Día5: Shannon Y Nadine

Tras el largo día, cada uno de los participantes se retira para pensar o para dedicar tiempo a su trabajo.

Es entonces cuando Shannon busca un momento apartado con el que poder hablar con Nadine, esta vez sí, sin cámaras u otros invitados presentes.

La tormenta no hacía mas que crecer y crecer.

A mi me encantaban las tormentas. Pero también me gustaba hacerme querer. Ya sabéis, eso de "Huy que miedo, protégeme que soy débil" y esas mentiras. Y hoy, con el dolor de cabeza, apenas había hablado con nadie. Y menos con... Nadine. Aunque no quisiera admitirlo, la echaba de menos, esas tardes tomando cosas y hablando de...chorradas, a veces.

- Hey! ¡Nadine?- Susurré abriendo ligeramente la puerta de su cuarto.- ¿P-Puedo... Pasar y quedarme un r-rato?- Pregunté llena de vergüenza. De hecho llegar hasta su puerta y llamar por que si, ya era todo un logro.- L-la tormenta no me deja...d-dormir.- dije poniendo cara de cervatilla.

- A-ademas, quería saber como estabas. Hoy... estabas un poco, ¿Irascible?

La llamada a la puerta sobresaltó a Nadine, que efectivamente, no había tenido el mejor de sus días.

Había ahogado el día en algo de alcohol, así que estaba algo desinhibida y de mejor humor. Había vuelto a la habitación disfrutando la lluvia depuradora cayendo sobre ella y empapándola y apenas habían pasado unos minutos desde que llegara a su cabaña cuando Shannon pidió pasar.

Nadine estaba encendiendo la chimenea aún con la ropa empapada y se giró con una gran sonrisa en la cara para recibir a su amiga.

¡Shinny! Pensé que estabas cansada de... del día - Dijo eufemísticamente.

Me alegra mucho ver que no lo estabas tanto. Pasa, pasa. Estoy encendiendo la chimenea. ¿No es genial cuando dejas que la lluvia se lleve tus problemas?

Fuego y alcohol siempre habían sido grandes amigos, pero cuando se aliaban no solían alinearse del lado de la cordura, así que quizás encender la chimenea no era la mejor idea para la claramente achispada Nadine.

- Solo tenía dolor de cabeza.- respondí con una sonrisa cálida.- Viktor me dio una aspirina.

Verla de así, casi como cuando estás a punto de irte a dormir, era algo que me gustaba bastante. Era uno de esos momentos en los que la gente, deja de lado lo que aparenta ser, se quita los rulos y se muestran tal y como son. Y Nadine no necesitaba ponerse rulos para estar impecable al día siguiente. Tan solo verla con la ropa mojada me hacía verla sonreir pícaramente.

Me acerqué a ella despacio tras cerrar al puerta de la habitación. La chimenea recién encendida daba buen ambiente. Algo cálido y acogedor.

- Para quien tenga problemas...si, claro.- Dije mientras la tocaba el pelo húmedo.- Deberías cambiarte de ropa- Susurré sentándome en el suelo, frente a la chimenéa, sobre uno de los cojines que había por allí.

Me abracé las piernas y puse la cabeza sobre las rodillas mientras la miraba desde abajo.

- ¿Tienes algo que te preocupa? S-sabes que puedes contármelo.- Aparté ligeramente la mirada para ver el baile de las llamas.- Veo que Viktor no te cae muy bien....- Empece diciendo.- Hoy casi te lo comes con la mirada, cuando discutíais... ¿ Sabes que Ximena ha tirado la toalla? Apuesta por ti. Yo...también.- La miré con esos ojos de la que no sabe que hacer, decir... o quizá si, pero...- Mas de lo que crees... - Admití.- Pero no me gusta verte discutir.

A pesar del alcohol, Nadine encendió la chimenea sin mayor problema.

Cuando Shannon hace el comentario acerca de su ropa mojada, Nadine la mira como si fuera la primera vez que la veía y no entendiese qué hacía su ropa empapada.

