"Tengo que vivir aquí como sea"
- se decía Lea dejando que la brisa nocturna de aquella noche de verano le ondeara su chaqueta de punto larga.
Estaba frente a su objeto de deseo. Su obsesión desde hacía diez días que vio por vez primera ese edificio en obras en aquel lecho rocoso artificial, frente al mar, entre Lalengua y Puertonuevo, las zonas más auténticas y exclusivas de Aquilea.
Otras veces había tenido ese arrebato, como cuando compró Food junto a otros artistas. Ahora la parte creativa y de construcción del restaurante había dado paso a una más tediosa de negocios. Y sus bohemios socios parecían desentenderse de aquello. Hoy mismo le habían llamado para decirle que habían descubierto que una empleada recién contratada estaba usando las instalaciones del restaurante para vivir allí haciendo uso de las camas-mesas. El guardia de seguridad quería saber si además de echarla llamaba a la policía para que durmiera en una cama menos artística como la del calabozo. Ella se había negado, no quería publicidad negativa y menos para ella ahora que su fama la había alcanzando en Aquilea. "Déjala que se vaya y simplemente ten más cuidado de que no se cuelen la próxima vez".
Suspiró recordando lo ideal que seria que aquel edificio estuviera en sus manos. ¿Sería un faro? ¿Una torre? Las enormes vallas publicitadas de la Plataforma Ciudadana cubrían aquel edificio que tantos sueños le evocaba. Un día trepó por la valla y se coló en su interior pero un guardia privado de negras ropas y sombrero anticuado la había detenido y echado con violencia. Tal vez por eso se sentía identificada con esa empleada que se había colado en Food. No se había atrevido a volver a intentarlo pero se pasaba horas allí, montando guardia, tratando de entender el motivo de la existencia de aquel edificio que no figuraba en ningún registro arquitectónico o de propiedad de la colonia. Incluso había investigado la historia de aquel sitio. Siglos antes cuando la marea era más baja parece que allí existía una plaza llamada de la Encrucijada. Y una Torre que se erguía y cuya descripción variaba según la fuente consultada, acrecentando su valor artístico ante los ojos de Lea. No constaba imagen alguna de aquel lugar en ninguno de los archivos legales. Así que no era posible saber qué había allí antes y que estaba reformando la Plataforma Ciudadana. Y sobre todo ¿cuándo desvelarían su misterio y mostrarían a la ciudad aquella Torre? ¿Con quién tendría que hablar para comprarla o para ofrecerse a hacer una inspección técnica?
Y Lea se pasaba las horas allí y el resto del tiempo soñando despierta con faros sobre rocas imposibles flotantes y torres de tres puntas que nacían en el lecho del mar...
Un ruido la sobresaltó. Tal vez en su descuido había vuelto a acercarse demasiado a las puertas de seguridad. Un hombre fornido con cara de bruto la sobresaltó.
- Perdona ¿es este el Faro Pródigo? ¿Se puede entrar o solo abren hasta mañana?
Lea sintió que le faltaba el aire. En una sola pregunta se había enterado de más que en toda una semana. "Faro Pródigo" Y lo abren hasta mañana. Tenía que sacar información a aquel hombre.
- Yo solo... yo solo he venido a hacer una inspección técnica. Pero no se puede entrar ya. Está cerrado. Soy Lea Boulé, arquitecta. ¿Tú eres?
- Martin Aguerre. Yo... voy a vivir en ella a partir de mañana. Quise venir antes a echar un vistazo
- ¿VIVIR EN ELLA? ¿Cómo? ¿Eres el propietario? Oh dios mío... Mire, tenemos que hablar, yo...
Lea sintió que le temblaban las piernas. Estaba teniendo una bajada de azucar.
- Yo respondí al anuncio y me han elegido. Es esto de... bueno... ya sabe... de la Plataforma Ciudadana. Y... lo siento, volveré mañana. No debo decir nada más.
Lea trató de sujetarle pero sintió que se desmayaba en los brazos de aquel desconocido. Medio a tientas rebuscó en su bolso la insulina y perdió el conocimiento.
Cuando se despertó aquel hombre la estaba cuidando.
- Disculpa, Martín, es demasiada emoción. No sabe la de tiempo que he estado investigando este sitio y queriendo que alguien me diera respuestas.
