Partida Rol por web

 - Jejeje. No te preocupes por las presentaciones, joven. Al fin y al cabo los nombres no son más que etiquetas, y a mi, afortunadamente, podrán olvidarme en cuanto diga unas pocas tonterías.

El señor se planta en mitad del grupo y mira a cada uno de los presentes con la afabilidad de un anciano sabio y un poco delirante de esos que parecen guardar en secreto un chiste oculto. Cuando los ha mirado a cada uno, asiente. 

- Bien, bien... así que estos son los rostros que he de poner a las voces que he escuchado a lo largo de todo el día. Es muy satisfactorio. 

Para empezar, quiero felicitar a todos los que se han atrevido a dar una interpretación del ejercicio. Dar un sentido, esté mejor o peor atinado, a la obra de arte de otro artista siempre entraña ciertos riesgos. Mi enhorabuena por haberse tomado la molestia, ya que probablemente era la única manera de que comprendieran por qué para mi lo que voy a decir es importante para comprender la prueba en su totalidad.

Abre las manos.

- Todo lo que hacemos, siempre, en cada segundo de nuestras vidas, habla de lo que somos nosotros, de lo que hemos vivido. En cada molécula de nuestro cuerpo se encierra todo el código genético de lo que nos forma, y lo mismo es aplicable a nuestras conductas. 

No es lo mismo el espejo que su reflejo. No es lo mismo Ser que parecer.

¿Y por qué dice todo esto este viejo loco que tienen delante, se preguntarán?

Pues porque en estos días, calculo como más probable que en sus relatos la mayoría sólo haya podido razonar sobre lo que Parece la otra persona, y sin embargo en cada uno de ellos puede leerse algo que sí Es.

Ahora quiero que se detengan a revisar lo que han escrito. Les diré un secreto. Somos criaturas ciegas. Somos incapaces de comprender nada que no esté en nosotros mismos. Parte de ese viaje de auto-descubrimiento, con sus cosas lindas y sus cosas feas, pasa por reconocer que lo que vemos fuera siempre y sin escepción, lo tenemos dentro.

Y ahora me van a permitir a mi que haga un juego. Porque incluso los viejos como yo tenemos derecho a jugar de cuando en cuando.  

Voy a jugar a las adivinanzas, usando solo estos cuadernos para interpretar lo que han visto. 

Y sin pedir permiso, coge la primera de ellas.

Nadine, la mujer pragmática. Eres más exclusiva de lo que puede parecer eligiendo tus amistades.

Ximena, eres una bufona tratando de llamar la atención del palco del teatro. Crees que te buscan por tus conocimientos. Eres cautelosa a pesar de tu torpeza.

Jhon, Crees ser justo a pesar de que creas que otros no te ven como ganador y tratas de unir para hacer la fuerza antes de dividir.

Manuel, te gusta conseguir lo que te propones, aunque parece que tengas envidia de que a otros les reconozcan sus logros ¿Tanto te infravaloras?. 

Viktor, al parecer crees tener mucho que enseñar. Te reflejas en esa fortaleza que no desespera por muchos que se le opongan.

Itziar, le das importancia a pensar lo que haces antes de lanzarte con una idea. Conoces el valor de que otro se preocupe por sus semejantes. Eres más fuerte de lo que muestras.

Shannon, deben ser muy pesadas esas cadenas que te atan. Me pregunto qué harás cuando te deshagas de ellas.

Jesús... No sé qué pensar de una persona cuya empatía sólo reconoce similitudes anatómicas con sus semejantes. Espera, sí que lo sé, pero serán 100€ la hora en mi consulta.

Erik, te preocupa tu aspecto. Vendes tu imagen. ¿Pero quien tendrá problemas de asimilar cómo eras cuando te descubran? ¿Ellos o tú mismo?

Gerald, debes tenerte por alguien sincero. Te gustaría ser el centro de atención ¿Pero estás haciendo todo lo que puedes para conseguirlo?

Jorge, eres de los que se lo piensan antes de actuar, pero al menos eres optimista y pones el máximo de ti en cada cosa que haces.

