Aquello había sido un desastre. No sólo por el ridículo que había hecho siendo el primero en salir, cuando todos los ojos me miraban, sino porque después ni siquiera me había atrevido a poner a paso al caballo. Me había quedado allí, quieto, esforzándome por no caerme, mientras el resto (con más suerte o con menos) se debatían con sus propias bestias.
Cuando salieron las puntuaciones del tablón, al menos me sentí aliviado al ver cómo la iniciativa demostrada en la prueba había arreglado parte del desastre de su ejecución. Me bajé del caballo con cuidado (al menos bajar era bastante más fácil que subir) y me acerqué al resto, que habían comenzado a reunirse.
-Vaya comienzo de retiro. Esto promete ser toda una aventura -dije con una sonrisa-.
La verdad es que, aunque sonriera, tenía que tener una pinta horrible con la ropa llena de barro y verdín, la frente sudada y despeinado a más no poder, pero al menos me alegraba que hubiera terminado.
-Parece que la ayuda te ha salido cara, Viktor -le comenté bromeando-. ¿Qué os ha parecido la experiencia? Con este comienzo, ¡a saber qué nos tienen preparado para mañana!
Tras acompañar a Ximena con Shannon y Nadine se pudo fijar mejor, incluso sin pretenderlo, en las piernas de ésta última. Tuvo que hacer un esfuerzo conteniendo la respiración durante un momento antes de mirar hacia otro lado, lo suficiente para poder quedarse mejor con unas puntuaciones que les mostraban los resultados de su intervención.
Por lo pronto votaré a favor tuya, Ximena, para que te recuperes de la intervención. Al menos has vuelto a intentarlo.
Sonríe un poco tímido, poco antes de que llegue Jorge y también Erik se acerce, mientras Gerarld trata de recomponerse lo mejor que puede. Se limita a encogerse de hombros con cierta indiferencia, estaba contento con haber sobrevivido así que sería suficiente, por ahora.
Un par de rodillas magulladas no son para tanto -responde a Erik-. Podría haber sido peor.
Dicho lo cual medita un poco su pregunta y emoción.
No lo sé, pero seguro que no será algo ordinario. Por lo pronto han sido emociones demasiado fuertes para mi gusto. Aunque es un buen modo de... supongo, quiero decir -poco a poco se ponía un pelín más nervioso-, de romper el hielo. La adrenalina y eso...
Retrocede un paso para dejar espacio a los recién llegados y, de paso, extender su mano hacia Nadine para ayudarla a bajar. Hacer algo probablemente le serviría para centrarse con más facilidad.
Nadine aprovecha la mano que le tiende Viktor para bajar y también el tema que saca para votar. Bajar como indicaba el monitor era más apropiado, pero menos seguro.
Yo por mi parte, voy a votar en positivo a Erik y en negativo a Jhon. El primero merece que se valore su esfuerzo, constancia y compromiso siendo el primero en lanzarse al ruedo. El segundo es el que menos sufrirá el negativo.
Una vez abajo agradece el gesto a Viktor con una sonrisa y un asentimiento y empieza a acariciar el cuello de Calcetines.
Y ahora creo que nos merecemos un trago ¿no? ¿Hay algún lugar donde reponer fuerzas en este campamento? - Dice preguntando al monitor.
Voto +1 Erik y -1 Jhon.
ver como se acercaba esa amazona rubia,así, sin más hizo queme acongojara un poco.
Por lo pronto miré por encima de mi hombro para ver si se dirigía a alguien distinto a mi. No es que yo fuera muy sociable, que digamos, así que lo primero que se me pasó por la cabeza fue que me regañara por quedarme mirándola fijamente o bien... reirse de mi forma de montar del revés.
-Oh!- Dije algo sorprendida de que se dirigiera a mi.- Si, supongo.- Dije algo seca- Vamos! Intenta ser amable... e intenta no mirarla... demasiado.- Disculpa, pero, montar a caballo no es de mis cosas preferidas. Me pone.. tensa. - admití sonriendo levemente, como si esa fuera la excusa de mi penosa forma de montar al caballo.- Pero si, salir un poco de la oficina y, dejar de lado tanto móvil es un alivio.
