Partida Rol por web

La vela se apago... era y és y será para mi como todo junto al nada. Como un deseo que demasiado poco duro.-  La muerte.- Dijé para desear lo mismo al projimo. El mismo equilibro que denotaba la hipocresia que mobia el mundo. 

Fuí a cojer el el bastón de mi noche anterior, recordando como iba vestida ayer. Lo vi en el suelo... el cansanció de ayer por hacerlo todo en un día denotaban que el manejo del tiempo era muy complejo. Y ese vestido sabía que iria a parar en "buen recaudo"... El Mundo no estaba en buenas manos, y muchos lo sabían. Dí en el clabo justo notando la bola del baston en mi mano derecha. Ofreci una solución a todo.-pensé Oriol és... Dejé de pensar... mi mente se postro en moberme para ir a cerrar las ventanas. Me sentía sola así que debería hacerlo saber a La Villa. Sabía que jugaba con el amor como con la muerte. Y todo empezo por una llamada. La última llamada que vi al salír era la de Michael. No tendrás nada. Pensé. Pero me di cuenta de que necesitaba tranquilidad y calma. Sería interesante ir a ver que pasa en el Jardín... no quería más discusiones. Porqué nunca hablaron claro. Pensé con total confianza. La rueda de los valores de la ayuda. La ayuda y las grácias, cogeriamos al cruel impostor. Me dirigi a coger el bolso, mirando en el telefono mirando el telefono si había recibido algun mensaje. La tecnologia... Quizás Conrad estubiese despierto... un ultimo consejo... subestima a los Malkabian... Denotando contundencia y seriedad. Di un fuerte golpe en el suelo, Vitraya dio su consejo, no subestimes nunca a un Malkabian. Murmuré tenuemente. Puesto quízas era el Principe. Sentenciè con contundencia. Para colgarme el bolso y las llabes que había sacado de un cajón puesto nunca había utilizado las mias. Rebuscando en el bolso divisando las targetas que se me habían dado durante todo el día. Beber en su justa medida. Queria saber más... pero a la vez... me dirigi a cerrar con llabe el vestidor, para después decir proteger a la familia... ¿Quien la podria proteger mejor? volvi a mirar ese cuadro que con tanta denotancia postro Michael. No soy un paquete, pensé. Cuantas veces no se había dicho eso? Por eso decidi. Explique que era el Extasis de la Vida. Y eso era lo que me comeria. Di la luz y no me comeria nada... tristeza, si. Me dirigi hacía el despacho...  ¿En verdad quería habrir esa puerta? Con tantas cosas importantes dentro. El todo o la nada... Negué con la cabeza. 

Decidi pués que entraria de nuevo y me leeria los documentos que mis siervos habían postrado ante mi duro dolor de trabajo... suspiré instintivamente para dejar caer la mano en el mango y pensar con detenimiento. Había estado poco en ese despacho como para saber que había dipositado, puesto la puerta de mi misma habítacion la había abíerto Michael... Así que me estaría un rato y decidi que almenos buscaría cual era el otro problema en la gestion de mis ghouls.  

Con el bastón ya en la mano te dirigiste a cerrar las ventanas, dirigiendote a coger el bolso dispuesta a salir al jardín, observando en tu móbil que, nuevamente, no había ni llamadas ni mensajes, diciendo veemencias incomprensibles para cualquiera que las oíera. Seguramente, pensarían que la resaca te mantenía la mente aturdida de una forma similar a la de la pasada noche, recogiendo las llaves y volviendo a ordenar las tarjetas dadas ayer noche, para después cerrar la puerta del vestidor, para al final dirigirte, entre pensamientos aleatoriamente contradictorios, al despacho.

Una vez allí, empezaste a leer por encima la multitud de hojas que Michael te había dejado en el maletín, dentro de ésa carpeta que Abell tenía encima de la mesa del despacho de James. Parecía imposible, pero realmente mostraba todo el trabajo que ayer, antes de tu visita y añadiendole la reunión con la camarera despedida, ése vástago había revisado.

En ellos, pudiste ver hojas y hojas de balances anuales del funcionamiento de la Mooving''s, pudiendo ver cómo el negocio había ído mejorando año tras año, excepto en algunos ejercicios en que los gastos de mantenimiento y mejora aparecían, además de un posterior gráfico comparando beneficios con gastos con barras laterales, mostrando cómo el beneficio acumulado había ido aumentando. Por lo visto, en una hoja más nueva, cómo si lo hubiera realizado ayer mismo e imprimido, ¿sería para éso que quería los demás ejercicios económicos? Seguramente. 

Al final, estaba la relación de pedidos, de distribuidores, además de la información de las cuentas bancarias dónde tenías el beneficio de la discoteca, todas en bancos nacionales, distribuidas en 3 cuentas, la primera con el 50% de los beneficios y las otras dos con el 25% respectivamente, pudiendo observar que una de ésas últimas servía para obtener intereses. Por último ya, el contrato de la despedida Toreador.

Mucho trabajo, realmente, hasta que el sonido de las campanas a la lejanía mostrando las siete y media te llamó la atención, parando así tu lectura quizá profundizando más en ella otro rato.

