Miro haber si queda alguien todavia en la clase...(me aseguro de que no haya nadie,ni siquiera un master y su servant)
Agarrese a mi,mi señor.Le digo a mi master,cojiendolo en brazos.
Si no hay nadie saltamos,si hay alguien esperamos y despues saltamos
No parece haber nadie en el lugar. Por lo que pueden saltar tranquilos
Lo cojo en brazos y saltamos...
Mi señor teneis razon,es una provocacion,lo mejor seria no responder a ella,el que nos busque nos encontrará
Saber y Miabi:
En cuanto salen del edificio por una de las ventanas del lado izquierdo del instituto sienten logran escuchar que alguien mas a roto otro vidrio del edificio. Pero a jusgar por la intencidad con que escucharon el sonido, este parece provenir de un lugar algo alejado de donde se encuentran ustedes
Mi señor,habeis escuchado eso?
perdonad estaba en un viaje a madrid no podia postear
Llego al primer piso en compañía del joven profesor. Me quedo esperando a que me indique dónde debo ir, y dónde están el resto de mis compañeros.
Entra en una de las salas. Aparentemente no hay nadie más. - Vaya... parece que la mayoría se lo han tomado como vacaciones . - se rasca la cabeza y te conmina a tomar asiento.
Esperaremos a que alguien más se nos una. - se sienta y saca algunos libros. - Mientras tanto, dime cuales son los temas donde tus estudios van mal.
-Yo voy mal en todo- le digo, y no sé por qué comienzo a soltarle un rollo- Entre que no tengo casi tiempo de estudiar, y que los profesores pasan olímpicamente de mí, pues podemos repasar lo que sea, que voy mal en todo...
Y no deja de ser cierto, por las tardes busco la forma de ganarme el pan, y en clase nadie me hace caso...
-¿Por casualidad sabes dónde queda, aquí en la ciudad, la casa de Kazuki Sato?- quizás podría visitarlo...
La verdad es que no - responde sin dudar - aunque podría mirarlo en su ficha... ah, no... el area de dirección y archivado está cerrada hoy.
Tras unos treinta minutos hablando de algunos temas en los que andas mal parece que vais a estar solos. Finalmente el profesor se levanta. - Tampoco pareces muy entusiasta, asi que... ¿qué te parece si nos tomamos el día libre como han hecho los demás? - y agrega - ¿te parece que te invite a desayunar?
Miro al joven profesor con cierta alarma. No suelo estar acostumbrada a la amabilidad de nadie, así que su invitación a desayunar me pone alerta. ¿Por qué me invita a desayunar? Si ni siquiera recuerdo haber intercambiado palabras con él antes de hoy. Me resulta muy sospechoso.
-Emmmm... Vale- digo, sólo porque tengo hambre, pero voy alerta, porque me extraña su sugerencia- Tengo hambre. No es que tenga la oportunidad de comer tres veces al día, como hace todo el mundo.
"Me pregunto a dónde me llevará a desayunar, y por qué me lo ha ofrecido. A lo mejor sólo intenta ser amable pero... Me he vuelto demasiado desconfiada".
Supongo que vuelvo a salir de escena.
Vamos entonces... - guarda los libros y se echa la mochila al hombro. Salis del instituto en dirección al centro.