Partida Rol por web

Has fracasado en tu misión, deberías haber vuelto a tu estancia en Arokham, pero no es así. Te encuentras rodeado de oscuridad, un escalofrío recorre tu espina dorsal -Algo no va bien- piensas, y una risa macabra hace eco en el lugar, haciendo que te estremezcas.

Bajo tus pies, se ilumina un gran halo del que brotan unas intensas llamas azulverdosas, de las cuales no emana calor alguno, de hecho parece que ahora hace más frío que antes, prueba de ello es el vaho que exhalas con tu aliento.

Te encuentras situado en el interior del circulo, y frente a ti, se iluminan dos candelabros que se posan a los extremos de un altar rectangular. Es entonces cuando te percatas de que no estás solo, detrás del altar hay un trono, y sentado en el se encuentra el Rey Muerto.

Su presencia es sobrecogedora, de no ser por las llamas que te rodean, sin duda, saldrías corriendo despavorido en dirección opuesta - Bienvenido, acércate y escoge tu sino- Tragas saliva y das unos pasos temerosos.

Frente a ti, se halla el altar, con miedo de fijar de nuevo la vista en el ser que hay sentado al otro lado, sintiendo como te observa, te percatas de dos objetos que reposan en el frío mármol del altar.

Uno de ellos, es una cadena ancha, en cuyos extremos se encuentran unas esposas, por un lado, y un collar por el otro. El segundo objeto, es un puñal de gran calidad, su manufactura presenta una empuñadura de marfil tallado, con imágenes y símbolos, su hoja está muy afilada, y dirías que se usa en los rituales de sacrificios.

Has escogido la cadena, al acercar tu mano para tomarla, las esposas de su extremo se aferra a tu muñeca como si tuviera vida propia, cuando intentas abrirla con la otra mano, ésta también queda apresada, y el collar del otro extremo de la cadena, se abalanza a tu cuello, y sientes su presión como si te estrangulara.

A tu izquierda aparece un ser que se relame al verte.

De nuevo diriges tu mirada al Rey Muerto, horrorizado por lo que crees que se avecina. El Rey muestra su dentadura complacido, como si  estuviera sonriendo -Bienvenido a mis huestes-

Has escogido el puñal, a tu derecha se ilumina un muro que presenta este aspecto:

Y frente a él un disco flotante del tamaño de un escudo de madera pesado. El Rey se acerca a ti, - Debes honrar el muro para acallar sus voces. El representa a Arkhania, y los sacrificios que deberás hacer en su nombre.- Sus cuencas vacías se dirigen a lo que sostienes entre tus manos - Eso es lo que implica la decisión del puñal, sobre este disco deberás entregar tu lengua, para no traicionar a Arkhania, tus orejas, para no dejarte influenciar por otros, y por último, tus ojos, para seguir ciegamente sus órdenes y cumplir con tu cometido-