Elaziana se encontró con un libro lleno de palabras extrañas, dibujos geométricos y algunas ilustraciones. Estaba escrito en tinta negra, roja y azul. Pero la verdad es que a la hechicera todo eso le sonaba a chino. Fuera lo que fuese el chino. Con el trabajo bien hecho, la Banda de las Caracolas al completo abandonó la librería y se dirigió a La Locura de Felzoun. Los estómagos rugientes de los aventureros, eran buena prueba de que era hora de comer.
Recibís el Grimorio de Uza.