Partida Rol por web

-Miriam eres tu.- Una voz chillona y aguda sono tras el telefono, era Hamel, un Bestia musico de tu corte, con reputacion a meterse en los agujeros mas apestosos de la ciudad.- Soy yo, Hamel. Te llamo en nombre de la reina, tiene una mision para ti.

>>Acabamos recibir un mensaje de Macario, una direccion y un clavel mejor dicho. No estamos muy seguros de que se trata, ya conoces al chaval. A veces es tan indescifrable como un cuadro de Picasso.- Dijo la bestia en un tono confuso, el sonido de sus garras rascandose la nuca se podia oir desde tu lado de la linea.- En cualquier caso, debe ser importante porque se lo ha enviado directamente a Jennie, pero la reina esta ahora ocupada, no se que de un asesinato y movilizar las masas para una busqueda en todo el Feudo ¿Podrias ir tu en su lugar?

-Oh dioses... Solo espero que no se haya metido en otro lio... -Realmente sonaba preocupada al aparato.- Dime la dirección y voy de inmediato, Macario es mi protegido.

En lo que tardaba en darle la dirección tapo el micrófono del movil y se volvió hacia Amanda.

-¿Podría Mort o alguno de tus chicos mandarme esos archivos a mi casa para que los vaya estudiando? Gracias. Creo que nuestro Macario ya anda metido en algo...

Volvió al teléfono.

-Si si, no tengo donde tomar nota, pero no creo que se me olvide siendo algo tan importante, dime...

En ese momento además recordó que las flores a veces tienen significados especiales... ¿Eran los claveles algo importante?

Hamel te la direccion y nombre de la calle, un callejon sin salida en el mismo barrio del refugio de Botas, la Cantera. Mientras Amanda, en silencio, te afirma con la cabeza de que se hara lo que pides.

Sobre el clavel, sabes que son conocidas por mostrar un diferente mensaje segun su color, desde rojo amistas a rechazo amarillo, curiosamente, la mayoria que tiene Macario siempre guardadas en su solapa y en otros rincones, como Perdido floreciente que era, son purpuras, simbolo de capricho y de cambio. Aunque dudas que este siquiera se haya dado cuenta de este detalle.

Recordaba que los claveles podían tener muchos significados diferentes, pero sinceramente dudaba que Macario lo supiese, seguro que simplemente llevaba aquella flor por que le gustaba. Seguro que se había enterado de lo de la desaparición de Botas y... ¡Sorpresa, sorpresa! se había puesto a investigar sin consultarlo con nadie.

Al menos el lugar y la flor probaban que el mensaje era suyo, o como mínimo de alguien haciéndose pasar por el. Aquel pensamiento paranoico le dio un escalofrío, observo el callejón y antes de internarse en el mismo se encendió un cigarro y saco su fiel revolver. Con un movimiento preciso, el tambor se movió a un lado y se pudieron ver 6 balas. De punta hueca, ideales, casi imposibles de rastrear, solo por si acaso. Cerró el tambor y comenzó a adentrarse en el callejón observando cada detalle, después de tanto tiempo, sabía como moverse por un escenario así y que no quedaran rastros de su presencia si alguien venia detrás...

Suspiró profundamente, eso es lo que habría hecho de ser una fantástica detective privada, que por supuesto no era. Así que simplemente se adentro en el callejón intentando que los tacones no hiciesen demasiado ruido debido al eco, pero sobretodo intentando no pisar nada que se los echara a perder.

-¿Macario...? ¿Estás aquí? soy Miriam... -preguntó cauta. Revisaría un poco el callejón, y si no había pistas de su compañero iría a revisar mas cerca del apartamento de Botas.

No hay rastro de Macario en aquel oscuro callejon lleno de muebles viejos y demas chatarra, pero al instante, una imagen capta tu atencion.

En un principio parecia un graffiti cualquiera de los que te puedes encontrar en la calle, pero si uno se fija, se puede ver que lo que esta sujetando el camara dibujado es curiosamente un clavel. Y no solo eso, en la muñeca habia colgado un pequeño hilo rojo como pulsera.

Uno exactamente igual al que habia colgado en la pequeña puerta de la casita de juguetes, una del tamaño de un crio pequeño para que pudieran jugar dentro y tomar el "te" bajo su techo, abandonada y medio-destarlada que se encontraba a unos pasos al fondo.

Observó el graffiti y la pequeña casita, pensando en lo poco que le gustaba el te y tanto o menos los críos.

¿Por que no podría ser una rubia tonta y no ver lo obvio que es esto? Igual sería hasta mas feliz...

