Partida Rol por web

Dragonite, gracias a su incremento de velocidad, tomó la iniciativa del combate y arremetió de cabeza contra Ninetales. Un potentísimo Cabeza de Hierro que, además de estar potenciado por el Danza Dragón anterior, era súper efectivo contra el pokémon Hielo/Hada de James, así que le fue imposible aguantar tanto daño y cayó debilitado al instante.

Por su parte, Mega Gallade de Kitty golpeó al Excadrill de Lucius con un movimiento de tipo Lucha muy eficaz, un Puño Drenaje que no solo le bastó para tumbar al pokémon rival, sino que además le permitió recuperar su salud al máximo.

Con dos pokémon debilitados en el campo de batalla, Lucius y James deberían hacer el siguiente movimiento mientras el granizo seguía azotando a los dos pokémon que quedaban en pie...

-Era de esperar...

Pero una vez las cartas estaban sobre la mesa, poca cosa más podía hacer. Tan arriesgado era cambiar de pokémon como atacar. Y haciendolo... mejor no pensar en posibilidades que no se dieron.

-Te toca Spooken. A ver que podemos hacer.

James regresa al Ninetales a su pokeball. - Lamento haber dejado que te llevaras esa. 

- Es tú turno Mani, demuestra de lo que estas hecho. - Dice mientras saca una superball.

Al ver los Pokémon sacados por James y Lucius no pude evitar sentir molestia. Ya sabía sobradamente lo que iba a hacer ese Mamoswine en este turno y no podría hacer nada por evitarlo, pero sacar otro Pokémon sería recibir daño sin ningún beneficio. Suspiré y ordené lo que creí mejor en esta situación.

-Usa Enfado en Mega Gallade- dije cruzándome de brazos y esperando a que sucediera lo inevitable.

Con dos nuevos pokemon en el campo de batalla, Kitty tenía claro cuál iba a ser el siguiente paso a dar, pues le había salido bien en el turno anterior. Había logrado evitar gran parte del daño de la ventisca de su rival y había comprobado la estrategia de sus rivales. Ahora era un buen momento para repetir la estrategia...

Hagamos como antes, llama a un sustituto para que venga al campo de batalla y esquiva parte del daño por ti. ¡Adelante!

A esta altura, James pensó que lo mejor era continuar atacando. - ¡Mani, usa Terremoto. - No había nada que pudiera hacer contra ese Dragonite que era más rápido, lo único que podía hacer era esperar que alguien más lo bajara. 

Lucius guardó silencio, pensativo. Con verdaderas dudas sobre que hacer en un estilo de combate tan aleatorio y que le era tan ajeno. Finalmente se encogió de hombros.

-Spooken, Giro Bola a ese Mega-Gallade.

Quizá... bueno, ahora lo sabremos.

James y Lucius ya habían seleccionado a su siguiente pokémon. El entrenador de tipo Hielo había elegido a un enorme Mamoswine,  mientras que Lucius había puesto su confianza en Aegislash, un pokemon que solía se duro de pelar.

Los entrenadores dieron de nuevo sus ordenes y el primero en reaccionar fue Dragonite. Esta vez el pokémon dragón entró en cólera y, si bien ejecutó el movimiento que su entrenador le había pedido, no centró su atención en el objetivo que Ryuusei le había ordenado. La peculiaridad que tenía el movimiento Enfado era que no se podía controlar contra quién dirigirlo cuando había más de un oponente.

Así fue como Dragonite, con todo el poder que había obtenido gracias a la danza dragón, se lanzó de cabeza contra Mamoswine. El pokémon de tipo Hielo no lo vio venir y tampoco pudo aguantar el golpe sufrido, por lo que cayó debilitado al instante sin poder hacer nada en este combate.

Kitty optó nuevamente por la estrategia defensiva y su Gallade creó un muñequito verde que se encargaría de recibir el daño por él. 

Y así lo hizo cuando Aegislash pasó al modo ataque, cambiando de su forma escudo a su forma filo, comenzó a rodar sobre si mismo se se lanzó con gran fuerza hacia el sustituto de Gallade, que se rompió en varios pedazos.

La BR le estaba saliendo peor de lo que esperaba, El ya había perdido dos pokemon y el resto lo tenían completos. Sabía que esto no estaría de mi parte, pero ese enfado fue demasiado. Regresa a él mamoswine a la super ball. - La próxima tal vez tengamos más suerte amigo. 

- Tendré que usarlo entonces. - James saca una honor ball y la lanza al campo de batalla. - Hora de salir, ¡Anivia!. 

Desde que lo atrapo era la primera vez que lo usaba en un torneo oficial, pero estaba seguro de que sería de gran ayuda, por eso lo incluyo en su equipo.

Estaba en una mala posición a pesar de tener un pokemon legendario, así que decidió ir por algo conservador. - Anivia, usa Velo aurora.