En media hora, esperabas la visita de tu ghoul con Jaume, pero aún desconocías ciertos puntos relevantes de la noche. Aún no sabías de lleno la hora en que se haría el coktel, ni si el profesor había contactado ya con su amigo, a parte de la hora en que vendría el ghoul de Montoya a recogerle para ésa extraña visita en su casa. Por ahora, eran pocos los detalles asegurados en tu agenda, limitandose a la reunión con Guerson a la una en el Elíseo, y que, según te dijo ayer en el mensaje, Voldor llegará sobre las dos a la Mooving''s.

Encerrada en ese despacho... Pensé en todas las targetas dadas los últimos días... un maneje de intereses de los que sabía que acabaria perdiendo lo que más quería... y solo yo sabía lo que quería puesto ni el dios Ancestral parecia entenderme. Cuando poco antes estube rezando para denotar su presencia. Pero solo por un quizás creí que el mundo en sí, se había reido de mi, mientras yo solo intentaba alcanzar un todo y donarselo... aún así ¿Donde había estado? La DemoniX.- pensé mientras sacaba la targeta del bolso. Me puse a intentar elocubrar, el porque acabé allí... ¿Que pasaba con todo eso? ¿Que pasaba con mi recipiente? Supongo que me había solucionado mi mismo último adiós... Pero ojeando y ojeando las multiples hojas de mis dos ghouls... me senti orgullosa de ellos. Pero ni estos mismos... le brinde confianza en esos papeles de los que Abell había sacado. Una paradoja ya demasiado compleja... pero seguro sería oportuno, me gusto como fué la conversación. Era eso lo que se debia ejercitar... Realmente había sido una noche demasiado paradojica para mi. Intente mostrar la maldad de todos y las mentiras de la misma historia, justo por el motivo de todo aquello que rodeaba el infinito, por el mismismo tiempo. Pero los tantos por cientos divagaban por mi mente. Pero me fije en el contrato de la despedida Toreador... medite sobre eso, ¿acaso no era como una prueva? Desde el momento en que la vi... no entendia nada, me senti algo mareada... pero decidi que la recomendación sería hablar con ella, a no ser... quizás por eso me volvi a mirar los beneficios y los tantos porciento... Era una estupida niña justo cuando entre en mi despacho. ¿Como podria resolver todo ese entrecijo de dudas que mareaban mi mente? Sola y perdida, pero sin temor a mostrar que el duro trabajo consistia en hacer las cosas juntos, sin perturbar la calma y dando explicaciones. ¿Como se atrebieron a entrar en mi casa con mentiras y desintendimiento? - Dijé.-Pero mi muerte no serviria en bano, puesto el mismo destino debía explicaciones a la belleza de la humanidad y a la del mismo tiempo.  Apunte estas elocubraciones en un papel nuevo. Perfilando con la tinta de este unas palabras. "Brindo por el ínteres de ún libro que ya esta escrito. Grazie." Pensando antés en como había sido todo en casa del comisario. Una vivida y la otra dando explicaciones... apunté. Por eso encendi el portatil, para buscar información sobre la sagrada familía... Loco de amor... apunté. Por eso busqué las letras de las canciónes que le expuse al profesor en su momento. Escribi en unos instantes los titulos de todas las canciones que le fuí denotando hasta que esa daga se me expuso. Pensando que la venganza es un plato que se sirve frío y templado a la vez. A su justa medida, como le mostre al mismo mundo. Apunté. Salbé al mundo habríendole los ojos a un todo. Guardando lo que Robe en su momento, en su instanté preciso. Grácias. Hacíendo del lísto un todo y todo un listo y viceversa. Palabras que escribí. Remarcando con más importancía. Para después recapacitar. Apuntando aquello que en su día fué. El "cariño". una niña. "palabrerias"  "Ni tan siquiera la había tocado..." Verdades. Demarqué en el papel. Explicaciones... Realidad... Desengranar eso no era fácil. También se la jugaste. Solo cabía esperar quíen era el heroe del silencio que había encontrado la soluc ión. Un fumeta... Creí estar perdiendo hasta el juicio, justo cuando me levante sin mirar nada más que el portatil, cerrandolo junto mi alma. Era como una pesadilla, estar en un mal sueño del que no sabía como escapar a tiempo. Por lo que reuni las fuerzas suficientes como para afrentarme a todos los que fuera me esperasen o no. Perderlo todo era no tener nada, como en si vivi sin amor. Quizás no sería yo la que tendría pesadillas... almenos eso quería. Me crecí pensando en eso. Que en realidad era mi misma pesadilla lo que dañaria al mundo. La misma pesadilla que la misma chipa adecuada. Por lo que recogi todo lo que Michael me había dejado encima de la mesa. Tampoco sabía a lo que me atenderia, me dejaria llebar por la misma suerte... y su rapidez y saber diferenciar en una mirada y las palabras. Saliendo del despacho recogiendo los documentos y todo lo que creí sería necesario. Para dirigirme a sacar el pasador de la puerta. Para ir a hablar con Oriol... Justo debería haber despertado de su habítación. Me lo tomaria como una normalidad... si quería beber algo... o comer algo... Michael le ayudaria a entenderlo todo.

