Partida Rol por web

Los cuartos de final habían terminado. Gorko, Siobahn, Max y Boss se jugarían el pase a la gran final. Lo cual ponía las cosas difíciles  tanto a Siobahn como a Max, sus oponentes habían demostrado ser los más peligrosos de todo el torneo. Pero por otro lado, si conseguían superar esa barrera tendrían el trofeo al alcance de sus manos. Eso era lo que comentaba el grupo formado por Mary, Rendam, Sira, Valeria, Mustard y Nadire mientras abandonaban el coliseo. También hablaban por el motivo por el que Max y Siobahn habían sido convocados por Morgana Black, la capitana de los Piratas Morganeer, tal y como les había comentado Mary. Cuando salieron del coliseo, decidieron esperar a sus dos camaradas restantes en las cercanías del mismo. Ahora que no tenían un lugar de referencia y todos dormían por su cuenta, los alrededores del edificio principal de la isla se habían convertido en su punto de encuentro.

Por suerte no tuvieron que esperar mucho, Sibahn y Max no tardaron en aparecer. Ahora sólo tenían que ir en busca de algún sitio para comer y luego descansar. Había que estar a tono para esa noche.

Me he tomado la licencia de volver a Mary humana, para poner un poco al día lo que hacían Max y Siobahn, por aquello de poder hacer una mejor introducción ^^.

Max llegaría con las manos vacías, ni siquiera una mísera silla había sido sustraída del despacho de la Capitana Morgana, pero no parecía que tuviera mala cara, al menos no más mala cara luego de aquel combate y las curas superficiales que Siobhan Vetev le dio, por lo que este muchacho estaba más que dispuesto para la siguiente ronda.

-¡He logrado conseguir un barco para nuestra tripulación!. -Exclamó el artillero diciendo, probablemente, una mentira o al menos una verdad a medias- Para ti no, tu te puedes ir ya. -Indicó señalando a Valeria. Para continuar con la explicación- Tan solo tengo que ganar el torneo y ya está.

Estaba satisfecho consigo mismo al punto que quizás toleraría a Valeria por el tiempo que se mantuviera como "aún-no-Capitán", siempre y cuando no hubiera más tocamientos ilícitos o metidas de cosas en la boca de Max.

Valeria ignoró a Max como si no estuviera ahí, igual que cuando dijo la noche anterior que sin premio no se presentaría al torneo. De hecho lo ignoró tan fuerte que obligó a este narrador a escribirlo.

   Mi fatiga natural mas los resquemores del duelo de la mañana se podían notar sin demasiado esfuerzo en mi magullada apariencia, a pesar de eso, al reunir una vez mas la banda en un solo sitio no pude evitar dibujar una mueca de tranquilidad seguida de unos cuantos bostezos y luego un nuevo semblante de absoluta fatiga.

    Velocidad... y fuerza descomunal... - soltaba mirando a la nada... - O dicho de otro modo... demasiado peso en cada uno de sus pasos y dependiente del escenario... - agitando ligeramente la mano - Quizás y en vez de pensar en como combatirles directamente, lo mejor sea pensar en como hacerles caer del Galeón antes de que se vuelvan mas peligroso.

Entró tras Max y una vez este se adelantó con las noticias, y Mary hubo respondido, Siobhan añadió:

- Si, la capitana Black nos dará una coca si logramos vencer a Gorko. No habrá semifinales como tal, sino que será un combate en desventaja de tres contra uno.

La doctora entonces se detuvo en su intervención. Parecía estar sopesando si decir algo que llevaba tiempo meditando. Y por fin, con un tono en su voz más sombrío de lo habitual, prosiguió diciendo:

- Como bien dice Mary, nuestra mejor opción sería que cayese del barco, pero en caso de que perdamos el combate, tenéis que salir de aquí como sea. Recordad lo que dijo Levi, no estamos seguros, por lo que quiero que si es necesario robéis una embarcación y huyáis de aquí antes de que se monte todo el follón.

