Partida Rol por web

Rodando los ojos sayuri hablo de vuelta

-Buen punto Josh, pareces decidido a obligarme a desvelar todas mis cartas -abriendo la mano hablo de vuelta -no es que me importe, pero no por ello he mentido, cuando ingrese a este lugar adquiri una habilidad poco confiable, que me permitia tanto ver a alguien como perderle la pista, por ello nunca dije que Trevor era culpable. Dije que le había visto merodear porque fue lo único que le vi hacer, y mas tarde cuando una sombra se acerco supe que podría haberme visto y escape, a la mañana siguiente estaba muerto... de esa misma guisa descubrí a Woo-ji y su habilidad, una vez que mi habilidad resulta más efectiva... el que la reveles tan pronto ha muerto ha sido un movimiento bonito pues te distingue mas que a mi. y anoche tuve una suerte magnifica... podía vigilarte todo un día un regalo de la casa que me ha llevado a un error... porque te escucho en cada medida... no es mi culpa

Sonriendo desdeñosa suspiro

-sé que anoche te vi ser el dueño de la sala, estoy segura de ello y no falle esta vez... por lo que hay opciones. Si lo que Amelia dice es verdad entonces o acumulas las habilidades y por tanto eres dueño de la sala... o la casa cubre tu verdadera habilidad con otra ... ¿pero porque lo haría?

Todo aquello le superaba a Tommy con creces estar muerto no le había ayudado a aprenderse los nombres de los de su alrededor y estaba claramente perdido en todo aquello y ademas sentía que la voz cantante en la sala la llevaban solo dos personas, algo muy malo si ambas se equivocan, pero lo que realmente quería saber era sobre Josh. Ademas había muerto Woo-Ji Fisher, una tía de puta madre y ademas un nexo que ahora ya no tenían. -Oye Akire, pues piensa en Woo-Ji Fisher para eso.

-Ey colega, dices que la protegiste por la noche. Y esa. -De nuevo no recordaba el nombre de Sayuri. -Dice que robas poderes de quienes están dentro. Así que... Quien mas tiene el poder de proteger. No sabia que los poderes se repetían una y otra vez. -Se rasco la cabeza confundido. Ojala tuviera aquí mi libro de sinónimos.

-Todo eso está muy bien, Sayuri, si no fuera porque Daisy te acaba de desmentir en la sala. Trevor no tenía ninguna habilidad para "merodear". Me fascina, sin embargo, lo cambiantes que son tus poderes. Tan pronto puedes atacar como averiguar los poderes de otro o introducirte supuestamente en una localización. Te falta que te adjudiques ser la mujer que susurra a Karioni por las noches. Yo tengo otra explicación: estás vinculada a alguien que está dentro de la sala y que, en efecto, tiene el poder de ver analizar poderes, mientras que tú te encargas por las noches de matar gente: Daisy, Trevor y Amelia.

-Te corrijo, Tommy, no tengo el poder de proteger. No hay poderes que se repitan y, el que os diga eso, miente. Tengo el poder de robar las habilidades a otros. Por eso, cada día puedo ser visto con una habilidad cambiante.

Lo que dice Josh es cierto. Comentó Daisy, poniendo los ojos en blanco. Pero que no os confunda, seguiré votando a Amelia por las razones que ya he dado. Creo que es nuestra mejor opción. Lo cierto es que he intentado robarle la habilidad a Kazuo una noche más para matar a Josh por si sobrevivía a la muerte de Amelia, pero no he podido. Una vez cojo un poder, no puedo volver a usarlo.

Así que opté por la cara bonita de Trevor y descubrí que de merodeador no tiene nada. Miró a Sayuri. Pero Josh, eso solo demuestra que ha mentido, nada más, y no vas a conseguir desviar nuestra atención. Amelia está condenada y confío en que la tuya lo esté también con ella.

-En serio Josh, pareciera que hay que darte todo masticado- estaba harto de toda ese teatro-. Esperas que expliquemos nuestros poderes, que te digamos exactamente como operan, las condiciones, sus debilidades. Ya rebelaste demasiado de todos- su rostro se contrajo con rabia-. Sería un buen momento de que cerraras la boca- se iba a quedar callado, pero recordó algo mas-. También mientes con respecto a que los poderes no se repiten, si lo hacen, lo dije hace un tiempo y se hicieron los desentendidos. Se repiten, solo que no de la misma manera. Haneul tenía la capacidad de ver los poderes de los demás, incluso amenazó con contar quien era la persona que resucitaba. Una habilidad útil… solo que depende de para quien sea utilizada.