Acompañada por le ruidito de los tacones, Miriam se acercó hasta aquella casita que "casualmente" tenia la misma pulsera que el graffiti que a su vez "casualmente" tenia el clavel símbolo de Macario el cual "casualmente" era un gran grafitero y puede que no tan gran pensador, pues era una pista que hasta el mas zoquete podía hilar... Y eso le escamaba.

Abrió la puertecita, a ver que le esperaba dentro de aquella pequeña casita.

Entras sin problemas por la pequeña puerta, y te deslizas a lo que parece ser a una parte del Seto, una sin explorar, aunque sabes ya, que es mas facil contar las partes exploradas del Seto, que las que no se exploran. Al parecer la casita era un Portal sin cerrar, asi que debian haberla habierto hara poco.

Donde antes hubiera edificios, ahora habia arboles gargantuescos alzandose hacia el cielo, con sus copas y sus retorcidas ramas bloqueando la poca luz que os llegaba, y hacia dificil ver en la penumbra los juguetes y restos desperdiciados por el suelo, entre ellos una estructura formada por varios juguetes amarrados entre si con mano artistica, señalando la salida.

En el suelo hay un rastro de huellas sin borrar, cuatro pares en total, y alguno ni si siquieran tenian pinta de ser humanas, todas ellas se adentran dentro del Seto.

La respiración de Miriam se empezó a agitar al cruzar el portal y verse en el seto, años y años entrenando sus emociones y a pesar de ello era incapaz de controlarse cuando cruzaba al otro lado. Era solo unos segundos, pero allí se sentía muy vulnerable los recuerdos de su captura y todo lo que allí sufrió se hacían demasiado reales de nuevo. Desde que había vuelto había procurado pisar el otro lado, cuanto menos mejor.

4 pares de huellas en el suelo. A primer impacto no pudo evitar temer por Macario y pensar que le habían capturado, pero lo descarto casi por completo. A fin de cuentas había dejado una serie de pistas preparadas para que le siguiesen, eso era que había tenido algo de tiempo.

¿Estaría el también siguiendo a alguien? Eso podría explicar el por que de los mensajes tan crípticos a la corte y las pistas evidentes. Algunas ideas se empezaban a formar en la mente de la agraciada, pero aun había demasiados cabos sueltos.

Regreso hacia atrás, para mandar un Wathsap a la corte, a Hamel (no creía tener 3G en el seto): "En la dirección de Macario había un portal al seto abierto, no me da buena espina y hay rastros de varias huellas. Mandad a alguien!!! XD. Me voy adelantando por si aca ;p"

Comprobó que se marcaran los dos "ticks" y se adentro una vez mas, y comenzó a seguir las huellas, el miedo que había sentido al adentrarse en el callejón antes parecía una tarde en un parque de atracciones comparado con la presión que tenia sobre ella ahora.

Envias el mensaje, y continuas el camino por el Seto, como ya te imaginabas, una vez dentro, toda comunicacion se corta, asi que no obtendras respuesta de Hamel sin volver antes atras, es mas, dentro del Seto tu movil parece actuar de manera rara, nada grave, pero si rara de narices, el marcador del reloj estaba empezando ir atras y las aplicaciones se movian y desaparecian o aparecian por la pantalla formando extraños simbolos. El Seto odiaba la tecnologia, por lo menos, la tecnologia humana, y mientras favorecia la simplicidad de una hoja metalica o polvora, podia romper o atascar pistolas y granadas u otros objetos igual o mas complejos. Nadie sabia la razon de esto, aunque una muy popular, es que era un capricho del Wyrd y su afinidad por el espectaculo, despues de todo, un duelo de espadas siempre prometia que sus duelistas luchasen con ingenio y destreza, y el combate podia proseguir aun despues del primer corte, mientras que un duelo de pistolas, solo requeria apretar el gatillo antes que el otro y acertar.

Recorres el camino que lleva el rastro de huellas, dandote cuenta a la vez, que tu misma dejas otro rastro como el de estos, en tu caso, un pequeño rastro de petalos de cerezo, que casi pasan desapercibido por el entorno, algo normal, un Perdido siempre dejaba atras un pequeño rastro mientras recorria por el Seto, por suerte, cuanto menos Wyrd uno tuviera, menos duraba el rastro.

De repente, despues de un rato pasando por estrechos camino bordeados por espinas y ensombrecidos por las enormes copas de los arboles, el camino se divide en dos, uno de ellos era continuado por el rastro de pisada de botas y pelo animal rubio, el otro por un rastro de pequeños guijarros y flores coloreadas que desprendian pintura de sus bordes ¿Por cual seguirias?

Con un leve suspiro observo como las aplicaciones del móvil se descuadran y parecían bailar a su propio son, por lo que sin mas, lo apagó. No le iba a ser de utilidad y lo último que deseaba es que se pusiese a hacer ruidos y a atraer la atención indeseada de algún curioso.