—¿Un combate tres contra uno?—preguntó Mustard frunciendo el ceño y tocándose la visera de la gorra— No parece algo muy... justo. Y la verdad es que empaña bastante un torneo como éste.

Estaba claro que para alguien como el entrenador mochimon que valoraba los combates y la liza en justa lid, un ardid como ese no terminaba de convencerle.

—No me malinterpretéis, no quiero que os pase nada. Pero no me parece correcto.

—Y por eso no eres un pirata, tío—dijo Nadire dándole palmada en la espalda a Mustard. El entrenador hizo un gesto de dolor por sus heridas—Uy perdona—se disculpó antes de seguir hablando—. Además, no será un tres contra uno. Será una battle royale, ¿no? Pero claro, estando una bestia como Gorko... ¿Qué van a hacer los demás? Aliarse, es obvio.

La furida, además de pirata era inteligente, así que no le costó trabajo llegar a las conclusiones de Morgana.

—Gorko no es usuario de ningún elixir. Creo. Tirarlo por la borda no lo paralizará. Y no creo que esas pirañas sean un problema. ¡Si ni siquiera aguantaban las bombas de Max! Y lo veo partiendo el galeón en dos desde el agua. No digo  que sea una mala idea tirarlo al agua, pero no podéis contar con que eso os vaya a dar la victoria.

Nadire se encogió de hombros.

—En fin, si queréis podemos seguir hablando de esto, pero tenemos que buscar un sitio para comer antes de que se llenen todos. No quiero ir al tenderucho ese donde sólo ponen maíz rancio.

Los comentarios de Nadire y en particular de Mustard Fresno en relación a aquella pequeña -enorme- revelación de las "casi" trampas que nos habían propuesto en el torneo, hizo que Max Powder volviera a hablar, no tanto con la afinidad de tratar de ocultar los chanchullos, sino para revelar que no importaba demasiado que los hubiera.

-No os preocupéis, -dijo a aquellos otros dos- una vez que Gorko caiga le lanzaré mis bombas a Boss y a Siobhan. -Dijo con cierto orgullo de participante en el torneo- El orden en verdad no importa porque el ganador del torneo voy a ser yo de todas formas.

—Estoy con Nadire, deberíamos comer, por lo menos, yo estoy muy hambrienta. También hay que prepararse mentalmente y físicamente para el combate... deberíais descansar algo más—dijo Sira, integrándose en la conversación—. Mmm, si el combate es un 3 contra 1, será por algo, casi que mejor que sea así, muy de piratas eso de no seguir las reglas lógicas, ya sean para bien o para mal. ¿Dónde vamos?

La voz de Tong-Hu volvió a escucharse por la radio. Una que estaba en manos de Nadire. ¿Por qué la tenía Nadire?

—Buen trabajo—los felicitó con la voz un poco seria—. Sabía que con perseverancia podríais llegar a la final. ¡Pero no penséis que está hecho! Tenéis a Gorko por delante vuestra. Y esa Boss... Me fío menos de ella que del Destructor. No hagáis ninguna tontería hasta que los dos estén derrotados.

En esos momentos, a unos metros de los piratas pasaron los Piratas de la Tejedora de los Sueños. Doña Gigi iba subida encima de Sacamuelas con una bolsa de hielo en la cabeza. Cuando vio a Siobahn, empezó a darle golpes al cocodrilo.

—¡Vamos! ¡Vamos!—lo apremió para que se diera prisa— ¡Antes de que venga esa matasanos a ver como estoy!

Por algún motivo extraño, los comentarios de Tong-Hu parecían ir dirigidos hacia Max Powder acerca de la importancia de primero acabar con las amenazas externas y luego, ya si tal, tratar de darse de madrazos entre ellos; algo que Max Powder decidió ignorar pues estaba demasiado ocupado con sus cosas, como por ejemplo, sacarse cera de los oídos, olerla y probarla... para luego poner mala cara, y tratar de pegársela a Sira Starkov en la ropa para limpiarse el dedo.