Dejé de hablar hasta que me di cuenta de que no me había presentado y rei ante su imposibilidad de saludarme con la mano. Yo tampoco es que pudiera, la verdad. Me estaba costando un triunfo no caerme del caballo.
- Soy Shannon. Shany para los amigos ... si tuviera muchos, claro. Es lo que tiene este trabajo. Todo el día liada.- Bufé con un pesado suspiro elevando mi pelo ligeramente.- Supongo que tus amigos quieren lo mejor para ti. Puede que no todo sea trabajar. - Agregué sin estar muy convencida, pues, al final, era lo que yo hacía, trabajar y trabajar. ¿Y tiempo para mi cuando?
Poco mas allá Victor y Ximena tenían problemas. Una intentaba subir al caballo y el otro, intentaba, sin demasiado éxito no caerse para ayudarla. Nadine se acercó a ellos y yo, me vi arrastrada por ella.
- Hola!- Susurré intentando parecer simpática al llegar hasta ellos. Sooo caballo...uff - Ah! El chico del pañuelo. Gracias nuevamente. Soy Shannon.- Dije tras Nadine a Ximena. - Intentaría ayudarte... si consigo... no, espera... asi..- Intenté mirar por donde bajarme pero al final desistí.- Socorro. Jejej- Dije en voz baja en broma viendo que, en ese momento al menos, me era imposible bajar.
Mientras me reia de mi misma, e intentábamos bajar del caballo de la manera mas decorosa posible, pusieron un cartel con las puntuaciones iniciales de cada uno. Y nos acercamos algunos a escudriñar lo que había.
- Vaya...- Me regañé a misma.- Ya te puedes espabilar, Shany.
Lamentablemente había que poner putos a los demás. ¿ Era algo así como un experimento social? Oadiaba tener qeu depender de los demás. Así que pensé detenidamente la puntuacion y cuando lo tuve claro me ergí y hable.
-Pues mi positivo va para em.. no se como se llama ese hombre de allí...el de las gafas... si esteee...- No quería decirlo pero...- El mas gordito. Lo..siento.- Me disculpé por si le había ofendido, pero lo cierto es que aun no nos habían presentado.- Creo que pese a su peso lo ha intentado y eso es de admirar. Además, lo lleva con buen humor...espero.
- y mi negativo para el sacerdote. ¿ En serio tenemos de eso en la empresa?- Le miré un poco confundida. - Aun no entiendo su labor en ella. ¿ Es algo así como un psicólogo del alma para cuando tenga crisis existencial?- Pregunté un poco al aire, a sabiendas que me oía. ¿Es decir... si hago mal mi trabajo en vez de despedirme me pondría a rezar un padre nuestro?- Sonaba raro pero si. A veces mi boca hablaba creyendo que solo lo pensaba.- Uys, disculpe...¿Padre? - Dije al darme cuenta de que lo había dicho en voz alta.
Como fuera ya había emitido mi voto y estaba pasando mas vergüenza de la normal, rodeada de toda la gente. Temía que me miraran todos a la vez y dijeran que estaba un poco chalada. Puede, pero sobre todo correcta.
- Me apunto a la copa, Nadine, p-pero... bueno si necesitas o-otra falda c-creo que he traído alguna de más.- Dije fijándome en su roto en la falda, porque no, mirando lo que dejaba al descubierto sus piernas.- ¿Ximena, Victor? - Pregunté algo vergonzosa.- Y bueno al resto .. es que... no me se sus nombres. Shannon, por cierto.- Extendí la mano al resto para quien quisiera estrecharla.
VOTO+1 a Gerald.// VOTO -1 a Jesus.
Jorge estrechó la mano que tendía Shannon. Jorge, un placer conocerte. Y con más alegría añade Me apunto a las copas. En cuanto a ese desagradable tema de los votos pues creo que aún es pronto para tener un criterio así que sencillamente votaré a la encantadora señorita de forma positiva dice señalando con la mano a Shannon y asignaré el negativo a Jesús siguiendo su ejemplo.
