Partida Rol por web

Sin duda habían vivido mundos diferentes. Ya fuera por mi actitud ante la vida, o por la diferencia en capacidades, mi experiencia laboral había sido muy distinta.

-Me alegro que puedas tomártelo como un juego, pero mi experiencia ha sido mucho más... complicada que eso. He luchado con uñas y dientes para tener lo que tengo, pues es lo que la gente de arriba esperaba de nosotros. 

No conocía tanto de su vida para juzgar hasta que punto las situaciones habían sido más favorables a uno u otro, o quien tenía más talento o menos, pero sin duda habíamos vivido experiencias muy diferentes.

-Mañana puedo votarte, pero no sé si podré hacer algo más por ti. Podría mentirte, pero entiendo que esta relación la hemos basado en la transparencia y la confianza. Si tras las votaciones veo que peligras, intentaré hacer todo lo posible por apoyarte durante la tarea nocturna. Recuerda que aunque nos apoyemos el uno en el otro, seguimos siendo rivales.

El silencio inundó el lugar, y durante unos segundos sólo se pudo escuchar el sonido del agua caer.

-No espero ni deseo que te quedes en una posición difícil por ayudarme, igual que no debes esperar lo mismo de mi persona. Aun así, no voy a dejarte en la estacada, y si te veo peligrar agotaré todas las opciones que tenga para mantenerte a flote. 

Eran las condiciones más lógicas, y si tenía que aliarme con alguien como Nadine todo debía estar bien claro. No sabía qué pasaría al día siguiente, y no quería hacer promesas que quizás no fuera capaz de cumplir, pues podría tomárselo como una traición. Cumpliría con lo que había dicho, y esperaba que ella hiciera lo mismo.

No le demos más vueltas.

Dice Nadine, y como si la firma de un documento se tratase, dio el tema por zanjado.

Empezaba a hacerse bastante tarde y, después de todo, probablemente al día siguiente tocase un esfuerzo más físico si es que las pruebas tenían algo de cíclico, así que ella también salió del agua.

La oscuridad reinante no dejaba más que intuir, pero resultó al salir que la penumbra era su aliada, porque a pesar de que ella hubiese pensado que la camisa mojada sería algo con un componente demasiado sexual, eran los piratas blancos mojados los que acabaron resultando como una prenda semitransparente.

Aun así, no hizo ademán de proceder con cuidado o pudor, si Erik llegaba a ver algo en aquella oscuridad, no serían más que una piernas y la promesa de una ropa interior que el corte de los pantalones no dejaba más que intuir, ya que en aquella parte del cuerpo, la tela no llegaba a ser lo suficientemente fina como para adherirse y transparentar.

Creo que puede haber sido una noche provechosa. Hasta mañana, Erik

Y con esas palabras como despedida, caminó despreocupada hacia su habitación

El tiempo pasó volando, y cuando me quise dar cuenta ya estaba bien entrada la madrugada. Mañana necesitaríamos todas las energías de las que podíamos disponer, como siempre, y eso implicaba que descansar bien era primordial. Aun así, en aquel paraje se estaba tan bien que costaba levantarse. Cuando todavía estaba tumbando en la hierba, Nadine salió del agua. Mientras salía, miré de reojo su silueta, que durante un momento se acercó y, tras una despedida, se fue alejando.

-Que descanses, Nadine, algo me dice que nos va a hacer falta.

Nos despedimos y, mientras se alejaba, me quedé un poco más, disfrutando del paisaje y meditando si había hecho un trato con  un ángel o con un demonio.