Partida Rol por web

¿Motivos ocultos? ¿Mente perversa? ¿Yo? - Se lleva la mano al pecho y levantando los hombros pone cara de sorprendido -Solo me preocupo por la felicidad de una de mis alumnas.

También te dije yo, que no hacía falta que fueran viejos, que podías usar uno nuevo y que los momentos felices suceden solos. Al acercarme un poco más a volver a ver a Hugo, hoy me has ayudado a ser un poco más feliz a mí. Tal vez no lo suficiente para conjurar un patronus pero si un poco más.

Luego mira el lugar donde están y arruga la nariz- Aunque tal vez esté lugar no sea el mejor donde consegir tu primer recuerdo feliz, la atmosfera es algo deprimente, como si alguien hubiese muerto en esta casa...

Se hace tarde, deberíamos salir de aquí antes de que acabe el club de duelo- le dice-Tengo todo el curso para encargarme de que vivas un momento feliz.... es mi sagrado deber como profesor de patronus.

-Mi deber de alumna problemática es hacerte sufrir mientras buscas como hacer realidad tu deber... así que no lo tendrás fácil.

Se despega del viejo y destartalado piano y se dirige hacia el túnel al saber que pronto acabarán las actividades de la tarde y que seguramente todos los alumnos comenzarán a llenar el castillo y es posible que alguien les vea saliendo de ese lugar sin querer.

-Es mejor irse.

Ahora es ella la que se mete en el túnel antes que Henri.

Me gustan los retos.-  Le contesta a Christine - Sí, vamonos de aquí.- Cuando llegan al tunel se para y dice- Las dam...- Pero se calla inmediatamente porque la pelirroja ya se ha lanzado dentro.

Recorren el tunel a gatas, y aunque podría decir algunas palabras sobre lo indecoroso de la situación vengandose de su comentario anterior decide no hacerlo, la visión del trasero de la gryffindor moviéndose de un lado para otro debe ser mucho mejor que la que ofrecía él durante la ida.

Cuando por fín salen a los jardines no hay nadie que pueda verlos, Henri respira aliviado, hubiese sido una lástima perder ese lugar ahora que lo había descubierto.

- Espero que el castigo de Fiore no sea muy duro esta noche y estemos enteros para ir mañana a Hogsmeade. - Desea en voz alta antes de despedirse de Chris.

Ya fuera del castillo podían hablar de conspiraciones sin preocuparse de posibles escuchas. Estaba claro que si Christine, el profesor Hordon y Alex se reunían la tarde del domingo no era para comentar las mejoras que ofrecía la nueva Nimbus 2105 frente a las escobas de la competencia.

¿De qué va la reunión Alex?- le preguntó a su amigo para hacerse una idea de lo que iban a hacer y que no le pillara por sorpresa.

- Poca cosa- respondió él con relativa sinceridad-. Chris me preguntó sobre Scarlet para el asunto de los galeones- informó en referencia al sistema de avisos-. He hablado con la chica y está entusiasmada- Alex parecía satisfecho por ello-. De hecho, has de saber que su segundo intento en el conjuro que nos enseñaste ha sido... indescriptible. Ni en sueños pensé que pudiese ser tan espectacular.

No parecía decirlo en broma. A ojos de Alex, Scarlet había sacado un Patronus que haría llorar a los bardos.

- En fin. Vengo a traerle nuevas sobre el primer asunto a Chris, y a proponerles más uso para nuestra brújula mágica- acabó en referencia al afamado mapa del merodeador-. Hay cosas que debiéramos vigilar.

No parecía querer ocultar nada a ese respecto, pues no parecía tener problema en decirlo con Henri delante.

Me alegro mucho- contestó con sinceridad al saber que el patronus de Scarlet había sido un éxito.

Al escuchar el resto de conversación supo que su tarde de biblioteca tendría que esperar, aquello parecía importante. Henri estaba tan metido en la orden como los otros, así que, a menos que amablemente se lo pidieran, escucharía los planes de los Gryffindor y ayudaría en lo que pudiese.

Al acercarse más a la zona donde están Chris y Gordon se puede oír a la chica hablando con él, un poco más alterada de lo normal. Parece bastante nerviosa y aunque no está gritando y habla en susurros si que se puede notarse que le gustaría estar gritando.

-¡Will, lo descubrirá! ¡Esa mujer lo descubrirá!

