Partida Rol por web

Era obvio que la tensión iría en comienzo y las alianzas empezaban a dibujarse, sin duda ese rumor del ascenso era palpable en casi todos ellos y estaban luchando por él. Algo que no era malo, la sana competencia es la razón de que las empresas crezcan pero siempre que sea sana. Esa fue la razón que le empujaba a Gerald ha hablar, pero en el ultimo momento fue Erik quien dijo las palabras que él pensaba y aun estaba ordenando para soltarlas. Cosa que le molesto y alivio a partes iguales.

-Creo que la carta es un modo de hacer ver a todos los que están fuera como vemos nosotros realmente esos bulos. Pero me ha gustado el punto de inflexión de Shannon. Por otra parte voy a cambiar un poco de tema y centrarme en los votos de hoy. -Se quito la gafas para ver si estaban manchadas.

-La verdad es que el negativo lo tengo bastante claro. Se lo voy a dar a Manuel, porque me ha parecido que mas que intentar hablar con el chico y jugar a algo que él quiera o que le cree interés, le ha obligado a jugar a un juego de cartas que incluso para nosotros es anticuado... Es decir, en esta ocasión no le he visto esforzarse. -Por primera vez dejo de lado a los que ni lo intentaron. -En cambio en el tema positivos tengo a las tres mujeres en lista. A Jesus lo dejo como caso a parte, la verdad es que lo ha hecho muy bien, me asombra su capacidad de captación, pero a la vez me sabe raro por los chicos... Mas que motivarlos parecía que los asustara entre risas nerviosas. Y entre ellas me quedo con Itzar, a cogido una niña tímida la ha arropado y ademas le anima a participar no solo con ella sino con otros monitores. Excluyendo ese detalle de adoptarla que sin conocer las verdaderas razones para hacerlo, parecia un impulso en caliente. Creo que ha demostrado que sabe lo que hace. -Dejando clara su postura, volvió al silencio. -¿La mariquita murió? Que cruel es la guerra.

El debate proseguía, con tres opiniones generalizadas. Algunos creían que firmarlo era una buena idea, algo que hacer de inmediato. Otros, que primero se debería demostrar un verdadero espíritu de equipo. Y Jesús… que simplemente se negaba. Un amenazador principio de jaqueca comenzaba a echar raíces en la cabeza de Itziar, justo detrás de sus ojos. Estaba segura de que, de un modo u otro, no iba a ser una noche agradable. Pero un comentario la sacó de forma agradable de sus poco halagüeñas reflexiones.

-Puedes llamarme mamá si quieres, Shannon. –Itziar esbozó una media sonrisa al escuchar a su compañera. –Pero creo que aún es un poco pronto para eso.

-Bueno, por lo que veo casi todos, salvo Jesús, creemos que puede ser una buena idea este comunicado... –Comentó con optimismo, mientras escuchaba las opiniones del resto. –Aunque como bien dice Shannon, es cierto que internamente sirve de poco si siguen produciéndose, de cara a los inversores ayuda que los directivos al menos se esfuercen en parecer unidos. Y bueno, de cara al consejo de dirección… nuestras opiniones ya han sido grabadas, así que supongo que no es necesario firmarlo, al menos hoy. Aunque me hubiera gustado que fuese esto, y no más bulos, lo que apareciera en la red interna mañana.

Jugueteando con el móvil, recogió los papeles que había traído, devolviéndolos a sus carpetas.  Pero cuando terminó, de pronto se quedó inmóvil, como si de pronto hubiera pensado algo. Y lentamente, se giró hacia el grupo, sentándose en la mesita de cara a ellos.

-Shannon tiene razón en algo. Deberíamos comportarnos como un equipo, no sólo fingirlo para aparentar. Todos tenemos cosas buenas… no es tan difícil encontrarlas, si se busca bien. Erik, tú también tienes razón. Podemos detestarnos en la vida personal, pero comportarnos profesionalmente en la laboral. -Y con una voz mucho más seria, añadió. –Pero hay quien no parece pensar así. Y el hecho es… que conozco la identidad del autor de los bulos. De la persona que nos miente día a día a la cara negando sus actos.

Miró a los demás con una expresión que no tenía ni pizca de alegría. Sus ojos brillaban, delatando una gran emoción o, quizás, nerviosismo. Lentamente, dejó que su mirada pasara por todos los reunidos. Shannon… Erik… Nadine… Gerald… Manuel… Viktor… Jesús… Jhon… Ximena, y Jorge, sintieron cómo sus reacciones eran estudiadas. Miró a todos el mismo tiempo, sin hacer ninguna distinción entre ellos.

-Pero soy una persona noble, y creo en las segundas oportunidades, aunque no siempre son merecidas. Así que voy a tratar de confiar en la esperanza de Shannon en que podamos ser honestos al menos por una vez. –Itziar desvió la mirada hacia una de las ventanas, por las que ya se colaba el último sol del ocaso. Su perfil, iluminado por la luz anaranjada, parecía esculpido en piedra. –Por eso, voy a dar la oportunidad al culpable de confesar ahora. Confesar, retirar el bulo, renunciar a este campamento, y ofrecer una disculpa pública en la red interna. Si lo hace por sí misma, no tomaré ninguna medida extra, y hasta la perdonaré públicamente y trataré de protegerla de las repercusiones. Os doy mi palabra aquí, ante vosotros y ante las cámaras. Y mañana, podremos firmar ese manifiesto todos juntos, como un equipo. Borrón y cuenta nueva.

Tomó aire, y lo exhaló bruscamente antes de retomar la conversación.

-Porque si el culpable no confiesa ahora, revelaré las pruebas que lo incriminan. No sólo ante la dirección, sino ante los tribunales. Esa persona se enfrentará a una demanda judicial por calumnias sobre mi persona. –Sacó su móvil, y leyó el texto jurídico que aparecía en la pantalla . -Un delito registrado en el artículo 206, por el que se aplican penas de seis meses hasta dos años de cárcel, y multas de hasta medio millón de euros. Además de lo que los directores decidan respecto a su futuro dentro de Hidra, porque hace unos momentos parecíamos todos de acuerdo en que debería ser… castigado.

-Podría estar echándome un farol para tratar de forzar una confesión, claro… pero tal vez no. –Se encogió de hombros, y señaló al tablón. –La pregunta que dejo sobre la mesa es… ¿De verdad merece la pena arriesgar tanto por ese ranking? ¿La cárcel? ¿Perder el trabajo? Sólo espero que seamos capaces de recapacitar. Aún no es tarde.

Acabado su discurso, Itziar se cruzó de brazos, sentada, esperando. Un silencio tenso acompañó a las últimas palabras de la mujer, mientras el resto de los presentes se observaban unos a otros, con la duda de si el culpable realmente aceptaría esa oferta.

Jorge asiente, tomando nota mental de las últimas intervenciones y cada gesto tanto por acción como por omisión.

- Mientras prosiguen con sus conclusiones, y si me lo permiten... - Tal como había prometido,  de la solapa de la chaqueta saca un sobre adecuadamente ilustrado con el logotipo de la empresa, y se lo entrega a... Jesús. -- Aquí tiene su próximo destino. Espero que las condiciones sean de su agrado. Dentro encontrará también un justificante de entrega ¿Sería tan amable de firmarlo indicando fecha y hora?