Entre dudas y elucubraciones, te pusiste a intentar recapacitar sobre tu pasado más presente, sobre tus anteriores pasos, escribiendo en un papel los títulos de las canciones usadas para adornar tu discurso hacia el profesor, quizá por miedo a salir, quizá por hacer algo un poco distinto de lo que había pensado en un principio, pero al fin y al cabo, viviendo el tiempo que íba pasando para intentar arreglar un poco tu desordenada mente antes de mostrarte en "público", quizá para evitar decir algo inapropiado, para intentar mentener ése desorden sólo en tu mente, desconocido por todos los demás, buscando algo más de información a lo que viste en tu primera visión, ése Templo, ése monumento del que sólo pudiste conseguir vagas palabras describiendo su construcción. Estaba claro que la informatica, no era ni había sido nunca uno de tus puntos fuertes.

Recogiste todo, ordenando exteriormente lo que esperabas que tambien pudieras hacer interiormente, todo cerrando el portatil y saliendo, dejando todos los papeles en el maletin y saliendo de la habitación, en busca de alguien, quizá, con quien pasar ése dolor, intentando volver todo a la normalidad.

Una vez fuera de la habitación, recordaste que Oriol antes estaba en el jardín, por lo que si no había vuelto a entrar seguramente seguiría allí, bajando por las escaleras todo encontrandote a Michael hablando por el telefono móbil, con Jordi sentado a su lado frente a las pantallas del ordenador... ¿dónde se suponía que estaba Josep? ¿estaría aún en el cuarto reviviendo de la resaca?... viste cómo tu ghoul tapaba el interfono del móbil, quizá para que no se oyeran sus palabras, todo murmurandote: estoy quedando con Jaume, no podrá venir hasta a hi media... -para, trás pedirle un segundo al publicista añadir- el profesor está a fuera con James... Viste en ése momento cómo Michael se dirigía hacia la cocina, para terminar de concretarlo todo con tu recipiente, mientras, todo saliendo de la casa, te encontraste en la puerta, frente a frente con Oriol, casi chocando, el cual estaba hablando con tu ghoul. Perdón Vitraya -te dijo el profesor, viendo cómo le caía el libro en el suelo, todo agachandose para recogerlo- La Divina Cómedia, de Dante, para posteriormente añadir. Pense que aún estabas descansando. Con Josua quedé ayer noche por mensaje, tubo que hacer transbordo en Madrid, y quedamos sobre las diez y media. Lo intenté llamar antes pero su móbil aparece parado, debe estar en Barajas o en el avión ya -comentó el profesor, viendo cómo después, James añadía- Por lo demás, en la Mooving''s no ha habido ni un incidente. Tambien se quedó el Dj y un par de camareros más -entregandote un papel en blanco, sólo con sus nombres- ya que la fiesta duró hasta bien entrada la madrugada -sonrió en ése momento, cómo si todo hubiera sido un gran éxito-, para después añadir de nuevo el profesor: ahora hace nada nos hemos encontrado a Lucita con Josep saliendo, me ha dicho que sobre las nueve y media estarán aquí. Yo tan pronto termine con el Príncipe vendré hacia aquí o llamare a Carlos para que me venga a buscar si no es molestia -dijo con total tranquilidad-.

Realmente, el tiempo había estado pasando desde que te levantaste, notando que ya se acercaban las ocho de la noche, la hora en que tal y cómo le comentaste ayer a Michael, debería empezar un poco tu vida social.

Ese recuerdo sobre que Oriol antes estaba en el jardín... eso me recordo algo... Para después preguntarme por Josep... Había estado preocupandome toda la noche por los dos y realmente la ayuda principal fue del segundo. Bajando por las escaleras con una seguridad en mis pasos, solo fijandome al detalle de todos los movimientos. Michael charlando por telefono... Preferí quedarme escuchando la hora con la que se quedaría con las visitas y todo lo nombrado desde el momento que abrieron la boca pidiendo muchos perdones... con Jaume, el publicista... hasta hi media... Concretarlo todo con mi recipiente Jaume... Toparme frente a frente con Oriol. El perdón era yo... Me sorprendio ese punto en concreto. Cuando se le cayo en el suelo el libro sobre la divina comedia... enfureci, pero no me movi. Eso era justo lo que era el Profesor, divina comedia... eso era un drama... me desconcerto haber pensado en eso. ¿Descansando? me pregunte... para ver como James añadía más temas... me sentí confusa... Pero recogi ese papel en blanco, sólo con sus nombres. Agarrandolo pero sin arrugarlo, mostrando confianza en el trabajo de mi ghoul Cansado. Sin fijarme en ellos puesto me desconcerto ese sonreir extraño... No me fíe de esa sonrisa. Seguro el éxito sería diminuto... estar en todo requería saber mucho y su juego era solo una sonrisa..- Pensé... No sonrei un mal estar se aposento en mi justo cuando comento que Josep estaba saliendo con Lucita... ¿Que pasaba con ellos? ¿Que pasa con Lucita? Pensé... una maldita pesadilla... un mal sueño del que me vi envuelta justo cuando la molestia se encontro con la tranquilidad. Hize el gesto del rezo, besandome la cruz y volver a mirar ese libro expuesto.- Santi paciencie- Murmuré en italiano. Para mirarlos despues a los dos con cara de profundo odio.

