Partida Rol por web

Jorah se dispuso en la arena nuevamente ,esta vez Brienne de Tarth sería su contrincante cosa que sin duda alegro al caballero pues si vencía pasaría a la final pero si perdía la propia mujer estaría en ella por encima de todos los estirados y pretenciosos que había en el torneo.

Os deseo lo mejor Brienne de Tarth y si he de caer en esta ronda me alegro que sea por vos.

Siguiente ronda, nuevo adversario. Me daba pena enfrentarme a Ser Jorah ahora, ya que me hubiera gustado luchar contra él en la final, pero no iba a ser posible. De momento, había demostrado ser un gran guerrero, ya que había derrotado al Stark y al Tyrrel. Sería una gran prueba para mi, aunque después de vencer al Matarreyes ya me daba igual el rival. La moral la tenía por las nubes.

Me acerqué hacia él despacio, con mi escudero pisándome los talones, portando mi mandoble. Me frené en seco a unos metros y le hice un saludo de respeto. Cogí el mandoble y lo maniobré unas cuantas veces para calentar.

-"Yo también os deseo lo mejor Ser Jorah y espero ser yo la que pase de ronda, tengo que demostrar mucho en este torneo. Espero que no le ofenda. Suerte y que pase el mejor."

Una vez hecho el saludo de rigor, esperé pacientemente a que sonaran las trompetas y diera comienzo el combate. El sudor corría como afluentes por todo mi cuerpo. Los nervios se me pasaron nada más coger el mandoble, había que serenarse. ¡Ahí estaba la señal! Al segundo de sonar las trompetas, le lancé un poderoso golpe lateral, directo a la cadera.

El combate acabó antes casi de empezar, Jorah tenía cierta edad para este tipo de combates y su agilidad se veía empañada y al contrario de un combate real no podía ser sustituida por artimañas o engaños.

Brienne alzó su mandoble antes de que Jorah pudiera apartarse de su camino recibiendo un duro golpe que su escudo no pudo parar.

Jorah levantó la mano en señal de que había sido vencido. 

Os deseo suerte en la final, solo espero que tengáis la oportunidad de humillar a Ser Barristan.

De un plumazo barrí a Ser Jorah de enfrente. La fuerza del golpe le hizo caer a un lado. Si no llega a ser por la protección de su escudo, le podría haber cercenado una pierna perfectamente. Me acerqué a él y le tendí la mano para ayudarle a levantarse.

-"Ha sido un honor enfrentarme a vos Ser. Espero que no tenga una herida grave y solo se haya llevado algún moratón. En la final intentaré ganar, ya sea Ser Barristan u otro caballero. Y gracias por apoyarme estos días, se agradece."

Le di el mandoble a mi escudero y me dirigí hacia el palco para hacer una reverencia a los reyes. De seguro que a la reina no le gustaría que hubiera vuelto a pasar de ronda y que hubiera humillado a su hermano. Me giré y partí hacia mi tienda para quitarme la armadura.