Deja la última libreta en su sitio, sin dejar de sonreír.

- Hey ¿Qué les ha parecido? y estoy seguro de que lo que he escogido y he omitido también se podría hablar de mi. Al fin y al cabo, nadie más que ustedes puede averiguar la verdad detrás de lo que han escogido destacar.

Descubrid quienes sois, pero no se aferren a ninguna definición. Somos criaturas en constante cambio, y sólo mutando las veces que sea necesario podremos vivir en la totalidad de todo el ser.

Ahora debería hablarles de cómo aplicar esto a sus labores como directivos en esta empresa que me ha contratado... pero en realidad eso ya lo saben. 

Espero que hayan disfrutado de este juego tanto como yo. 

¿Alguna pregunta antes de que me vaya?

Gerald se sorprendió de las palabras de alguno de los presentes.

-Creo que hablar estimula y una sana discusión no debería ser impedimento, somos adultos deberíamos saber hasta que linea podemos cruzar. -Alzo la vista. -Ademas no nos engañemos estamos aquí para competir, como demuestra claramente las alteraciones del tablón. Tarde o temprano empezaran las discusiones de verdad. -Miro a Jorge con una sonrisa. -Creo que todos conocemos hasta que punto una discusión pasa a una trifulca y no creo que sea ese el caso, al menos entre nosotros.

Poco después llego el personaje que se hacia llamar psicólogo, aunque distaba mucho de parecerlo.
-Si yo. -Contesto Gerald cuando la lanzo la ultima pregunta. -¿Eso es todo? Llega tarde nos analiza a toda prisa ¿Y se va? Al menos me gustaría saber el nombre de quien me acaba de psicoanalizar en menos de cinco minutos. -Se cruzo de brazos expectante, esperaba un nombre acorde a su aspecto.

Y de paso, ¿Que piensan de las primeras apariencias? Son para tener en cuenta o no.

El monitor no parece muy feliz por el discurso que acaba de dar el recién llegado, pero sea su opinión la que sea, se la guarda para sí. En su lugar, y tras asentir a las palabras de Itziar, se acerca a Jesús.

- Caballero, si no le importa... me gustaría cerrar el tema cuanto antes.

¿Cual cree que es el relato que le representa a usted? Me pareció entender que dudaba entre dos...

 Por su parte, el instructor asiente a las palabras de Gerald - Eso es... Gracias, es exactamente la pregunta que esperaba. ¿Pero psicoanalizar yo? Si Fritz Pers le escuchara se revolvería en su tumba, jaja. 

Primeras apariencias. ¿Para qué has necesitado hacer esa pregunta?

Y... Dígame ¿Cómo se ha sentido al tomar la iniciativa al fin? - Su sonrisa no varía en ningún momento. Hay un cierto aire en él de "Ya sé lo que vas a decir, pero estoy deseando que te lances con ello" que pondría de los nervios a casi cualquiera.

Al momento entendí que aquel hombre tenía una crisis laboral, más que personal. No tomé su desaire personal: también me he puesto así al teléfono, especialmente en mis inicios.

No le dediqué otro pensamiento a Itziar. En su lugar vi a Shannon, quien comenzó a asustarse. Fui detrás de ella, para calmarla. Pero apenas había avanzado cuando el monitor la detuvo. Puse ambas manos sobre sus hombros, para tranquilizarla.

- Vamos con Nadine, cariño. - froté su brazo, afectuosamente.

No pude evitar tomarlo con gracia. ¡Todo el tiempo, era para describirnos también a nosotros mismos! Claro, si todos ponemos algo de nosotros mismos para evaluar a los demás.

- ¿Jesús, sera? - es lo bastante cerrado como para solo ver mi físico, y no mencionó una sola habilidad mental. Luego me volví otra vez a Shannon. - En eso si que estoy deacuerdo. Eres inteligente y tienes más clase que casi todos los presentes. Hasta que yo. - le susurro, divertida.