No salio palabra de mi boca, me giré y me dirigi hacía el salón. Explicaciones pensé... Muchas y solo el tiempo que ellos gastaron. Para con pasos seguros pero cabilantes me pare a palpar el mango del bastón. En la estancia esos pasos resonaron como si el tiempo se detubiese para mi... sintiendome más tranquila... Miré directamente la mesa grande...  y palpando la bola del bastón en mi mano justo cuando me apoye en él. Así me senté en la gran mesa de ese precioso salón que tantas veces me acompañaba. Mesa...,. Pensé. dejando encima todo lo que traia menos el baston y mi bolso en el redazgo, sin mediar palabra, mirando el exterior de la estancia. Eran unos extraños empedernidos en hacer que las cosas fuesen lo maximo dificil posible...-Pensé además... intentando escuchar si los perros ladraban o estaban tranquilos de verdad. Pero tan confundida me quedé mirando el exterior de nuevo. Eso era un todo o nada. Y para ellos un juego de ajedrez o un simple trato. Segui elocubrando en ese sentimiento de dejadez con lo que tantas mujeres habían sufrido cuando esos hombres empedernidos en cambiar el mundo, se la pasaban fumando. Pensé con profundo odio. Solo era eso, un trozo de papel por lo que se denoto cuando cogi el papel de James. Por lo que no me importo. Quien entrara en casa, puesto visto lo visto era evidente que el mundo se reía de mi. Así que decidí colmarme de paciencia. Pedí Toda la Concentración del Mundo para mi y todos esos meritos que el tiempo me debía por esperarlos llegar con una solucion efectiba. Por lo tanto me arriesgue... ¿Quien de verdad queria habrir ese libro por mero interés?- Pronuncie con detenimiento en un correctisimo italiano. Postrando las manos en ese bastón que parecía serlo todo pero tan cansada de la vida me postre a escuchar que más querían decirme aquellos que osaban perturbar la paz de mi mente, desde que ese cuadro se cerro de mi habitación. Grazie por venir, atiendo a elocubraciones... ¿Seguro todo esta en orden?,.- Pregunté, cerrando los ojos mientras me retiraba el cabello con tranquilidad. Me preocupe mirando a esos dos desconocidos que tampoco había querido observar más que con odio... Calmada puesto ese bastón parecia ser más interesante que todo lo que pudiese deribar de un millorario soñador... Por eso di un golpe en el suelo para esperar a escuchar todo... Centrada en las miradas movimentales o todo puesto habían hablado mucho.

Tras tu murmuro observaste tanto a Oriol cómo a James extrañados por la forma cómo les mirabas. El odio, quedaba reflectido en tus ojos, rabiosos por todo y sin concretar en nada, para después quedarse allí, de pie, mientras te dirigías al salón, sin media palabra, igual que ellos, quizá confusos por la situación.

En total silencio, y con calma en el exterior, dejaste todos los papeles encima de la mesa dentro del maletín, con el bolso sobre tus piernas y apoyandote ferreamente al puño de ése bastón, que desde ayer, no habías dejado en casi ningún momento, hablando sin mirar en oír abrirse la puerta, para después ver que sólo había entrado el profesor quien, con algo de tímidez, cerró la puerta para dirigirse hacia dónde estabas sentada, para, trás sentarse en una silla a tu lado decir: Vitraya ¿pasa algo?... me ha sorprendido tu reacción la verdad, y espero no molestar. Si James te ha dicho que está todo en orden es que es así mujer -dijo con una media sonrisa, cómo intentando calmar la situación-, no tiene por qué mentirte, ni la capacidad de hacerlo, creo -bromeó-. Por suerte, hoy se había cambiado, volviendo a ser el Oriol que conocías, con su americana negra y camisa blanca algo desabrochada, dejandose ver la cruz que desde ayer llevaba en el cuello, viendo además perfectamente el reloj que le regalaste al ir un poco arremangado, con zapatos negros y tejanos azules algo desteñidos... Hasta dentro de algo más de media hora no me vienen a buscar, por lo que si quieres hay tiempo para charlar... ¿o es que ahora que no me tienes que ocultar tu condición al ser iguales vas a negarme el placer de disfrutar de una bonita charla? -pregunto retoricamente, poniendo una mano en tu rodilla cómo para hacerte sentir que estaba allí... para luego murmurar, cómo en los viejos tiempos mujer...

