Partida Rol por web

-esta bien, John, esta bien... por favor, no sufras demasiado... encontraremos un modo -la voz de Sayuri estaba teñida del dolor y la pena, además del miedo, buscaba ser consoladora y no tenía como -no es tu culpa y nunca lo será, y seguire tu lado, lo prometo -declaro antes de continuar.

-Debes tener cuidado, fueron los muertos quienes hicieron un trueque entre mi persona por Woo-Ji al parecer, pero aquí me he enterado de algunas cosas, Josh no para de llamarme loba blanca pero tambien ha señalado a Amelia como una asesina y al parecer sego la vida de Akire, por lo menos eso dice... ojala Woo-Ji hable, asi Sam no podrá confundirlos más -Sayuri mantenía la voz calmada.

Y ella se preocupaba por él, a pesar de que fácilmente daría su vida por verla otra vez entre los vivos. Intentó componer su voz, para transmitir seguridad y no aumentar la desdicha de su protegida.

-Lo de Josh sí que es raro, pues era obvio que estaba enlazado con Amelia… Y ahora le acusa- aunque podría ser algo bueno para ellos-. Ni siquiera estoy seguro de que pasará luego, algunos empezaron a desconfiar de Woo-Ji, por su… forma de aparecer- la visión de lo ocurrido, tan vivida en su mente le hizo apretar los dientes-. Pero puedo usar mi habilidad para verificar su lealtad.

-Creo que Josh dijo todo eso en un intento de confundirme, a fin de obligarme a confesar que yo no podía vigilar a nadie por la noche, me libre del asunto señalando que no había vigilado a Amelia y que no podía decir porque esta había sido atacada o que había matado a nadie por eso mismo -contesto ella pensativamente, realmente tampoco entendía a Josh -Josh sabe que ya no trataran de devolverlo a la vida, no después de lo que dije sobre que era dueño de la sala y que dado que vieron que era el amante de Amelia, tampoco trataran de devolverla a la vida a ella; a él solo le queda una opción y es arruinarme la existencia en el más allá, no solo en venganza sino porque necesita asegurarse de que todos supiesen que era una loba blanca, sin embargo... no pienso darle el gusto de reconocer tal cosa -el suspiro tras sus palabras fue evidente.

-Woo-Ji puede seguir siendo inocente, aunque yo esperaría que revelara lo que oye de los muertos ahora que todo el mundo conoce su habilidad -finalizo -y... sé que en estos momentos no debes sentir aprecio por ella, pero recuerda que ahora debes ser tan cuidadoso como antes, no permitas que el dolor te nuble el juicio -suplico, temerosa de que él resultara dañado... más de lo que ya estaba.

-Justo dije eso mismo en la sala de muñecas, que para saber si Woo-ji es en verdad confiable, debemos esperar a que diga lo que oye de los muertos- aunque no podía evitar sentir aun la rabia por Josh, quien no solo había sido responsable directo o no de la muerte de Sayuri, sino que también la seguía acosando desde el mas allá. De ser por él, iría de buena gana a ese cuarto para destrozar su muñeca, aplastándolo hasta que no fuera más que un montón de plástico retorcido-. Akire dijo que alguien intentó matarla, pero que otro la protegió. Eso parece confirmar lo que dijo Josh, pero quien sabe…

-Eso explicaría alguna cosa, tal vez un plan para asegurarse la lealtad de Akire, con todo Trevor no puede ser devuelto, dice ser un vidente de muertos pero no le creo, y Kazuo dice que tiene una habilidad para defenderse cuando los lobos intenten matarlo, dado que Sam lo ataco tan rapidamente podrían decir que es un inocente casi confirmado -se quedo callada unos instantes.

-Josh acaba de confirmarle a Trevor que era amante de Amelia y que... Sam ayudaba a una loba y a un dizque neutral, ¿cómo puede alguién ser tan hipocrita? -pregunto en voz alta sin caer en la cuenta de la ironía de la pregunta al parecer.

-Daisy había confirmado que Kazuo era un lobo, pues tiene la capacidad de robar las habilidades de los muertos, aunque no sé si mentía o no- eso no significa que Kazuo fuera un lobo. Pero de todos modos se alegraba que estuviera bien muerto-. Sam siempre mintió, lo supe cuando afirmó que uno de sus enamorados podía leer habilidades. Solo hay dos personas que pueden hacerlo, que yo sepa, y estas hablando con una de ellas. La otra está bien muerta- el más allá estaba siendo bastante activo-. No sé cuánto de esta información puedo esparcir. Pero te diré que Akire fue atacada y alguien le salvo. Leslie fue asesinada, supongo que por los lobos a juzgar por las heridas, así que eso deja a dos asesinos, un nigromante, el flautista que mete gente en la casa de muñecas y quién sabe si alguno más.