Cualquier cosa que estuviese pasando por su cabeza de desvanece cuando Shannon no sólo da un grito... raro, si no que además huye corriendo y consigue que Viktor sacuda la cabeza un poco confuso. Pero más confuso aún cuando llega un tipo con un aspecto evidentemente no óptimo y comienza a lanzar una sarta de opiniones como si de balas se trataran. Arruga la frente con un gesto extrañado, como si no terminase de comprender algo.

Me parece curioso. Mi pregunta es sencilla ¿podría pagar con unos huevos bennedict, las sesiones?

Sonríe, como si fuese algún tipo de broma estúpida o absurda. Gerard se encara un poco con el tipo raro, pero tampoco le da demasiada importancia. El tablón mostraba unas puntuaciones curiosas y aquello le llamaba más la atención, el próximo se aventuraba divertido. Ahora sólo esperar a ver quién ha acertado y quién no y escuchar al viejo barbudo.

Vuelvo al redil como el corderito que se escapa del rebaño y el pastor le da un silbido para que vuelva.

No tenía ya el chichi para farolillos. No es que la situación fuera tensa, es que yo estaba tensa de por si. Veía como el comienzo de un grupo empezaba a dividirse e otros mas pequeños. Miradas de desconfianzas y demás. Fue tan simple lo que dijo el monitor que resoplé desganada y volví con todos cruzándome de brazos.

Después de eso, estaba mas que avergonzada y... desganada. Afortunadamente Ximena me consoló y yo agradecí cogiendo una de sus manos con la mía durante un breve momento, acompañado de una sonrisa que decía gracias. Busqué con la mirada a Nadine y agaché la mirada algo avergonzada cuando nuestros ojos se cruzaron.  ¿Que pensará de mi ahora.?

El viejo gurú mental, nos psicoanalizó, y de forma bastante acertada. Con matices, pero bastante acertada. ¿Alguna pregunta? Claro que si. Cientos!

- ¿Quiere decir, que en la propia descripción de la persona, incluimos parte de nosotros mismos?- Pregunté por lo bajo al abuelo. - Eso no siempre es bueno. Porque si alguien es, digamos depresivo, su visión de la persona que describe ha de ser, necesariamente... deprimente?- pregunté buscando la palabra adecuada. - Supongo que es una forma de regañarnos para evitar ser así, tan tóxicos, incluso para nosotros mismos.

Callé después. No quería llamar mas la atención de lo que ya lo había hecho. Pero aún tenia una pregunta mas.

- ¿Se puede fumar aquí?- eso, al menos, me relajaría.

-Je. Ya veo que pie cojea. Me siento molesto al no tener una respuesta cuando le pregunte su nombre. -Se encogió de hombros, era evidente que todo lo que dijera seria refutado con otra pregunta o parecidos, era ese tipo de personas con falsa sonrisa, otro charlatán como F.P.

 - Oh, qué propuesta tan interesante... Víktor ¿correcto? Puede hablarlo con mi secretaria. Si la convence a ella, seré todo suyo.

Se gira hacia Shannon - No solo en las descripciones de otros. En cada una de las cosas que hacemos. En cuanto a fumar, ¿Por qué me pregunta a mi? ¿Puede usted fumar? Si no lo intenta no lo sabrá.

Por su parte, a Gerald le lanza una mirada enigmática - ¿Cambiaría en algo su percepción del ejercicio, si tuviera mi nombre?

El monitor parece bastante cansado de esperar por la respuesta de Jesús, y suspira.

- Está bien, pues daré su voto como nulo. Al fin y al cabo, hace horas que tendríamos que haber cerrado esto - Se gira a los demás y muestra la lista.

Erik habla de Ximena, Gerald de Jesús, Itziar de Shannon, Jesús de Nadine, Jhon de Jorge, Jorge de Jhon, Manuel de Erik, Nadine de Manuel, Shannon de Gerald, Víctor de Itziar, Ximena de Víctor.

En resumidas cuentas... diría que solo han acertado Erik, Manuel, Shannon y Víktor. Felicidades. 