No lo ha dicho en voz alta, pero cuando desdoblas el sobre y empiezas a leer queda claro que no se trata de ninguna broma.

Una carta de despido con efecto inmediato.

Pago adelantado de los 15 días de salario y en cuanto a indemnización... ¿0€? Pero cómo... ? Ah, pero hay un asterisco. Dice... "Discreción" ¿Te indemnizan con discreción? ¿Cómo deberías tomartelo?

Viktor mira con curiosidad a Jesús, preguntándose si realmente se creía lo que decía. Incluso ladea un poco la cabeza mientras se acaricia el mentón. También le entregan una carta y se fija en ello, al parecer él era el receptor, pero no sabía de qué se trataba ¿le cambiaban de destino? Era impresionante, viajar era algo interesante.

Me sorprende, antes de hoy te había votado dos veces. Una por dar un discurso neo-nazi y por una descripción basada en dedos que parecía una sátira al esfuerzo de los demás. Y ahora por ofrecer drogas. El del discurso neo-nazi es motivo de prisión en Alemania y ofrecer drogas a niños es motivo de prisión en la mitad de países del primer mundo, por lo menos. Además de que es un bulo.

Mis antepasados son judíos y sufrieron la represión nazi. Algunos de mis compañeros y amigos han tenido la piel como que una docena de tonos más oscura que la tuya.

Ah, y te recomiendo que no intentes acusar a Shannon de tus actos, ya ves que tiene bastantes amigos aquí.

Sonríe bastante plácidamente.

No es que tenga pruebas de que has sido tú, pero me jugaría una mano a que es así... y que estás aliado con quien ha hecho el ataque contra Itziar. No obstante, a tu rollo.

Dicho lo cual, se cruza de brazos y mira a Nadine, con incredulidad, y lleva una mano a su pecho.

Oh, disculpa por protegerme -cargado de sarcasmo-, la próxima vez dejaré que me apaleen y me arranquen los dientes. Soy realmente malvado por defenderme de acusaciones falsas, que alguien me detenga y lance la llave al fondo del océano. ¿O tal vez la condena a muerte te haga sentir más segura?

Para tu información, el demonio es automático, no tengo control sobre él, y requiere acceso a las cuentas personales. ¿Quieres que me salte la ley para suplantar tu identidad? ¿O la de la empresa? ¿Y encima siendo datos que no he contrastado? Claro que sí, campeona. Y mis decisiones son muy estratégicas, en lugar de perjudicar a la mayor pugnante, Itziar y beneficiar a uno de los que vayan en la cola, como Jesús, he hecho justo lo contrario. Supongo que mi concepto de la estrategia y el tuyo son diferentes. Sigue intentándolo, por favor.

Mira a todos y su sonrisa se amplía, regresando a Nadine tras guiñarle un ojo a Shannon.

A diferencia de tí, yo veo virtudes en mis enemigos, y flaquezas en mis amigos. Eres inteligente y sabes lo que quieres, y se te da realmente actuar. Son tres cosas buenas, una más de las que me habían pedido, no te quejes.

Regresa sobre todos esta vez y se acaricia un poco el hombro.

Ya he dicho que no he venido por el ascenso. He venido porque no me han dejado otra. Es más...

Esta misma mañana he mandado un correo al jefazo. En ese correo hacía dos cosas muy importantes.

En primer lugar, como ya he dicho, adjuntar las pruebas contra quien ha estado sobornando a alguien para desviar fondos de la compañía. Tanto la conversación mantenida por Telegram como los extractos de las cuentas.

En segundo lugar, y más importante, presentar mi dimisión. Hacía bastante que quería hacerlo, pero no había nadie para ocupar mi puesto. Sin embargo, he encontrado a alguien, aquí, que podrá ocupar mi puesto. He avisado con tres meses, tiempo para preparar a mi sustituto. Por mi parte he ahorrado lo suficiente, sin necesidad de desviar fondos, como para vivir el resto de mi vida. Así que me reitero en lo que os dije: no me importa absolutamente nada ese puesto.

Su sonrisa se torna realmente amplia hacia todos, se le ve realmente feliz y con un gran peso fuera de los hombros. Mira con un gesto tranquilo a Jorge y mueve un poco la mano.

No te preocupes, le enseñaré los trucos para cumplir bien el trabajo. Sabes que tengo un buen ojo... y mi sustituto también.

Asiente mirando a Erik para terminar.

Tienes toda la razón, el trabajo en equipo no implica que te caigan bien tus compañeros, pero sí que conseguís lo que necesitáis. Sería ideal confiar en ellos, pero no es un requisito necesario.

Salta a la vista que esta actividad había supuesto mucho más trabajo por parte de los monitores del campamento que ninguna otra.

Tanto es así que aquella que les había estado acompañando los últimos días llega exhausta después de tanto movimiento, y después tener que recoger. Por su expresión es evidente que no se ha enterado de la conversación que mantenía el grupo.

- Puff... Ha sido intenso ¿verdad? ¿Qué les ha parecido la actividad? A mi me han encantado muchas de las ideas que han tenido para jugar con los niños ¡Nunca se me hubiesen ocurrido la mayoría de ellas!

Mañana será el último día y nos han dicho que vendrá alguien de la empresa para hablar con todos ¿Qué creen que querrá? La visita no estaba contemplada, por lo que nosotros sabíamos se trataría de un último día de tiempo libre y relax para que pudiesen recuperarse y meditar sobre la experiencia.

Itziar esperó un buen tiempo después de su alegato, tratando de no mirar a ninguno de sus compañeros demasiado tiempo para no dar pistas prematuras sobre el culpable de los rumores falsos. Tenía la esperanza de que esa persona admitiera su culpa sin tener que recurrir a las pruebas, pero parecía que esa esperanza era infundada. Porque tras unos largos minutos, fueron Viktor y Jorge los únicos que intervinieron, y para un asunto completamente diferente. Un asunto que, entre otras cosas, anunció la futura dimisión de Viktor. Suspiró. No lo culpaba, pero echaría de menos su forma de ver las cosas en Hidra.

La monitoria entró entonces, tratando de parecer animada, aunque lo cierto es que también parecía agotada. Como todos ellos. ¿Había alguien en el campamento que no lo estuviera acaso? La noticia de la visita de alguien enviado desde las altas esferas tampoco la cogió desprevenida totalmente. Ya era hora de que alguien explicara correctamente la locura en la que se habían visto envueltos. 

-La actividad ha estado muy bien. -Contestó con una sonrisa cansada a la monitora. Ella no tenía nada que ver en los problemas del grupo, y no querría cargarla con ellos. -Lo cierto es que, al menos a mí, me ha parecido una experiencia vital. Se aprenden muchas cosas de una misma ayudando a los demás. Os agradezco que lo hayáis preparado tan bien. 

Después, se acercó hasta Shannon, y apoyó una mano en su hombro. 

-No tengo ni idea de lo que va a pasar mañana. -Le dijo en voz baja y tranquila, la voz de alguien que ya había pasado por la etapa del nerviosismos y ya había llegado a la calma de la aceptación. -Pero ya te dije que creía que estás a la altura para cualquier cosa. Gane quien gane, Shannon, tienes aquí una amiga. Por eso, te doy otro consejo. Piensa dónde quieres estar... dónde vas a ser feliz realmente. Y de quiénes quieres rodearte. Porque los amigos es una parte muy grande de cada uno.

