que todavía no sé qué hace, pero que seguro es genial <3<3).
El muchacho se giró contemplando tus ojos entusiasmados -Jajaja- rió al darse cuenta de la casualidad (o no) de las cosas -El jefe del departamento de Encantamiento es...- la luz brilló por debajo de vosotros cortando la frase del muchacho mientras un cosquilleo te recorre el cuerpo.
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