Partida Rol por web

—Una cosa más—interrumpio Ax—. En el mensaje que recibimos ponía que teníamos amigos en común. ¿Quiénes son ellos?

Mirt rió ufano a la pregunta de la Norteña.

—No fui yo quién os envío el mensaje, así que no sé si se refiere a más de una persona—respondió todavía con una sonrisa en la cara—. Pero conozco a uno de ellos y me pidió que le guardara el secreto. Si os unís a nuestra causa, él mismo se encargará de presentarse ante vosotros.

Dejo todavía abierto por si Lav quiere añadir algo. ¿Vais a quedaros hasta el final de la obra?

Lia asintió. Desde luego los tejemanejes y contactos de unos y otros en la ciudad estaban lejos de las manos de un grupo novel como los Caracolas. 

Volvió a echar un vistazo al escenario. Seguro que Rogen podría entender que de quedaran. Luego podrían hacerle una crónica.

Lav aunque estaba claramente satisfecho, no salió sonriendo, como había entrado, le parecía que aquella oferta era meterse algo demasiado grande en la boca, y fue taciturno y silencioso hasta el patio de butacas, con mas preguntas que respuestas. 

Sin embargo, las bromas sobre el tocado de una de las actrices por Lia y Ax, y el reanudar de la obra hicieron que su mente volviera a ese momento de disfrute casi infantil que tenia antes. 

- Es alucinante.- 

Dijo al minuto de empezar el segundo acto, y nada en todo los planos materiales iba a levantarlo de esa silla sin terminar de verlo. 

Tras despedirse de Mirt, el trío volvió a sus asientos junto con el resto del público. Las luces no tardaron en apagarse para que la obra continuase. Tras el juramento de los héroes, estos viajaron por el mundo luchando contra los dragones de Tiamat. Con cada victoria, más y más personas se unían a su causa (representadas por un coro que poco a poco iba añadiendo personas). ¡Pero la Reina de los Dragones no era el único peligro! Había otros males en el mundo, males dispuestos a aprovecharse del caos desatado por Tiamat. Pero todos ellos fueron vencidos por los héroes. Entonces llegó la hora de la verdad, la hora del enfrentamiento final. Un ejército de voces tronantes avanzó contra la dragona de cinco cabezas. ¡Incluso los otros enemigos a los que los héroes habían enfrentado se unieron a la batalla! Y cuando esta terminó, tras un colosal espectáaculo de música, magia y artificios... Tiamat, diosa de los dragones malignos, fue expulsada a los Nueve Infiernos.

Cuando la obra terminó, el público se levantó para aplaudir a rabiar. No podía ser de otra forma. Había sido un espectáculo magnífico y a Ax incluso se le habían saltado las lágrimas. Había sido una gran historia, con una gran música y una magnífica puesta en escena. Que todo estuviera cantado en gigante le daba un toque exótico que se llegaba a disfrutar.

Veinte minutos después, el trío era de los primeros en abandonar el teatro para ir en busca de Rogen. Ojalá no se tomara a mal que no habían salido del edificio tras el entreacto.

Lía y Lav continúan aquí.