Le dio un suave beso en la mejilla, y echó a andar hacia el pasillo que llevaba hasta las habitaciones, pero antes de abandonar la sala se detuvo un instante, como si dudara, y finalmente se giró de nuevo hacia el resto. Por un momento, todos vieron cómo enviaba algunos correos que debía tener preparados antes de hablar.

-Iba a retirarme ahora... tengo una niña de la que preocuparme, y ya he dicho suficiente por hoy. Pero creo que tengo una cosa más que hacer antes de eso.

-Me hubiera gustado poder solucionar todo el tema de las mentiras en la red aquí, con todos vosotros, si la culpable hubiera decidido confesar y pedir perdón. Pero parece que era demasiado pedir. Así que pondré ahora la verdad encima de la mesa.  

Sin prisa, camina hasta uno de los televisores. Saca un cable del bolsillo de su chaqueta, y lo utiliza para conectar su móvil a la pantalla. Durante unos momentos, trastea con él hasta que en la pantalla aparece un vídeo. En él se puede apreciar perfectamente a Nadine frente a un ordenador. 

Está escribiendo mientras habla con uno de los editores más cotillas de la red social interna de la empresa. Escribe y borra hasta que una idea sólida cobra forma:  "...organizó un ERE con datos falseados que..."

Ahora la mirada de Itziar ya ha dejado de pasearse entre todos los reunidos para fijarse únicamente en Nadine. La expresión de su rostro parece esculpida en piedra, pero sus ojos oscuros arden de rabia contenida.

-Dos veces han aparecido mentiras sobre mí en la red...  -Las manos de Itziar están apretadas en sendos puños. -Y las dos veces tú has venido por la mañana a darme ánimos. A decirme que sólo eran mentiras. A decirme que no me preocupara... ¿Cómo puedes ser tan falsa? ¿Cómo puedes... mirarte al espejo cada mañana? Ahora entiendo cómo has conseguido trepar hasta donde estás, pero ya se acabó, Nadine. La máscara ha caído. Ahora todos saben cómo eres en realidad.

-Te he dado la oportunidad de confesar. De pedir perdón. Hasta te he ofrecido defenderte, si eras tú la que desmentía todos los rumores. ¿Sabes porqué? Porque soy mejor que tú. -Siguió hablando, con la voz vibrando de emociones apenas contenidas. -Pero ni siquiera así lo has hecho. ¿Creías que era un farol? Yo no me echo faroles, Nadine. Soy honesta. Nunca he faltado a mi palabra. Pero no creo que sepas siquiera lo que es esa sensación.

-El mail con todas las pruebas ya está enviado. Al Consejo de dirección, y a mis abogados. Tal y como dije.

Dando la espalda a Nadine, miró al resto de sus compañeros.

-¿Erik, querías saber quién era la persona que saboteaba y pudría el espíritu de equipo? -Dijo, mirando a sus compañeros. -Ahí la tenéis. Ya no hace falta disimular nada más.

Antes de irse, miró de nuevo a Shannon con tristeza.

-Shannon... Ahí tienes la verdad. Ahora eres tú la que tiene que decidir qué hacer con ella. 

Desde luego si que estaba siendo un puto día de mierda.

No me gustaba nada. Pero nada de nada. Y menos todo este jaleo de acusaciones, idas y venidas de todo el mundo. pero que nadie se había dado cuenta de una cosa. Eramos como hienas frente a una presa. Una presa que no existía. Peleábamos por el Santo Grial sin saber donde estaba o si existía de verdad.

Suspiré para relajarme un momento y me llevé las manos a la sienes como si un dolor de cabeza amenazara con hacerla explotar.

- Si, vale... puede que sea suficiente para firmar un papel. Porque eso es lo es. Es a lo que me refería. Como dicen Erik, y todos estamos de acuerdo, no tenemos por qué ser amigos. Pero basta con que haya respeto y podamos trabajar en equipo. -

Entonces la vorágine cambio de lado tirándome para atrás. Creía que las cosas quedaría ahí pero la puta vida tiene cosas que mostrarme aún.

-¿Como?- Pregunté cuando le dieron una carta a Jesus- ¿Trasladado...? - Casi era como decir que lo habían despedido. Le miré como intentando adivinar en su rostro algo que me dijera que él mismo ya sabía de qué iba el tema. Pero ni siquiera se pronunció ni al decir algo "bonito" de Itziar cuando lo mencioné. Chasqueé la lengua en desagrado. Era como ver partir a un primo a unas tierras lejanas.

La familia se estaba empezando a deshacer.

Porque Viktor también nos dio su noticia -¿Que?- Se me escapó, quizá demasiado alto - NO!- y desesperado, al acercarme hasta él y enfrentármelo.- Viktor, no... Se que estas situaciones pueden acelerar las cosas pero no puedes dejarnos cuanto te necesitamos. No veo una futura Hidra sin ti para solucionar nuestras cagadas. - Me volví hacia el resto.- Ni sin ninguno de vosotros! ¿No os dais cuenta? Ya no se trata de dinero o quien va el primero en el tablón, se trata de que somos un equipo. - Me volví hacia Viktor de nuevo y le puse la mano en el pecho.- Por favor... reconsidéralo. ¿Vale? Luego hablamos, tranquilamente y...

Sentí la mano de Itziar en mi hombro y me volví hacia ella. Mi rostro estaba algo compungido. Como una niña a la cual los padres le dicen que la separación no es por su culpa. Que todo...va a ir bien. Y una mierda va a ir bien!

- Itziar... me da igual la competición. Q-queria llegar hasta arriba s-solo para ver si se podían mejorar las cosas. Hidra lo necesita como empresa. ¿Sabes lo que es que cada día que pasa te llamen mas a menudo porque tu empresa pasa olímpicamente de sus desechos orgánicos? Llevo las leyes y todos los casos judiciales de Hidra, solo porque soy buena en ello, pero... cuando el daño está hecho! ¿Y si eso pasa en mi departamento, qué pasará en los demás?- Suspiré bajando la cabeza. - Yo ya he ganado, Itziar. Aun sin darte cuenta ya lo he hecho. Conociendo a la gente, se qué debo hacer ahora. Ayudar a todos.

Poco mas pude decir. Creía estar en el ojo del huracán, pero duraba todo tampoco...

Iztiar se pronunció de nuevo. Cargada con munición extra. Y un video incriminatorio hacia...

-Nad...- Susurré mirando con pena en mis ojos hasta la que ahora había sido mi estrella polar... y mucho mas que eso.

El golpe me dejó helada y sentí una gran pena por dentro. Joder! Joder, joder!! Me aparté de la pantalla mientras Itziar seguí con la acusación. El veredicto del juicio era, desde luego, el final de su carrera.

- Si...- respondí.- ... ya se que hacer. - Alcé la vista y me puse tensa. - ¿Y tu quieres trabajo en equipo? Podías habérselo dicho en privado. Sin crear una caza de brujas. Eres orgullosa Itziar. Vengativa. Y muy poco discreta.- Señalé a una cámara para que se fijara en ella.- Felicidades. Acabas de demostrarles que eres nula resolviendo problemas sociales.

Me volví al resto y cerré los ojos.