-No sé, pero yo tengo hambre y sueño... -Comentó el artillero recordando la noche pasada en donde durmió abrazado con lo que se podría considerar como un oso con pulgares oponibles- Así que es responsabilidad de la "POR AHORA" Capitana encontrarnos un sitio para dormir y comer.

Siobhan se encogió de hombros, le daba la sensación de que únicamente ella estaba preocupada por las palabras de Levi.

- En fin, será mejor que ganemos el combate –pensó mientras oía las intervenciones de sus compañeros, así como las de Nadire o la de su antiguo capitán.

Entonces algo o más bien alguien llamó su atención. Pasando cerca de ellos, aparecieron la abuela Gigi junto a su cocodrilo. Momento que Siobhan aprovechó para saludarla efusivamente con la mano y recordarle desde lejos:

- ¡Abuela Gigi! ¡Recuerde que me debe un enorme cuenco de natillas!

Sus compañeros seguían dando sus opiniones y una vez que pareció que todos habían acabado, Siobhan se acercó a Nadire, la agarró del brazo y dijo:

- Pues bien, vamos a comer. Nadire recomiéndanos un buen sitio y sigamos allí con la tertulia porque yo también estoy hambrienta.

Sacamuelas echó a correr siguiendo las órdenes de su ama, que ignoró vilmente las palabras de Siobahn. La carrera del cocodrilo acabó obligando a que el resto de la tripulación pirata echara a correr para no perderle la pista. Una hora más tarde, el numeroso grupo estaba  sentado en torno a una larga mesa llena de comida. Un buen atracón y un sueño reparador era lo que la capitana y el artillero de los Piratas de Tong-Hu necesitaban para estar listos para la Gran Final de esa noche.

   Aunque no me era muy atractiva la tarea de ponerme a correr a hasta hora del día, tampoco me quería quedar lejos de nuestro grupo, por lo que imitando al resto simplemente iba a la cola de aquella pequeña persecución, eso si... llevando un paso mucho mas seguro de por donde iba caminando, pues con el pasar de los dias poco a poco comenzaba a entender mejor las callejuelas y alrededores que componían a Orren ... para ser justa... el tener un coliseo como punto de interés ayuda bastante a la orientación...

  Una vez en el sitio y con la comida puesta para todos, solo me serví algo ligero, eso si... con la vista fija si entre lo bebible se encontraba algo de aquella cálida y energizante bebida que siempre ansiaba beber.

   _{N-no es por romper el ambiente, pero... quizás sea bueno contarles a ellos también sobre... aquello} - susurraba a la capitana en alguna ventana en donde la tuviera cerca - _{Para que se puedan preparar bien una vez termine el torneo...}

Sira acabó algo cansada de la carrera. Es obvio que ella estaba en forma por su profesión, pero los últimos días habían sido raros y estaba más exhausta de lo normal.

Cuando ya se acomodó para comer, Sira cogió lo primero que vio y se lo llevó a la boca.

—Bueno, ya que estamos más tranquilos, ¿qué tal todo? ¿Algo que comentar?—preguntó Sira por dar algo de conversación.

-¿Que es "aquello"?. -Inquirió Max Powder ante el comentario de Mary Shepherd que logró escuchar por milagro del guión, y como era lógico, a pesar de que había sido la propia Mary Shepherd el que había dicho aquello, este se dirigió hacia otra persona completamente distinta- ¡Rendam, responde o como mi segunda órden como Capitán será mandarte al carajo!.

Aunque hoy en día utilizamos la expresión "Mandar al carajo" cuando, impulsivamente, sentimos la necesidad de que alguien desaparezca de nuestra vista; bien porque nos molesta, bien porque nos está mintiendo o engañando, o bien por cualquier otro motivo que nos incomode.