Sentada en la silla vi entrar al Profesor, quién abrio y cerro las puertas de la estancia de la Villa. Pero su tímidez alerto mis sentidos a que quizás no solo eso entro en la en la estancia. Cierras las puertas, dejando detrás de las puertas a Oriol y a James. Murmuré, añadiendole Junto a un libro de tragicomedia. Pensé... algo cinica. Para después atender, siguiendo mirando esos ojos y ese entorno del cual tan sutilmente se vio modificado justo cuando se postro su presencia en el Jardín. Atendi después a sus palabras. Atendiendo que solo ese nombre se veia reflectido en un todo y sutiles puntos de atencion en señales perciptibles. Se vio mi clara molestia a esos puntos. El violin de la beemencia, un estilo cauto. No es trigo limpio para empezar.- pensé. Dudo de tu sorpresa. Matize con profunda calma en esas palabras, postrando seriedad a la concerteza. Justo cuando la palabra en sí lo decia todo. Esa media sonrisa denoto el matiz "¿Sorpresa?", y ante ese no molestar, le mostre con un gesto que era un matiz, elebado a un todo pero que había calma. Oso crear con sus palabras una mentira ecolubrante de amenaza ante el nombre de James. Me postre mejor en mi mano la bola del bastón para con una tranquilidad inquietante seguir mirando sus ojos. Esa frase parecia la misma mentira conjuntada en una normalidad... y repuse la espalda en el sillón, sin dejar de mirarlo. Para volver a hacer el gesto para que continuara. Fijandome que ese traje era parte de la misma. Lucius.- Pensé. Interesante presencía... la cual parecia intentar mantener tiempo del que ni tan siquiera pareciera denotar... mostrando en mi posición que la rapidez era parte de algo que mis instintos postraban en mi entorno sin cerrar mis ojos. El paquete que me reflejo.- Pensé con contundencia. Puesto mi analisis era rápido al igual que sus mobimientos en los labios... Disculpenos por de nuevo fallamos mancillado en la palabra... del todo- susurré al aire. Pudiendo reflejar que mi estado era indiferente anté una actitud de incomprensión, inmadurez... por lo que pensé en preocuparme por una cosa... Porqué entrar de esa forma riendose de mi casa desde tiempos ah... pero preferi dejar esa parte para un silencio interno. Para denotar en una palabra diferente.- Orion. Pensé también en esa palabra. De mientras analizaba con concluencia y no dejaba que el tiempo se postrara con concresion. Charlar pensé, era un gentil gesto de concretar en algo importante. Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo...Pero por eso la paciencia diluyo en que seguramente como siempre la rabia en mi cuerpo desde el día en que el mismo desequilibrio se perdio en esperar o dar demasiado. Medite en una elocubración generica puesto tampoco era concresión, solo quizás la reflexión de cojer las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela, pero la muerte és empedernida y como ese libro reflejado una historia de pilares dificiles de mantener... Como el mismo libro que se me paso por la mente... todos eramos unos millonarios inocentes. Pero muchos dieron mucho y se perdieron las formas... La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta... Algo que pensaba en aquellos que percibia que no sentian suficiente, no decian suficiente... vivido por los tiempos... Pero esa meditación fue algo controvertida por intentar juntar un rompecabezas que parecía empedernido en fallar. 

Cuando le murmuraste tus dudas víste, por su rostro, que Oriol se sorprendió enormemente; aún así, no interrumpió tu meditado silencio, mucho más tras tu reflexión sobre el sexo masculino que seguramente habría dejado sin palabras a tu sire, algo que, por un momento le dejó sin palabras a él tambien para, tras una sutil risa, añadir, algo retóricamente: y a mi... ¿cómo me ves en unos años?

Podía llegar a parecer que se lo tomara a broma, cómo si todo éso fuera un juego, pero, aún así, sus facciones estáticas, su mirada postrada en ti, su forma de torcer ligeramente la cabeza,... eran bastantes los años que hacía que le conocías, y aunque no tan profundas, suficientes charlas con él habías llegado a tener cómo para saber que no era así.

Pese y no tener pulso, sabías que si lo hubiera éste se habría acelerado, fruto de algún tipo de preocupación que desconocías, incrementandose en el momento de hablarle de las catastrofes, pudiendo observar que no sabía hacia dónde querías llegar, tal y cómo tras mostrarle unos momentos que no entendía dijo: lo siento Vitraya, pero no te sigo. Hace menos de 24 horas que soy cómo soy, y verdaderamente, comprendo que sabeis mucho más que yo, llevais mucho vivido, y a veces me cuesta entender de lo que hablais.