- Espero que el resto me entienda cuando digo que no quiero que nadie me ayude si es para jorobar a otra persona. Lo digo en serio. No seré la primera en el tablón mañana. Lo se. Pero por lo menos he intentado ayudar a todos. Y ahora, si me disculpáis... c-creo que voy a tener que preparar la defensa de la señorita Welch.- Demasiado formal para no notar que tenía un enfado del copón contra Nadine.

Y en mi camino, pase cerca de ella y la miré, sería, con pena en los ojos y y los labios apretados.

- Seré tu abogada si quieres, Nadine. Pero desde hoy... nada mas. - Casi iba a llorar. Tenia que irme rápido o me daría un ataque de ansiedad alli mismo.- Lo siento.

Jesús tras leer la carta estaba absorto, no producía ningún tipo de sonido, emoción, o incluso gesto, tan solo una mirada vacía contra una de las paredes de madera, ensimismado en sus propios pensamientos, ni siquiera pensó en que fue engañado por los correos falsos los cuales creía ciertos, o incluso por el hecho de que alguien como Nadine fuera la que los hizo contra Itziar.

-Gñeh...

Trató de responder ante la inquisición de Shannon, sin siquiera desviar la mirada de la pared. Pese a ello, no le salía ni una sola palabra, tan solo estaba ahí, pensando en lo que aquella carta decía, y lo que supondría su vida ante ella. "Gñeh" ya era suficiente palabra para decir, suficiente comentario ante la situación en la que se encontraba Jesús.

- Dios, calma tu ira y tu rencor... - salí con un paraguas, pero hasta este se quería doblar por la fuerza de la tormenta.

Desperté antes de que sonara la alarma del teléfono. Me cubrí con la sábana hasta la cabeza, mirando el celular. Tweeter... otro rant de Trump... Le doy corazón a la respuesta de Tara Strong... una basura redneck le responde... aprovechando que es mi tweeter personal (si, tengo dos cuentas de cada red social: una con la profesional y seria Ximena, y otra con un seudónimo que uso para poder decir agusto a toda esa basura racista donde puede meterse) le respondo incitándole a irse de nuestro país y buscar una máquina del tiempo para regresar a la Alemania nazi donde será bienvenido.

Cambio al facebook, iniciando sesión con la cuenta profesional. Ahora no he recibido alerta de amenazas. Deberpia buscar a alguien que me ayudara a descifrar quien intentó husmear. Gracias a dios, nunca he tenido nudes.

Oh... por... Dios...

Vaya. Alguien está de racha. No me gustaría ser moderador de las redes sociales de la empresa. Mentira, mataría en este momento por ser una Community Manager y resolver la crisis que estos ineptos han dejado aflorar.

Me levanto de golpe. Mierda. ¿Van a cerrar empresas? ¡No pueden hacer esto! ¡Van a dejar a muchos en la calle! Incluso mi división puede enfrentar problemas. No temo al despido, lo he dicho antes. Tengo un currículum envidiable, un fondo de inversiones, ahorros... pero buscar empleo cuando docenas o cientos de profesionales en mi misma rama también acorta mis probabilidades. No pienso arriesgar todos mis ahorros a una empresa, no en una situación de posible despido.

Leo lo que, al parecer, hizo Itziar. Seguro alguien le descubrió un trapo sucio. Será perra... Lo sabía, era una maldita tramposa. Ojalá pierda esta competencia, no, el empleo, y sepa lo que se siente.

Me llevo una mano a la frente, pensando en todos mis subalternos y subordinados. En mis compañeros de equipo. Esto está mal. Esto va a acabar muy mal.

Sigo viendo, casi con un temeroso respeto. Parece que está un racista creando conflicto. No me hace gracia, seguro lo del Sr. Lokly es un seudónimo para alguien como Jesús. E incluso si es algo tan irrealista como el feto ingeniero, es una crisis de imagen que solo va a agravar la situación.

Esto se va a poner feo. El día brillante parece burlarse de nuestra angustia. Sonrío, como si no tuviera mayor problema que sacudir mi paraguas, aunque por dentro quiera gritar. Llevo una camisa de cuadros, tipo leñadora, originalmente pensada para resguardarme del frío húmero. Me arremango las mangas y la desabrocho de los primeros cinco botones, para anudármela a modo de ombliguera. Lo hago para tratar de controlar el temblor en mis manos.

Llegan niños. Nada es más festivo que eso. Escucho a la monitora. No sé porqué, pero en efecto, este parece que será un día memorable.

Escucho lo que sucede con los niños. Se me estruja el corazón. Mantengo mi fachada de seriedad, pero en el fondo (y quizá porque hoy tengo los nervios alterados) solo pienso en la propia infancia que yo tuve. Si alguien sabe lo que es eso, de no ser apreciado en tu hogar y necesitar ayuda, soy yo. Si alguien tuvo una familia desestructurada, fui yo.

Todos fueron acercándose con sus niños. Vi a una en el fondo. Una niña de cabello oscuro, pecas sobre una piel oliva, y los ojos oscuros y un poco más grandes de lo normal. Caminé a ella. Se encogió sobre sí misma. Por su tamaño, oscila entre once y doce años. Una preadolescente bastante asustada, y algo agresiva, porque aprieta la cara y puños con enojo. Estoy tentando al destino...

Entonces entendí que ella no entendía muy bien el inglés.

- Hola, pequeña. - me siento junto a ella. - Me llamo Ximena. ¿Y tú? - Pero no reaccionó. Me quedé sentada junto a ella, mientras todos a nuestras espaldas comenzaban a jugar. Entonces entendí que ella no entendía muy bien el inglés. - ¿Hablas español? - le pregunto, pero ella parece asustarse más. Por fin abre los ojos, y al ver lo rasgados ojitos es que se encuentran descubro que es una niña indígena.

Ahora entiendo. Ella no habla ni español ni inglés. Y seguro se crió en un pueblo de la sierra occidental mexicana, por eso no sabe que hacer y por eso es tan agresiva. Como un perrito, al que se ha golpeado tantas veces que al ver a un humano acercarse gruñe asustado.

Por la barrera del idioma no podemos comunicarnos, y me tiene demasiada desconfianza para jugar. Ni ha de saber como usar los juguetes por crecer en un lugar tan apartado. Seguro sus padres llegaron hace poco, y fueron deportados, y la pobre niña quedó en este país sola. Quisiera poder decirle que la entiendo, pero la verdad es que ni yo podría hacerlo. Yo nunca me sentí ni de aquí ni de allá, pero a ella seguro sus padres la subieron a un tren. Ella creció en una tierra propia, y ahora está en un país extraño al que no pertenece. Ella si tuvo raíces.

Sin darme cuenta puse una mano en su hombro. Craso error. Me empujó y comenzó a correr.

- ¡Espera! - mierda. Cambio a español - ¡Vuelve! - ella no habla español ni inglés. Me levanto, agradeciendo no llevar tacones. Corro tras ella, separándonos bastante del grupo.

Sigo corriendo, antes de que se pierda. Es muy rápida, y ágil, y creció en una sierra llena de árboles. Corre entre ellos, y casi la pierdo un par de veces. Siento las pantorrillas arder, y el aire cortarse en mis pulmones, pero sigo corriendo.

De manera inesperada se tropieza. Llego a ella trastabillando, casi cayendo junto a ella en el suelo. Sus pantalones quedaron arruinados. Veo por su gesto de desagrado que más que el lodo, le molesta tener que usar pantalones de mezclilla. En la sierra, se usan los vestidos. Enormes faldas con vuelo, mucho más frescas y cómodas.