-John, no sé si Josh dice la verdad pero dice que aun puede oir lo que dices en la sala junto a la otra chica.

-Aun debe estar conectado con el flautista, por eso puede oir lo que ocurre en la sala- no pareció especialmente preocupado por ello-. Su credibilidad se fue a la mierda cuando divulgó informacion importante sobre gente de la sala. Poniendoles en peligro. Quizas para proteger a su amada o quien sabe. Todo lo que venga de él, debe ser tomado con doble sentido y me encargaré de que los demas lo crean.

-Supongo que tienes razón, dice que Karioni Ki es el otro asesino, y... por alguna razón dice que Daysi esta hablando de mí ahora mismo... en esa sala de muñecas -su voz sonaba frustrada -no lo soporto, trato de mantener la calma cuando le contesto pero... me dan ganas de arrancarle los ojos, el único que habla aparte suyo es Kazuo Tengan y por lo menos él si es sensato

-¡ES QUE TAMBIEN TE MOLESTA ALLÍ!- su voz se elevó sin pretenderlo, sintiéndose impotente al no poder alcanzar el delgado cuello de Josh con sus ásperas manos. Le demostraría la fuerza de un simple mecánico-. Daisy no dijo mucho de ti y ya examiné a Karioni- sonrió-. Si logro mantenerlo con vida, me será útil.

Sabía que pronto, cuando menos lo sospeche, todo dependería de como presentara todo lo que sabía hasta ahora. No era una situación sencilla, pero tenía poco que perder ahora, le movía una sola obsesión y pretendía cumplirla.

-Josh debe estar en contacto con el Flautista, estoy seguro, por eso puede saber lo que se dice en la sala de las muñecas.

-ya lo mandarón a callar -la risita de Sayuri se podía oír en sus palabras -Josh no es más que un niño cuyos planes se han visto truncados, y como nosotros, esta molesto pero puedo soportarlo si tú estás bien, desde luego juega con cierta ventaja ante la posibilidadde seguir unido al flautista... Woo-Ji y el resto de muertos creía que yo era uno de los enamorados... es indignante. ¿cómo está todo allá?

-Parece que votaran en masa a Karioni, lo que jode muchísimo mis planes- John se frotó con fuerza la sien, intentando pensar en algo para salvar a su nuevo aliado-. Están seguros que Josh o Amelia eran traidores y no creen en nada de lo que digan. Alguien atacó a Akire, lo que desata nuevas preguntas, pues Leslie también murió. 

Quizá un nuevo asesino? Ó alguien que los ayude; iría por Sam si pensara que la ira por ver muertos a sus enamorados lo ha hecho desear el fin del resto. Abajo Amelia no dice nada, en cuanto a Karioni... Defenderlo te pondría en la mira.

-Esa era su idea, que yo me declarara a último momento como el enemigo público para dividir los votos- negó con la cabeza-. Lo hubiera hecho si no fuera porque nunca creí que funcionara. Pero la cagué mucho, no voté y seguramente la cabeza de Karioni será la siguiente. De todos modos, aunque uniéramos los votos, no lograríamos ayudarle.

-Esta bien, ya no importa, lo único que importa, que me importa, es que estas vivo: seré feliz cuando salgas de aquí. 

Prometió Sayuri, con toda la sinceridad que habitaba en su alma, antes de callar. 

-reza por mí. 

John la abrazó con fuerza, como no queriendo que se vaya, esperando que esa conexión que les unía no se terminara jamás. Era el único consuelo que tenía. Le había fallado a su hermano, le falló a Sayuri. Morir ahora era lo de menos.

-Algo está pasando en la casa- todo empezaba a temblar, el ultimo lobo había muerto y John abrazaba el cuerpo muerto de su protegida, mientras también lo hacía en esa otra estancia-. En verdad siento no haber podido protegerte- Dos almas pesarían sobre su conciencia, pero al menos puede despedirse de Sayuri-. Te veré en el más allá, donde todo este horror no tendrá cabida.

Le dio un beso en la frente y se mantuvo incólume mientras todo a su alrededor, en la casa, comenzaba a desplomarse. La conexión se hizo más errática, apenas podía ver su rostro. John no era alguien que llorara, pero ahora lloraba como un niño, de la forma en que no pudo hacerlo con su hermano. De repente solo estaba abrazando el cadáver de Sayuri, frio e inerte, testigo mudo de su fracaso.