Podías observar cómo realmente éso le preocupaba, sintiendose quizá excluido de una sociedad que acavaba de abrirle las puertas, para seguir escuchandote, quizá con el anhelo de llegar a saber a dónde llevaban tus palabras, extrañandose quizá más cuando, tras recoger el maletín, lo dejaste encima de tus piernas, dispuesta quizá a irte, momento en que miró el reloj, todo viendo que aún quedaba bastante tiempo, volviendo a levantar la cabeza cuando, en preguntarle cómo le había ido la noche, le llamaste de nuevo la atención. Rarísima -contesto casi sin pensarselo-, pero felizmente rara -puntualizó todo esbozando una sonrisa de felicidad-. Aunque algo perdido, ayer en tu discoteca me sentí más acogido que nunca, y ésto te lo agradeceré toda mi existencia. La verdad -prosiguió diciendo con algo de emotividad reflejada en sus ojos-, ni en Egipto llegué a sentirme cómo ayer -puntualizó rozandote la mejilla con sus dedos, algo que desde su conversión no había hecho- pero todo mi cuerpo es un hervidero de emociones y temores -añadió, negando llevemente con la cabeza mientras hacía un leve silencio, quizá para poder ordenar sus ideas cómo tantas veces éstos últimos días habías tenido que hacer tu-. Mis sentidos, mi olfato, la percepción del entorno, todo es tan distinto ahora... incluso mi gusto. Nunca hubiera imaginado sentir tanto placer notando cómo la vida de una persona pendía de mis manos mientras su sangre tíbia hacia despertar mi cuerpo... pero a ti ésto, te debe sonar a tontería -dijo mirandote de nuevo a los ojos-, hay tanto que aún debo aprender... Aún así, el miedo que sentí me aterró. En ése momento hizo de nuevo un largo silencio, pudiendo llegar a percevir que no todo había sido un camino de rosas ayer por el profesor pese y habertelo querído mostrar así. ¿Por qué ahora esa sinceridad?. Ésa sensación -dijo después, notando que sus nervios hacían temblar levemente sus musculos-, el hambre me mataba por dentro... le sentía desgarrarme mi interior, y en ver a ésa chica algo me invadio. No era dueño de mis movimientos, simplemente, corría trás suyo hipnotizado por el latir de su corazon... Por un lado, temía matarla, pero por otro... -volvió a hacer un silencio, pudiendo ver que lo que te estaba contando estaba resultando duro para él- por otro no me importaba. Estaba quieta, podía notar cómo su corazón latía cada vez con menos fuerza, y no me importó...

Pero quise ser fuerte... estaba Montoya y no quería mostrarme débil ante él, no sin ni siquiera conocerle... pero contigo es diferente... Se que no me juzgaras por mis temores, o almenos éso quiero creer... pero tengo tanto miedo a perder el control, a sentir de nuevo ésa sensación...

Observabas en sus ojos el dolor y el temor... cómo se sentía perdido entre todo ello, y pese y querer parecer fuerte, su templanza se derrumbaba por momentos frente a ti.

Me quede quieta aguantando ese bastón, mirando a Oriol como se exponia a contarme que como acabaria tras los años... no lo sabía realmente. Me perdí en un silencio que se hizo extraño. No entendi la sugerencia a que como me veria de dentro de unos años... Me daba miedo de que de alguna manera se fuese de allí, así sin tener en cuanta que pasaria ni conmigo ni sin mi... pensé con contundencia... dentro de unos años... Por lo que mi silencio dentoto incomprension a una actitud... era como un amante fiel... como si quisiera comprenderse un poco más. Lo miré tan solo con nostalgia y anonadada pero después mi mirada se postro en una firmeza de un quieto... No supe si reir o llorar, como acabariamos todos en este musical sin fin... Pero me quedé sentada allí esperando a que planteara sus dudas sobre la noche postrando bastante atención en a lo referente que yacia con mucha concresion... y realmente vi por unos momentos a un ser que nunca me llego a conocer postrado delante mio... parecia que hoy seria un dia conclutivo y concluyente. Podria perderlo todo por querer alcanzar una razón. Pero ante esas posturas y risas me quede quieta, intentando elocubrar porque ese sintoma de preocupacion postrado. Pero ante ver que se preocupaba por no entender de que hiba todo... me enfortaleci para mirarlo a los ojos para hacerle entender que debia ser más fuerte, mientras cogia con fuerza ese bastón que aún me mantenia con fuerzas como para seguir sentada y no salir a mandar a la mierda la maldita casa y los malditos documentos... Almenos la frustración se palpaba en el ambiente. Parecia haber visto que los niños habían quebrantado un dolor y calma demasiado profunda.- murmure- como para no sentir una irritación en cuando me toco... Estaba cansada de que fuese siempre lo mismo. No me conocian y aquellos que en su momento me conocian sabrían dónde quedaban las cosas importantes en que manejar. 