Tengo que comunicarme casi con señas. Me quito los zapatos, y los pongo junto a ella. Le muestro mi pie: usualmente oculto por medias o calzado, tengo un rosario tatuado.

Mira eso con curiosidad. Reconoce el símbolo religioso. De adolescente me lo tatué por haber salido con un chicano, irónico que ahora el catolicismo que tanto desprecio sea un punto de conexión.

Me quito la camisa. Con una navaja que siempre llevo como llavero y los dientes, le quito las mangas. El sonido hace que me mire con mayor curiosidad. Le quité las solapas, y luego se lo pasé. Me acerqué a ella con las manos extendidas, para asegurarle que no iba a hacerle daño. Poco a poco, dejó que le pusiera la camisa sobre la ropa. Como era bajita de estatura, le quedaba perfecta como vestido.

Anudé las mangas, como si fuera un cinto. En cuanto me volteé, se quitó los pantalones echados a perder por el barro. Más tranquila, y con mayor confianza, aceptó que la llevara de vuelta. Al llegar veo a Itziar hablando, como siempre debe estar acaparando la atención y buscando culpables. No me sorprendería que ella misma se hubiera lanzado esas bulas, de hecho estoy segura de que tuvo que hacerlo. No puedo ver mucho por vigilar a la pequeña, pero vi que tiene un papel en las manos. ¿Escribió un discurso, o va a juntar firmas? Y seguro Jesús está diciendo otra porquería misógina y racista.

A saber todo lo que pasó en nuestra ausencia. Solo la llevé a la trabajadora, la cual se escandalizó. La trabajadora social me pidió una explicación, y le expliqué como eran las costumbres indígenas y como hacerla sentir mejor. No, regresar con una niña con pantalones arruinados que por poco se pierde en el bosque no iba a hablar a mi favor. Estoy con un brassier deportivo, eso tampoco va a causar buena impresión.

¿Entonces, por qué estoy sonriendo?

Camino a los demás. Escucho a Viktor hablar. Pero que...

Mi buen humor se esfuma en un instante. ¿Ahora que hizo ese imbécil? Espera... ¿qué...? Corro para quedar junto a Viktor, mientras él suelta acusaciones que solo me llenan de mayor horror.

- ¡¿Drogas?! - caminé amenazadoramente a Jesús, incrédula. - Imaginaba lo peor de usted, pero eso es un colmo. ¿Sabe el daño que hacen? - yo ví a mi padrastro... aprieto los ojos, controlando mi ira antes de cometer homicidio. - ¡Y encima acusar de KKK cuando usted es la imagen de la intolerancia! Jack Chick estaría orgulloso, señores. - Nadine aporta también algo. La miro, incrédula. - En serio no puedes creer eso. - me giro a todos. - ¿Qué no ven que el objetivo de esta intriga es separar a aliados y ponernos a todos en contra de todos? Viktor es tan buen elemento como tú. No dejes que inferiores a nosotras nos separen con sus mentiras. Él es un genio, y tú una líder, y los dos son bienes valiosos. - me puse del lado de Shannon.

Bien, Erik calmó las cosas. Le sonreí a Shinny, animándola. Me puse detrás de ella - Muy buena idea. - le susurro al oído.

Miré a Itziar, acusadoramente. Por favor... Si ella tuvo que haber hecho esto, sospecho de ella desde que vi su ascenso solo explicable con sobornos. - Quiero ver los documentos - no iba a estar convencida de que no fue ella hasta no verlo por mí mismo.

Quedo con la boca abierta al ver que le dan un sobre a Jesús. Vaya... tengo que contenerme para no aplaudir. ¿Por fin lo mandarán a donde pueda soltar su locura de chick tract a otra parte?

Pero Viktor dice lo que tenía que decir. Tiene más razón que un santo, y tiene una justa razón para todo lo que dice. Pero temo que lo usen en su contra.

- ¡Tranquilo! - pongo ambas manos sobre sus hombros. - ¿De que comunicado hablan? - pregunté a Nadine, antes de volver a centrar mi atención en Viktor. Nuevamente ataca a Nadine. Debe tener un motivo, pero estoy segura de que es parte de una intriga externa. Espera... ¡¿renunció?! - Vámonos aparte, a hablar... - sin pensarlo mucho lo tomo de la mano, para tratar de llevarlo a otro sitio.

Veo a Itziar acercarse a Shannon, a darle un beso de judas. Abrazo a Shinny por los hombros. Miro a Viktor, casi tratando de decirle con la mirada que nos apartemos los tres... cuando todo se termina por descontrolar.

Me quedo mirando a la pantalla, congelada. Sin saberlo estaba abrazando a Shinny con fuerza. Tenía las manos heladas. Veo a Nadine, con gesto de horror absoluto. Debe ser un truco. Pero recuerdo que el día anterior, Nadine sugirió cerrar el departamento automotriz. No lo tomé personal en su momento, pero...

...Viktor estaba seguro en sus acusaciones...

Shinny se ofreció como abogada, pero, fue clara, nada más podría salir. Mientras esto sucedía me acerqué a Viktor.

- Tendrás tus motivos para renunciar, pero ve en qué manos dejarías el imperio. - le señalé a los demás. - Sea lo que sea que planeas... te apoyo. Pero mira a tu alrededor y piensa bien esto.

Corrí hacia Shinny, tomando su mano para darle ánimos, pasando mi brazo libre a sus hombros, y si lo necesitaba, salir junto con ella.

Nadine sonrió en paz

En realidad es un alivio. - Dijo simplemente.

Itziar, te equivocas. Yo no he vertido mentiras en la red sobre ti dos veces. Lo he hecho una. Te aconsejo que tomes acciones legales sobre esa si quieres que lleguen a buen puerto.

Se estira y hace crujir el cuello, pero no pierde la sonrisa ni la paz. Mira a Shannon.

Shinny, decide lo que quieras, pero no necesito que me representes con eso. Es más, te pido que no lo hagas, de lo contrario, mis actos no habrán servido de nada.

Unas lágrimas afloran a los ojos, pero era difícil saber si era fingido o no.

Si te entremezclas con este asunto, le harás perder el sentido. Ahora bien, tú mereces una explicación. Ya sabes que llevo todo este tiempo investigando las malas artes que se ocultan detrás de cada uno. Te lo dije. No es nuevo. Lo que no sabes es que no había casi nadie aquí tan loco como para inventarse rumores falsos. Bueno, nadie salvo yo y alguno más, claro. Cuando Itziar recibió el anterior ataque, le mostré mi apoyo porque estaba convencida de que habría sido objeto de un ataque como el que yo hice anoche. Ese apoyo era sincero. Ella puede creerlo o no, pero tú debes saber la verdad. Alguien aqui con verdadera preocupación por la empresa o con motivos personales de por medio, investigó cómo era Itziar y usó juego sucio para hacerlo público. No voy a dar la verdadera identidad del autor, aunque la conozco. Dejo a su decisión mostrarse.

El caso es que el contenido del primer ataque no era una calumnia, era real. - Mira con severidad a Itziar y por un momento pierde la sonrisa - Y nosotros le brindamos apoyo como si hubiese sido una víctima. No lo era en absoluto. El artículo citado era verdadero.

