Antes de que nadie pueda ponerse en movimiento, Surgr mira un momento a Tyr y luego alza las manos en señal de rendición.
Sorprendidos por esta acción, y sospechando que pueda ser una treta, ambos masters y servants se mantienen expectantes. Entonces Tyr habla.
Vine aquí con la intención de ver combatir a los master y servants durante esta Guerra, no a participar en ella. Le hemos seguido el juego a Man y Bhozd ya que eso nos permitía volver a saborear el sabor de la batalla, tanto a mí como a Surgrd nos fascinan los combates pero hace tiempo que no luchamos... pertenecemos a esa clase de Héroes que ya no son llamados desde hace siglos, pues nuestro tiempo pasó.
Por eso no vamos a luchar con vosotros. Es más, hemos protegido las energías que habíamos almacenado, y las hemos sellado de forma que nadie pueda usarlas.
Cuando la Guerra haya terminado, agotaremos nuestras energías y nos iremos. Seguramente seamos castigados, pero ya no podremos lamentar nada.
Solo una vacilación repentina permite a Hiraku hacer una seña a su servant para que este comience el combate. Sin embargo el oponente no es otro que Erick. Aunque estaba atento, pues se olía algún tipo de emboscada por parte de sus "aliados" no se espera un ataque tan contundente y grave contra él. Apenas tiene un momento para reaccionar.
Y ese momento llega demasiado tarde. El Gran Hacha del medio bestia le destroza, despedazándolo desde el hombro hasta la cintura del lado opuesto, aplastando el brazo con el que pensaba bloquear el golpe y haciéndolo caer del impacto, dando vueltas pues tenía la intención de esquivarlo.
Demasiado lento.
A continuación el minotauro se vuelve justo en el momento en el que Lancer se lanza ferozmente contra él y le clava la lanza en abdomen, haciéndolo aparecer al otro lado del cuerpo. La sangre barbota lentamente de la herida.
La lanza lo ha empalado por completo, pero lejos de sentir dolor, el gigantesco monstruo aulla de rabia y ruge sediento de sangre. Como su nombre indica, la resistencia del servant al dolor es mucho mayor que la de cualquier mortal, y su constitución y fuerza son también sobrehumanas.
Lancer retrocede, dejando la lanza bien clavada y se prepara para combatir sin armas, solo con sus habilidades.
Berserker parte el trozo de lanza sobrante para que no le moleste en el combate y sabiendo que aun con su fuerza será difícil sacar ese largo trozo de lanza clavado en su cuerpo, se lanza contra el servant, que también lanza gritos mientras carga contra la mole cornuda.
El choque inminente se salda con un terrible impacto que lanza por los aires a Lancer. Da una voltereta y cae con una rodilla en el suelo pero sano. El minotauro brama y se abalanza moviendo el gran Hacha en amplios arcos.
Lancer esquiva habilmente los ataques, bloqueando no el arma sino las manos y brazos de la bestia con sus propios brazos y piernas, moviéndose agilmente con unos reflejos increíbles. Sin la sed de sangre nublando su juicio se habría dado cuenta del estilo de combate de su adversario y le hubiera puesto remedio en seguida, pero no es el caso. Berserker lucha ignorando por completo la propia seguridad mientras que Lancer intenta causarle el mayor daño posible mientras intenta evitar los golpes más terribles. Sin embargo este intercambio de golpes le deja pronto sin resuello.
Tiene que acabar pronto con él si no quiere acabar hecho picadillo.
pnjotizado.
Hiraku, que ha estado observando desde una distancia segura, se ha concentrado en averiguar el patrón de movimientos que todo artista marcial posee, y usa debido a la costumbre adquirida al luchar contra cierto tipo de enemigos.
Aunque aun no descifra por completo los movimientos, puede predecir el momento en que se encontrara en un lugar determinado, y basándose en esa predicción, realiza su jugada.
En el momento en que Lancer pisa un charco que hay en las inmediaciones - debido a las ultimas lluvias - transfiere dicho elemento en piedra y atrapa el pie del servant que queda inmovilizado durante unos brevísimos segundos.
Segundos que son aprovechados al máximo por Berserker que se lanza a la carga contra Lancer. Éste no puede hacer otra cosa que lanzar su terrible Noble Fantasma Ruyi Jingu Bang – El Báculo Dorado del Rey Mono.
Lancer apuntala el bastón dorado en el suelo y coloca la parte superior a la altura del pecho de su enemigo al tiempo que ésta comienza a alargarse. Entonces Berserker, furioso, lanza su noble fantasma El Laberinto del Minotauro. El choque entre ambos Hougus es a la vez fantástico y terrible. Ambos servants salen despedidos hacia atras por la fuerza del efecto de concusión de ambas energías al chocar la una contra la otra, crepitar y explotar. La onda expansiva lo arrasa todo en varios kilometros a la redonda.
Cuando Hiraku se vuelve a levantar, herido por los cascotes que han salido disparados como metralla, solo puede ver a Berserker aplastando con sus pezuñas el devastado cuerpo de Lancer. Una vez muerto, éste desaparece.
pnjotizado.