Ya que han sido tan pocos, y para premiar también a la otra parte, la dirección considera justo felicitar también a Itziar, Nadine, Ximena y Manuel por sus valoraciones acertadas. Si hubiese que destacar un ganador de esta prueba, éste sería sin duda Manuel, quien ha sido capaz de leerse en los ojos del otro y además ha dado un relato neutro y certero como para que el otro se viese reflejado.

Presenció las disputas por votos sin participar mientras observaba al monitor, tenso por una llamada y reaccionando poniendo aún más espacio de por medio si alguien se le acercaba.

Realmente aquello parecía un patio de colegio. Ella había intentado afrontar la situación con transparencia y responsabilidad propia de un adulto (y de los valores de la compañía) de frente y pidiendo información para establecer un diálogo y ver qué había provocado la penalización obtenida, aunque al parecer nadie lo había entendido como tal, pero otros se habían enzarzado en un rifirafe poco productivo.

Shannon fue la que no pudo aguantar más ese comportamiento y estalló. Pidió que nadie se peleara en un tono tierno, como el de un hijo preocupado por las peleas de sus padres, lo cual hizo sonreir a Nadine. Significaba que allí era la única (o de las pocas) que verdaderamente sentía afecto por todos.

Después vino alguien que hizo darse cuenta a Nadine que el problema era que la gente no escuchaba. Si escuchasen lo hubieran captado enseguida.

Veamos. Gerald, me caes bien, pero deberías confiar un poco en tu empresa. Este hombre ha dicho cobrar 100€ la hora en su consulta. Eso supone unos 180000 euros al años, lo que es un salario de alto directivo incluyendo sus bonus. Está aquí, lo cual seguro incluye un extra en su tarifa habitual por desplazamiento. También ha dejado caer que lleva escuchándonos al menos desde el primer día. Teniendo en cuenta que llevamos 3 días aquí y la tarifa habitual con un suplemento de desplazamiento de, digamos ¿un 20%?, eso significa dos cosas. La primera, que la empresa ha puesto en este hombre la confianza de que su labor aquí resulte en una inversión de rentabilidad económica elevada. Tan elevada como la que espera de sus directivos más altos. Es decir, que esperan que el dinero tirado en su presencia aquí resulte rentable, lo cual se traduce en que no han elegido al primer charlatán que han encontrado, sino a alguien valioso.

La segunda significa que el coste en su presencia se suma al de nuestra presencia (coste directo y de oportunidad), el alquiler del lugar, la subcontratación del evento, los medios, las cámaras, las pantallas... todo eso significa que por mucho que espere ganar con la inversión de este hombre, espera más obtener de nosotros, o de algunos de nosotros. Es decir, que lo valioso o inútio que sea este hombre es reflejo de lo valiosos o inútiles que nos considera la empresa y que la inversión realizada en todo esto fuerza a que nuestro resultado suponga rentable, y por tanto estamos forzados a ser valiosos.

Se había perdido por las ramas, pero creía que había quedado claro lo que pretendía decir. Por si acaso, lo resumió.

Como no nos pongamos las pilas y empecemos a sacar rentabilidad a este retiro, nos convertiremos en una inversión fallida. Así que dejen de actuar como en una competición con subterfugios y empicen a actuar en equipo

Entonces el psicólogo dio el veredicto. Nadine había fallado al intentar adivinar su descripción y lo había hecho por desconfiar del juicio de Erik sobre ella atribuyéndole una mala interpretación de sí misma. En realidad, ese era un fallo doble, porque además de desconfiar del juicio de Erik, en cierto modo su desconfianza hablaba de sus propios temores. En este caso, a ser malinterpretada.

Al final era ella la que no había sabido escuchar y la que no había confiado en la empresa (en este caso en Erik) así que había actuado exactamente como había recriminado a Gerald. El psicólogo era bueno, de hecho, porque Nadine acababa de obrar nuevamente conforme a sus propios defectos reflejados en un tercero más que en los del tercero.

Gerald, creo que te debo una disculpa. Al final he sido yo la que ha actuado justo como te decía que no había que actuar. El experto tiene razón: he visto reflejados en ti mis fallos. Discúlpame.