Nos encontramos que una de las definiciones de «carajo» se refiere a una pequeña canastilla o cesto que se encontraba en lo alto del palo mayor de las carabelas y desde donde los vigías -serviolas- oteaban el horizonte en busca de señales de tierra. Bien es cierto que dicha canastilla tiene más acepciones y nombres. Incluso algunas fuentes recelan de que alguna vez se hubiera usado dicho término, admitiendo «cofa» como única definición.

Si nos remontamos siglos atrás, descubrimos cuándo se comenzó a utilizar la expresión. Dada su ubicación en lo alto del mástil, esa canastilla era un lugar inestable, donde se manifestaban con mayor intensidad los balances y cabezadas del barco. Además, era imposible resguardarse de la lluvia y el viento. Cuando un marinero cometía alguna falta se le mandaba «al carajo» como castigo; a veces cumplía solo unas horas y otras, días enteros. Cuando bajaba, lo hacía mareado.

Rendam se pasó mucho tiempo en silencio mientras seguía a sus compañeros, meditando sobre la estrategia que deberían seguir para tener alguna oportunidad contra aquella brutalidad de carne y hueso llamada Gorko.

"Quizá tirarlo del barco sea buena idea, pero... ¿Y sí destruye el barco con un pisotón y los manda a todos al agua antes de que puedan intentar tirarlo? A lo mejor podrían buscar su punto ciego, si es que tiene alguno... agarrarlo con las lianas... cegarlo con algún explosivo... ensordecerlo... ¿habrá algún tipo de sonido que lo discapacite?... igual si tienen suficiente fuerza pueden quitarle su arma.."

Lo único que lo sacó de su ensimismamiento fue Max.

- ¿"Aquello"? ¿Por qué no le preguntas a la capitana?- dijo encogiéndose de hombros.

Luego respondió a Sira, aunque la respuesta iba para todo el mundo, en especial a los combatientes:

- He estado pensando cómo derrotar a Gorko y realmente es un contrincante difícil, vais a tener que poneros las pilas y luchar bien en equipo. Creo que si utilizáis todo lo que sabéis y os compenetrais bien podréis contra él. El único eslabón que me queda es... la otra. No sé si será un beneficio o un perjuicio a la hora de enfrentaros. Igual os quiere quitar de enmedio porque considere que puede contra Gorko ella sola. O a lo mejor os ayuda. A saber...

Aunque no entendió por qué muchos de sus compañeros echaron a correr, suponiendo que era el hambre lo que les movía, Siobhan aligeró el paso para no perderlos de vista.

Una vez llegó al establecimiento se sentó con el resto. Y tal y como como Mary le había sugerido, le contó al resto de los presentes los pormenores que Levi les había dicho en su nota de huida. Fue por eso que Siobhan volvió a hacer hincapié en lo que les había dicho antes.

- Si no podemos ganar y Gorko nos elimina, tenéis que salir de aquí rápidamente, esto se va a poner muy complicado –comentó casi con un hilo de voz.

Tras eso, y ante la sugerencia de Rendam, la doctora únicamente añadió:

- Por muy buena que sea Boss, la capitana Black y todos los presentes parecen saber que ninguno es capaz de hacerle frente de manera individual a Gorko. Por lo tanto, yo diría que nos necesita.

Mustard frunció el ceño al escuchar sobre las intenciones de la marina, pero Nadire no le dio importancia.

—Si ese es el caso parece que los Piratas Morganeer nos han hecho un favor eliminando una ronda—dijo despreocupada—. Pensadlo bien, un despliegue militar de ese calibre tiene que estar muy bien organizado. Hay que respetar unos tiempos, seguir una cadena de mando... Los buques de la Armada no pueden estar cerca de la isla o serán detectados. Por mucho que ahora se pongan manos a la obra y adelanten sus planes... La salida de aquí no será tan mala.