Partida Rol por web

Piso en inmejorable estado en urbanización privada con piscina, parque infantil y magnífica zonas comunes, muy luminoso y ubicado en el barrio de Legazpi.

Con una superficie de 121 m2, consta de 3 dormitorios y 2 baños, salón y cocina independiente.

El despertador sonó con furia mientras se clavaba en la mente de Alexander hasta despertarlo. Algo sobresaltado y aturdido, se incorporó quedando sentado al borde de la cama durante unos segundos dándose un tiempo para espabilarse.- Es verdad, volví anoche a España para ese asunto del ministerio. Odio dormir en una cama que no es la mía, me duele todo.- mientras hablaba para si mismo terminó de salir de la cama en dirección al baño. Sus articulaciones crujían sonoramente al estirarlas a modo de desperezo. 

Tras una ducha reparadora y finalizar todo lo referente al aseo, se colocó en la muñeca su preciado reloj, se enfundó en su traje favorito y tras tomar un frugal desayuno, recogió todo lo que creía necesario, comenzando por la varita. Dedicó unos segundos a observar el paisaje urbano a través del ventanal en el salón.- Esperemos que todo salga bien y podamos resolver este asunto lo antes posible.- la vida en Madrid seguía inexorablemente, coches por la carretera y peatones por las aceras. Obviamente no había visto nada extraño en el poco tiempo que llevaba allí, pero le preocupaba el motivo de la invitación , sobre todo por la parte en la que indicaba que habían invitado a otros magos y brujas para resolver lo que fuese que ocurría. De verdad esperaba que no fuese algo muy grave. Se dispuso entonces a salir de su casa en dirección al Ministerio de Magia no sin antes darse un golpe en rodilla contra la mesita del salón.- ¡Joder Alexander! Ya empezamos con los golpes.

Piso en inmejorable estado en urbanización privada con piscina, parque infantil y magnífica zonas comunes, muy luminoso y ubicado en el barrio de Legazpi.

Con una superficie de 121 m2, consta de 3 dormitorios y 2 baños, salón y cocina independiente.

Para la vuelta al domicilio Alexander se había dado mucha más prisa que a la ida, estaba de verdad intrigado ante esas dolencias misteriosas que habían aparecido. Pensó en hacerse un té para acompañar el inicio de la investigación, pero ni para esa tarea quería desperdiciar ni un solo segundo. Apoyó la chaqueta del traje en el respaldo de la silla del comedor y se sentó de frente al ventanal para aprovechar la luz natural.- Bueno, veamos que tenemos aquí.- Sin más dilación y con todo el cuidado que pudo, conociendo su torpeza, comenzó a extraer los documentos para leerlos.

Tras hojear todos los documentos que le había dado Roberto Salinas pudo sacar algunas cosas claras:

La mayoría de infectados habían sido muggles, aunque también lo habían sido los magos.
Tanto muggles como magos, habían sido llevados y atendidos al Hospital Leonor de enfermedades y heridas mágicas.
Todos habían contraído una única enfermedad, pero eran enfermedades diferentes. Y todos las habían contraído a través de picaduras. Los pocos que aún lograban mantener la consciencia decían que "unos mosquitos gigantes los habían atacado".

La información incluida en el archivo sorprendió enormemente a Alexander. Para empezar no esperaba que fuese a través de picaduras, algo que le pareció de lo más común corriente. Además de que las víctimas fuesen muggles y magos, añadiendo el hecho de que estos primeros también habían sido trasladados a un hospital mágico. Mucho de lo que había leído no tenía demasiado sentido, al menos para el, por lo que dedicó una segunda lectura mas pausada para ver si había algún detalle pasado por alto. Específicamente buscaba el motivo de por qué magos y muggles habían sido tratados allí, a riesgo de poner en peligro el secreto mágico, si había algún sospechoso que fuese el causante de tales picaduras y que habían querido decir con la expresión "Todos habían contraído una única enfermedad, pero eran enfermedades diferentes".

El presidente de España conocía perfectamente el Secreto Mágico y colaboraba con el MIM. Cuando seres mágicos producían daños en muggles españoles la única forma de curarlos era en el Hospital Leonor. No era una práctica muy extraña, pues los hospitales muggle no podían hacerse cargo de éste tipo de enfermedades, así que eran traslados y atendidos allí.

Los muggles quedaban aislados en las habitaciones, se les comunicaba que su enfermedad era muy contagiosa y que no podían recibir visitas. Para ellos seguían en un hospital muggle y nada les llamaba la atención, y si algo extraño descubrían, tan solo tendrían que inyectarle algo de medicación para eliminarlo de sus recuerdos.

En cuanto a las enfermedades era sencillo. No todos los afectados habían contraído la misma enfermedad. Es decir, que aunque todos habían recibido picaduras, las enfermedades que estaban en su cuerpo no eran las mismas que el de resto de pacientes, y que por fortuna, solo habían sido afectadas por una, nada más.

Parece que no hay mucho más que indagar al respecto entre estos papeles. Es cuanto menos curioso, mismas heridas con distintos resultados. Habrá que echarles un vistazo. ¿Quizás la magia o la ausencia de esta afecta al desarrollo de la enfermedad? Quizás ese sea el motivo de distintas manifestaciones, o quizás las heridas parezcan similares y no lo sean. Solo hay una forma de averiguarlo.- Alexander extrajo el pequeño cuaderno que llevaba consigo del interior de su chaqueta y anotó en el los detalles sobre la investigación que creyó de importancia. Había que seguir investigando por supuesto, así que recogió de nuevo el archivo y se dirigió a la salida de su apartamento. Esta vez en dirección al Hospital Leonor de enfermedades y heridas mágicas.- Espero que pueda acceder a su información sin problemas, aunque lo ideal sería examinar a los afectados directamente.- Era lo que esperaba, pero no sabía que tipo de trabas encontraría. Al fin y al cabo no había recibido ningún tipo de distinción sobre su colaboración con el ministerio y eso podría acarrearle algún problema. Quizás llevando el informe consigo sería suficiente.