En un momento el camino se dividía. Estaba claro por donde había ido Macario pero... ¿Que pasaba con el otro? ¿Botas y pelo de animal rubio? No podía ser una casualidad.

¡¿Botas?! Murió en el sueño, claro que un sueño es un sueño, por muy raro que ese fuese. Lo que veo claro que cuando "murió" Macario le reconoció, por lo que preocupado fue a verle a la mañana siguiente a su casa -y es que Miriam se estaba metiendo de lleno en aquello de ser investigadora- y ambos entran en el seto, pero antes Macario presuntamente deja una serie de pistas para localizarlo, pistas hechas de forma rápida y bastante evidente... ¿pero por que? Tal vez Macario vio como alguien se llevaba a Botas y decidió seguirlo, si... eso encaja con su personalidad...
Y ahora se separa, puede que simplemente perdiese el rastro... o simplemente se separaron, o le descubrieron...

Tienes que reconocerlo, se te da de pena buscar rastros en la naturaleza, asi que no sabrias diferencia o reconcer la huella de un animal o persona aunque te fuera la vida en ello, o una cena jugosa.

Pero si que sabes, y esto es conocimiento popular entre Perdidos, que el rastro de un Perdido dura mas o menos segun su Wyrd, los mas veteranos pueden pasear y crear huellas que duran horas o dias, mientras que los mas jovenes pueden durar menos de una hora o cuarto de hora, y luego desaparecen entre la maleza del Seto. Eso explicaria porque ahora hay menos huellas que antes, ha debido haber una diferencia de tiempo entre rastro y rastro, o una diferencia de Wyrd.

Tras examinar las huellas sin mas éxito llego a una nueva conclusión. Meterse en el papel de detective no le daba nuevas habilidades de rastreo. Nuevas hipótesis acudían a su mente.

Umm... Tal vez... Botas y Macario se adentraron juntos, siguiendo a los dueños de las huellas anteriores, estos se dividieron aquí y cada uno siguió a uno. Eso tiene sentido. Además como las otras huellas llevarían mas tiempo su rastro ya ha desaparecido.

Debía tomar una decisión, aunque sentía una gran curiosidad por mantener una charla con Botas, decidió ir por aquel sendero que desprendía guijarros, flores y pintura. Y es que de todos es sabido que Botas sabía bien como defenderse, en cambio Macario solo sabía meterse en líos. Por no decir que seguramente el rastro de Macario se borraria mas pronto que tarde.

El rastro te lleva a lo que parece un claro dentro del seto, rodeado de espinas, bastante pacifico, sino fuera por las manchas de sangre esparcidas por el suelo, no hacia falta una lupa para verlo, alguien habia derramado sangre en este lugar, aunque no sabes de si Macario u otra persona. Examinas un poco mas, y para tu sorpresa, ves que los rastros se vuelven a unir ¿Estabas caminando en circulos, o ellos estaban caminando en circulos?

Sin estar segura, sigues el rastro una vez mas, y esta vez, ves algo que claramente te capta la atencion, una cabaña dentro del seto, un Hueco, una morada donde un Perdido podia descansar. Parecia incluso acogedora y todo, pero nunca se sabe, las aparencias engañan en el Seto, y toda clase de monstruos viven en lugares que atraian un alma cansada, como la casa de chocholate de la bruja de Hansel y Gretel.

En un mal paso, una de tus pies se enredan en lo que parece una cuerda tensada entre dos troncos, no te hace caer, pero esta tiene unas campanillas pegadas a ella, y sin querer las hace tintinear, sacando al aire una aritmica melodia, te parece ver movimiento dentro de la casa por una de las ventanas ¿Te han escuchado venir?

La agraciada se sorprendió y preocupó al descubrir la sangre, no era ni remotamente la primera vez que veía, pero los nervios de estar de nuevo en el seto tras tanto tiempo evitándolo le hicieron esa mala pasada y era solo era la primera de todas las malas pasadas que estaban por llegar.

Tras continuar su marcha llegó hasta aquella cabañita, y no pudo evitar enredarse en aquel primitivo pero siempre efectivo método de alarma. Un claro indicio de que fuese quien fuese que había colocado aquello no esperaba visitas de desconocidos. El mal estaba ya hecho, se recompuso rápidamente del incomodo traspies. Quien quiera que estuviese en la cabaña ya estaba alertado de que alguien se acercaba pero Miriam contaba en que aun no la hubiese visto.

Esconderse no le parecía una opción sensata en un lugar que marca tus huellas. Por lo que sin mas continuó avanzando, concentro su glamour para que quien la viese, viese lo que quería ver y no a Miriam (aunque no estaba en su mejor momento para concentrarse). Solo tenia una cosa clara, su mejor baza era entablar dialogo.