La voz de Chris viene de detrás de unos árboles del bosque prohibido.

-Chris, no lo sabrá... - susurra Gordon con intención de tranquilizarla - ¿cómo va a saberlo? No hay nada que ella pueda encontrar para denunciarte. A los ojos del mundo mágico, tienes la sangre tan "limpia" como todos los de este colegio.

-¿Y si no puedo seguir? - pregunta con voz compungida.

Henri sabía cuando escuchar una conversación privada podría reportarle más problemas que beneficios, y pensaba que esta ocasión era una de ellas.

Disimuladamente busca una rama lo suficientemente grande para lo que se propone hacer y la pisa "sin querer" haciendo bastante ruido para anunciar su llegada al profesor Gordon y Christine.

Alex habría optado por la de cuervo. Batir los hombros y largarse de allí marcha atrás como quien no quiere la cosa para hablar de aquello en un entorno más privado y... tranquilo. Dada la intención de Henri, sin embargo, no podía más que unírsele, por lo que el chico hizo lo propio. Le preocupó sumamente el hecho de que los hubiesen pillado en una situación así, puedes podía haber sido cualquier otra persona más problemática que Alex y Henri, pero eso no podía deshacerlo.

- Lo siento- se excusó el chico-. Acabamos de llegar, por si os sirve de consuelo- añadió en referencia a la que podía parecer su postura-. Y podemos irnos por donde hemos venido.

O no.

Pero eso ya no dependía de Alex.

Ambos se giran sorprendidos al escuchar a el ruido de la rama rota y miran a Henri y a Alex. Chris parece algo azorada porque tiene la sensación que han escuchado lo que han dicho... bueno, es algo más que evidente. Por suerte, han sido ellos los que se han acercado, aunque no mucha gente se atreve a adentrarse, aunque sea un poco, en el bosque prohibido. Gordon les mira y suspira, parece aliviado por no tener que seguir tratando ese tema.

-Hola chicos... ¿qué os trae por aquí? No hace falta que os marchéis... la verdad es que no es un buen sitio para tratar temas importantes y menos si alguien tiene eso que tienes.

Venía a preguntarle a Chris si quería venir conmigo a hacer el trabajo de historia, pero por lo que veo no será posible- les dice sinceramente mirando a la pelirroja, aunque algo ruborizado por escuchar la conversación privada cuando el profesor Gorgon les habla.

Y ni que decir tiene que no sé nada de eso que se supone que tenemos.- Mira a Alex como si él supiera algo.

- Yo debía informar de unos asuntos- dijo por su lado el guardián-. Scarlet está al tanto y encantada con el tema de los galeones. Está deseando que Chris la ponga al corriente y la diga- ole el laísmo- lo que tiene que hacer. Por otro lado, tengo pensado utilizar nuestra brújula dorada- el mapa del merodeador- de travesuras para no perder detalle de lo que hacen individuos como... Fiore- lanzó una velada mirada a Chris, en referencia a la que quizás era la mujer de la que hablaban-. Por otro lado, si podemos ayudar en algo más, decirlo.

Se refería, por supuesto, a la conversación que estaban manteniendo guardabosques y alumna antes de la llegada de el nuevo dúo anexo. Alex parecía solícito, y la verdad, un tanto serio y circunstancial.

Al escuchar a Alex hablar de la brujula dorada, cayó Henri en que era el mapa del merodeador eso que tenían. Spencer tenía mucha razón siempre que decía que no era el más listo de la clase.

Se preguntaba hasta donde tenía que seguir Christine y por qué dudaba de poder llegar, pero prefirió seguir callado a la espera de que alguno de los dos contestara a la pregunta de Alex.

Asiente a lo que dice Alex.

-Hablaré con ella para enseñarle lo que había pensado... en cuanto a lo otro... no sé si se solucionará mucho el tema vigilando a Fiore... sabremos donde está, pero no lo que hace.

Se coloca un poco el cabello, nerviosa por lo que han podido escuchar que seguramente ha sido la última parte de la conversación.

-No se lo digáis a nadie... no le digáis a nadie lo que habéis escuchado. Que continúe en este colegio depende que esto no salga a la luz, ¿vale? - mira a Henri que de los dos allí presentes es quien conoce su historia, seguramente el único de sus amigos a parte de Clare y Gordon.

- Es una petición sencilla- asintió el chico restándole peso a la súplica-. Fácil de cumplir- añadió para tanto más de lo mismo-. No habrá problema.