Aquel hombre se quedó un rato largo pensando y finalmente dijo:
- Mira... yo he visto una oficina inmobiliaria esta mañana, atracada en un muelle pequeño y nuevo que han puesto frente a Francisco I, cerca de aquí. Allí te podrán explicar. No sé si seguirán abiertos. Yo no te puedo decir más pero al parecer han puesto un anuncio así que no creo que pase nada porque te diga esto...
Un anuncio. Ella había montado guardia durante noches allí, leído casi mil registros de propiedad durante diez días y resulta que había un proceso de selección para entrar a vivir allí... ¿¿en un anuncio??
- Gracias. Debo irme. Tienen que estar abiertos. Gracias.
Lea salió corriendo con una sola idea en su cabeza. "Tengo que vivir aquí como sea"
Un hilo de esperanza asomó en aquella noche cuando al llegar allí corriendo creyó ver en el muelle a un hombre salir de allí con una maleta. Había luz aún en aquella embarcación. Tal vez a las 22:45 aún estaba a tiempo.
Un letrero de madera encima de aquella oficina flotante decía:
"Apartamentos individuales, amplios y bonitos en Lalengua. Edificio legendario totalmente remodelado.
Se buscan inquilinos de mente abierta que busquen la oportunidad de su vida. ¡111 dólares al mes!
Entrega de llaves en el acto si eres uno de los trece elegidos para vivir en la zona más increíble de Aquilea.
¿Serás tú uno de ellos?”
Descendiendo al leer se topó con la cara de un hombrecillo con amplia sonrisa y gafas enormes
- Estamos a punto de cerrar. ¿Quería usted entrar?
- ¡Por favor, no cierre, vengo corriendo desde Faro Pródigo y es muy muy importante que...!
- Tranquila. Estamos a punto. No es lo mismo. Por ejemplo, usted está a punto de ser la última candidata. Adelante. Pase.
La oficina es muy pequeña. Apenas cabe una mesa llena de papeles, tres estantes, una pequeña jaula con un pajarraco que duerme a pierna suelta y una percha donde hay colgado un bombín.
- Me llamo Phineas Imeldus, pero todos me llaman Pip. Encantado. Dijo que venía del Faro Pródigo. Curioso que conozca el final de esta conversación. ¿Cómo se llama?
- Soy Lea Boulé. Arquitecta. No sabe el interés que he tenido en saber cómo era esa maravillosa estructura oculta bajo las telas de la Plataforma Ciudadana. Pero nadie ha sabido decirme nada de ella hasta que hace poco me han hablado de esta oficina y de que buscan habitarla. ¿Está en venta? No he podido traer mi dossier pero si mañana me permite y...
- No, no está en venta, Lea. Pero sí busca un último inquilino. Temo que quiera reformarla desde dentro si le damos un apartamento, jaja, pieza a pieza, jaja, pero su interés es conmovedor y lleno de ilusión. Hablemos, por favor, cuénteme mejor quién es usted.
Pip escucha atento mientras Lea le cuenta su historia. Al terminar, es su turno.
- Esto no es una inmobiliaria al uso. De hecho todo nuestro objetivo es conseguir tener el Faro Pródigo, como así se llama esta maravillosa torre, habitada antes de las 8 de la mañana del día de mañana: ese será el momento en que la Ley de Propiedades y Fincas 103.2 entre en vigor, anulando la 103.1 que finalizó hoy a las 8:00, momento en que pusimos el anuncio.
¿Entiende el truco?
Lea sabía de lo que hablaba. La Plataforma Ciudadana había presionado al Gobernador sobre una nueva Ley del Suelo y de la Propiedad. Así que...
Estamos aprovechando una jornada maravillosa de vacío legal para habilitar un inmueble que en otro caso sería destruido o aprovechado para construir un restaurante mirador u otra de esas barbaridades de hoy en día. La Ley de Propiedades no puede ejecutar su mano de verdugo si se demuestra que la torre entera está habitada por arrendatarios como ustedes.
Seguro que está enterada de las movilizaciones de la Plataforma Ciudadana de Aquilea para impedir que edificios históricos o de gran importancia cultural pasen a otros distritos o sean condenados al ostracismo. Si esto le parece una triquiñuela le aconsejo que lea como se hicieron con la jurisdicción del Oceanográfico el año pasado"
Lea también había sabido sobre ese asunto. Un golpe populista que no había caído demasiado bien entre los arquitectos más prestigiosos de la zona.
