Partida Rol por web

Al escuchar las palabras del líder, Cedric, Alessëa asintió, comprendiendo.

-Ah, entiendo. Pensé que era justo lo contrario. Es decir, que llegásteis a la ciudadela, y de allí pasasteis aquí. Y, ¿cómo salísteis? Debió ser terrorífico... ya lo es mucho lo que estamos encontrando, imaginar que sufrísteis la muerte de vuestros compañeros aquí mismo me llena de ira. ¡Les vengaremos, amigo!

Sí, realmente creía lo que había dicho, la elfa. Su expresión era dura, y aunque sabía que podían morir, que podían perder la vida y su misión, nunca dejariá que el miedo la ofuscara. Miró al joven humano, y rompiendo esa dureza, le sonrió, y su sonrisa fue luz en la profunda oscuridad de los ánimos inquietos...

- Los que murieron lo hicieron defendiendo una causa gloriosa, digna de elogio, y por ello han sido recompensados con la eternidad en el plano exterior más afín a lo que son. No debemos sufrir por su destino. Podemos echarlos de menos, o lamentar que no estén aquí para ayudarnos, pero su fin no debe provocar tristeza en nuestros corazones. El tiempo que estamos aquí no es nada al lado de la eternidad que estaremos en el otro lado, esto no es más que una pequeña prueba para decidir a donde pertenecemos. Cuando muera, no lamentaré el viaje, sólo espero haber tenido una vida a la altura de lo que espero y haber cumplido mi tarea en este plano, sea la que sea que los dioses me tienen reservada.

El grupo de héroes no había tomado aún el camino a elegir, aunque por lo que entendía iban a mirarlo todo. Lo que más le preocupó a la pequeña era la mención de otros héroes que habían fallecido allí mismo, en aquella curiosa torre. Ahora comprendía, no sabía muy bien como, parte de la naturaleza del lugar.

Después de que Marco determinara qué hacer, si poner una trampa mágica o no, Joanna sujetó su mano para no retrasarse. Le costaba un poco caminar al ritmo de los demás, por eso, de vez en cuando, parecía que estuviera dando saltitos. Kricco no parecía sentirse molesto ante aquel paso, pero de alguna forma había logrado salir del zurrón de la niña para colocarse sobre su hombro.

- Oye, ni se te ocurra salir volando –le advirtió con ojos entrecerrados, como queriendo enfatizar su tono de seriedad- Marco… ¿hay una ciudad aquí? Es un lugar muy feo para vivir.

Un rato después se quedó ensimismado escuchando las profundas palabras de la sacerdotisa. No entendía algunas palabras, y tampoco es que sintiera el gran significado de las mismas; lo que le atraía era la convicción de la mujer.

- Cuando Papá murió rezábamos todas las noches –se dirigió a Marco- Mamá se inventó una cosa… ehm… ¡un poema! Después de rezar lo decíamos, pero no me gustaba mucho porque Mamá lloraba después. Ella se iba a la cocina, pero sabía que estaba llorando porque cuando venía a arroparme tenía los ojos aguados. Ahora también se ha ido…

La niña agachó la cabeza, se había entristecido un poco.

- ¿Quieres oír el poema, Kricco? ¿Pero tú entiendes de eso? –dijo girando levemente la cabeza hacia el animal- Bueno, pero no te pongas a llorar…

“Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.”

Súbitamente tiró de la mano de su salvador para llamar su atención.

- Prométeme que no te vas a ir.

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Al fondo de la fila, el lenauro observaba a sus compañeros y escuchaba sus comentarios, manteniéndose en silencio. Finalmente comentó - Salimos gracias a un portal que un enano moribundo abrió para nosotros. Solo espero que esta vez salgamos de aquí con nuestra misión cumplida -

Mientras se mantenía en el aire a centímetros del suelo, aleteando levemente para no tocarlo continuó hablando, esta vez dirigiéndose a la pequeña, sin querer reconocer la ternura que lo embargaba al escucharla expresar sus anhelos - No temas... saldremos de aquí. Por lo menos TU saldrás de aquí y podrás contarle ese poema a tus hijos... cuando los tengas -

Rascándome la oreja mientras miro a una de las puertas

Yo creo que deberíamos de seguir un orden para no perdernos entre tantas habitaciones ¿no? así que ¿cómo preferis? ¿de dentro a fuera o de fuera a dentro? digo con una sonrisa mientras alzo las cejas y me vuelvo para mirar al resto.

Tras unos segundos, muevo los labios de un lado a otro, recordando que muchos no han estado antes aquí

Está bien, está bien, os explico, ejem. Esta torre tiene una serie de habitaciones alrededor suya, pero no una sola hilera sino, al menos, dos. alzo la mano con dos dedos estirados.