Cita:

Anteayer terminé de confirmar mis sospechas y ayer por la noche, decidí que debía actuar. El coste sobre la empresa de que esta persona llegase a lo más alto era muy elevado, especialmente contando con una verdadera merecedora de ese puesto.

Itziar es tal y como la describe el artículo que otra persona publicó sobre ella y en este proceso nos había embaucado haciendo correr el riesgo severo de que ella liderase la empresa. Necesitabamos que alguien puro desbancase a Itziar y necesitabamos que esa persona no participase en absoluto de lo que había que hacer, así que lo hice.

Shannon, te diría que lo hice por ti, pero sé que tú no querías esto. En realidad lo hice por mi. Soy yo la que no quería permitir que tú no obtuvieses lo que merecías. Tú deberías ganar esta competición y he apostado por ti desde el comienzo. Así que lo hice por mi, porque tú eres demasiado bondadosa y te infravaloras demasiado para ser consciente de que tú eres la que debe obtener ese mérito, y yo no podía dejar estar eso. Y lo hice por la empresa, porque esta mujer no merece ese puesto como tampoco lo merecía yo.

Solo había un modo de intentar invertir la tabla. Itziar no es la líder que necesita la empresa, pero es demasiado buena, ha dominado la tabla desde el comienzo y eso no podía revertirse sin ensuciarse las manos. - Suelta una risita irónica - Por lo visto, ni siquiera era posible ensuciándose las manos

Así pues, Itziar, fuera caretas. Querías que presentara mi dimisión, la tendrás si tú obtienes un ascenso en esta empresa. No quiero formar parte de un proyecto que lidere alguien como tú. Añadiría a Viktor en la ecuación, pero la verdad, saber que va a abandonar el proyecto empresarial que tenemos me da esperanzas de que esta empresa por la que he luchado pueda seguir mereciendo la pena. Viktor es otra guerra y la quiero dejar fuera, pero deberíais unir mi fiereza contra él al hecho de que llevo desde el primer día investigando las maniobras de juego sucio de unos y otros.

En cuanto a los temas legales, asumiré las consecuencias de mis actos.

Se gira hacia el resto, en sus ojos sigue habiendo lágrimas que no han llegado a correr, pero en su rostro sigue habiendo paz y una sonrisa.

Es un alivio de verdad. Shinny, no te mezcles conmigo en este asunto. Cuando esto acabe, si aun piensas igual, prospera y cree en ti, porque eres el único sol que reluce en la oscuridad de esta empresa. Cuando decías que yo debería ganar esta competición ya te dije que yo no merecía ese triunfo. Ahora ya sabes que hablaba con sinceridad

Allí había una jauría de perros salvajes juzgándola, pero eso no le preocupaba. Solo importaba que de entre esa jauría, asomase quien no era un perro salvaje y quien de verdad importaba lo supiera

Ríe por lo bajo y niega. - Espero que cualquiera de los presentes presente pruebas reales para cualquier acusación, o podria considerarse fuera de lugar.

Finalmente, la verdad había quedado al descubierto, y las reacciones no se hicieron esperar.

Itziar guardaba silencio, porque era consciente de que una revelación así tardaba tiempo en ser asimilada. Ella misma había tardado bastante en asumirla cuando la hubo descubierto. Al menos esa noche no estuvo sola, y pudo desahogarse.

Shannon intervino, nada contenta. Era normal… Itziar sabía que Nadine había sido importante para ella. Pero sus palabras fueron duras. Demasiado duras. Podía entender que estuviese dolida, pero sus reproches no eran justos. Esperaba que llegara a comprenderlo. Odiaría la idea de perder una amiga simplemente por haberse visto obligada a defenderse de las mentiras de una tercera persona.

-Yo sí quiero trabajar en equipo, Shannon. –Contestó, dejando escapar lentamente cada palabra. –Pero no con alguien que me acusa a traición de cometer un delito. Como dice Erik, no necesito que todos nos caigamos bien para trabajar. Pero creo que pedir que no se lancen mentiras en la red es un mínimo que se debería exigir. ¿O es mucho pedir?

-No soy orgullosa. Y tal vez debería serlo más, porque estoy harta de aguantar todo esto. –Añadió, mirándola a su compañera con los hombros caídos. Cada vez estaba más y más cansada. –Porque le he dado la oportunidad de admitirlo. La oportunidad de pedir perdón. Cuando he dicho que la perdonaría, lo decía en serio. No creo que muchos hubieran estado dispuestos a hacerlo. ¿Te haces siquiera una idea de cómo me he sentido desde ese día? ¿Sabes lo que es leer eso en la red… y no poder siquiera defenderte? ¿Lo que ha sido llegar esta mañana y ver cómo Nadine me sonreía y me daba ánimos? Ni siquiera le ha temblado la voz al mentirme a la cara. Igual que os ha mentido a todos.

-Esto ya no es un problema social. Y no es una venganza, Shannon. Es simplemente la verdad. Ni siquiera he denunciado aún. Estaba esperando a lo que pasara aquí, porque tenía alguna esperanza de que pudiéramos arreglarlo. Pero de aquí, por lo que veo, sólo salen más conflictos, y ninguna solución.

Calló. Lo cierto es que estaba mucho más dolida de lo que querría admitir. Todo lo que había hecho había sido tratando de ser honesta, y su única recompensa eran críticas. Tenía unas ganas terribles de irse de allí de una maldita vez. Así que decidió simplemente aguantar en silencio a que todo terminara, e irse a descansar.

Pero entonces Nadine intervino de nuevo. Su actitud llevó a Itziar hasta un nuevo nivel de decepción. Incluso ahora que la verdad se había revelado, ella seguía agarrándose a cualquier excusa absurda para continuar atacándola. Seguía lanzando una mentira tras otra para tratar de justificar lo injustificable.

Y, cuando finalmente dijo que lo había hecho todo por Shannon, no pudo aguantarse más.

-Mientes hasta al respirar. –Estaba genuinamente sorprendida. La persona que tenía delante era, posiblemente, la mentirosa más compulsiva y hábil que había conocido. –Tú no has hecho nada por Shannon. Dudo que hayas hecho alguna vez algo que no haya sido por tu propio interés.

-Se me acusó de organizar un ERE falso, y lo he desmentido con datos. Descubrí a quien estaba lanzando esas calumnias, y te he descubierto con pruebas. –La miraba a los ojos, tratando de buscar en ellos un atisbo de vergüenza o de arrepentimiento… sin éxito. En los ojos de Nadine no había… nada. Sólo la máscara de mentiras que ella había construido y tal vez… ¿odio? ¿resentimiento por haberla descubierto? Siguió hablando. –Y en mi historial profesional hay varias valoraciones de mis compañeros o mis jefes. Nadie me ha acusado nunca de algo tan absurdo como ese primer artículo. Y, afortunadamente, basta con conocer a los que han trabajado conmigo para saberlo. Llevo casi veinte años en la empresa. Nunca he tenido ninguna prisa por ascender, y cuando lo he hecho ha sido porque alguien ha confiado en mí. Jamás he pisado a nadie.