Tommy seguía con cada de circunstancia. -Vale, vale... Osea que faltamos solo tres para entrar en esa caja de muñecas mágica y cada noche meten a dos... Pues la regla es que ninguno de nosotros tres sea votado hoy y elegir si buscarlo o seguir con los asesinos... Yo optaría por lo primero... No se que pasa si acabamos todos dentro pero no parece cosa buena... Y, todo apunta a ti colega. -Dijo mirando a Josh. -Pensaba que eras buena persona, me caes bien y tal, pero no entiendo para que haces eso.

-Creo entender entonces que quien mete a la gente en esa casa roba los poderes de quienes mete ¿No? Entonces aquí hay mogollón de contradicciones...-Se rasco la cabeza, no porque tuviera piojos sino porque pensar le hacia ebullir el cuero cabelludo.

Sayuri suspiro y miro a Josh con toda serenidad, en el fonod sentía piedad de él, después de todo la casa había hablado con cada uno de ellos, estaba segura de eso. 

-Lo siento mucho, de verdad, si te estoy acusando de algo que dices no hacer -contestó de la forma más calmada que tenía -no lo hago por maldad, pero la verdad es esa, anoche te vi ser el dueño de la sala y te he oído hablar, he oído el eco de tu voz y te he creído... ¿Qué podía decir de Trevor sino que lo había visto caminar la noche en que murio-? Yo creía que era un lobo e iba a preguntárselo la mañana que amanecio muerto... y hable, fue un error según tú, pero no podía mentirles... sabía que Woo-Ji era inocente y que era un puente entre vivos y muertos y me calle porque no había razón para culparla... pero tú... en tú caso yo esperaba que nos dieras el nombre de nuestro enemigo y te has desenmascarado solo, eres el dueño de la sala... 

Suspirando miro en derredor y observo a cada compañero suyo, entonces hablo de vuelta.

-Anoche vi a Josh ser el dueño de la cámara, creí que era absurdo, estaba segura de que había sido Trevor, pero entonces... -su voz no perdió aplomo ni un segundo -no puedo pedir que confíen en mí, pero no deseo quedar atrapada en este lugar, y tengo tanto miedo como cualquiera, por favor, por favor.. créanme solo esta vez, Josh es el dueño de esa sala, ahora mismo, lo es -retrocedió y mirandolos hizo un gesto de angustía antes de quedarse quieta, no sabía como llegar a ellos. 

-Estoy segura de que lo es. 

-Soy una buena persona, Tommy. Pretendía que todo esto terminara con la mayor parte de vosotros vivos y poder sacaros de aquí. No soy un asesino, eso te lo aseguro, y cuando estabas muerto he sido el único que alguna vez mencionó que deberíamos traerte de vuelta. Yo ya asumo que este es mi final, no tiene sentido que luche o me defienda si todos los votos están en mi contra.

Sonreí, observando a Sayuri con una sonrisa en los labios.

-¿Sabes qué es el Karma? Tengo la sensación de que muy pronto vas a saberlo. Quizá antes de lo que piensas.

-Animo tío. Si Después de que salgas. -Si, él también lo daba por hecho el de lo poco que se había hablado y no quería tirar un voto a la basura. -La gente sigue entrando sabremos quien es la mentirosa y podremos traerte de vuelta como hicieron conmigo... -Alzo la mirada. -Claro que a mi me regreso la casa... Bueno, seguro que alguien mas confiaría en ti una vez todo se aclare y resulte que no seas lo que dicen ser. A pesar... de que parece ser cierto. -Palmeo su espalda, tal vez por ultima vez.

No tengo mucha idea, la verdad, pero con todo esto me ha surgido una duda.

Josh se supone el dueño de la casa de muñecas. ¿Necesita estar entre los vivos para hacer lo que sea que pretende hacer? ¿O sólo que todos los vivos estén atrapados? No sé si me explico.

