Isadaora y Evangeline salieron al exterior del MIM. Evangeline se dirigía hacia la taberna donde habían quedado, mientras que Isadora prefería esperar a que la llamasen en el exterior. Allí había demasiada gente y se había empezado a agobiar. Desgraciadamente, desde allí no sabría cuándo le tocaría, aunque al ritmo que iban parecía que aún quedaba mucho.