+1 Shannon -1 Jesús
Caminaba con un ligero contoneo y mucho estilo, legado de mis años de modelo. Al darme cuenta me crucè de brazos, disimulando la vergûenza. De una forma tenìa que pagar la renta, pero esa costumbre me podrìa hacer ver mal a veces, como lo que no soy. Y tras años de luchar por condiciones de igualdad, deberìa predicar con màs ejemplo. Me llevè un mechòn tras la oreja, mirando la tabla.
-Tambièn votarè a tu favor. - le asegurè a Viktor. ¿Què? fue amable conmigo. Lo difìcil para mì, iba a ser contra quien votar. Tampoco es que me guste hacerme de enemigos.
Veo que Viktor le ofrece ayuda a Nadine. Pensè en ofrecer otra mano a Nadine, pero vi a Shannon y ella iba a tenerlo màs difìcil. Me acerquè a ella.
- Dèjame ayudarte yo. - sonreì divertida por la situaciòn y su "socorro". Maldita sea, si hasta se veìa tierna en esa posiciòn. Su "hola" fue muy simpàtico. - Apòyate en mi hombro... - se me tensaron en cambio los hombros cuando el caballo hizo amago de moverse. De inmediato me acerquè màs a Shannon, temiendo que se fuera a caer. - ¡Cuidado! - el caballo volviò a recuperar la inmovilidad por su entrenamiento. ¡Temìa que fuera a hacerla caer!
- Los caballos son preciosos, pero... - me callo. No querìa admitir que me ponìan los nervios de punta, pero entre mujeres me siento màs en confianza.
Nos acercamos todos al letrero. ¿Shanny, dijo? Bajo la cabeza para disimular la pequeña risa que eso me causò. Me llevè un mechòn de cabello a la oreja.
No pude evitar reìrme cuando pregunta lo del Padre Nuestro.
- Ximena - me presentè tambièn a Jorge, ofreciendo mi mano y apretando la suya con fuerza, como declarando competencia. ¡Aventura cara, dijo! Mirè a Viktor, sonrièndole en agradecimiento.
Comentò que iba tambièn a votar negativo al predicador. Volvì a mirarle. - Tampoco me inspira confianza. - hago una mueca, antes de explicar - No sè como sentirme. Por un lado su religiòn deberìa respetarse, pero... - pero el extremismo religioso me dejò una muy mala experiencia - ...pero temo que pueda ser radicalista. - me acerquè, para susurrarle a Shannon - si lanza un comentario homòfobo o misògino, ahì si no respondo de mì.
Los prejuicios clericales me habìan dejado traumas que no iba a contar en voz alta. Aun puedo escuchar en mi cabeza... no, me niego a pensar en mi adolescencia. Me jurè que en lugar del patito feo serìa el cisne, y me ha ido bien. ¡Ah, una copa! Muero por un momento de relajaciòn màs citadino.
- Tambièn tengo algo de ropa para los retos extremos - ofrecì a Nadine, tambièn. Me acerquè a ella, inclinàndome levemente como quien va a contar un chiste - Debemos de dar nuestra mejor imagen.
+1 a Viktor, el Negativo... lo puedo declarar en el siguiente post? D:
Al parecer había una avalancha de votos negativos contra su persona, algunos por el mero hecho de ser un emisario de la Palabra del Señor en la tierra, y otros por subirse al carro de exactamente esto mismo. Una lástima que este aparatoso incidente haya tenido lugar, pues en vez de buscar las cosas que nos unen, se buscan las que nos separan, y en este caso, la ideología.
-Padre, perdónalos, pues no saben lo que hacen...
-Yo por mi parte daré mi positivo a Ximena, pues los últimos serán los primeros.
-Mientras que mi negativo irá para Jorge, pues no hay nada peor que el hombre que no tiene criterio propio para presentar sus propias opiniones y usa las demás como un escudo y como un arma.... Lamentable...
Ximena Positivo (+)
Jorge Negativo (-)
Habíamos pasado la primera prueba, la de la toma de contacto. Había habido suerte dispar par cada uno de nosotros. Ahora tocaba votar, era lo que peor podría llevar, pero al fin y al cabo esto también era un competición.
Daré mi positivo a Ximena, y mi negativo al primero que conocí, a Víctor, creo que es un gran competidor y le van a sobrar las puntuaciones. Por cierto,me apunto a esas copas.