-Pero tú… tú sigues intentando mentir sobre mí. Pero no tienes nada, ni siquiera una prueba de ello, porque no hay nada en realidad. Te refugias detrás de opiniones, sigues intentando manipular a los demás en mi contra. ¿Qué me has investigado? ¿Qué intentabas salvaguardar el juego limpio? Nadine… no sé si alguien aquí es tan ingenuo como para creerse algo así. Yo he investigado, y he presentado las pruebas limpiamente. Viktor ha investigado, y las pruebas también están enviadas. ¿Dónde están las tuyas?

-Dices que no fuiste tú la autora del primer ataque. No te he acusado de ello, porque no tengo la certeza, aunque lo sospecho. Sé que hay otra persona esparciendo bulos… la misma que intentó relacionar a Viktor con el Ku Kux Klan. Pero no he logrado saber quién es. Aún. Dices que el primer ataque no era un bulo. Dime, Nadine… si no lo era… ¿Por qué no había ninguna prueba? ¿Por qué parecía simplemente una sarta de comentarios de alguien resentido?

-Por favor, para con estas mentiras. Envenenan el aire, y nos envenenan a todos. Me acusas a mí, y acusas a Viktor. Afortunadamente los dos somos honestos y no somos gente a la que se pueda engañar fácilmente. Los dos fuimos capaces de ver a través de tus mentiras. –Al mirar al hombre, su expresión se entristeció. Así que esa era una de las sorpresas que le había dicho que guardaba. Otra pérdida más. Siempre eran los mejores los que acababan yéndose. –Entiendo los motivos que tienes para irte y si estás seguro te apoyaré en eso, amigo mío, pero… si te vas, Hidra pierde a uno de sus mejores activos. Y yo echaré de menos tu forma de hacer las cosas. Y a ti como amigo. ¿Estás seguro de querer hacerlo?

-Pero ahora que ya está todo sobre la mesa, tal vez deberías dar tu opinión como me la diste a mí, Viktor. Creo que al menos Shannon y Ximena la tendrán más en cuenta que la mía… aunque los dos pensemos igual.

Hizo una pausa, y miró al tablón, que acababa de actualizarse, con rabia. Comenzaba a estar harta del campamento, de la imaginaria competición, y de todo. Era casi impensable que un equipo directivo se acabara comportando de esa manera. Quienquiera que hubiese organizado todo eso debía estar sorprendido. O… o tal vez no.

-¿Qué creéis que es esa mierda? –Señaló el tablón, con sus brillantes líneas y sus nombres. -¿Una promesa? Un billete para… ¿qué? ¿El éxito? ¿El poder? Desengañaos. Esa pantalla sólo está ahí para que nos volvamos unos contra otros. Y desde luego, ha tenido mucho más éxito del que yo hubiera esperado.

-Esto tiene que ser un experimento social, no una competición. Para ver el desempeño de cada uno de nosotros en un entorno de presión. Para saber cómo reaccionaríamos a entornos competitivos y potencialmente hostiles. Si no fuese así, no se necesitarían las cámaras.

-Pensadlo fríamente un segundo. Si fueseis vosotros los directivos… ¿De verdad daríais un puesto de responsabilidad sólo por una posición en un tablón? Esto es una multinacional, no es el baile de graduación, señores. No es un concurso de popularidad. Y esas barras reflejan poco más que eso. Pensad un poco. Nos han grabado, cada cosa que hacemos. Han visto nuestras verdades y nuestras mentiras. Saben lo que cada uno está dispuesto a hacer, y cómo va a hacerlo. Después del debate incluso saben la orientación empresarial de cada uno. Y ahora, pueden escoger el perfil que les interesa.

-Y nosotros, como grupo, nos hemos comportado… mal. –Agotada su rabia, tomó aire para lanzar un interminable suspiro. –Lo único bueno de verdad que me llevo de aquí es a Sara y a algunas personas a las que espero seguir llamando amigos.

Miró a algunos de ellos, con los que había podido estar a gusto o le habían ayudado en los momentos malos. Y finalmente a Shannon.

-Espero que tú seas una de ellas, de corazón.

Vio como Itziar se ponía nerviosa por que sabía que lo que ella había dicho era lo más sincero que había oído allí. Incluso tergiversaba sus palabras.

He dicho que investigué tu acusación y encontré quien la emitió, también que investigué sus recursos y por eso sé que es verdad. - Intercaló como un simple comentario.

Cuando Itziar terminó su defensa, volvió a hablar.

Está en manos del autor darse a conocer o no. Tu me has acusado y yo no me he defendido ni lo he negado. He explicado mis razones y se las he explicado a quien me importa que las conozca. Tú, sin embargo, solo niegas. Sin embargo, tu propia actuación es prueba de que digo la verdad. No has investigado más que el bulo que yo originé, que era fácilmente demostrable falso. Pero no has hecho absolutamente nada por localizar el origen del que no puedes negar. Justo lo contrario de lo que habría hecho alguien si ambos fuesen bulos. Y creeme, encontrar el origen del primer artículo no era tan difícil. Yo misma lo he hecho

Volvía a ser expresión neutra, sin mala intención ni enfado, simplemente exponía los hechos.

Pero no voy a pedir que nadie me crea. Si preferís pensar que es una estrategia final, allá vosotros. No he dicho ni una sala palabra que me descargue de culpa ni que me pueda proporcionar ningún perdón. ¡Vaya una mierda de estrategia final para alguien supuestamente tan ladino: 0 ganancia!. Tampoco voy a pedirle al autor que se manifieste y confirme mis palabras, es más, no espero que lo haga.

En cualquier caso, el tema había cambiado. Ahora preguntaba si había valido la pena.

Respecto a si ha valido la pena o todo esto era un montaje, ya lo había pensado. Si aun os interesa mañana, daré mi opinión.

Pese a todo, le creía a Nadine. O quizá, era mi orgullo herido, por haberla apoyado todo este tiempo. Viktor me decepcionaba un poco, también. No es como si pudiera reclamarle. Si hubiera podido, yo habría luchado por el gran puesto, pero cuando vi que otros tenían más ventaja quise mejor jugar desde las sombras, pensando en el bien mayor. Tampoco quería la corona, pero por razones distintas. Y lo eché a perder.

No puedo enojarme con Viktor por eso. Sus razones tiene. Pero en su abrupto de hace poco, en su defensa férrea, vi un fuego que no solo me era atrayente, sino que me hizo admirarlo. Veía cansancio en sus ojos tristes, pero esta vez refulgieron. ¿Quién es su sucesor?

No, no podía darme por vencida. Si había despidos y reorganizaciones, entonces se necesitaría más un equilibrio. Especialmente para las trabajadoras.

Quizá debí jugar más sucio, o quizá hice lo correcto todo el tiempo pero me equivoqué de reina. O quizá, todo estaba siguiendo el curso que debía tomar. Cerré los ojos, tratando de pensar.

Había compartido con Shinny mis temores. Recordé esa plática, la química que había con las dos, y realmente lo sentí por ella. Nadine había sido su apoyo y guía, y miren donde desembocó. Pocas decepciones son tan dolorosas como las de nuestros héroes.

- Apenas puedo imaginar lo que estás sintiendo. Cuando niña... me defraudaron. Muy fuerte. - no podía explicar toda mi situación familiar, y menos con tantos oídos. Pero quería que supiera que podía hablar conmigo. - Esto debe ser muy doloroso, pero no dejes que sea en vano. Míralos. Cuando los poderosos se pelean, los débiles sufren. Muchos empleados van a pagar las consecuencias de esta última semana. No podemos dejar que eso ocurra. Sé fuerte. La clase de fuerte que todos van a necesitar. Creo en ti.

