Partida Rol por web

—¿Qué cómo están?—dijo una alterada Nadire—¿Es que no me has escuchado? ¡Se los ha cargado seguro! Joder, una parte de mí casi que se alegra de no tener pelear con ese tipo. ¡Menuda bestia!

—¿No estás exagerando un poco?—preguntó temeroso Mustard Mayonesa—No creo que los piratas de Morganeer dejaran que se los cargara, ¿no?

—¿Tu has visto que alguien pusiera pegar a las muertes de Counter Striker?

El grupo comenzó a salir lentamente, porque en esos momentos todo el coliseo estaba haciendo lo mismo. Se internaron en el interior del edificio y discurrieron por el vomitorio hasta que alguien les cortó el paso. Veinte años, pelo moreno corto. Una cicatriz que empieza en la frente, cruza su ojo izquierdo (plateado y protésico) y baja hacia el cuerpo, brazos tatuados y ropas resistentes. En la parte de atrás de la chaqueta estaba el mismo símbolo que colgaba del coliseo.

Fera, la lugarteniente de los Piratas Morganeer.

—Vaya, vaya. Los Piratas de Tong-Hu. Estáis armando mucho follón tanto en el torneo como fuera de este—dijo con un tono frío mientras miraba con desprecio a los piratas. A todos no, a Mary la miró con ganas de retorcerle el pescuezo—. Tenéis muchas explicaciones que dar. Tengo una posada semidestruida, en la que por cierto estabais durmiendo vosotros, y ninguna explicación. Y teniendo en cuenta que esos del YAT no me van a contar muchas cosas... Más vale que me las expliquéis vosotros.

Uno no sabía cuando intimidaba más la mujr. Cuando se ponía a soltar improperios furiosa o ahora con esta fría crueldad. ¡Espera, espera, espera! Con la posada destruida, ¿dónde iban a dormir los piratas de Tong-Hu?

Para Max Powder, esta muchacha le era vagamente familiar, aunque a decir verdad no es como si recordara a todas y cada una de las mujeres fuertes e independientes que querían y probablemente podían patearle el trasero, ya con una tenía más que suficiente, y en aquella tripulación ahora había dos de ellas... quizás tres si molestaba un poco a Sira Starkov.

-¿¡Que le pasó QUÉ a la posada!?. Bueno no importa, tengo un plan. -Comentó el muchacho tocándose el cuello con malestar- Si enciendo esta bomba, volveré a ser transportado en una transición rápida a los calabozos, tal y como pasó la última vez. -Comentó mientras lentamente -MUY LENTAMENTE- acercaba una cerilla a la mecha de la bomba cuadrada- Es un plan sin fisuras... como todos los que tengo...

    Con un estado actual de cansancio, fatiga mental y mucha falta de café sobre mi persona hizo que lo que en la tarde fuese un estado de una virtual petrificación... ahora solo se trataba de como mi mirada no dejaba de moverse de lado con evidentes símbolos de ansiedad ... tampoco ayuda que aun me este recomponiendo de aquel alarido de Gorko...; por lo que ante su búsqueda de información seguí las voces de la experiencia que un mundo de papeleo y tramites te deja dentro de la mollera... nunca hablar demás sin la presencia de un abogado de juicio...

   Bahhhhh... - para entonces con mucha torpeza... empezar a dar pasitos muy cortos, buscando salir de su campo de visión en algún momento....

Tas oír a Mosto, pareció salir de aquel estado de congoja producido por aquel grito aterrador, lo que provocó que pudiera levantarse del asiento y empezar a caminar para salir del estadio.

- Si te escuché, pero también tengo la esperanza de que pudiera haber supervivientes entre ellos -respondió Siobhan a Nadire, tras la intervención de la fúrida.