Ximena positivo
Víctor negativo
-Erik, todo un placer Shannon -dije estrechándole la mano, justo después de Jorge.
Recordaba su nombre, pero no recordaba que nos hubiéramos presentado directamente. Aprovechando la ocasión, también intenté saludar a las personas con las que no había tenido relación el día anterior. Al fin y al cabo los modales eran lo primero, y si íbamos a convivir durante varios días, las presentaciones eran esenciales. Observé divertido cómo los votos negativos iban hacia el predicador. De alguna manera se lo había buscado, los discursos religiosos no iban a funcionar demasiado bien en un entorno como aquel. Aun así sentí un poco de lástima, pues el hombre no había hecho nada malo, o al menos no todavía.
-No tema, Jesús, pues esto no ha hecho más que empezar -le dije, dándole una leve palmada en el hombro-.
Cuando escuché el voto de Nadine, me giré hacia ella, gratamente sorprendido.
-Muchas gracias, ¡espero seguir a la altura de las expectativas! -comenté con sincero agradecimiento-.
Me esforcé en tomar una nota mental de su apoyo y en no fijarme en la raja de su falda, que cada vez atraía más miradas indiscretas. Sin duda la presencia femenina había sido una grata sorpresa al llegar, aunque por desgracia para ellas en la parte masculina había más... "diversidad". Aunque fue complicado, me obligué a centrarme. No era momento de pensar en mujeres, aquel tipo de distracciones no traería nada bueno. Aunque teníamos permitido divertirnos, aquello seguía siendo trabajo.
-A mi me gustaría abstenerme de votar hoy. No me gusta juzgar a nadie a la ligera, y sin más datos que los de hoy temo hacer un juicio erróneo. Como dijo la monitora, con votar cada dos días es suficiente, y me gustaría ver qué nos depara el día de mañana antes de perjudicar a ninguno de los que aquí estamos.
De nuevo, me giré hacia Nadine, que había propuesto el mejor plan de lo que llevábamos de día.
-Contad conmigo, me muero por sentarme al sol con una cerveza bien fría. Pero antes, yo al menos debería cambiarme.
Me miré la ropa, parecía que había tenido una pelea a muerte en la jungla antes que haber montado a caballo.
Nadine notó como su muslo expuesto y su falda rota iba llamando la atención de unos y otros más de lo que había previsto. No le importaba demasiado enseñar muslo porque en otros contextos enseñaba más carne, como por ejemplo en la playa, pero al parecer su gesto en el contexto en el que se encontraban ponía un poco nerviosa a la gente.
Le costaba creer que fuese por el muslo propiamente dicho teniendo en cuenta el bellezón latino y su voluptuosidad y aspecto cuidado, así que pensó que quizás lo que resultaba tan intimidante era el modo en que el desgarro de la falda mostraba bastante más de lo que estaba diseñada para mostrar, es decir, lo insinuante. Quizás también tuviese algo del modo en que ella misma no había tenido reparos en deshacerse de la limitación que le suponía. Fuera como fuese, iba a aceptar el consejo de Shany y cambiarse. No quería poner nerviosos a sus compañeros.
Voy a hacerte caso, Shany y cambiarme de ropa antes de esa copa, solo tardaré un segundo, seguro que traje algo, aunque gracias por vuestro ofrecimiento chicas.
Escuchó los votos de unos y otros y notó como algunos se dejaban llevar por prejuicios y primeras impresiones (como ella misma) mientras que otros votaban por pura estrategia competitiva. Al escuchar que los motivos de Jhon, siempre escueto, eran puramente estratégicos se reafirmó en su voto negativo y pensó que no se había equivocado con él, lo cual, de algún modo, alivió su sensación de culpabilidad por haberle penalizado. No se le escapó que con aquel reparto de votos a pesar de no llevarse penalizaciones su posición bajaba hasta quedarse última empatada con Ximena, pero no le dio importancia. Solo era la primera prueba.
Bueno, entonces a esas copas vamos Jorge (encantada), Erik, Ximena, Jhon y Shany (¿te has dado cuenta que suena como Shinny? Luminosa.). Viktor, Gerald, Jesús ¿os unís? El co-working es importante. El resto también estáis invitados, claro. - Dijo añadiendo a los más silenciosos.