Pero sus palabras empezaron a ser concordantes y extrañas. Estaba ante alguien que no comprendia que había algo más que un simple dejabu provocado por ellos mismos. Mis ojos miraban con rapidez cada movimiento aleatorio de su cuerpo. En algun momento llegue a pensasr que yo era mi misma pesadilla postrada delate de otra. Me enfurezi conmigo misma mostrando una vacilación, notando como esas palabras me punzaban como un recuerdo tragico, pero se noto que eso ya en concreto no me importaba, ya que era mi mirada la que se postraba como un repoche interno, ante Oriol. Una divina comedia de la que él mismo debía sacar conclusiones. Por lo que mientras contaba como su temor era creciente... Postre mi mente en tan solo mostrar un silencio ante sus finales palabras. Parecia como si se tomara a risa una condicion que yo misma le había ofrecido... Esta humilde condición no es para que nos riamos de algo superior sino para controlar... yo nunca he tenido niños... nunca fuí fertil por eso la vida me dejo apartada de todo... Oriol, no son palabras reflejantes a algo vivido por los tiempos. Porfabor... comprensión... es como si quisieramos hablarlo todo en tan poco que los levantes parecen divagar como esta conversación... Calmandome en mis últimas palabras con un tono tenue y denotando seriedad... Porque a mi simplemente nunca me habían dejado elegir mi vida ni mi final... pensé... era un todo o un nada del cual muchos sabían las consecuencias y lo que querían denotar en la distancia... tan solo recuerda lo que sabes que te he contado, puesto el corazón late... y se apaga por haber querido mucho a alguien que se me postro en un "que te parta un rayo" pero a ti te quise mostrar que he sufrido vacilando, por un exterior malmetido... cuidando de mi Jardín por mis ghouls... por Michael y por James... pero ayer fue como ni conocer que fuí estupida en creer que era una persona fuerte... Puesto deje demasiado tiempo la confianza en el mismo que se postro cinicamente ante una "cita con la tumba". Palabras que se postraron como una nostalgía... pero que realmente me dolio y se reflejo en mirar la mesa con la mirada algo perdida y mirarle. Pero tu has de ser fuerte y saber que tu estas para reflejar una paradoja de la que ni la vida misma me quiso dejar mostrar... Le señale el exterior... Aunqué sea tiempo y tiempo lo que se postra en el exterior Se ha brindado mucho por la vida y a mi esta misma se me ha postrado como algo del que el mismo día en que a mi se me postro esta realidad... era como sentirme mareada ante un mismo hablar del cual no era digno para empezar... Postrada en una misma tragica noche... de la cual formo parte desde que un carruaje fallo en un camino confuso... Por eso me acerqué a él postrando tranquilidad en mis palabras. Era como sentir la nostalgia, como una divagación pero sin concluir en que el dolor real era siempre el mismo y él lo sabía. Por eso le toqué la megilla para de mientras decirle recuerda mis palabras pequeño... Quizás algo más que el tiempo postrado... fue para después retirar la mano sin dejar que me tocase más. Una vez dije para siempre y fue fracasando a lo largo... el mismo destino me junto con alguien que solo pensaba que era una cualquiera... pero tu eres mi amigo especial y lo sabes Oriol... le toqué la barbilla para murmurarle almenos me diste un cariño verdadero... pero no el amor que siento de verdad por el mismo recuerdo... pero eso ahora debes controlar las ganas de hacer las cosas como en mi día se descontrolaron... puesto era rabia y no deseo lo que hizo tropezar en mi camino... se me postra como si me hubiese reido de mi noche anterior, justo cuando mi pesadilla comenzo en no comprender mi condición...

Me volvi a reclinar postrando un silencio denotatorio, para volver a decir con voz tranquila, aunque observando con rapidez mi entorno sin entender que se ofrecia, y entendiendo que era un nada, puesto siempre había estado destinada a estar sola. Levante el dedo en señal de que se esperase a hablar,y me he dado cuenta que los mismos que conocia, me han dejado como una loca y temes que han lo mismo contigo... Parece que el destino este empedernido en darme el dolor de no elegir a quien quiero para siempre... sin tener que estar dentro de una misma tragedía... Palabra a palabra se notaba como mi irritación y mis ganas de irme para dejar las puertas cerradas a cualquier motibación... Por lo que lo mire con comprensión pero firmeza y tocandole el hombro, Pero parece que no pude ver con claridad... pero hoy como dije será como siempre... solo que sera el principio de mi realidad. Mostrandole comprensión a que eramos empedernidos en intentar ser iguales, pero que deberíamos hablar... así que se fuerte y comentame la tragedia que creo intentar comprender y no acabo de asimilar... porque una vez te vayas... almenos podre entender que perderlo todo es aquello que he estado destinada a tener... por huir de una locura familiar de la que ahora mismo me vuelvo a ver envuelta. Pero no entristeci ni se noto que eso dolia porque ya era una realidad vivida por desde siempre... y ya estaba contenta con almenos haber ahorrado lo suficiente como para seguir. Por lo que comprendí que haciendo negocios con determinada gente era acabar dejandolo todo por un nada. Por eso quise intentar tropezar de nuevo y ver si los sentimientos perduraban o se malmetian por no decir un perdón a tiempo. Zarandee la cabeza pero era inecesario... parece que sea como la canción que creo muy bien entender... dime que has visto en estas 24 horas... porque parece que mis ojos estan más cansados de lo normal... Para mirar a sus ojos, denotando que no quería moverme más que aquello que me dijeron.