Fue entonces cuando la doctora percibió la llegada de Fera, que se interpuso delante de ellos cortándoles el paso. Aquella mujer parecía estar acusando a su grupo de algo de lo que no tenía constancia, ya que tanto ella como Max habían estado combatiendo. Así que tras escucharla, Siobhan intervino diciendo:

-Por favor Max no es momento para ese plan, guarda esa cerilla y posponlo para un momento de mayor necesidad -dijo primero a su compañero, para que este no provocase allí mismo un alboroto aún mayor. - En cuanto a lo que nos está diciendo... Fera era, ¿Verdad? Pues qué tal si nos marchamos a un lugar donde podamos descansar, pueda sanar las heridas de mis compañeros, y allí aclaramos con tranquilidad las cosas. Tanto Max como yo hemos estado combatiendo y no entendemos muy bien que ha pasado, por lo que estar en un lugar más calmado y no rodeado de gente que quiere abandonar el estadio facilitaría las cosas. Además, le sugiero que traiga a cualquiera de los que pueda de los de Yat, aunque sea a Quermosura, supongo que ella también podrá ayudar a aclarar la situación.

Siobhan acabó su intervención mirando la reacción y respuesta de aquella mujer. Normalmente la diplomacia era algo de lo que Mary se encargaba con una mayor efectividad, pero su compañera parecía aún demasiado cansada o aturdida. Por lo que esperaba que con lo que le había dicho, hubiera podido ganar algo de tiempo antes de que aquella situación se pudiese liar aún más.

Fera no parecía de las que resolvieran las cosas por diplomacia.

—No, no vamos a ir a ningún sitio—dijo casi escupiendo las palabras—. Lo que tenga que hablar con los del YAT ya lo hablaré con ellos. Si es que hay alguien para hablar. Vosotros vais a explicarme lo que ha pasado ahí afuera, aquí y ahora. Tengo motivos más que de sobra para descalificaros del torneo. No lo voy a repetir más, explicadme a qué ha venido esa pelea con los del YAT en el que ha acabado uno de nuestros edificios derruido.

Su tono de voz denotaba que no estaba dispuesta a aceptar ninguna respuesta que no fuera algo que respondiera a sus cuestiones.

—Tú no te preocupes por lo de la posada Max—le dijo Valeria al artillero, entonces le guiñó el ojo y le dijo con voz sexy—. Tengo sitio en mi habitación.

—¿Te has unido a ellos Valeria?—preguntó Fera con algo de sorpresa (estaba tan cabreada que no podía sorprenderse mucho)—Eso serían tres descalificaciones... Todavía estáis a tiempo de pasar a la historia del torneo como la eliminación más vergonzosa de una tripulación.

Por un momento, Max Powder bajó la cerilla alejándola de la mecha cuando Siobhan Vetev, a modo de Capitana, le pidió educadamente que así lo hiciera, argumentando que debía guardarlo para otra ocasión mejor... pero para cuando Valeria alzó la voz proponiendo aquella habitacióne, el artillero volvió a levantar la cerilla con desesperación.

-¡¿Mejor situación que esta?! ¡Dudo mucho que encuentres una!. -Dijo con desesperación antes de dirigirse hacia Fera- Ni puta idea de quienes son los YAT, yo he estado aquí todo el tiempo. Y pido que descalifiques a quien quieras menos a la Capitana, que le tengo que patear el culo para tomar su puesto... y ya de paso a la peli-rosa... que quiero patearle su trasero por placer... -Entonces se percató de lo que dijo, volviéndose rojo como un tomate- ¡NO!. ¡ESPERA!. ¡NO QUISE DECIR ESO!.

       Realmente... no me encontraba en condiciones como para hacer mucho mas sin una buena dosis de café o dos a cinco horas de siesta desplazada por todo el asunto del falso~secuestro, pero... si no quedaba de otra haría el ultimo esfuerzo, por lo que volviendo poco a poco a mi forma normal caería derrotada contra el suelo eso si... agitando un poco mis manos para señalar de que aun seguía consciente.