“…Una gente maravillosa, los de la Plataforma ¿no cree? Han rehabilitado todo el barrio, no tienen miedo de la burocracia y exaltan el arte de Aquilea. Estoy seguro de que pronto las Cavas Calizas dejarán de ser una postal en nuestras oficinas de turismo y un expediente abierto en nuestras comisarías, para ser un barrio lleno de vida… Pero que le voy a contar a una arquitecta amante de la belleza como usted. Estoy seguro de que la Plataforma Ciudadana estaría encantada de saber de su interés. Fueron ellos, los de los la Plataforma, los que contrataron nuestros servicios para que Faro Pródigo sea salvado de la quema. Es una torre llena de historia y el enclave es sencillamente paradisíaco, ya lo ha visto. No es un faro propiamente dicho pero lo parece, allí alejado del resto de comercios y viviendas.
“Evidentemente la Plataforma Ciudadana quiere cubrirse las espaldas, una vez alquilados los 11 apartamentos no habrá vuelta atrás, y un error podría dar al traste toda la operación, por lo que exigimos algunas condiciones.
Lo primero es que los inquilinos deberán permanecer en sus apartamentos durante un año pagando religiosamente el precio del alquiler… Precio irrisorio, como usted podrá imaginar, prácticamente a un décimo de su valor real. Pero se necesita una cantidad mínima para que el contrato sea legal, y 111 dólares es más bien un símbolo… poético.
No será posible arrendar el piso a otro propietario o dejar desocupada la vivienda, aun pagando el alquiler. Han de vivir en sus apartamentos. La inspección podría acechar en cualquier momento. Tampoco podemos alojar a más de una persona en el mismo apartamento, exceptuando visitas puntuales.. ¡pero ningún obrero, Lea, jaja! Como usted comprenderá debemos ser más rígidos que de costumbre con las normas del alquiler, cualquier pequeño litigio con una eventual inspección podría abrir el sumario y que el Gobierno nos pillara con la letra pequeña.
Por eso mismo buscamos gente que se adapte bien a la convivencia y que sea bastante independiente. Por supuesto sería tremendamente negativo que entre los inquilinos hubiera conflictos. Los artistas a veces pueden ser bohemios y erráticos, contrólese, por favor: Han de permanecer como una comunidad unida.
Si algún inquilino falleciera durante este año o tuviera algún percance que no le permitiera vivir nos veríamos en la difícil situación de buscar un reemplazo urgentemente y con la mayor discreción. Y créame que se por experiencia que no se darán las circunstancias tan idóneas en un futuro como para poder elegir a 11 individuos en un solo día.
Y ahora escuche con atención, al finalizar esos 12 meses, tanto nuestra empresa como la Plataforma Ciudadana no tendremos que seguir con esta tapadera, nuestro objetivo se habrá cumplido y como recompensa cederemos la propiedad a los inquilinos… convirtiéndose ustedes en propietarios de manera automática y gratuita de su apartamento. Lo que hagan con él ya no será de nuestra incumbencia. Faro Pródigo será ya una orgullosa torre de viviendas al frente de Lalengua”
Esta última frase de la conversación la dijo alzando victorioso y casi jovial los brazos… ¡Propietaria de Faro Pródigo! Tal vez entonces pudiera proponer las reformas o comprar su parte a los demás vecinos. Eso no era importante con tal de poder descubrir los secretos de ese edificio.
- ¿Qué me dice Lea ? Me gusta su estilo, me gusta su sinceridad y creo que encajaría perfectamente en el distrito.. Sí, creo que usted podría ser una de las personas que buscamos. “
- En fin, supongo que tendrá que consultar qué hace. Usted pensaba en un uso distinto a nuestra torre y seguro que vive en un hermoso apartamento. Pero me lo tiene que decir ahora mismo. En dos minutos cierro la oficina. Mañana a las 6 de la mañana enseñaré el piso a los candidatos. Iremos con el notario y las escrituras para que allí mismo los que se decidan, elijan su apartamento y firmen el contrato. Estoy convencido de que al igual que nosotros les hemos elegido a ustedes, ustedes sabrán elegir la opción correcta. No se olviden llevar ya su primera maleta. Quedaremos en el muelle de ahí enfrente, ¿lo ve? Será un paseo estimulante de que nos despertará a todos los sentidos y nos preparará para un maravilloso día. ¿Qué me dice?
- Sí quiero. dijo estrechando feliz la mano de aquel hombre.
Acababa de casarse con un sueño.