Tienes razón. Podría llegar a coger un resfriado. - y dicho eso, casi como si Shannon no estuviese allí, baja la cremallera del vestido en su espalda y se echa las manos al dobladillo de la falda del vestido y hace ademán de ir a subirlo para sacárselo por la cabeza, pero justo antes de empezar a subir parece darse cuenta de algo y se detiene.

Ups. Perdona. Casi me olvido de que estabas aquí

Caminó hacia un biombo del que disponía la habitación y se metió detrás de él junto con un pijama de dos piezas de pantalón corto y tirantes. El pijama tuvo que rebuscarlo entre los cajones, no parecía algo que hubiese usado las noches anteriores. Quizás era una cortesía hacia Shannon.

Desde detrás del biombo, mientras se cambiaba de ropa, escuchó a Shannon y luego contestó.

No deberíais apostar. Tú vas a ser quien gane ese ascenso y es lo más justo, además. Yo, como le dije ayer a Erik, no tengo prisa por ascender ni necesidad inminente. Eso sí, no voy a dejar que quien ascienda aquí sea un patán como Viktor. No si puedo evitarlo, claro. Juega sucio. ¿Has visto como se ha apresurado a votarme hoy? Cuando su culo peligra vota negativo a quien puede salvarselo ¿y se atreve a llamarme hipócrita? En fin... - El vestido asoma por encima del biombo quedando colgado de este como anuncio de que comienza la siguiente tarea de ponerse el pijama. ...como decía, yo no tengo prisa por ascender. Sólo soy del firme convencimiento de que quien ascienda necesitará gente de confianza allí arriba, y lo lógico es empezar a buscar gente valiosa entre aquellos que la compañía considera valisosos, es decir, entre los que aquí estamos. Dicho de otro modo, si sube alguien con buenas intenciones, todos subimos. Eso es lo que debería haber pasado desde el comienzo, y con esa convicción todos hubieramos trabajado juntos como yo propuse cada uno de los días que llevamos aquí. Pero hay algunos que lo ven como una carrera individual. Esos no merecen ganarla. Tú sí. Y por eso ganarás. Por eso me he ocupado de mantenerte bien arriba.

Finalmente salió deo biombo vestida con el pijama.

¿Has visto las tablas? Una cosa es ayudar a alguien a subir y otra muy distinta la vileza que están demostrando haciendo a la gente perder puntuación. Nadie debería bajar de puntuación nunca y aquí cada día baja alguien.

Si se dio cuenta de que había confesado haber impulsado el tablón de Shannon con un trabajo continuado, no le importó.

Tú deberías ganar Shinny. Por eso tienes que hacerlo bien mañana. Cuentas con todo nuestro apoyo.

-Pues podías haberte olvidado un poco que no estaba..-Pensé para mis misma con un tono un poco verde por mi parte.

Escuchaba a Nadine con aire distraído pero cada palabra que decía me gustaba menos. Me dolí por dentro porque no pensaba como ella. ¿Como era posible? ¿Tanto había cambiado en estos días? Hasta que no pude aguantarlo mas y me levanté. Me puse justo tras el biombo, alzándome de puntillas y asomándome tras él, para poder verla.

No esperaba encontrarla en paños menores o como estuviera. Realmente era para mirarla a los ojos mientras se lo decía.

- Eres tonta Nad! Así que te has rendido? ¿ Ya? Así de simple, ¿no? ¿Solo porque no vayas de los primeros tiras la toalla? Me niego! No quiero ganar nada sabiendo que hay alguien mejor- Mi rostro era serio y a la vez con un atisbo de incredulidad por que mis palabras fueran realmente ciertas. - No puedes venirte abajo! Ahora no!

Me retiré del biombo al verla, y sonrojada me di la vuelta, al darme cuenta que quizá la había avergonzado asomándome por allí.