Id por delante y dadme sólo un segundo para cambiarme que me uniré enseguida. ¡A ver si al final yo que lo propuse me quedo sin copa!
Le da una palmadita más en el cuello al caballo acompañada de unas caricias.
Hasta luego, Calcetines. La próxima vez que nos veamos lo haré mejor y prometo traerte algún dulce. Un terrón de azúcar. ¿Te parece? Adiós guapo, ha sido un placer - Le dijo al caballo.
Dicho lo cual se despidió también del monitor dándole las gracias y se encaminó a las cabañas para cambiarse de ropa y volver a unirse al grupo dando algo de tiempo por si alguien más quería ir en dirección a las cabañas y le acompañaba.
M-hmmm...
Asiente con la cabeza, más tranquilo, mientras escucha las razones de unos y otros y el ánimo cambiante de la gente hacia algo como tomar una copa. Se acaricia el cuello y, con el aire aún pensativo, se anima a responder.
Claro, cuenta conmigo, para esa copa.
Pero no bebas demasiado, que te pierdes, Ciara. Se recrimina a sí mismo. Alza la cabeza con cierta decisión para anotar su votación más alto y claro que antes.
Voto positivo para Ximena, pues como dije al menos le ha dado un segundo intento en lugar de dejarse caer.
El voto negativo... iba a ir contra Jesús, tampoco estoy muy de acuerdo en eso de agradecer a Dios por una operación exitosa en lugar de al doctor que el ha operado. Sin embargo, ya tiene dos negativos y él al menos ha votado, cosa que no puedo decir de Erik... -mira al citado- Lo siento, esta es una dinámica de empresa y de grupo y no participar no me parece el mejor arranque.
Una sonrisa de resignación, se imaginaba que no se lo tomaría bien, sin embargo, era la verdad.
+1 a Ximena.
-1 a Erik.
-Gerald Casas, gracias por confiar en mi. -Contesto a la mujer que lo había señalado, mientras se acercaba al grueso. -No se disculpe, es normal referirnos a nosotros por el físico si no sabemos el nombre, siempre que no sea para ofender claro. -Sonrió ante su propio comentario y después estuvo callado y atento a las votaciones.
Era cierto, se había olvidado por completo que debían votar por uno u otra persona pero gracias a eso, no solo consiguió saber el nombre de cada uno de de casi todos, ademas empezó a comprender a las personas de su alrededor o al menos la capa superficial de la que hacían gala en ese día.
-Bueno soy partidario de participar en todo lo propuesto, para eso estamos aquí ¿No? Pero como a dicho... ¿Erik? -Por desgracia no conocía su apellido para tratarlo de usted y parecía de ese tipo de personas. -No nos conocemos lo suficiente para dar un juicio justo, así que dividiré mis votos en aquellos que tienen mas o menos así no afectare demasiado al resultado. -Puso las manos en jarra mientras los miraba y hacia memoria. -Creo que el mejor parado fue... Jhon verdad, creo que un voto negativo solo le acercara a nosotros y por parte... La mujer que se sentó de espaldas... ¿Shannon verdad? Creo que a ti te votare en positivo. Vaya, que casualidad. -Hecha la sentencia justa o no ya había decidido.
-Y por supuesto que me apunto a socializar con un poco de alcohol de por medio. Pero creo que también iré a cambiarme. Tengo el pantalón sucio de polvo y sudor. Me reuniré con vosotros enseguida. -Dicho y hecho, Gerald se despidió rápidamente, para rápidamente ir hacia su habitación en busca de unos pantalones limpios sin descartar el darse reflex en cada nalga.
-1 Jhon.
+1 Shannon.
Manuel permaneció alejado, mientras el resto de competidores se atrevían (o no) a subirse a aquellas bestias.
- Son... son muy altos - pensó atribulado - Además, esos bichos cocean, y muerden, y... ¡y escupen! ¿O eso lo hacían las llamas? ¿Se dice "llamas" o "yamas"? Son los camellos esos peruanos que escupen, pero no recuerdo cómo se escribe... Calma, Manuel, calma... estás hiperventilando.
