Partida Rol por web

Tras pasar por el lado de Ariminden como una exhalacion, Xukel se pierde por las calles.

Ariminden se interpone astutamente entre Xukel y los guardias que le persiguen, tropezando con ellos y cayendo al suelo en el umbral del banco él y tres guardias.

A los otros tres no les da tiempo a ver por donde se ha ido Xukel, maldicen enfurecidos y ayudan a levantarse al clerigo.

Lo sentimos mucho señor, era un peligroso asesino. Un compañero nuestro esta herido, podria usted ayudarnos?

No se preocupe, estoy bien... - respondo aceptando las disculpas del guardia, levantándome con lentitud - Por supuesto, los servicios de este siervo del Pacificador están a vuestra disposición. ¿Dónde está vuestro compañero?. Mejor será que me llevéis cuanto antes a su presencia, el tiempo es crucial cuando se trata de heridas producidas en combate - digo muy profesional, tratando de meterles prisa para que olviden a  Xhu`Kel cuanto antes - Por cierto, ¿de qué decís que se acusa a ese hombre?

Mientras hablo observo bien a cuantos hay a mi alrededor, no me gustaría que nadie pudiera reconocerme como compañero del fugitivo, aunque estoy casi seguro de que nunca hemos sido visto juntos dentro de los muros de la ciudad.

Los guardias te cuentan que hay carteles por toda la ciudad ofreciendo una recompensa por un caballero oscuro con la indumentaria, porte y armas de Xukel de nada menos que 5000 piezas de oro

El guardia herido sangra profusamente y esta sentado en el suelo asistido por sus compañeros.

El funcionario del banco sale tras el mostrador en el que se habia escondido y se recompone del susto atusandose el flequillo

Cada dia hay mas calamidades en esta asquerosa ciudad

Vivimos en un mundo incierto, sí señor - contesto con cortesía al funcionario, contento de que todo haya salido bien - Bien, veamos qué tenemos aquí. Túmbenlo ahí si son tan amables - añado, señalando una mesa de las que se utilizan para firmar documentos.

Desplegando mi cartera con instrumental quirúrgico, escojo con mimo un bisturí bien afilado y corto las ropas, que me impiden ver la herida.

Apártense, por favor... - pido teatralmente. Se nota que estoy en mi salsa - Por el poder que Geonea, El de los Seis Nombres, me ha concedido, te ruego, oh Padre Pacificador, que traigas tu Paz al cuerpo de este hombre, que ha sufrido maltrato - acompaño mi plegaria con amplios gestos de la mano derecha, que termina apoyándose en la herida. Una breve luz surge del contacto, y deja de sangrar.

Bien, solo un momento más. Donde no llegan los favores del Altísimo, quizá alcancen las no pocas habilidades de este humilde siervo - termino, sacando aguja e hilo para coser la herida - Esto dolerá un poco...

En el banco se muestran agradecidos de tu generosidad (ese 52 ya es suficiente para que no le tengas que coser mal adrede de todos modos)

realiza tus gestiones e indicame tu proximo movimiento

El señor cajero atiende tus peticiones con rapidez y prontitud, un trato correcto y eficaz...

Déjeme agradecerle de nuevo su ayuda con ese criminal... deseo advertirle que posiblemente la milicia quiera hacerle unas preguntas en cuanto el comisario se haga cargo de este caso... daré su dirección de la Posada si usted no dispone otra cosa.

Escurre el bulto con habilidad de funcionario en cuanto a informaciones de los muertos... claramente desea mantener una estricta neutralidad que le permita hacer negocios con todos.

los guardias te saludan con respeto cuando sales del banco.

Akalaseer, padre

Akalaseer... que las bendiciones de los dioses del bien os protejan, padre

Sales con la cabeza bien alta, y con la gratitud de las personas de bien..