Partida Rol por web

Aprieto los dientes mientras el recién llegado apoya su peso en mí...

Gracias, Mohamed -pienso con ironía, aunque sin mirarle- por tu inestimable colaboración.

Con sorprendente facilidad, Rand se descuelga por las barras y Dave lo agarra por la cintura, ayudándole a bajar. Alcanza el suelo sin mayor problema que su brazo, que aún sangra.

Rand mira a ambos tipos y se pregunta si sabrán dónde están.
- Muchas gracias. No hubiera sido tan problemático si no tuviera este brazo dolorido por un reciente accidente.

Se sacude el hombro mientras los analiza detenidamente y, extendiendo su mano derecha, les ofrece un saludo.
- Soy Rand.

Le doy la mano, respondiendo a su saludo... aunque sin demasiado entusiasmo, quizás.

"Dave" le respondo, lacónico. "Él..." continúo, señalando a mi compañero "... se llama Abdullah. O Mohamed, como prefieras. En realidad, creo que le da igual". Sonrío, divertido.

Hechas las presentaciones, retrocedo un paso y contemplo al recién llegado... es evidente que ha vivido días mejores. No puedo imaginar qué es lo que ha causado sus heridas -¿O sí?-, pero hay un pensamiento que me cruza la mente de forma fugaz: si lleva vagabundeando por aquí más tiempo que nosotros... puede que también sepa algo más. A la fuerza, tiene que saberlo. Veremos.

"Bien, Rand..." empiezo "... supongo que para ti ésta tampoco es la situación más normal del mundo, así que, dejando de lado lo obvio, te ruego que me eches un cable: ¿Cuál es tu historia?"

Para Rand el hombre iba muy de prisa.
Quizá sólo quiere ir al grano, está tan harto de este lugar como yo.

Hola Mohamed. Responde a la presentación por parte Dave de Abdullah.
Mi historia personal no creo que importe de mucho: No le debo nada a nadie, no tengo por qué estar encerrado, jamás cometí un delito. No sé qué clase de fenómeno metería a una persona a un laberinto y la libraría a su suerte. Esto es espantoso.

Rand no se había alterado, sólo expresaba lo poco que su mente había desgranado en el recorrido de aquellas habitaciones.

No recuerdo cómo llegué aquí. Todo está borrado, ni siquiera nublado, totalmente limpio en mi cerebro. Recuerdo mi vida, pero no lo que ocurrió ayer después de que me fuí a dormir.

¿Algún motivo por el que ustedes puedan estar aquí?

- Mi llamo Abdullah - respondo fastidiado.

Así que no tienes por qué estar encerrado. Si me dieran un dólar cada vez que oigo eso...

- Yo tampoco comietí ningún crimen. Me confundieron con otra piersona...

Observo el brazo sangrante del recién llegado. Una pernera ensangrentada, otro hombre herido... yo por lo pronto me había golpeado al caerme desde el techo. Este lugar parecía un poco peligroso.

- ¿Qué te pasó en el briazo?

La cara del extranjero no le parecía para nada amigable.
Mejor no meterme demasiado con estos desconocidos.

En un cuarto había unos cables que me asestaron. Parece que este lugar tiene ratoneras humanas.

Rand da la explicación requerida y mira a Dave para preguntarle algo.
¿Ustedes se toparon con alguna trampa?...¿Cuáles habitaciones recorrieron?. Sería bueno que compartamos la información que tenemos.

Tirada fallida :(. Quería utilizar el carisma para llevarme bien con el extranjero :(

"Yo..." exhibo la mejor de mis sonrisas "... creo que tampoco debería estar aquí. Menuda novedad, ¿eh? Ah, e ignora la larga cara de Mohamed. Va de tipo duro, pero tras unas horas con él comprobarás que es un trocito de pan".

Abandono el tono de broma y medito un instante su comentario sobre las trampas. "Eso sí que es nuevo" le respondo, al fin "y muy útil. No lo sabíamos, y justo ahora íbamos a comenzar a explorar otras habitaciones... hasta ahora hemos tenido suerte, nos hemos topado con compartimentos despejados Pero les tengo cariño a mis extremidades."

Doy unos pasos y extiendo mi mano hasta tocar una de las paredes, ausente "Nos hemos encontrado con otros... pero escaparon de nosotros. Ignoro por qué. En esa otra sala [señalo la 35], que era de un odioso color verde, nos hemos encontrado con otro. Pero no parecía muy hablador... quizás sea porque era un pie seccionado. Los muertos, ya sabes, malos conversadores."

Me giro hacia él "Y dime... ¿has descubierto algo de utilidad? Sobre los números, los colores..."

- La verdad es que me suena todo muy incongruente. Mira de reojo a Abdullah pero desvía los ojos rápidamente. No he prestado atención a los colores, lamentablemente no soy bueno con la memoria visual y no he tenido nada para escribir... verás... pasó algo más extraño aún que las trampas, pero todavía no puedo confirmar mi teoría.

Rand relaja un poco los hombros, tensos hasta el momento, lo que tenía para explicar era algo confuso y temía que lo tomen por loco.

- No sé en qué habitación comencé, pero vi un número en cada compuerta, tal como mencionas. Recuerdo que pensé que lo mejor era ir hacia las habitaciones de números más pequeños asumiendo que en la habitción 1 hallaría la salida. Rápidamente desistí ya que pasando de... creo que era la 13, me encontré con todos números mayores. Rand tenía un pedazo de trapo aferrado en el puño cerrado. Marqué algunas habitaciones para recordar por cuáles ya había estado, pero cuando volví hacia atrás, las telas que había anudado en las manijas ya no estaban, alguien las había quitado aunque no me topé con nadie más que ustedes.

No extendería mucho más la charla, no sabía aún su reacción, por más que todavía no había llegado a la habitación con la compuerta "espejo".

La puerta con el 23 grabado se abre, detrás, dos hombres y una mujer herida se sorprenden de vuestra presencia.

Rand se asusta al ver abrirse la puerta, pero rápidamente nota que es más gente encerrada en ese horrible lugar.
Espera a que alguno tome la iniciativa y está muy atento pero no tenso.

Cita:

dice uno de los hombres a la mujer y al hombre que se encuentran con el,

Cita:

os pregunta, directamente.

Yo voy hacie el otro lado, quiero salir de aquí. ¿Quién son, saben dónde está la salida?

"Chicos..." comienzo, dirigiéndome a los recién llegados "... ya habéis abierto la puerta y estáis a medio camino, así que mejor pasad vosotros a nuestra habitación". Sonrío: "Tenemos música y bebidas para todos... habéis llegado en lo mejor de la fiesta".

Les hago un gesto cortés -sea real o fingido- invitándoles a pasar.

Por alguna razón, no me inspiran más que desconfianza. Aunque quizás no sea demasiado raro, dada nuestra situación... bah.

Uno de los dos hombres, con un corte de pelo bastante rapado, se dirige a Rand,

Cita:

Viendo que Rand titubea, paso a intervenir yo... un poco mosqueado, he de admitirlo.

"Seguíamos... o, mejor dicho, él -señalo a Rand- seguía un patrón... pero ha resultado ser incorrecto. Así que estamos como al principio: encerrados en un agujero mugriento y totalmente confundidos". En este punto, esbozo mi mejor sonrisa y añado "Y supongo que ninguno de vosotros tendrá idea de por qué ha venido a parar a una de estas suites de lujo, ¿cierto...?"