Además de todas sus manías, Manuel Olvera sentía cierta aprensión hacia las alturas. Cualquier cosa más alta que una silla le provocaba cierto vértigo.
Cuando Nadine mutiló su falda, Manuel se quedó bloqueado. Un pantallazo azul parecía haber sustituído todos sus pensamientos, y se tuvo que obligar a volver a la realidad, y al reto que tenía ante sí.
Tan obnubilado se encontraba Manuel, que ni siquiera acertó a evaluar a sus contendientes.
- ¡Mierda! - se dijo - Debes estar más atento. Sólo son unas piernas. Unas largas, suaves y bien torneadas piernas... ¡Céntrate! - se regañó.
Resoplando, se dirigió a uno de los caballos. Le miró a los ojos. Unos ojos apagados, carentes de inteligencia, repletos de maldad equina.
- Mira, bicho: no me gustas - empezó a decir en voz baja, acercándose a la cara del caballo - Y seguro que yo a ti no te gusto tampoco. Pero tu curro es dejar que me monte, y más te vale que lo hagas. Mi curro es aguantar a toda esta panda de idiotas y lo hago; tú sólo me vas a tener que aguantar a mí. Así que hazlo y no me jeringues, ¿vale?
Aguantando el aliento, Manuel tomó impulso y ...
Poco acostumbrado a utilizar su fuerza física, el asténico Manuel se abalanzó sobre el caballo, sobrepasando la grupa, de forma que durante un instante pareció que flotaba en el aire.
La euforia por haberlo logrado duró lo justo para que se diera cuenta de que el impulso había sido excesivo, y casi cae al otro lado: aterrado, se agarró al cuello del animal, que protestó con un relincho y pataleó con sus cuartos traseros, incómodo.
Manuel se sujetó como pudo. Estaba pálido, y una pátina de sudor frío cubría su frente y las palmas de sus manos.
- Buen chico... buen chico... - repitió una y otra vez, más para calmarse a sí mismo que para calmar al jamelgo.
Motivo: Subir al caballo
Tirada: 1d6
Resultado: 2(+2)=4
Hasta ese momento Itziar se había mantenido en un discreto segundo plano. Una inesperada emergencia con uno de los proveedores había desatado una de las crisis más espectaculares que recordaba en toda la logística de la empresa. Hasta tal punto, que cuando ya estaba montada en el coche, recibió una llamada de los jefazos para que volviera a la oficina.
"No te preocupes, Itziar, sabemos que podrás encargarte de todo y salir de viaje hoy mismo. Además, llegar un poco tarde al campamento no será un problema para alguien de tu capacidad."
Y un cuerno. Lo que ocurría es que es un problema ser buena en algo y que tu superior directo se haya acostumbrado a que le saques las castañas del fuego una y otra vez. Pero comenzaba a estar algo harta, y para cuando logró llegar al lugar de la reunión, todos los demás estaban ya acostados. Al día siguiente, podrían empezar bien descansados la competición, mientras que ella tendría que conformarse con un puñado de horas de sueño. La historia de su vida. En ocasiones llegaba a pensar que si se fuera a la competencia su vida mejoraría notablemente. Y con su currículum, no le faltaría trabajo.
Al día siguiente, se levantó para desayunar con los demás, y los siguió hasta el lugar de la prueba. Hípica, nada menos. Con una media sonrisa, observó cómo los demás comenzaban a intentar enfrentarse a los animales, con más o menos fortuna al hacerlo. Pero a pesar de todo los observó... al fin y al cabo, los animales muchas veces tienen la virtud de mostrar la verdadera forma de ser de los humanos, puesto que no se ven obligados a aparentar.
Después de unos minutos, ya había sacado suficientes conclusiones como para entrever hacia dónde se dirigiría la dinámica de este grupo. Lo único que lamentaba era no haber llegado antes, pues quedaba claro que ya habían comenzado a conocerse entre ellos.
Finalmente todos hubieron montado, y sólo quedó un caballo, una pequeña yegua marrón de cierta edad con manchas blancas a lo largo de toda su cerviz. Itziar se acercó a ella decidida, mirándola de frente. Trabajaba cada día con un montón de desgraciados que eran peores que tiburones, ¿qué miedo podría sentir de un caballo que ni siquiera era agresivo?