- ¿Como puedo ganar nada si no es contigo...?- Dije en bajo mirando al fuego, de espaldas al biombo.- Se me da fatal las cosas sociales! Empiezo a tartamudear cuando estoy nerviosa! Tu...tu...eres...fantástica! Deberías estar tu arriba y no yo! ¿C-como voy a competir con Itziar o... no se...quien sea? Yo.. ni siquiera tengo valor para decirle nada a quien me gusta...

Pero Shannon, yo no me he rendido, pero nunca he jugado sola. Esto nunca fue una carrera en solitario y si gana un participante, gana toda su escudería. Han forzado a que no podamos ganar todos estúpidamente, ahora nuestra escudería debería ser lo más grande posible. Itziar o tú, te prefiero a ti, pero me da igual una que otra. El caso es que quien duba al llegar se lleve al resto consigo.

Cogí de las manos a Shannon.

Y si no quieres estarlo, tú nunca estaras sola. Aquí somos las únicas que jugamos limpio.

Alcé la vista para encontrarme con los ojos de Nadine de frente.

Y por si fuera poco me cogía de las manos. Frente al fuego, lloviendo... Solo me faltaba un picardías y la botella de Champan. Me obligué a continuar escuchándola pese el enfado que tenía.

- P-pero... no es justo. - Balbuceé.- Tu eres mas fuerte que yo. Y-y además yo... no juego limpio...- Definitivamente, aunque esa frase se podía interpretar bastante mal, le di la explicación que se merecía.

Como presa de un hechizo, puede que de mi cabeza loca. O algo contenido dentro de mi durante mucho tiempo que necesitaba salir, quién sabe. Por primera vez actué sin pensarlo. Me moví, quizá algo apresurada, y besé a Nadine. Un pequeño beso. Ni muy largo ni muy corto. Un simple beso, tierno, de los que se dan con el corazón.

Lentamente me aparté de ella, aun con las manos unidas y la miré.

- No puedo jugar limpio porque... me gustas. Puede que eso no sea justo para el resto...- Me levanté colorada como un tomate y di un par de pasos hacia atrás. No sabía como se lo iba a tomar Nadine. Puede que bien, puede que mal. Puede que de forma educada me dijera que me marchase y olvidara aquello, pero no haría falta, ya que poco a poco, mis piernas temblaban para hacerlo por si solas.

- L-Lo siento....-me disculpé por el beso.

Puede que realmente no fuera justo que la hubiera besado sin permiso. Puede que estuviera traicionando la amistad con Nadine... por un beso.

Nadine se sorprendio del beso de Shannon, pero luego esbozó una sonrisa suave.

Bueno... se supone que debería estar sorprendida, pero no lo estoy. No tanto.

Acaricio la mejilla de ella y le dedicó una mirada cálida y acogedora.

Si tú no juegas limpio, no me importa. Pero hay gente aquí que es rastrera. Lo sé porque llevo días averiguándolo. Hay personas que venderían a su madre. He encontrado personas capaces de difundir rumores, de destapar trapos sucios, de desviar éxitos o simular fracasos profesionales del departamento de otro, de suplantar la identidad de otro para atacar a alguien sin que le puedan pillar, de hackear las cuentas de alguien... la lista de juego sucio es infinita o lo parece.

Nadine parecía preocupada.

Itziar ya fue víctima de juego sucio y yo también. No sé quién está detrás de cada cosa, pero sé qué pueden hacer. Llevo dedicándome a conocer las herramientas de otros cada noche. Eso, votar y mantenerte arriba, junto con algún encuentro casual. Estoy convencida de que nada de lo que hayas hecho puede ser peor que lo que esta gente puede hacer... y hoy me he granjeado enemistades. En fin. Olvidemos todo eso.

Bajó la mano con que acariciaba su mejilla por su brazo como un leve roce hasta su mano. La tomó y tiró de ella.

Ven

La llevó hasta la cama y la sentó, abrió el primer cajón de la mesita y sacó algo que mantuvo oculto.

Esta noche, olvidemos todo. ¿Te gustan los juegos?