       In...intentábamos evitar que la joven Yamamemoto sufriera un fatídico destino - mentaba sin llegar a levantar la mirada - nadie quería que se enfrentara a la montaña viviente, pero como no quería escuchar eso de retirarse... tuvimos que inventarnos una historia - tanteando el suelo de vez en cuando... pues si sentía que dejaba de hacerlo me dormía al instante - lo malo... es que el asunto se salió de control y la muchacha empezó a intentar recuperar al falso rehén a la fuerza y.... todo empezó a descontrolarse, luego de eso hicimos pasar toda la puesta en escena como que era una obra de teatro.... y allí apareció usted - señalándola por unos instantes antes de volver a juguetear con el suelo - Y si... puede anularnos a nuestros compañeros, pero... ¿ cree que sea lo mejor ? - repitiendo eso de señalar, solo que esta vez apuntaba a la capitana, al joven Powder y la nueva de pelo rosado -  digo a nivel comercial la gente puede sentirse un tanto estafados por que sus apuestas se esfuman asi como asi... y considerando que Madame Zargoh busca que este sea un torneo para recordar... el que la gente se vaya con mal sabor de boca creo que es lo ultimo que espera...

  ¿ No le parece ?

Rendam se cruzó de brazos mientras escuchaba a sus compañeros hablar con Fera. Le empezaba a parecer injusto que les echaran la bronca precisamente por algo que ellos no habían provocado. Así que después de Mary, siguió él:

- Aparte, quiero hacer hincapié en que nosotros no hemos destrozado la posada. Simplemente montamos la pantomima para que la chica decidiera no participar, y a cambio nos tiró un bote con una fuerza descomunal que arrasó con el edificio. Así que si buscas castigar a quien ha causado el destrozo del edificio, no somos ninguno de nosotros.

Poco más tenía que puntualizar a lo dicho por sus compañeros. Si bien, para apostillar algo que debía de quedar claro, Siobhan intervino tras Rendam:

- Solo por puntualizar, fue el capitán Yamamemoto quien nos pidió colaboración para conseguir la descalificación de su hija, ya que nuestro antiguo capitán Tong-Hu y él eran conocidos.

A todo esto, ¿Quién tenía ahora la radio? ¿Y dónde estaba Tong-Hu cuando se le necesitaba? se preguntaba la doctora que tras esa breve reflexión añadió:

- Como bien le han explicado, nuestra implicación no va más allá de la de ayudar a un padre preocupado por el bienestar de su hija.

Valeria abofeteó al artillero con un mechón de pelo.

—¡Max!—le llamó la atención—¡No seas guarro! En público...—añadió en voz baja.

Fera miró a los piratas con ganas de pasárselos a todos por la quilla. Rendam incluso llegó a sentir como la mujer le agarraba por el pico y lo volteaba hasta tirarlo por los aires.

—¿Esa es vuestra birria de defensa?—dijo con desprecio—. Joder yo por qué tengo que aguantar esto.

Poco a poco se había formado un círculo vacío entre el resto del público y los piratas de Tong-Hu. Estaba claro que nadie quería tener nada que ver con lo que fuera que estaba pasando. Y hablando del viejo pirata, era bastante extraño que mantuviera su silencio. Pero ahí estaba, callado y sin decir ni mu. Entonces entró en escena Doña Zargoh que parecía estar buscando a la propia Fera.

—No mováis ni un músculo—dijo antes de ir a hablar con la mujer.

Doña Zargoh y Fera empezaron a hablar. La maestra de ceremonias parecía bastante calmada, pero no así su compañera que gesticulaba con vehemencia. Al final, esta última se fue airada dando largos pasos y la oronda mujerse acercó a dónde esperaban los piratas..

—Vaya, vaya Piratas de Tong-Hu. No dejáis de armar jaleo y llamar la atención, ¿eh? Un intento de traición en vuestras filas que acaba con la pirata en cuestión abandonando la isla, varias explosiones por el poblado, dos de vuestros miembros en la cárcel... Y ahora una pelea y un edificio derruido. Se lo estáis poniendo bastante difícil a Fera y eso nunca acaba bien.

La mujer hablaba con inteligencia, dando a entender que tenía la sartén por el mango.