Al llegar a la altura del animal, extendió una mano para que la bestia pudiera olerla y tranquilizarse.
-Venga, preciosa. -Dijo mientras rascaba el poderoso cuello de la yegua. -Tú y yo somos un equipo, y vamos a demostrar que no hace falta ser unas jovencitas para hacer bien las cosas, ¿a que sí?
Miró un momento a su alrededor. Normalmente, nadie esperaba que una ejecutiva de mediana edad tuviera una buena forma física, pero tampoco que se hubiera pasado media vida en clases de Body Pump y similares. Bajo su discreto conjunto de pantalón y camisa amplia se escondía un cuerpo más en forma que la mitad de los presentes. Pero tampoco quería pasarse, de modo que, con tranquilidad, hizo que su yegua bajara la testa y se apoyó en ella como preparativo del salto. Un salto que, si bien no fue todo lo bueno que ella esperaba, fue suficiente como para que se encontrara en lo alto del equino. Sin elegancia, cierto, pero sin verguenza.
Tras unos minutos de paso al ritmo que su montura quería, aceptó la ayuda de los monitores para descender y se acercó al grupo que conversaba.
-Buenos días a todos. Soy Itziar Ayland, encargada de logística y transística. -Anunció con una amplia sonrisa, y se permitió una pequeña broma para romper el hielo. -La dirección decidió que me incorporara más tarde para resolver una pequeña crisis. Ya sabéis, en casa del herrero, cuchara de palo.
-Por cierto, me parece perfecto el plan de reuniros en breve para socializar un poco. -Añadió en respuesta a la propuesta ya anunciada. -Salga lo que salga de este campamento, creo que si los encargados de los distintos departamentos logramos establecer buenos lazos a nivel personal la empresa y nuestro trabajo será mucho mejor. Siempre es mejor poner cara a los nombres que salen al lado de los correos, ¿no creéis?
Motivo: Montar a caballo
Tirada: 1d6
Resultado: 2(+4)=6
Aunque fuese un poco más tarde que los demás, la Monitora parece contenta de que al final todos hayan conseguido enfrentarse a la prueba (con mejores o peores resultados).
Con la iniciativa de buscar un bar, la Mari se ha alejado un poco para hacer un par de llamadas, antes de regresar al grupo que se estaba congregando, feliz de haber acabado el primer reto.
- No tenemos bar. Al fin y al cabo, normalmente en este campamento los grupos son de niños. Pero tenemos neveras para los monitores con cerveza.
Pueden seguir hablando en el comedor, y se las sacamos. Mandaremos a alguien para surtirlo un poco más, si nos dicen qué les gusta tomar.
Oh, perdón.
Enseguida se disculpó cuando la monitora dijo que eran sus neveras y no tardó en buscar la cartera y sacar algunos billetes.
Con cervezas estará bien para mí.
Trata de sonreír, un poco nervioso, ofreciéndose a pagar una generosa cantidad de ellas. Se gira entonces hacia los últimos en hacer las pruebas, Itzar y Manuel, y les sonríe con amabilidad.
Me alegra ver que al final se han animado a participar. Sí, es bueno poner caras a los nombres. Es algo en lo que suelo insistir. Somos personas, al fin y al cabo.
Ríe un poco, aguardando un par de frescas cervezas.
Jesús no estaba de acuerdo con beber algo tan vulgar como era una simple cerveza, y lo que esto supondría ante todos los presentes, lo veía como si fuera un sucio mago o bruja tratando de alcanzar visiones del futuro, en breve estallaría una guerra por ver si la cerveza era digna para los paladares de aquellos que la bebieran, y lo que sería aún peor, qué marca de cerveza es la mejor.
Por suerte para él, no bebía cerveza; por lo que si algún genio comenzaba a recitar nombres de la nada, él no podría aportar nada y por tanto, no ser víctima de algún ataque por escoger una cerveza que nadie considera como tal, o una cerveza que rivaliza con la otra.
-Toda bebida que sea proveída será agradecida debidamente.