Partida Rol por web

- ¡Busta, megaevoluciona! ¡Kool, usa Poder Oculto contra Cloyster! ¡Busta, Infortunio contra Cloyster también!

-Siento hacerte sentir tan contra las cuerdas, pero debo darlo todo para ser el mejor, así que ahora toca toda mi artillería pesada-

Hablo firmemente como intimidando a mi oponente, pero tener ventaja de un pokémon no me hace sentir realmente seguro de la victoria; aunque la salida de Gengar quizás me deja algo de ventaja con mi elegante Aurora, la Ninetales.

-Muy bien Aurora, usa Psíquico contra ese Gengar que acaba de salir, vamos a eliminar la mayor amenaza cuanto antes! Y Shelly, remátalo con Carámbanos! Que seguro planea MegaEvolucionar y debemos derrotarle antes que sea una amenaza real!-

Y ambos pokémon lanzan sus ataques con bastante saña contra el pobre pokémon que recién había salido al campo.

Gengar era el último pokémon de Hakuro. El entrenador de tipo fantasma había guardado, probablemente, al más poderoso de sus pokémon para el final. 

Lo primero que hizo fue activar la mega piedra que permitió a Gengar megaevolucionar. Tras su cambio de forma e incremento de poder, su habilidad entró a jugar y su sombra se alargó hasta tocar la sombra de sus rivales, los cuales quedaron apresados y serían incapaces de regresar a sus pokéball mientras Gengar estuviera en el campo de batalla.

Pero por desgracia para Hakuro, su propio Espacio raro jugaba en contra de su mega evolución aunque a favor de Cofagrigus. Éste se movía a una gran velocidad y desataba su Poder Oculto contra Cloyster, el cuál resultó ser muy efectivo debido a lo mal herido que quedó el pokémon de James.

James, por su parte, detectó la potencial amenaza que podía suponer Gengar y decidió centrar todos sus esfuerzos en acabar con él. Cloyster, mal herido, logró desatar una nueva andanada de Carámbanos. Cinco en total, los cuales fueron suficientes para debilitar al poderoso Mega Gengar sin que éste pudiera hacer nada más.

Ninetales concentró su energía psíquica en el único rival que quedaba y lanzó un ataque Paranormal que lanzó a Cofagrigus por los aires. Y aún tras el impacto y el azote continuo del granizo, el último pokémon de Hakuro permanecía en pie.

Cuando observo al Gengar megaevolucionar y pienso en todo el bonus de velocidad que obtendría, supuse que espacio raro me daría la ventaja, y al ver a mis pokémon atacar primero pude respirar aliviado, aflojé los hombros y pude mantener mi actitud fría como el hielo de mis pokémon.

-Lo siento amigo, pero este combate es mío. Aurora, acabalo con Ventisca! Y Shelly, remata con Hidroariete!- doy mis órdenes, pero realmente estoy esperando que mi rival llame a su pokémon antes de lastimar seriamente a cofragius.

Hakuro tuvo un momento de duda y James lo aprovechó perfectamente. Sus dos pokémon avasallaron a Cofagrigus con potentes ataques que el pokémon fantasma de Hakuro fue incapaz de soportar.

El pokémon sarcófago calló debilitado mientras la nieve y el granizo seguían cayendo a plomo sobre el campo de batalla. La victoria había sido para el entrenador del tipo hielo, James.

-Buen combate amigo, no te desanimes... Tienes una buena estratégia pero debes hacerla más firme. Quizás comenzar con los pokémon más rápidos antes de lanzar Espacio Raro pueda ser una opción-

Le digo a mi rival al tiempo que llamo a mis pokémon a sus pokeball -Bien hecho amigos- sereno por fuera pero por dentro casi que brinco en una pata por la victoria.