—Habéis roto las normas suficientes como para poneros de patitas en la calle, ¿lo sabéis? Y me consta que alguno de vosotros cree que porque tenéis a tres participantes en el torneo, estáis en una posición de ventaja o algo así. Nada más lejos de la realidad. Para llevar a cabo un torneo de estas características, lo más importante es que todo el mundo acate nuestras normas—¿Eso significaba lo que parecía?—Pero es un torneo especial, me da pena deslucir los cuartos de final, así que podéis continuar con una condición.

La mujer se quedó en silencio unos segundos y anunció.

—Lucharéis por la gloria y la fama, pero pase lo que pase, renunciaréis al premio del torneo.

Viendo aquello, Max Powder no se sorprendió lo más mínimo de lo que estaba pasando. Si a la banda pirata con más miembros dentro de aquello estaban siendo "expulsados de obtener el premio", al final todo aquello se resolvía con un gasto 0 por parte de ellas y todo ganancias... obviando todos los otros gastos, claro está... 

-¡¿Que?!. -Preguntó Max Powder adolecido por la bofetada y sorprendido por lo que esta señora les decía- Pues si no vamos a competir por el premio, menuda estafa más gorda... Casi tan gorda como... -Por suerte se cortó en vez de decir lo que tenía en mente-. Yo no he venido aquí a arriesgar mi vida solo para apalizar a dos mujeres y demostrar que soy mejor que ellas. Eso si quiero lo hago en casa. -Ese comentario había sido de todo menos acertado, pero Max Powder no destacaba demasiado por pensar, al menos no dos veces seguidas- No voy a seguir peleando por nada. Porque le tengo muchas ganas al... al... a lo que sea que fuera ese premio...

El artillero guardó su bomba y se cruzó de brazos. Si no iba a haber una recompensa material -aunque no se acuerde de cual era en primer lugar- el no iba a participar; ya le podían dar a Valeria su puesto, que el se retiraba. Ya habría otra ocasión de demostrar quien es el mejor y de pedirle el puesto de la Capitana a la Capitana.

      Realmente... esta decisión no me correspondía debido a no ser una de las peleadoras, pero viendo que el joven Powder velaba por nuestro orgullo, decidí ponerme a su lado... o por lo menos arrastrarme ... necesito un café...

       Como eran aquellas palabras... "hace 18 años que llevan trayendo el espectáculo a los corazones de Orren" - mentaba agitando mis manos desde el suelo - en todos estos años tuvieron que haber escuchado y visto mil historias... cada una mas cruda e impactante debido a los nombres que han pisado estas mismas losas... - para a duras penas levantarme como para poder siquiera estar sentada en el suelo en una pose mas digna - ¿ y enserio nuestro actuar a sido suficiente como para que le arruinen la diversión al resto o negarnos el hipotético premio ?, ¡¡ vamos, que hasta dejan de sonar como piratas que se supone que son !! - palpando el suelo, pero esta vez casi ya en plan exigencia, a fin de cuentas ya no teníamos nada que perder ... a fin de cuenta si era cierto sobre la redada post torneo, todo iba a ser un hervidero en donde el premio lo mas seguro que se perdiera entre la gente corriendo de aquí para allá...

Después de lo vivido, Sira no se sentía muy bien, por lo que se dejó llevar por los comentarios de sus compañeros.

—No me importaría tener otra compañera en la tripulación—comentó Sira mientras salían.

Cuando volvió a ver a Fera, Sira puso los ojos en blanco. No podía creer que se estuviera liando por lo que había pasado, cuando no era culpa de nadie del equipo. Estoy harta de que esté todo el día dándonos órdenes, que si nos esperemos, que si no nos movamos...Y mira que es difícil sacarme de quicio. 

Cuando Zargoh hizo acto de presencia y sus compañeros se defendieron, fue cuando Sira decidió intervenir.

—Doña Zargoh, Max tiene razón, hemos venido a por el premio. Y estoy también con Mary, tampoco hemos hecho nada realmente...grave. Ni siquiera nos hemos cargado la posada... más bien la posada se nos ha echado encima—dijo Sira educadamente y en tono cordial—No obstante, no puedo hablar por nadie más, ¿qué opináis?—preguntó dirigiéndose a los demás.