No me podía creer que ese Mamoswine no hubiera hecho el movimiento que yo pensaba que haría, pero eso había resultado a mi favor y había derrotado a otro Pokémon de hielo, quedándole solo uno a James. Viendo la situación actual e intuyendo los movimientos que harían mis oponentes, necesitaba que Dragonite atacara a un Pokémon en concreto este turno, pero nada podía hacer ya que era al azar. -Seiko, continúa con Enfado- de todas formas, en el estado de furia en el que se encontraba no aceptaría otra orden que no fuera esa.

Lo más probable es que le hagan focus a ese precioso Articuno. Si lo tumban el combate acabará y el que lo haya hecho ganará. Solo puedo hacer una cosa entonces...

-Spooken. Sombra Vil al Mega-Gallade. ¡Acaba con él!

La orden de Lucius era la única que le parecía sensata, incluso aunque volviese a usar sustituto. Si Dragonite acertaba al Articuno todo acabaría. Con suerte, sería al revés.

Kitty escuchó las palabras de Ryussei al ordenar a su Dragonite que atacara a su Mega Gallade, por un momento imaginó que aquel golpe sería devastador para su pokémon. Pero Dragonite se enfadó tanto al usar su golpe que no fue capaz de dirigirse hacia su objetivo, lo cuál dio algo de margen para crear su propio sustituto y aguantar el siguiente ataque que el pokemon de Lucius le había enviado.

Kitty vio un mal panorama a lo que iba a pasar. Tenía frente a ella dos pokémon voladores y un tercero fantasma. Mega Gallade era vulnerable a todos los posibles movimientos que le podrían lanzar y Kitty se preocupó mucho por él. Además, todos parecían centrarse en él para atacar, lo cuál le ponía aún más nerviosa.

Al ver a ese Articuno salir al campo de batalla se quedó impresionada. Era tan hermoso que no pudo cerrar la boca. Confió en que usara su ataque para acabar con el Dragonite enfadado que tenían ante ellos. Lo siento... susurró Kitty. Mega Gallade, golpea a ese Articuno antes de que sea demasiado tarde y confiemos en que use su poder para acabar con Mega Dragonite... Si conseguía absorber parte de la vida de Articuno, Mega Gallade sería capaz de resistir un poco más al envite que pudiera proporconarle de nuevo Aegislash.

Lucius decide tomar la delantera y, a pesar de que su Aegislash es un pokémon lento, consigue adelantarse al resto de contrincantes gracias a la prioridad que le da Sombra Vil. Un movimiento que dirige contra el Gallade de Kitty y resulta ser muy efectivo. El golpe debilita al pokémon lucha/psíquico de la entrenadora Kitty.

Por su parte, el descontrolado Dragonite arremete nuevamente con Enfado de forma aleatoria. Esta vez su objetivo es legendario Articuno que intentaba aumentar sus defensas con un Velo Aurora, pero no le da tiempo a ejecutar el movimiento y cae ante el feroz ataque del dragón de Ryuusei.

Como a James ya no le quedan más pokémon con los que combatir, la Battle Royal llega a su fin con un claro vencedor. Ryuusei, el entrenador de dragones.

-Tsk. Bien hecho Spooken. Lástima, ahora que empezábamos a remontar... buen combate, Ryuusei.

Battle Royale... la suerte importa demasiado. Por ejemplo si ese Enfado hubiese ido a Spooken, lo habría aguantado. O eso creo. A saber que habría pasado después.

Lucius tendría que esforzarse mucho más, no estaba logrando buenos resultados.

Me sorprendí bastante al ver como ese Sombra Vil debilitaba a Gallade, un inteligente movimiento por parte de Lucius, pero mayor aún fue mi sorpresa al ver como Seiko desataba toda su furia sobre la legendaria ave de hielo, derribándola de un golpe. Mis compañeros dragones eran tan fuertes que incluso a mí me sorprendía su potencial.

-Regresa. Bien hecho Seiko- le felicité por su grandiosa actuación en este combate. Al escuchar la felicitación de Lucius asentí como agradecimiento.

-También lo has hecho bien, ese último movimiento fue bueno- le dije recordando el sombra vil. Entonces miré a James.

-Siento que hayas tenido la mala suerte de recibir la ira de mi Dragonite en dos ocasiones, ciertamente a mí también me incomoda un poco haberte derrotado así. Espero que nos enfrentemos en otra ronda y entonces podré demostrarte justamente que mis dragones no le temen al hielo- sonreí de forma desafiante y me giré para salir del campo de batalla.

Kitty chasqueó la lengua. Si no hubieran acabado con su Mega Gallade antes de tiempo podría haber acabado con Articuno y haberse hecho ella con la victoria. Pero el movimiento se adelantaba a cualquier otro ataque y eso había supuesto la derrota de su pokémon dejándola en segundo lugar.

Se acercó a sus compañeros y les tendió la mano para felicitarles. Me lo he pasado muy bien. Y enhorabuena por tu victura Ryussei. Ha sido espectacular ver a ese magnífico Dragonite en acción. ¡Suerte a todos en el resto de combates!