Alex era especialista en ser una tumba. Por otro lado, el mandato de Chris era más que razonable. No divergía mucho de la situación de otros de sus compañeros y, ciertamente, en el fondo no era algo que extrañase a Alex. Algo tenía que haber. Todos tenemos secretos. Que fuese un asunto de familia y sangre lo hacía relativamente común y normal.

Aunque no por ello menos grave.

Tras ello, esperó. Sólo había dicho lo que tenía que decir por restar hierro al asunto y porque le habían preguntado. Ponerse a debatir sobre la utilidad de sus ideas en aquel momento carecía de sentido con necesidades más relevantes y apremiantes sobre la mesa. Pero ya había ofrecido su mano amiga, y no quería pecar de la misma piedra dos veces, así que esperó a ver cómo continuaba la joven tras la aceptación.

Parecía que las dudas de Henri no sería resueltas, al menos, no en ese momento. Christine estaba nerviosa, normal por otro lado, pues no sabía que era lo que Alex había escuchado- Tranquila Chris, no pasa nada, somos nosotros.- dice intentando tranquilizarla mientras se acerca a su lado.

Si la situación fuese al revés, el Hufflepuf agradecería de corazón que cualquiera de los allí presentes le diera un abrazo; sentir la cercanía de sus amigos le tranquilizaba y reconfortaba más que cualquier cosa que pudieran decirle. Pero sabía que la pelirroja no era así. Para ella, habría sido algo incómodo que añadir a una situación ya de por si bastante incómoda. 

Así que, en lugar de eso, se limitó a tocar y apretar con suavidad su hombro un par de veces para luego retirar su mano, tratando de trasmitirle la sensación de que podía contar con él - Te dije que nadie tendría que saber nunca lo que me contaste ¿Te acuerdas?. Nada ha cambiado desde entonces.- Luego mirando a Alex añade.- Y bueno, Alex.... Alex es Alex.- Una definición bastante corta para una de las mejores personas del colegió a ojos de Henri, alguien a quien confiaría su propia vida sabiendo que acertaba- Se puede confiar en él y lo sabes.

Y ahora ¿Qué?- les pregunta a los tres, suponiendo que los temas a tratar en aquella mini reunión de la orden no se limitarían a la calidad de la sangre de Christine Woods.

-Si Fiore se vuelve la subdirectora nos hará la vida imposible a todos. Incluso desearemos que vuelva el "Basilisco". Tenemos que conseguir ya ese método de comunicación... hablaré con Scarlet para quedar e implementarlo. Lástima que no funcionen los dispositivos muggles en la escuela... unos walkies serían geniales.

Se cruza de brazos y se pasea arriba y abajo en actitud pensativa. Se arregla el pelo un poco nerviosa y mira a sus compañeros y a Gordon.

-Hay alguien que lo sabe todo de todos... siempre está tomando notas sobre como se comportan. No me gusta la idea, pero quizá Spencer... no, no... mejor olvidar a ese tío... acabaría la Sala como una batalla campal. Clare no le cae bien y prefiero que esté Clare...

Alex asintió lentamente pero con gravedad, cual determinado soldado raso en la primera línea al oír el cuerno sonar.

- Me falta un pelo de unicornio para partirle la nariz y hacerle una cara nueva a Spencer- aseguró el chico con cierta rabia contenida-. Me falta hombría para pedirle a Clare ir al baile- añadió en clara referencia a asuntos obvios-. ¿Responde eso a mi postura?- preguntó casi retórico.

Entre una amiga fiel y un enemigo mortal, elijo la primera.

- Adicionalmente, me falta una petición para arrancarle las notas a Spencer y quitarle la idea a soplamocos- se explicó en clara actitud servicial y de gusto propio, aunque anclada en las marismas por el bien grupal-. No me gusta que... semejante entidad- por no soltarle una retahíla de calificativos despectivos- me observe, y menos que tome notas sobre mí como si fuese un psicólogo obseso. Ni sobre mí, ni sobre los míos.

Ole, ole, y ole, el espíritu de león protector de manada que se gastaba a veces Alex. Le faltaba sacar las fauces y ponerse a rugir delante de tres hienas para espantarlas. Alex llevaba cuatro años haciendo eso. No iba a ponerse comedido ahora cuando se trataba de defender lo suyo.