Después se acerco a Manuel.

Buen trabajo Manuel, por partida doble.

Se giró al resto.

Y también al resto. Buen trabajo

Itziar escuchó al psicólogo recién llegado y la discusión que se generó tras su llegada. Desde luego, el anciano parecía haber querido sembrar algo de polémica, y lo estaba consiguiendo. Pero en realidad, no era algo malo. Era una distracción, una forma de romper la dinámica negativa que había comenzado a instaurarse en el grupo. Y eso ayudaba.

El resto reaccionaron, de una forma u otra. Ximena, que parecía convencida de continuar ignorándola, parecía estar tratando de ganar puntos para con Shannon. Parecía que no todo cambiaba con la llegada del psicólogo. Sin embargo, la sorpresa positiva fue Nadine. 

Con mucha elegancia, fue capaz de asumir todo lo malo que se había podido decir sobre ella, y asumir sus propios fallos con humildad. Incluso, se molestó en felicitar al resto. Itzar se alegró al verlo. Era una señal de que, al menos ella, había sido capaz de aprender algo de todo lo que estaban pasando. Aprender, y cambiar para mejor. Lo que, en realidad, suponía el verdadero objetivo de esos días. El equipo que debía volver del campamento tenía que ser mejor que el que había llegado, o todo sería una pérdida de tiempo. Así que, más que nunca, se decidió que también ella debería tratar de mejorar y aprovechar la oportunidad que se le había dado.

-Buenas palabras, y bien elegidas, Nadine. -Añadió cuando ella hubo terminado, acercándose un poco mientras la miraba a los ojos. -Me uno a la felicitación que nos has dedicado a todos. Y añado que creo que aunque Manuel ha sido el mejor hoy, tú has sido la que más has sabido aprovechar este ejercicio. Muy bien hecho, de corazón.

Y, girándose, se acercó también a Viktor. Aunque había pensado que realmente ése era el relato que la describía, finalmente lo había desechado porque lo había tomado como demasiado bueno para ella. Y ése era su fallo. Itziar detestaba la arrogancia, pero había fallado precisamente por lo contrario, por no creer en sí misma lo suficiente. Así que por lo menos, se disculparía.

-Perdón por no haber acertado tu descripción, Viktor. Te he robado un punto. -Dijo, con un ligero titubeo de inseguridad en la voz. Definitivamente le costaba un poco explicarse en ese aspecto. -En realidad sí me vi en las palabras que escribiste, pero sencillamente me pareció que era algo demasiado... bonito. De todos modos, gracias. No esperaba que nadie me viera así.

Hubiera querido también dedicarle algunas palabras a Shannon. Pero la chica seguía al lado de Ximena, y no estaba segura de cómo reaccionaría ella si se acercaba, de modo que prefirió dejarlo para otro momento.

-Me gusta saber con quien hablo. -Comento de manera escueta Gerald.

-Vaya así que soy una rana que no sabe saltar... Jeh que triste. -Se llevó las manos a los bolsillos. -Lastima elegir al equivocado.-Quedo mirando a Nadine.

 - Muchas gracias por el rato. Ha sido agradable estar con todos ustedes, compartiendo este rato, pero mis viejos huesos se cansan antes de lo que creen. 

Espero que mi visita les haya dado para pensar y haya ayudado a descubrirse un poco así mismos y al resto de personas con las que se rodean. 

Las herramientas están en la mesa, pero son todos y cada uno de ustedes los que decidirán si hacen uso de ellas o no, y en qué medida.

Con un gesto afectuoso, el hombre se va con pasos lentos hacia el coche que le aguardaba en la entrada. 

El monitor también se ha retirado, aunque ni se ha tomado la molestia de despedirse. Es llamativo, pero no sorprendente.

Al ver sus relojes, descubren que efectivamente esta vez la actividad se ha alargado mucho más tiempo que las anteriores, y apenas queda tiempo para tomarse una copa antes de retirarse a descansar.

Cada vez es más seguro que no saldrán de este campamento de la misma forma en la que entraron.