Por la expresión de su rostro, Oriol pareció quedar algo "chocado" en cuanto le pediste comprensión, no terminando de comprender quizá tus alusiones, algo rencorosas en cuanto a Montoya, pues era una realidad que él no había vivido, todo diciendote entre frases: la verdad, se que en ti puedo confiar pues es lo que me has mostrado tu siempre, y por éso he visto que tu serías la única que comprendería mis temores, para dicho ésto, volver a guardar silencio, escuchandote hablar, intentando comprender cuando, entre líneas, le mostrabas que su experiencia tras el Abrazo tu tambien la habías vivido, con la diferencia de no haberla deseado nunca. Simplemente, habías sido un capricho de Benjamin, igual que de tu marido; algo que te había hecho fortalecerte con los años, manteniendo tu corazón frío y alejado de los demás, cerrandolo a todo el mundo por miedo a que te lo rompieran, mucho antes incluso de que dejara de latir, cerrando los ojos cuando le rozaste la mejilla con tu mano repitiendo su anterior acto, algo que te demostraba que quizá, era ésa mútua tranquilidad entre dos personas dañadas por la vida lo que había iniciado vuestra amistad. Sabías que quería decir algo, pero solamente de su boca salió una sonrisa en verte levantar el dedo, para acto seguido el hacer lo mismo poniendoselo frente a los lavios, cómo hizo con Montoya tras recivir por primera vez el Beso de un vástago, escuchando tranquilamente lo que le tenías que decir, sorprendido por tu hablar reflexionado y calmado, por ésa realidad de ti misma que nunca le habías podido mostrar, para en mirarle fijamente a los ojos, observar que a diferencia de mucha gente, el no apartaba la mirada, y empezaba hablar, cómo si para ti, no tubiera nada que ocultar. Vitraya -empezó el profesor-, desde que conozco nuestra condición me he dado cuenta que realmente, se muy poco de ti, pero he podido ver que el pasado que te ha traido dónde estas no ha sido un camino de rosas tampoco para ti. Su hablar calmado mostraba cierta comprensión que pocas veces habías visto en nadie, algo que, viniendo de una persona que llevaba tan poco formando parte de la estirpe cainita te llegaba a sorprender. Ciertamente, creo que mis temores son una tontería al lado de tu dolor, y cómo te dige el día en que descubrí que no te latía el corazón, yo no soy nadie para pedirte que me expliques, simplemente, cómo muy bien has dicho, soy un amigo especial -dijo poniendo cierto enfasis en la última palabra-, y el trabajo de un amigo es saber escuchar. En ése momento Oriol no parecía el de siempre. Delante tuyo tenías quizá a un hombre que, cómo a ti, el dolor y el temor había hecho fuerte, comprensivo, una persona con una madurez que no era muy normal en un mortal, y aunque él ya no lo era, hacia muy poco tiempo que se le había postrado frente a sus ojos parte de ésa extensa realidad que, ni tu, llegabas a conocer en su totalidad. Por que me vaya, no es mi intención, creo que antes me vas a echar -bromeó el profesor-, por éso no temas. Ahora más que nunca se que frente a mi tengo una amiga de verdad -dijo sin dejar de mirarte ni un momento a los ojos- y por mucho que hayas podido llegar a padecer, sabes que conmigo puedes hablar, nunca ha sido una costumbre mía la de juzgar a los demás por una mala noche, ni estoy muy dotado para poder opinar sobre lo que no conozco, pero se que no eres una loca y ayer puede ver que quizá no estás tan sóla cómo crees. Observabas en las palabras de Oriol que para él, sus temores no cobraban tanta importancia cómo el dolor que le habías mostrado, prefiriendo primero tranquilizar, quizás, los tuyos antes de querer buscar un consejo para los suyos. Ayer todo fué nuevo para mi, pero puede ver que tanto Conrad cómo Guerson son grandes personas, algo alocados, pero no vi maldad en ellos. Tu primo, la verdad es que me sorprendió, sobretodo porqué casi nunca has hablado de la família, y Josep me sorprendió... quizá no me mentiste tanto cuando me dijiste que tenías a un Dj freak en casa... -bromeó dejando el tema en el aire-.

Por lo demás -añadió Oriol, pareciendo que quizás ya quería aclarar sus temores-, me gustaría saber si es muy difícil acostumbrarse a controlarse, a comer sin matar. Realmente, parecía que ése tema le provocaba cierto temor, pudiendo notar en su rostro que era algo que le preocupaba seriamente cuando, tras oír unos golpecitos en la puerta, viste a Michael entrar en el salón, dirigiendose hacia dónde estabais sentados. Perdonen mi interrupción -dijo tu siervo casi desde la puerta, para ya a tu lado añadir-, si le parece bien ire a buscar a Jaume a su piso, así se de seguro que no tardará en llegar -dijo en alusión a la falta de puntualidad de tu recipiente, para tras ello añadir-, por lo demás, le he dejado el periodico de hoy a Conrad, ya sabe cómo le gusta revisar las acciones -bromeó-, para cualquier cosa está en su habitación.

Por cierto profesor -añadió ya casi marchando-, me ha llamado el señor Matamoros diciendome que ya está viniendo a buscarle, ¿le aviso cuando llegue? -le preguntó de una manera muy formal a Oriol, cómo si el hecho de saber que estaba hablandole a un vástago le hubiera hecho acrecentar el respeto hacia él, a lo que Oriol respondió, tras mirar el reloj, viendo que pasaban poco más de diez minutos de las ocho- dile que me espere fuera por favor, hasta las nueve no tengo que ir a ver a Montoya y no hay prisa para ello -puntualizó guiñandote un ojo-, se que te las arreglarás para hacerme quedar bien -bromeó el profesor, para, una vez ya fuera tu siervo decirte-. A lo que íbamos... realmente, el miedo que tengo es a perder el control delante de la gente; no puedes llegar a imaginar lo mal que lo pasé en casa del comisario. Tenía miedo de que me volviera el hambre y pudiera hacerles daño, o que me pase hoy con Josua... se que las Tradiciones son muy importantes, tu mismo me lo mostraste, al igual que mantener oculta nuestra realidad... pero es que cuando tube tanta hambre no era yo quien se movia, era mi cuerpo, si, pero no era mi mente la que lo guiaba, y sólo pensar que puedo perder el control en público me aterra.