Es posible que esté muerto... - responde y notas que lo cree de verdad. Sigue mirando a la Iglesia durante unos minutos y luego con una mirada cansada vuelve a pasear su vista sobre ti - dime pequeña... ¿Sabes algo sobre la Guerra del Grial?
Me contengo para no echar una carcajada de desesperación.
-¿Me lo dice o me lo cuenta? ¿Para qué cree que quería hablar con él? Que le diga que a mi servant lo utilizó Berserker para probar a ver si con su arma podía trocear a alguien en unos segundos, ¿se lo creería? ¿Dónde está el monje? Él me metió en esto, y quiero saber por qué. Quiero saber por qué me metieron a mí, y por qué metieron a mis padres en su momento. Quiero saber cuál es mi papel en esta guerra.
Te mira sorprendido por tu arrebato y franca hostilidad - No... no lo sé... - consigue decir - Es el Grial quien decide qué magos deben luchar por sus deseos e ilusiones. - Se levanta - Parece que has sufrido mucho a su costa... cuéntame qué te ha pasado... - te pone una mano sobre el hombro y notas calidez y su voz denota franca preocupación por ti.
Demos un paseo - dice al tiempo que se encamina en una dirección - Dudo que el padre este cerca, y no parece que haya mucho más que ver aquí.
"Últimamente todo el mundo me lleva de paseo. Debe ser que estoy cogiendo peso, porque no me dejan de decir que camine".
-Pues vale, si a mí me da igual estar en un sitio que otro- le digo, mientras me pongo en marcha- ¿Por dónde empiezo? Mis padres murieron hace 10 años, en la batalla por el dichoso Grial. Sí, desde aquel día, la vida no se convirtió precisamente en un camino de rosas. He pasado hambre, frío, miedo, me he sentido ignorada, humillada, desprestigiada, ninguneada y... Sola. Terriblemente sola. ¿Sabe? Una vez nos relató en clase el profesor de lengua un poema español. Ya sé que nunca presto atención. Nunca. Vale, admito que soy un desastre de estudiante, pero ese día dijo algo que me impactó. No sé quién era el autor, pero recuerdo el fragmento:
<<Y te has sentido solo
humanamente solo
definitivamente solo, porque todo es igual y tú lo sabes.>>
Recito con la poca gracia natural que tengo para recitar poemas, pero al menos lo hago poniendo mi corazón en la tarea, pues de verdad que esos versos me han impactado desde el día en que los oí.
Tras ese inicio, a lo largo del camino, me sincero, contándole todos los pormenores de mi miserable existencia, a la vez que le pregunto algo que aún no me había atrevido a comentar en voz alta.
-Yo sé que no tengo cabida en esta guerra- admito, con sinceridad- Lo que quisiera saber es qué hacer... ¿Cómo he de actuar? He pensado en dos soluciones posibles. En ocasiones creo que podría hacer algo útil. Puedo curar a la gente, ¿sabe? Sí, puedo hacerlo. Quizás... Quizás por eso estoy aquí, para ayudar a los masters buenos, a los que tengan buen corazón. Pero... Yo es que no creo que quieran mi ayuda. Nadie me quiere, ¿sabe? Nadie. Ya lo tengo asumido, es así y no cambiará. No sé... Vamos... Que no creo que me acepte nadie a su lado... Como siempre... Por eso... Vamos, no sé... Igual que tengo el poder de dar vida, tengo el de quitarla, ¿sabe? Quizás... Quizás podría hacer que todo acabe... Ir a mi cabaña, y... Bueno, nadie lo iba a notar. Quiero decir, nadie me va a echar en falta si no aparezco nunca más.
Los versos pertenecen al poeta español Luis Rosales ("Ciego por voluntad y por destino"). Quería utilizar los versos, porque creo que definen muy bien la sensación de soledad que alguien puede llegar a sentir (el poema merece la pena, ciertamente, el echarle un ojo). Simplemente, considero que mi Naoki no es lo suficientemente inteligente o cultivada como para poder recordar ni el título ni el autor, ya que prácticamente se puede decir que es el cero a la izquierda de la clase.
Soy consciente de todo lo que conlleva ser Elegido por el Grial... - explica como si ignorase por un momento a Naoki - pero no me explico porqué no se te dio el apoyo necesario en su momento.
El anterior supervisor de la Guerra debería haber dispuesto la ayuda necesaria en tu caso. Las reglas son claras en cuanto a las familias... - medita un momento y viendo tu forma de pensar replica - No seas así pequeña... eres muy joven para pensar eso. Todos tenemos a alguien que se preocupa por nosotros y se desvive, sólo que tú aun no lo has encontrado.
Te pone una mano sobre el hombro, conciliador - Yo me ocuparé de ti hasta que lo encuentres. - suspira - Parece que no has tenido una vida fácil... los niños deberían vivir sin preocupaciones hasta que son mayores.
El padre Hikari me envió un telegrama urgente explicandome lo que sucedía. Vamos a ir al Templo, allí deben estar todos los masters y sus servants. Allí os explicaré a todos lo que ha pasado. - aclara - Y allí podrás decidir si seguir en la Guerra o hacerte a un lado y ayudarme a mí.
Reponde y lo proximo, lo puedes postear en el Templo.
-Bueno, son 17 años, casi 18, de absoluta infelicidad, padre. Si aún fuese optimista de cara al futuro, no sería positiva, sería estúpida. Y vale, muchas luces no tengo, pero tan poquitas, tampoco.
"¿De qué templo me estará hablando el tipo este? No entiendo nada. Bueno, de todos modos, en mi mente se va forjando una idea... Y no creo que vaya a cambiar de opinión..."
Me encamino con el hombre hacia donde me dice, mientras jugueteo con mi collar.
Cuando Ren llega, la Iglesia aunque en pie, se encuentra en muy mal estado. La policía está junto a barreras y cintas, alertados por los vecinos que fueron a la primera misa de la mañana.
También hay algunos curiosos, que consternados no hacen más que mirar preocupados el viejo edificio.
El parque cercano también es un mar de ruinas, con el suelo hecho pedazos aquí y a allá, socavones y arboles y columpios destrozados. Y hay algunas personas en los alrededores viendo como trabajan las máquinas de las obras, que han empezado a desescombrar y revisar los daños.
Camino hacia las ruinas en silencio, para examinarlas e intentar detectar hacia donde han ido Khaos y los suyos.
Tirada: 1d20
Motivo: Percepción
Resultado: 18
El edificio aun se yergue aunque inestable. Está cerrado y apuntalado con vigas para que no se desmorone y el interior está lleno de escombros, seguramente algún tejado se ha hundido.
Tirada de 1d20+bono de Percepción para ver si detectas algún rastro de energía.
Descubres un débil rastro de energía y su patrón coincide con uno detectado en las inmediaciones del cementerio. A las afueras de la ciudad.
Me dirijo al lugar, deseando luchar de nuevo
"Vamos allá, Saber"
Escuchó una dulce voz femenina en mi cabeza, que me dice eso y sonrío, nostálgico.
Ren abandona la escena y se dirige al Cementerio.