Tienes razón Yal. Creo que debemos ir hacia el centro, buscando cualquier peligro nosotros dos al frente. Asegura el mago tomando la delantera junto al mediano, y mirando la arquitectura del lugar.
Aunque me gustaría primero mostrarles los estanques al resto del grupo....quizas alguien descubra para que están ahi.

Volviendome hacia Malkar, asiento Lo cierto es que no vimos ninguna salida ¿verdad? digo mirando hacia el techo, intentando recordar puede ser una buena idea, y así cerrar esa sala.

-Cuando estuvísteis aquí la otra vez, ¿llegásteis a salir de la torre, o ese enano que os abrió el portal lo hizo aquí dentro? Es decir, ¿conocéis ya por lo menos una salida, o no...?

Alessëa susurra sin dejar de mirar a su alrededor, inquieta. Este mundo es confuso, y lleno de extraños rincones, trampas, lleno de maldad. No deja de notarlo.

Girándome hacia Alessea y dejando por un momento de mirar la puerta que tenía delante

Lo cierto es que hubo un momento que nos separamos. No sé exactamente por dónde salió el resto, pero Cedric y yo salimos por la ciudad. un leve tono de pena parece que tilda mis palabras

En el intento de huida nos enfrentamos con una muerte, o algo por el estilo, junto con más criaturas aberrantes. Allí cayó una compañera, decapitada por la terrible guadaña de la muerte. Solo Cedric y yo logramos escapar al bosque, y fue allí donde me encontró el mago ese que conocimos, el mismo que nos trajo aqui espero unos segundos antes de volverme hacia la puerta

y si vamos a bajar a las piscinas, será mejor que lo hagamos antes de empezar a investigar este laberinto, luego no me gustaría tener que volver hacia atrás

- La verdad es que yo ingresé después que el resto - el lenauro habla pausadamente intentando aclarar la situación - Cuando los encontré estaban en muy mal estado. Aparentemente habían abatido a un Balor, perdiendo a algunos compañeros y estaban intentando huir. Al enano lo encontramos en uno de esos puentes, moribundo, y consiguió llevarnos a donde estaba su gente. Desde ese momento estoy intentando volver para acabar con Acerak y el mal que significa para el mundo -

- Pero basta de historias sobre el pasado. Lo importante es ver que y como lo hacemos ahora. Eso de ver esas piscinas suena lógico - reconoce ante las palabras del mediano - Yo los sigo. Con este tamaño no soy, precisamente el mejor candidato para esconderme si aparecen problemas - bromea, sabedor de sus limitaciones - Sin embargo, si hace falta solo avisen... y mi cimitarra hará su trabajo -

Marco se tiro un rato buscando entre sus cosas pero no encontró el componente que le hacia falta para poner la trampa.
Tks lo debí gastar la ultima vez, no a va a poder ser la trampa me olvide de reponer mis componentes
Así que tomo de la mano a la pequeña y acompaño a sus compañeros.

Miro a Joanna, sentía mucha lastima por la pequeña, había perdido a su familia y ahora se aferraba a el y aquello lo abrumaba, le puso la mano en la cabeza cariñosamente y sonrió para no trasmitir su preocupación a la pequeña.
Te lo prometo.

Y junto al grupo siguio su camino

En cualquier caso - añadió el explorador - las respuestas a los acertijos se encuentran aquí abajo. La ciudadela del exterior merece ser limpiada de la faz de la tierra, pero eso deberá a esperar a que acabemos con Acerak. Puede que otros se encarguen de esa tarea.
Por el momento prosigamos.

Sin añadir nada más se dispuso a seguir, muy de cerca, al mediano. Estaba preparado para protegerle mientras este volcaba su atención sobre el camino y las posibles trampas que pudieran haber sido colocadas.

Descendieron la escalera de caracol hasta que llegaron al final de la misma. La luz que portaban les  permitió ver que el suelo de esta sala estaba salpicado por un conjunto de 16 piscinas. Cada una parecía tener casi un metro de diámetro y ocupaba unos 10 x 10 pies del suelo. Al observarlas vieron que estas estaban llenas de un liquido luminiscente  y azulado, con cierto oleaje y borboteando, casi parecía estar saliéndose de sus contenedores. Las extrañas sombras que surgían detrás de ellas indicaban que debían contener algún tipo de objeto que bloquee el brillo de la luz. En esta silenciosa cámara se notaba un frío más intenso del normal.

- Que se supone que es eso? - cuando, siguiendo a sus compañeros el lenauro terminó de descender las escaleras y observó los pozos de luz se sorprendió, por l oque les preguntó a quienes ya los habían visto - los revisaron? -