Sentado, no tengo demasiado más que añadir.

Agito su dedo de señalar hacia Kariono. -Buena, muy buena pregunta tío. -Comento con asombro mientras la mirada volvió hacia su "amigo".

Con la partida del último rayo de sol, llegaba aquello que todos temían: el anochecer. Un nuevo linchamiento, otros ojos que perderían su luz. Todos miraron alrededor, pero esta vez las miradas se dirigían hacia los mismos. Entre Sayuri, Josh y Amelia no se sabía quién era aquel con mayor número de votos, pero todo se aclararía en el momento en que Karioni dio un paso al frente, mientras su mirada vacía y su mano empuñada daban a entender qué era lo que seguiría.

Avanzaba con tranquilidad, mas no para y se acerca a la rubia, la cual lo mira con temor, pero sabiendo lo que se avecinaba. Karioni muestra esta vez la muñeca de Amelia, un brazo y la joven deja salir un chillido de dolor. Josh grita de enojo y corre hacia ella, tratando de empujar a Karioni sin ningún éxito. Impertérrito, muestra una segunda muñeca, cuya mano ata a la mano de la muñeca de Amelia. Josh ve cómo su cuerpo comienza a no responderle y a imitar el movimiento de su muñeca. Toma la mano de Amelia con fuerza, quien lo mira con ternura, negando con la cabeza para que huya, pero este solo le devuleve la sonrisa y la besa. El cuchillo aparece en la palma de Josh y este la apuñala bajo las costillas. Una asustada Amelia lo mira con marcada sorpresa, pero no es el único. El mismo joven parece no controlar su cuerpo. Amelia apuñala a Josh por la espalda con un cuchillo que antes no estaba ahí y Josh no puede evitar la contorsión, empujando levemente a la rubia hacia adelante, mientras sus piernas comienzan a fallar.

Ambos caen arrodillados en el suelo y la sangre que emana de sus bocas muestra el estado de sus cuerpos internamente. Los dos comparten un último beso entre lágrimas, sangre y sudor para blandir sus cuchillos uno contra el otro y abrir sus gargantas. El charco de sangre que los rodeaba crecía y sus últimas fuerzas desaparecían, cayendo hacia atrás. Se arrastran con lo poco de vida que les queda y estiran sus manos con todo lo que tienen. Justo antes de poder alcanzarse, sus cuerpos quedan inmóviles en el suelo y sus miradas vacías se dirigen al infinito. Todos giran hacia Karioni, el artífice y titiritero de esta tétrica muerte con sorpresa. Sosteniendo las muñecas a las cuales había apuñalado en los ojos para dar fin al sufrimiento de esta pareja. Un amor sellado con sangre.

La usual calma parecía llegar y a pesar del desazón del espectáculo visto, sabían que ya había terminado por este día. Pero todo estaba lejos de acabar.

Una chica joven de apariencia algo frágil comenzó a gritar, mientras podían ver cómo de sus orejas y nariz salía un líquido negro que rodaba por su juvenil piel. Sus ojos se unieron al mar de alquitrán y su cabello empezaba a caerse de a poco. No sabía qué le sucedía, pero sin duda no podía ser bueno.

Un calor terrible la invadía y su boca parecía ancharse de una manera sobrenatural. La chica se esforzaba por respirar, pero no podía. Algo enorme brotaba de su boca. Cubierta en alquitrán, una cabeza se asomaba, luego el cuello, luego unos hombros al parecer dislocados, seguía el torso y por último, las piernas. Para cuando esto terminó, Sayuri ya había dejado de respirar. Se cuerpo perdía volumen mientras caía en el charco de líquido negro que la rodeaba. Su figura se desvaneció poco a poco mientras el cuerpo que estaba allí de pie se recomponía. El sonido de los huesos volviendo a su lugar tronaba por todo el lugar y el alquitrán abandonaba su cuerpo, revelando la figura de una chica que conocían bien. Se trataba de Woo-Ji, quien tardó un poco en recomponerse y luego los miró a todos para luego mirar a quien había tomado su lugar.

Sin comprender mucho lo que había sucedido, la oscuridad de aquel lugar cubrió todo, impidiendo que pudieran siquiera procesar aquello. Y así, ese extraño día llegaba a su fin.