Casi me da un pasmo cuando Nadine me acarició la mejilla.

Casi por instinto miré de nuevo a sus labios mientras mordía los míos. ¿Había sido un si, un no, un... quizá? Como fuera no se lo tomó a mal, y eso era lo malo: que me daba esperanzas, aunque no fuera un buen momento.

-No, yo.. quería decir que... no he hecho nada a nadie, es solo que, no puedo ser imparcial contigo... ¿Me entiendes? Nunca haría nada a otro compañero y menos por ascender... No quiero ser la Reina Oscura en un castillo de muertos vivientes.

Escuchaba sus palabras y me hacía olvidar al resto. ¿Como lo hacía? Desde luego tenía un cuelgue con Nadine. Maldita Ximena! Tenía razón...

- A Viktor también intentaron Hackearle. Y a Ximena. la miré con cierta sonrisa queda en mis ojos.- Creo que se quien no las hace. Gerard es buena persona. Un poco raruno pero es buena gente. Confío en él. Solo quedan 3 en los que no me fio demasiado, por descarte: Jesus, Jhon y Manuel. Y con todo, creo que Jesus simplemente habla y habla...es..cargante.

Pero pronto Nadine pareció cambiar las tornas de la conversación. Era de esas personas que tan pronto estaban enfadadas como daban carpetazo para pasar a cosas mejores. La admiraba..demasiado. Y no solo por que me gustara.

-¿Un juego? - Dije desconfiada. ¿Que podía pasar?- Ummm... vale. Juguemos a algo... a.. ¿que tienes en mente?- pregunté intrigada, sonriente, ilusionada y puede que... idiotizada.

Ya sabes qué juego.

Dijo con una sonrisa y abrio la mano mostrando unas esposas.

-Wow- Solo pude decir con los ojos muy abiertos.

¿Insinuaba lo que ella creía que insinuaba? Mi cabeza decía ...Stop! Y mi pepitilla decía... Dale caña! Siempre quise hacer una locura pero no esperaba que lo hiciera así... aquí y tan pronto.

- C-creo que no me va el sadomaso, Nad... y-y... - Miré a todos lados como buscando algo.-  Hay c-cámaras... y-yo me conformaba con un beso...y eso...

La miré, sonreí y negué con la cabeza presa de una locura transitoria mientras intentaba relajarme y dejaba mis manos a la vista.

Envolvió las muñecas de ella con las esposas con delicadeza y cerró una. Después pasó la cadena por la barra de la cama y cerró la otra muñeca.

Si no te va el sado, seré dulce. - Pero ella llevaría el control igualmente.

Se levantó dejándola atada en la cama y se quitó el pijama dejándolo caer al suelo. Después se situó sobre la cama y sobre el cuerpo de Shannon.

Shinny. Brillante. Recuerda mis palabras - Le dijo en un susurro - Eres el sol que sale entre las nubes de tormenta. El único sol aquí. Y tú ganarás esta competición. Yo te lo prometo.

Y como una firma a sus palabras, comenzó a besarle el cuerpo.

Cerré los ojos y sonreí como una tonta.

Ahora mismo estaba en las nubes, y nunca mejor dicho. El cuerpo de Nadine sobre el mió me hacía estremecerme. Cada roce de su piel me mataban, literalmente haciendo que deseara que volviera a tocarme. Con sus labios ponía mis nervios al límite haciéndome poner piel de gallina.

-Ufff- Susurré levemente, en un suspiro ahogado cuando pasaba por ciertas zonas. En otras sonreía presa de intentar contener las cosquillas. Aun así era tan agradable que me estaba poniendo... maliiisima. Mis pezones podían rayar cristales, en ese momento! - Nad..- susurré nuevamente, casi entre un ahogado suspiro.- Bésame...- Porque aunque estaba disfrutando como el mismo demonio, deseaba sus labios sobre los míos. Morder su lengua y que su pelo me acariciara el rostro.

OMG!