Acaricié afectuosamente su brazo, tratando de consolarla, y apoyarla a la vez. Volví a buscar con la mirada a Viktor, entendiendo más lo que tuvo que hacer y por qué lo hizo. Si acusó de algo a Nadine, tuvo que ser porque sabía que algo estaba pasando, y él no es un intrigante, así que sus razones fueron justificadas. El ataque que se le hizo fue también rastrero, y por como lo manejó tiene toda mi admiración. Se lo dije, el rumbo que tomara, lo apoyaría.

Pero mientras, tengo trabajo que hacer aquí.

- Abajo las máscaras. Todos. - apreté muy ligeramente la muñeca de Shinny, para darle valor. - Nadine ya presentó sus explicaciones, igual Itziar. Convendría ahora que comenzamos a decirnos nuestras verdades, terminar de sincerarnos.

Respiré, para serenarme y yo también no solo seguir un rumbo, sino darme a mí misma también valor.

- Yo no tiro a mi gente debajo del autobús. Nadine, entiendo tu punto, y que esto es lo que te queda, pero si es verdad tienes que decirnos quién fue el que lanzó el primer bulo para ayudarte.

La monitora intenta poner su mejor cara de poker ante todo lo que está escuchando. Parece indecisa, pero finalmente se decide a intervenir.

- Bueno... en realidad es tarde

¿Y si comenzamos a pensar en descansar y meditamos con la almohada lo que ha pasado hoy? Porque ya veo... que la experiencia con los niños no les ha hecho acercarse los unos a los otros como yo esperaba.

Estaba cansada de tanta monserga.

Enfada no era la palabra. Pero se le acercaba bastante. Mas bien frustrada y decepcionada. Era como pillar al puto Dalai Lama fumándose un canuto a escondidas en un aseo público. Algo parecido. No es que fuera algo imperdonable era...chocante. Y mas cuando había tenido a Nadine en un pedestal.

Puta bida, Tete!

Ximena me daba su apoyo y me abrazaba. Lo agradecí de veras porque, la antigua Shannon, hubiera salido de allí con una excusa para poder llorar o tomarse un antidepresivo, con tal de poder controlar su carácter. Pero ya no era aquella Shannon. Ahora era mas fuerte, posiblemente. Y aunque me quedara mucho para estar mucho mas desinhibida, ahora empezaba a plantar cara a las cosas. Sobre todo las injustas. Lo malo que ahora era todo sumamente injusto.

- Gracias.- susurré a Ximena. Asentí con la cabeza con una sonrisa circunstancial y, aun cogida a su mano, la volví a susurrar. - Podremos con esto. Te lo juro!

Me dirigí luego a Itziar.

- Se como te sientes. - Dije seria.- Pero tu mas que nadie deberías ser mejor que el resto. Dar ejemplo. Y linchar a alguien, sea Nadine o no, sea a quien sea, no esta bien. ¿ Si mañana descubren que las facturas de Hidra son irregulares, sea un fallo o no, las vas a airear también? - Me adelanté a ella, soltándome momentáneamente de la mano de Ximena y le cogí la suya a Itziar. - Lo siento, Itziar. Si, soy tu amiga.- dije con aire de pena.- Y por eso te digo las cosas que no te gusta oir. Haber acudido a mi para...para... desahogarte! Y juntas habríamos hecho algo... si soy tan amiga- Ladeé la cabeza para ver si entendía bien mis palabras.- ¿Estás contenta habiendo desenmascarando a Nadine? Bien. Porque puede que de las dos, yo sea la peor parada. Tu has limpiado tu nombre. Yo no puedo hacer nada para sentirme mejor.

Me separé de ella levemente y asentí a las palabras del tablón.

- Mirad, me da igual lo que sea esto. Si es una prueba, o un experimento social o... lo que sea. - Volví al lado de Ximena.- Pero pienso hacer lo que pueda para que nadie pierda su trabajo. Nadie. Y si tengo que hablar con los directivos, el jefe o quien sea... Si, la tontita y t-tartamuda de l-la buena de S-shannon..- exageré el tartamudeo a posta.- ...puede que me plante delante de ellos y tengamos una buena conversación.

La monitora hablo y yo esbocé una sonrisa irónica.

- Se equivoca. Nos ha acercado tanto que... -señalé con la mano al resto.-... nos ha convertido en niños de guardería. Ahora todos queremos la pelota azul y pegamos por ella...

De algún modo una parte de él esperaba que fuesen varios los que celebrasen su dimisión o sencillamente la aceptasen, sin embargo las reacciones son más bien contrarias a lo esperado. Desde el gesto temeroso y cercano de Shannon hasta el apoyo incondicional de Ximena, pese a que podía notar que aquello no terminaba de gustarle. Niega con la cabeza cuando le pide marcharse a hablar... al menos por ahora.

Como ya he dicho, tengo el dinero que necesito, así que no lo hago por eso. Tampoco por los puntos... ni por lo que se ha dicho de mí. Si quieres, mañana os lo explico, la situación de hoy ha sido una vorágine y creo que descansar un poco nos vendrá bien a todos.

Se aparta, entonces sí, con Ximena y sonrío con bastante suavidad.

Confío en que todo terminará bien. Sin mí. Mi plan es bastante sencillo, retirarme. Con lo que tengo no necesito trabajar en el resto de mi vida. Puedo sencillamente hacer lo que me gusta.

Y... Nadine vuelve a la carga, y esta vez ríe. Se encoge de hombros con total indiferencia.

Desde que amaneció ayer no me fío de ti. Se te da bien intentar que los demás parezcan malos. Si has buscado trapos sucios, te los puedo dar: no estoy en el lugar en el que debería estar. Es por eso que dimito. Por todo lo demás... he votado, he protegido mi información, he hablado con gente y he trabajado. Ah, sí, y he investigado a quien ha estado desviando fondos de la empresa. ¡Y he mandado un correo al jefe! ¡Por favor, detenme!

Satiriza un poco, con las palmas de las manos hacia arriba.

Sé que lo que te sucede es que te gusto. Pero sigue buscando.

Le guiña un ojo tratando de dejar claro que es una broma. Aunque quizá no todos se lo tomen igual. Pero entonces una nueva carga, entre Itziar y ella. Alza un dedo, a modo de pedir permiso.

Ser conocedor de un delito y no actuar ante las autoridades pertinentes se considera complicidad. No está en manos de un asesino decir si es o no un asesino, está en manos de quien lo sepa. No soy tu abogado, no soy abogado, de hecho, pero recuerda eso de que lo que dices...

No termina la frase, en verdad estaba dándole un consejo, o intentándolo al menos. Sabía que por el mero hecho de venir de él ella lo ignoraría, o aprovecharía para atacarle. Mira a Ximena en última instancia.

¿Qué verdad quieres escuchar?

Camina hacia Shannon entonces y pone una mano en su hombro, y susurra.

Respira. La suerte está echada, ahora disfruta de estos momentos, pues no sé si será peor la soga de quien no llegue o la cadena del ganador.

De nuevo hablaba con sinceridad. Puede que ella no le entendiese, pero sólo trataba de animarla a disfrutar del tiempo mientras pudiese.